Realmente me parece increíble y emocionante el hecho de poder estar hablándote largo y tendido, querid@ lector/a, de un nuevo disco de Iron Maiden. Y aunque sé que muchos podéis imaginaros el porqué, os lo resumiré de la siguiente manera: ¿a quién no le emociona hablar de la banda más grande de la historia del Heavy Metal?
Está claro que no todos los seguidores supieron
aceptar a Maiden tras el “Seventh Son Of A Seventh Son” (motivos que no
entiendo, pero habrá que respetarlos) con esa típica muletilla de “yo les perdí
la pista desde el SSOASS”. Está claro que hubo un bajón compositivo en la
última etapa de Dickinson, especialmente notorio en “No Prayer For TheDying”,
pero no creo que “Fear Of The Dark” baje del notable alto. Si ya entramos en la
era de Blaze…sencillamente os digo que pocos discos han recibido un trato tan
injusto como el “X-Factor” (1995), trabajo oscuro y rompedor que sentó las
bases de los Maiden del nuevo milenio. Volvería Bruce al grupo (el “Virtual
X-I” de Blaze sí que fue un despropósito absoluto) y, con él, “la doncella”
comenzaría una etapa contemporánea más ambiciosa y compleja que aumentaría con
el paso de los discos, llegando a su cénit en otro maltratado trabajo como “The
Final Frontier”, un trabajo de corte muy densos, con instrumentales cuidados y
auténticas joyas escondidas y que muchos decidieron ignorar porque no sonaban
como el grupo en los años 80 (que se preparen para “Senjutsu” jejeje). El más
reciente “The Book Of Souls” también podría incluirse entre sus obras
contemporáneas más experimentales y extensas de la mano de cortes como “The Red
And The Black”, “If Eternity Should Fail” y la teatral “The Empire Of The
Clouds”.
Fue en 2019 cuando, en uno de los descansos de su
Legacy Of The Beast Tour, el conjunto se reunió en los ya habituales estudios
Guillaume Tell de París junto al no menos habitual Kevin “Caveman” Shirley para
pulir rápidamente una serie de ideas que cada miembro había compuesto por su
cuenta hasta aquel momento. Según relatan varios miembros, fueron unas sesiones
más dinámicas y directas que en otros trabajos para, así, tratar de conservar
la esencia de las piezas originales. También hemos podido saber por Bruce Dickinson
que Steve Harris, líder, bajista máximo compositor del grupo y co-productor del
álbum se ha vuelto más perfeccionista en los últimos años, tratando de sacar el
mayor jugo posible de cada uno de sus compañeros. En palabras de Bruce:
“Lo
interesante aquí es que se ha vuelto cada vez más quisquilloso con las líneas
vocales particulares que quiere que se canten, y yo cada vez he ido sabiendo
más y más, a lo largo de los años, cómo hacer que funcione para él. Porque lo
que suele hacer es escribir palabras en las que las sílabas encajan exactamente
con el bajo, ya sabes, o cualquier instrumento rítmico que esté sonando. En su
momento, le echaba un ojo al material y decía: '¡Pero esto no es inglés!'. Y él
contestaba: 'Sí, pero da igual porque pega con el ritmo'. Así que eso me acabó
abriendo los ojos”.
Cabe señalar a modo de anécdota que el bueno de
Bruce se rompió uno de sus tendones de Aquiles durante la grabación y terminó
de grabar sus voces con muletas y la pierna completamente hinchada.
Poco después de grabarlo estalló la terrible
pandemia del Covid-19 y el grupo, que veía como las fechas de su gira eran
canceladas o pospuestas, decidió ocultar las grabaciones del disco en una caja
fuerte para evitar cualquier posible filtración, por lo que los propios músicos
estuvieron durante más de un año sin escuchar ni una sola nota del resultado
final del trabajo.
