Tras quince años sin lanzar nada nuevo, el Rock celebra el regreso discográfico de una de las bandas más ambiciosas de las últimas cuatro décadas. Y es que desde aquel homónimo debut publicado en 1989 hasta el más reciente “Saudades To Rock” (2008) los americanos Extreme han sido capaces de mantenerse en la cresta de la ola a base de una gran cantidad de composiciones de excelsa técnica y un gusto exquisito. Puede decirse que es una banda que siempre ha tratado de evolucionar y no vivir de las rentas económicas de su aclamado “Pornograffiti” (1990) y, más concretamente, de su mega-hit “More Than Words”. Sinceramente, adoro ese estilo tan vanguardista del grupo que no se ciñe únicamente al Rock clásico, sino que también se permite coquetear con otros estilos tales como el Pop-Rock (en las baladas, claro), Funk o, incluso, ligeros guiños al Rap (siempre me resultaron curiosos los fraseos que Cherone introdujo en algunos temas de “III Sides of Every Story”).
No nos engañemos. Cuando posees una base rítmica tan
sólida como la que te ofrecen el bajista Pat Badger y un excelente batería como
Kevin Figuereido (honor también a otros “rompeparches” previos como Mike
Mangini o Paul Geary), un cantante ajeno al paso del tiempo como el bueno de
Gary Cherone y, obviamente, al mismísimo Nuno Bettencourt, uno de los mejores
guitarristas del mundo, creo que es difícil no sentir unas ganas infinitas de
saborear de principio a fin “Six”, un nuevo LP que ve la luz en junio de 2023,
pero que lleva en preparación desde 2017. Tanto la pandemia mundial del
Covid-19, como los compromisos contractuales de Nuno en las más recientes giras
de Rihanna (sí, es el guitarrista en vivo de Rihanna) fueron retrasando los
plazos de grabación de la obra tanto en el tiempo la grabación y publicación de
un disco que ya mismo comenzamos a analizar.
Comenzamos por todo lo alto gracias a “Rise”, primer
single que el cuarteto desveló a inicios de marzo, y que invita al oyente al
más absoluto desmadre gracias a un riff veloz y cargado de malas intenciones. A
destacar el trabajo de Cherone durante toda la pista, así como del maestro
Nuno, quien nos entrega aquí uno de los mejores solos de toda su trayectoria y
que tanto, estilísticamente hablando, a los de su ídolo y amigo Eddie Van Halen
(varios medios reportan que el bueno de Eddie visitó en sus últimos meses de
vida a la banda para escuchar lo que el grupo llevaba grabado hasta entonces). Es
imposible sacarse el pegadizo y coral estribillo que la banda ha preparado para
la ocasión (Nuno y Pat lo bordan). Una auténtica bomba de relojería para
iniciar el disco por todo lo alto.
La mala hostia no deja de crecer de la mano de
“#Rebel”, otro de los grandes momentos de este álbum. A partir de un riff
diabólico de Nuno, y apoyándose siempre en una base rítmica de bajo y batería
absolutamente letal, Gary Cherone canta con la energía de antaño, llegando a
bordar un exigente estribillo de matices metaleros y, por si fuera poco,
tratando de emular a Nuno en algunos momentos de su estratosférico solo. Una
vez más percibo esa adaptación camaleónica del cuarteto a los sonidos más
recientes del Hard-Rock o el Heavy Metal.
Sin tiempo para pausas emerge el serpenteante y
seductor riff de "Banshee" (¡qué grande eres, Nuno!). Estamos ante
una composición más vacilona y de carretera en la que las armonías ganan algo
de protagonismo. La guinda del pastel se encargará de ponerla un estribillo
coral absolutamente efectivo que, como me ha sucedido con las dos pistas
previas, no logro sacarme de la cabeza.
Con la llegada de “Other Side Of The Rainbow” la
distorsión disminuye en favor de incrementar las melodías y ese feeling más
comercial que también el grupo domina. La guitarra de Nuno se lleva el gato al
agua gracias a unos arpegios tremendamente inspirados y, por supuesto, a un
nuevo solo estelar que rompe con la dulzura predominante. Una vez más siento la
necesidad de quitarme el sombrero ante Cherone, quien a sus 61 años logra
alcanzar unas notas que rozan lo inhumano.
