Los tiempos avanzan,
las décadas se suceden y, con estas, la música va evolucionando. El Metal
nuestro querido Metal, no es ajeno a ello y sigue evolucionando desde su
nacimiento, el cual dataré en 1970, año en que Black Sabbath nos deleitó con su
debut, hasta la fecha de hoy. No obstante, entre tantos colosos actuales como
Korn, Slipknot, Trivium, Stone Sour y tantos otros que podría nombrar, también
han surgido bandas que tratan de resucitar el espíritu y el sonido de monstruos
del Rock y del Metal del pasado. Por mencionar algunos ejemplos, se me ocurren
agrupaciones como Airbourne (herederos de AC/DC), Greta Van Fleet o Rival Sons
(inspirados en Led Zeppelin) y, dentro de la vertiente metalera, y más
específicamente, podría destacar a Kadavar y a Ghost. Este último será nuestro
protagonista en esta reseña.
Si reproducimos
cualquier disco de esta banda sueca detectaremos, rápidamente, clarísimas
influencias de Black Sabbath o Mercyful Fate y, en menor medida, de Blue Oyster
Cult y, debido al componente “shock” de su puesta en escena, a Alice Cooper. En
poco tiempo esta banda ha saltado a la fama gracias a un muy buen hacer que
encontramos en sus diferentes trabajos. Cierto es que, como es un grupo que
emula el pasado, no presentan, o no suelen presentar, composiciones novedosas,
pero eso no quita para poder disfrutar de grandes canciones que dejarán un gran
sabor de boca en todo oyente con gustos añejos.
De Ghost, además del
contenido musical, me gusta mucho su propuesta “terrorífica” a partir de la
figura del Papa Emeritus, un sacerdote satánico, que, a lo largo de los años,
ha estado representado en tres personajes diferentes, cuya edad, aparentemente,
va disminuyendo. Estos personajes se llaman Papa Emeritus, Papa Emeritus II y
Papa Emeritus III, siendo todos, en realidad, encarnados por la misma persona.
Sobre este último punto hay que mencionar la curiosidad de que, durante años,
se intentó mantener en el anonimato las identidades tanto de Emeritus como del
resto de miembros de la banda, llamados Nameless Ghouls. Recientemente hemos
sabido que el Papa Emeritus es realmente el cantante sueco Tobias Forge.
También conocimos la identidad de algunos Nameless Ghouls, que fueron reveladas
por los propios implicados tras problemas legales con Tobias que terminaron en
denuncias y cambios notables en la formación.
Otros aspectos llamativos de Ghost en cuanto a su imagen oscura son las referencias a películas de terror, y no tan de terror, que encontramos en cada una de sus portadas. En “Opus Eponymous”, álbum que ocupa nuestra reseña, se hace un guiño a la película “El Misterio de Salem’s Lot” (1979), el álbum “Infestissuman” a “Amadeus” (1984), “If You Have Ghost” homenajea a “Nosferatu El Vampiro” (1922), “Meliora” a “Metropolis” (1927) y, finalmente, el single del tema “Cirice” a “El Silencio De Los Corderos” (1991).
Ocho temas componen “Opus
Eponymous” (escrito latín y cuyo significado es “Trabajo Autotitulado”), un
trabajo breve pero cargado de grandes composiciones que prueban la calidad de
esta agrupación de la que tanta fama goza. Este fue grabado en su Suecia natal
bajo la supervisión de Gene Walker. El 18 de octubre de 2010 vio la luz este LP
que, ya mismo, me dispongo a reseñar.
Nos adentramos en el
oscuro universo de Ghost con “Deus
Culpa”, breve introducción instrumental basada fundamentalmente en el
sonido de un órgano de iglesia. Con este se crea la atmósfera necesaria para
recibir a “Con Clavi Con Dio”, primer tema interesante de este álbum. Riffs
crudos, un bajo omnipresente, un solo de guitarra muy oscuro y la dramática voz
del Papa Emeritus edifican un terrorífico corte
que brilla por su extraño estribillo, propio de una película de miedo de
hace un par de décadas.
A modo personal “Ritual” es el tema más sobresaliente
de este interesantísimo debut de Ghost. Metal pesado con un Riff principal que
guarda ciertas semejanzas con la “Sinfonía de la Destrucción” de Megadeth” y
que cuenta con un descomunal estribillo, más propio de una banda setentera que
de este grupo actual. Sin duda un corte que ya podría considerarse como
“clásico” del grupo.
La influencia de Black
Sabbath se nota especialmente en “Elizabeth”,
otra composición famosa dentro de la discografía de los suecos. Sin ser un
prodigio como cantante, el Papa Emeritus saca a relucir diferentes registros
que recuerdan, en algunas ocasiones, a los del mismísimo Ozzy Osbourne
(obviamente me quedo con el “Madman” si tengo que compararlos). También pueden
resaltarse sus buenos estribillos y solos.
“Stand by Him”
mantiene la tónica general del álbum. Estructura y sonido absolutamente
setenteros que están impregnados de una tenebrosidad muy recurrente en el
grupo, destacando los poderosos cambios de ritmo e intensidad que se producen
en su parte intermedia.
Personalmente me
encanta “Satan Prayer”, un tema más
pausado pero con la esencia oscura que caracteriza a nuestros protagonistas. De
nuevo el Papa Emeritus sorprende con un nuevo cambio de registro, optando esta
vez por una voz más suave y rasgada. Muy por el estilo es “Death Knell”, fantasmagórica y con una soberbia actuación del
señor Emeritus al micrófono. También hay que resaltar el sonido de la batería y
el bajo durante todo el tema, marcando el ritmo con mucha precisión.
Encaminamos la recta
final con “Prime Mover” y su
poderosa combinación de riffs, golpes de bajo y arreglos de órgano. Por último,
una pieza instrumental de 4 minutos de duración titulada “Genesis” nos despide del álbum con referencias psicodélicas y una
nueva pista muy destacada en lo que a guitarras
y teclados se refiere.
Como dato extra cabe
destacar la curiosa inclusión en la edición japonesa de un, cuanto menos,
original cover del “Here Comes The Sun”
de los Beatles en un estilo más oscuro y macabro de lo normal.
Si tienes cierta
experiencia escuchando Doom y Heavy Metal seguramente llegues a pensar que este
disco, como ya se mencionó, no presenta nada nuevo (lo que es completamente
cierto), pero también hay que reconocer que “Opus Eponymous” es un trabajo muy
acertado por parte de unos suecos que han saltado a la fama en pocos años a través
de canciones que despiertan melancolía entre tantos oyentes que añoramos a
bandas clásicas como Black Sabbath o Mercyful Fate.
Ya son varios los
trabajos y temas notables que ha sacado el grupo y pienso que, salvo que ocurra
algo malo, en unos años nos sorprenderán con una obra memorable. Todo a su
tiempo.
La nota que, a mi
parecer, se merece “Opus Eponymous” es un merecido 9.
y la obra maestra llegó con "Impera" en el 2022. Fácilmente uno de los mejores álbumes de rock y metal de estos últimos 5 años. Canciones pegajosas, muy bien trabajadas y llenas de exquisitos detalles.
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