Cuando la mejoría estadística en los casos fue una
realidad, el grupo anunció nuevas fechas para 2022 (también tuvieron que
cancelar las fechas alternativas programadas para 2021) y, en el propio cartel,
mostraron unas extrañas siglas dibujadas sobre un muro (WOTW) que no tardó en
generar especulaciones. No sería hasta mayo-junio de 2021 cuando la campaña
promocional del grupo echó a rodar lanzando numerosos mensajes encriptados con
dichas iniciales y un cartel que invitaba a los seguidores a asistir al
“Belshazzar’s Feast” que, supuestamente, se celebraría el 15 de julio de dicha
fecha. Un par de días antes a la fecha, el propio Dickinson apareció en un
vídeo subido al canal del grupo anunciando la celebración del mencionado BF y
que, como todos sabrán, terminó siendo la fecha en la que lanzaron “The Writing
On The Wall”, el primer single de su próximo álbum de estudio.
SENJUTSU: DETALLES PRINCIPALES
“Senjutsu” es el título elegido para esta nueva
entrega del grupo. Tanto el término como la propia portada están inspiradas en
los samuráis, los míticos guerreros del Antiguo Japón. Al parecer, la palabra
“senjutsu” alude al “arte de la guerra” y, como ya comprobaréis, da nombre
también al tema que abrirá el disco. Dickinson también habló sobre este término
propuesto por Harris:
«Revisé
la letra del tema “Senjutsu” y pensé que sonaba como si alguien hubiera estado
viendo Juego de Tronos. Hay gente del norte que baja de las praderas, hay un
muro y tienen que protegerlo a toda costa [...] Le pregunté a Steve Harris
"¿Estás hablando de la Gran Muralla China? Si ese es el caso, estamos
mezclando mucho nuestras metáforas". Y Steve [Harris] respondió: "No,
no es la Gran Muralla China. Es sólo un muro"».
Cabe señalar, como dato curioso, que también un 3 de
septiembre pero del año 1984 vio la luz su aclamadísimo “Powerslave”. Parece
una simple coincidencia, pero quería compartir el dato por añadir alguito más a
este escrito.
Lo primero que llama la atención del trabajo es el
hecho de que volvemos a tener en nuestras manos un álbum doble, llegando esta
vez a los 81 minutos de duración y conformado por 10 canciones, siendo cuatro
de ellas compuestas en su totalidad por Steve Harris (participa como
co-escritor en otras tres), tres de las cuales cierran el disco sumando entre
ellas más de treinta minutos de música (diez, doce y once minutos de extensión
respectivamente). Por otro lado llama la atención el hecho de que Dave Murray
no haya compuesto nada (no sucedía desde el ya referenciado “Powerslave”).
ANÁLISIS CANCIÓN A CANCIÓN
1.
Senjutsu
(Smith/Harris) 8:20
Ya desde el inicio la banda suena absolutamente
rompedora con unos secos golpes de taiko, el tradicional tambor japonés con el
que nos metemos de lleno en un álbum que nos va a dejar sin aliento y, para
bien o para mal (en mi caso positivamente) sorprendidos. Los primeros acordes
de guitarra entran y, bajo ellos, los tambores de Nicko golpean con una
potencia rítmica que no puedo quitarme de la cabeza. Poco después, y con una
voz cargada de clase aparece Bruce escupiendo eso de “Beat the warning the
sound of the drums…” y ya está la maquinaria funcionando al completo.
La canción es muy densa, sin grandes cambios excepto
en su estribillo (hablo de este en el próximo párrafo), lo cual a no todos
convencerá ya que muchos esperarían algo más veloz como carta de presentación.
De hecho reconozco que en la primera escucha lo pensé, pero ahora que llevo
infinitas reproducciones pienso que es una pieza a tener muy en cuenta. El
hecho de que tenga este ritmo, de hecho, beneficia la aparición de riffs de una
inspiración más oriental (hay otro tema del LP que desarrolla con más claridad
este tipo de arreglos). Después del segundo estribillo, hay una pequeña
variación, dentro de la solidez general, en la que Dickinson llega a unos
agudos envidiables, así como una posterior sección de versos a voces dobladas y
ricos sintetizadores que con las escuchas gana muchísimo.
El estribillo aporta algo más familiar a la dinámica
de la canción, con una estructura y desarrollo más épico y que invita a ser
coreado cual himno con un tono que me ha recordado muchísimo al de un gran tema
como “Coming Home”, del “Final Frontier”. Imperdible ese “Rallying round to the
call we can hear far away are the sound of distant drums and they need everyone
at the wal so the day of our judgement has now begun to fall”.