Seguimos con otra balada, en esta ocasión “Small Town
Beautiful”, una pista que me ha convencido más incluso que la anterior, aunque
su estructura pueda parecer algo simple. El motivo no es otro que la belleza
con la que canta aquí Gary, entrelazando en muchos momentos su voz con la de
Nuno hasta crear una atmósfera cálida.
Antes de superar la primera mitad del LP la banda
recupera la potencia de los primeros números en una martilleante “The Mask”. En
esta composición disfrutaremos de unos versos que tendrán como principales
protagonistas al bajo y a la batería, que crean una base ácida sobre la que
Cherone cantará con un registro algo más grave de lo habitual antes de que la
distorsión haga acto de presencia y la intensidad no deje de crecer a lo largo
del resto de la pista. En su sección intermedia emergerá nuevamente la clase de
Nuno con un solo breve pero cargado de técnica. Un acierto indudable.
¿Listos para un sorpresón? “Save Me” nos transporta
directamente a la etapa de mayor resplandor del Grunge gracias a un riff ácido
y a unos coros armónicos que evocan a los mejores Alice In Chains (papelón de
Bettencourt tras la composición). El estribillo, de hecho, tiene unas lejanas
reminiscencias en esos agudos de Cherone a la mastodóntica “Man In The Box” de
los de Seattle. Antes de pasar a la siguiente, toca volver a dedicar una
reverencia al veloz y sobresaliente solo de Nuno (¿hay todavía alguien que se
atreva a poner en duda su valía?).
Tras tres números contundentes “Hurricane” impone
calma a través de una composición bucólica en la que las voces de Gary y Nuno
se van repartiendo el protagonismo. La suavidad de las voces armonizadas y la
sucesión de los acordes me hace pensar en los Beatles como una influencia más
que probable. Pese a su brevedad, merece la pena escuchar el breve punteo
acústico que Nuno nos entrega casi al final.
Volvemos a los sonidos saturados en una canción
hipnótica como “X Out”. Aquí Cherone vuelve a sentar cátedra, luciendo una
notoria variedad de registros que casi destacaría como lo mejor de todo el LP.
El estribillo no me convenció a la primera por su exceso de sintetizadores y
efectos, pero con el paso de las escuchas ha ido mejorando en mí (un nuevo
ejemplo de vanguardismo). Menos mal que Nuno emerge cuando la pista parecía que
no podía sorprendernos y nos entrega un solo punzante y también bañado en
diferentes efectos que, a decir verdad, nos deja un sabor de boca algo más
dulce.
Una de las
canciones más festivas de la obra es “Beautiful Girls”. Esta brilla por su
riqueza y por su textura cálida, por no hablar de su deje “caribeño” o por esas
texturas Pop (no todos los fans podrán digerirlas) que también podemos
encontrar en algunos números de los Extreme. No, no es de mis favoritas, pero
te carga de buenas energías.
Llegamos al final con un nuevo número lento como
“Here’s To The Losers”, en la que la banda roza lo lacrimógeno gracias a una
interpretación mayúscula del bueno de Gary Cherone. Tanto en su desarrollo como
en el apoyo coral encuentro ciertas influencias de sus tan adorados Queen
(¿quién no recuerda la actuación de estos muchachos en el homenaje a Freddie
Mercury celebrado en Wembley?).
CONCLUSIÓN
Una vez terminada la escucha uno sabe de sobra que la
banda ha sido capaz de pulir un LP variado (muy variado) y cargado de grandes
momentos que, sin lugar a dudas, se situará entre los más destacables que han
sacado desde “Pornograffity”.
Habrá seguidores que hubieran quitado un par de
baladas del álbum en favor de incluir un par de pistas algo más eléctricas, pero
Extreme siempre se ha caracterizado por dejarse llevar por lo que su corazón
compositivo le dicta en cada momento. Personalmente pienso que los cuatro
números más lentos de la obra cumplen de sobra con su función y ofrecen,
además, momentos llenos de sentimiento.
A destacar también la ausencia de temas irregulares y,
por ello, la envidiable solidez de principio a fin que los americanos logran
mantener a lo largo de una escucha de lo más placentera.
Pasan las décadas y estos veteranos siguen sonando a
las mil maravillas, demostrando que el paso del tiempo es algo ajeno al ADN de
los Extreme.
PD: ¡Qué bueno eres, Nuno!
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