Sobre la letra hay que valorar su trasfondo
histórico y bélico, transmitiéndonos con una lírica entendible el sentimiento
de una nación escondida tras una muralla cuando son atacados por el enemigo
invasor y como se conjuran para plantarles cara e impedir la caída de la tierra
que les vio nacer y que tantas generaciones protegieron exitosamente. Harris se
encargó en su momento de aclarar que no se trata de la Muralla China, sino de
una cualquiera.
“Reuniéndose
alrededor de la llamada
Podemos
escuchar a lo lejos que se trata del sonido de tambores distantes
Y
necesitan a todos en la muralla
Entonces
el día de nuestro juicio ahora ha comenzado a caer”
2.
Stratego (Gers/Harris)
Mucho más directa entra la ya conocida “Stratego”,
un corte 100% maidenesco que ya en la primera escucha me dibujó una sonrisa. El
motivo de esta emoción reside en esa cabalgada de bajo tan “Made In Harris”
(reconozco que su poca presencia en el single de TWOTW me dejó preocupado y
pensé que esa sería la tónica general del disco) que abre el tema y que nos
invita a reencontrarnos con la versión más clásica del grupo a partir de la
incorporación de unos teclados (también cortesía de Harris) colosales y que
aportan ciertos tintes dramáticos a la pieza. No es una canción que marque,
precisamente, el rumbo del disco, pero no desentona en absoluto.
Las guitarras suenan convincentes al inicio y
brillan durante el breve solo (atención también a la breve secuencia
instrumental que viene justo después), aunque no puedo olvidarme tampoco de
alabar a Gers por incluir una línea guitarrera que parece imitar la voz de un
pletórico Dickinson, como ya sucedió en “The Red And The Black” del disco
anterior. Bruce canta con fuerza, llegando a tonos realmente altos y exigentes
que termina bordando. El puente-estribillo del tema, con voces dobladas
incluidas, es una auténtica genialidad. Los mencionados sintetizadores nos
transportan al “Somewhere In Time”, pero al mismo tiempo, por la producción, lo
podríamos incluir en el listado de temas que conformaron el “Brave New World”.
Pero no nos engañemos…¿cómo no iba a molar una
canción compuesta por la dupla Gers/Harris que ha facturado himnos como “The
Talisman”, “Dance Of Death”, “Dream Of Mirrors” y “Lord Of Flies”?
El título parece aludir al famoso juego de mesa,
pero nada más lejos de la realidad. Parece hacer una referencia a la figura del
llamado “estratego”, que era el general y comandante de las tropas
terrestre. Como ya hicieron en numerosas
ocasiones, aunque la encuentro realmente cercana a “Fortunes Of War”, del
maltratado “X Factor”, Iron Maiden nos habla de las secuelas físicas y psicológicas
que deja la guerra. Estas son encarnadas por un guerrero que ha pasado por la
oscuridad del combate y que ahora está inmerso en una depresión (“¿cómo se ve la mente de un loco?”)
provocada por el hartazgo de sufrir tanto dolor físico y mental (“Una cruz que cargar, una pesada fe. Mi
dolor susurra una y otra vez”) que le lleva a terminar pidiendo a Dios que
ponga fin a su agonía (“Escúchame.
Escucha mi llamada. Estoy listo para caer. Señor, escúchame ahora. Déjame ir”).
“El
océano es negro, el rastro del diablo
Observando
más allá por debajo del mar.
El
ojo de la tormenta está acá nuevamente
Ha
estado aquí antes de que tú nacieras”
3.
The Writing On The Wall (Smith/Dickinson)
Lo primero que hay que destacar del tema es que ha
sido compuesto por Bruce Dickinson y Adrian Smith, una dupla que nunca
decepciona (Bruce ha dicho en numerosas ocasiones lo bien que se entiende con
el guitarrista y lo rápido que fluyen las ideas cuando se juntan) y que,
analizando el resultado final, da señales de seguir en estado de gracia. Algo
que me encanta de la pieza es que en esta podemos encontrar influencias sonoras
de ambos músicos. Por un lado tenemos ese gusto que tiene Bruce por romper los
esquemas con composiciones algo más diversas y que no se ajustan a los cánones
del grupo, algo que supo materializar especialmente en su carrera en solitario
(muchos momentos del tema podrían haber formado parte del “Balls To Picasso”)
y, por otro, tenemos ese gusto por las guitarras limpias que tanto distingue a
Adrian y que hace poquito pudimos disfrutar a lo grande en el debut de su
proyecto junto a Richie Kotzen.
Musicalmente hablando estamos ante una canción densa
por sus pocas variaciones. Tiene un inicio acústico que dura poco pero sirve
para dejar claro al oyente que los muchachos se mantienen en estado de gracia.
Justo después entra un riff sencillo pero rompedor por sus similitudes con el
Southern Rock (tocarlo en la guitarra da mucho placer, por cierto) y emerge de
la nada Bruce con una voz aguda que sustituye por su faceta de narrador en un
antológico estribillo. No puedo dejarme
atrás el extenso interludio instrumental creado por y para el lucimiento de
unas guitarras inspiradísimas donde cada uno de los tres genios tras las hachas
nos hechiza con punteos limpios. Menos protagonismo debido al tipo de canción
ante el que estamos tienen Harris y Nicko, quienes cumplen con la base de bajo
y batería (ya le gustaría a muchas bandas tener semejantes dos bandoleros para
canciones de este talante). Ya me imagino en la próxima gira a todos los
asistentes desgañitándose junto a Dickinson al cantar el ya histórico
estribillo “Have you seen the writing on the Wall? // Have you seen that writing?”.
Bruce, como amante de la historia, nos traslada a
tiempos bíblicos. Para ello se alude a la historia del Festín de Baltasar que se puede encontrar
en el quinto capítulo del Libro de Daniel del Antiguo Testamento. Este texto
también se llama “La escritura sobre la pared” (en inglés “writing on the
wall”) y nos habla del príncipe de Babilonia, Baltasar, quien celebra un festín
rodeado de nobles, utilizando los vasos sagrados de oro y plata del Templo de
Jerusalén, saqueado por su padre, Nabuconodosor II. Durante el festín aparece
una mano misteriosa, que dicen que es la de Dios, y realizó una escritura en la
pared que ni los más sabios del lugar lograban descifrar. Por ello contaron con
Daniel, un prisionero del rey que era famoso por su sabiduría. Este logró
comprender el mensaje, siendo este un mensaje divino que prometía el fin
inminente de Baltasar (“¿Has visto esa escritura? ¿Puedes ver a los jinetes en
la tormenta?”), así como del resto de blasfemos, y Babilonia caería en manos
persas. La profecía se cumplió y el príncipe murió. Si lo complementamos con el
videoclip, del cual hablaré a continuación, creo que Maiden, según he
interpretado yo, establece un símil entre la caída del imperio de Babilonia con
la sociedad tan vergonzosa que tenemos (“Desde Hollywood a Babilonia // La
guerra santa venga al reino// En un rastro de polvo y cenizas // Cuando el
cielo ardiente se acabe”) que parece estar avocada al fracaso mientras las
desigualdades persistan. Hay un ataque especial a los Estados Unidos, no solo
en el videoclip, sino también en la letra al decir eso de “Ahora que nos
sentimos victoriosos, nos convertimos en nuestros esclavos en una tierra de
esperanza y gloria que construye cementerios para los valientes” ("en una
tierra de esperanza y gloria" alude al himno americano, "Land Of Hope
And Glory", así que podéis imaginar por dónde van los tiros)
4.
Lost In A Lost World (Harris) 9:31
Se viene la primera aportación solista de Harris en
todo el disco y ya os aviso que es algo muy grande. Los primeros acordes,
acompañados también de sintetizadores, ya despistan muchísimo, con unos efectos
de distorsión que terminan también introduciéndose en la voz de Dickinson para crear
una atmósfera muy similar a la de la mismísima “Planet Caravan” de Black
Sabbath (sobresaliente al que tuvo la idea de añadir coros casi susurrados). Pronto
Nicko decide cambiar la dinámica con unos baquetazos y, con este, se sucederán numerosas
variantes de versos que siempre desembocan en un pegadizo estribillo que, para
poca sorpresa del respetable, Bruce lleva a su terreno y clava como el genio
que es (tienes cositas de “ The Wicker Man” o de “Ghost Of Navigator”). También
resalto el puente con una guitarra que frasea acompañando el ritmo que propone
Bruce con su garganta.
…y cuando pensabas que ya estaba todo terminado va
Bruce y se permite un último minuto de canción de masterclass vocal (cuidado
que lloras como yo), cantando con hermosura sobre una línea de bajo enorme y una
guitarra limpia cortesía, creo, de Gers.
Si todavía no lo habían logrado, en esta canción el
trío de guitarras se sale completamente de nivel, con un constante duelo de
solos y efectos de Twin Guitars que nos acercan al estilo más contemporáneo que
estos tres maestros del mástil han desarrollado.
Como buen texto de Harris, no podía faltar la
crítica. En esta ocasión el bajista acomete contra el exterminio de las tribus
indígenas desde la perspectiva de los descendientes que son encerrados en
reservas empleadas como atracción turística (“No todo parece estar en el exterior. A veces lo que parece ser un
espectáculo, lo que se ve en la cara es solo un espejo. Todos tenemos mejores
lugares para ir”).
“Recuerda
los nombres de todos nuestros muertos ahora
En
enemigos que huyeron
Alcanzando
nuestro cielo para siempre libre
Una
tristeza que se enorgullece”
5.
Days Of Future Past (Smith/Dickinson) 4:03
Turno de la canción más breve de todo el plástico,
firmada nuevamente por el tándem Smith-Dickinson que tan bien se entiende. Tras
un inicio que nos hace dudar sobre la dirección que puede tomar, o no, el tema,
irrumpe la guitarra de Adrian con una rabia casi exclusiva en todo el trabajo
(un riff sangriento) y se nos viene encima un corte acelerado, de excelente
estribillo que recuerda a canciones como “The Wicker Man” (segunda vez que la
cito) o “When The River Runs Deep”.
Hablando ahora de la letra, Dickinson reveló que se
inspiró en los cómics de Costantine y que también ha derivado en una famosa
película de Keanu Reeves con el mismo nombre. Básicamente en la película se nos
narra la historia de un hombre que ha regresado de los infiernos y, tras haber
intentado suicidarse, debe ganarse el camino de la salvación luchando contra
los demonios que nos rodean. Según Bruce, la letra de la canción plantea una
situación similar solo que en esta, su protagonista se plantea la culpabilidad
de Dios ante la existencia de tanto mal en el mundo.
“Una
vez crucificado lo perdonaste todo
Pero
mi propia vida está condenada a caer
¿Dónde
está la gloria en tu nombre?
Mi
alma retorcida todavía arde en llamas
Escuchen,
ángeles, escuchen mi llamada
Padre
testigo de mi caída
Entre
las líneas del pecado y el dolor
Camino
por la tierra ahora condenado de nuevo”
6.
The Time Machine (Gers/Harris) 7:09
“The Time Machine” es una de las canciones más
rompedoras del trabajo. Sin duda, su digestión será compleja para todos
aquellos que esperan canciones simples y radiofónicas. Toma asiento y escúchala
todas las veces que sean necesarias para que descubras la grandeza que se
esconde tras ella.
Acompañado de una gótica combinación de guitarra
limpia (cortesía de Janick), sintetizadores y un bajo atronador, aparece esa
faceta narrativa y dramática de Bruce Dickinson que, personalmente, tanto adoro,
donde pone cada nota vocal en su lugar correspondiente para hacernos estremecer.
La batería de Nicko vuelve a imponer un cambio hacia ritmos más veloces y
entramos en un medio-tiempo cálido donde la voz es doblada por momentos para
desembocar en otro estribillo merecedor de todo tipo de elogios por su tono más
espiritual y liviano. Es en estos compases donde se respira un tono Progresivo
enorme y muy disfrutable que se rompe en el minuto 3:08 con la entrada de unas
bailables guitarras que recuerdan a las del tema “Dance Of Death”. Tampoco esa
sección durará tanto ya que a partir de los cuatro minutos y poco se produce
una sucesión de pasajes instrumentales tan diversos como insuperables por
cualquier otro grupo en el que las guitarras se convierten en protagonistas
absolutas de la pista, dando lugar a otro par de momentos solistas marca de la
casa.
“No soy un
predicador, soy un hombre
No puedes imaginar lo que he visto y hecho
He vivido una larga vida, he visto el mundo
Podría contarte historias, los pelos se pondrán de punta”
7.
Darkest Hour (Smith/Dickinson) 7:20
Mentiría si no dijera
que lloré de emoción con esta canción. Para mí “Darkest Hour” ya es una de las
Power-Ballads del milenio con todas las de la ley. Cuando la escuché las
primeras veces no dudaba en compararla con “Wasting Love”, pero con el
transcurso de las reproducciones la siento como algo único y digno del adjetivo
“magistral”.
Unos sonidos de olas y
gaviotas nos hacen viajar hasta la playa de Dunkerque, en plena II Guerra
Mundial (luego os intento explicar mejor la letra), para pronto dar paso a unas
oscuras guitarras que parecen sacadas del “A Matter Of Life And Death”. Una vez
entra Bruce en escena, acapara toda nuestra atención para clavar una
interpretación absolutamente memorable en la que lleva su voz a una dimensión
superior, cantando con drama y belleza mientras
nos hace olvidar que hace unos años un cáncer casi termina con su voz
para siempre, para terminar llegando al que probablemente sea el estribillo más
grande de todo el álbum, con ese “Here I Stand In A Serenade Of Glory” que
canta como los ángeles y que acentúa en términos de grandeza con un registro
agudo lacrimógeno.
El aquí alabado Bruce vuelve
a tomar la pluma y, con sus sobrados conocimientos de historia, nos habla de la
figura de Wiston Churchill, Primer Mininistro del Reino Unido durante la II
Guerra Mundial y cómo su actitud combativa y de no rendirse impidió a Hitler y
el régimen Nazi cambiar la historia de la humanidad para siempre. La huida
británica de Dunkerque abre el tema con unas líneas sentidas (“Enterramos a
nuestros hijos, dimos la vuelta y huimos. Los muertos en gloria no envejecen, pero
volvimos porque un hombre lo dijo. Ahora en las playas la sangre corre roja”)
para luego alabar la figura de Wiston y su actitud en aquellos convulsos años
como la que dice “Durante seis largos
años no pasarán. Bárbaros a las puertas. Vamos a superarlos”
Para
arder en gloria como un sol moribundo
Un
último gigante ardiente
Dile
a Júpiter que siga adelante
Convierte
los arados en espadas
Vosotros,
hijos de Albion (Inglaterra), despertad
Defended
esta tierra sagrada”
Recuerdo tantos y tantos comentarios de crítica
contra Steve Harris por componer y ubicar tres canciones de más de 10 minutos
de extensión cada una al final del álbum. Recuerdo a aquellos insensatos que
llegaron a cuestionar su habilidad compositiva…para ellos va la siguiente
triada de canciones.
8.
Death Of The Celts (Harris) 10:20
No exagero si os digo que se trata de una de las
canciones más grandes de Maiden en este milenio. Sus 10 minutos y 20 segundos
de extensión pasarán pronto a la historia y, ojalá, resuenen en futuras giras.
Con una introducción de bajo acústico y guitarras
que recuerda un poco a “For The Greater Good Of God”, la canción avanza a
partir del minuto y diez segundos con un tono más propio de la épica “The
Clansman”. De hecho la letra parece inspirarse en aquella rebelde canción que
recordaba a la película de “Braveheart” y que cantaba a la libertad. Dickinson
empuña el micrófono con actitud y, como si se tratara de algo sencillo, adapta
su voz a una canción cambiante y que va creciendo en intensidad con el paso de
los segundos hasta la entrada de un primer solo de guitarra más atmosférico que
cuaja adecuadamente hasta que…
…¡boum! En el ya histórico minuto 4:42 se produce
uno de los mejores momentos del disco. Inspirados por la música tradicional
celta, se nos abalanzan los tres guitarristas y Harris al bajo firmando el
momento instrumental del LP, con una sucesión de pasajes bien diferenciados
donde las guitarras se compenetran al bailable ritmo, mientras Harris dibuja
líneas de ensueño y Nicko los sigue muy de cerca con una adictiva batería.
Después vendrán los solos…¡y vaya solos!...así como una base de teclados no
menos merecedoras de mención.
Dickinson termina, como empezó, cantando con
suavidad y pronunciando con especial belleza el título del tema…solo puedo
quitarme el sombrero.
Líricamente parece, como en la ya citada “The
Clansman”, hablarnos del pueblo celta en su lucha por la supervivencia ante la
invasión germana que terminó por provocar su desaparición. La letra, en
resumidas cuentas, nos habla de la actitud del guerrero, firme y frío que
avanza sin miedo por el campo de batalla aun sabiendo que es muy probable que
muera en combate.
“Rumbo
ahora a donde Dios no puede llegar
Despidiéndome
de la vida que habría disfrutado
Siguiendo
a los que vinieron del infierno
Llegué
a presenciar la muerte de los celtas”
9.
The Parchment (Harris) 12:39
Segunda epopeya seguida de Harris. En esta ocasión,
hablando del plano instrumental, el ídolo del bajo, que abre el tema con un solo
introductorio que recuerda al Bolero de Ravel por instantes, nos invita a
reencontrarnos con los Maiden más cercanos a los sonidos del Antiguo Egipto.
Las guitarras juegan con escalas arábicas que se compenetran a la perfección
con unos sintetizadores absolutamente claves en el resultado final. Bruce canta
como el dios del Metal que es, pronunciando con claridad cada sílaba y
mostrándose muy cómodo en cada verso, puente o estribillo que Harris creó
pensando en este.
El desarrollo de la canción en líneas generales también
es denso, con extensos pasajes instrumentales, pero ofrece algunos de los
mejores solos de guitarra (poco antes de la mitad hay un par que son
especialmente buenos) de todo el plástico comandados especialmente por un
desmelenado Adrian Smith cuyo mástil parece escupir fuego casi al final (10:33),
cuando la dinámica cambia y el ritmo se acelera, lanzando un solo velocísimo
(el más eléctrico de todo el trabajo) para dar paso a sus compañeros de rol que
tampoco se quedan atrás en sus intervenciones.
Reconozco que es la letra que más se me ha
atragantado interpretar de todas ya que la traducción del título sería “el
pergamino”, pero la letra en si tiene un trasfondo más bien histórico sobre un
asesinato en masa que creo que podría tratarse, y creo que varios reseñistas
han coincidido en esta idea, que se trata de la llamada “Masacre de los
Inocentes” en la que cientos de niños menores de dos años fueron asesinados en
las cercanías de Belén por orden de Herodes ante el miedo que este sentía por
la llegada de un profeta, que terminaría siendo Jesucristo.
“Nunca
me ofrezcas una oración
Por
este crimen y traición
Bebiendo
de tu copa de sabiduría verdadera
Muchos
hombres te seguirán”
10. Hell On Earth (Harris) 11:19
Esto llega a su fin, pero en ningún momento Harris
pensó en bajar el nivel de su ambición, por lo que nos tenía preparada una sorpresa de 11 minutos llamada “Hell On Earth” que
engancha desde su extensa, y preciosísima, introducción instrumental en la que
las guitarras dibujan las líneas vocales que Dickinson realizará poco tiempo
después. Aquí se encuentra otro de los estribillos insigne del álbum. Tras otra
sección extensa de solos, el tema toca a su
fin con una base instrumental elegante en la que guitarras, bajo,
batería y sintetizadores nos sobrecogen al mismo tiempo que Bruce canta repetidas
veces eso de “Love in anger, life in danger”. Esta memorable pista también
parece servir como síntesis de todas las emociones y sonidos concentrados
durante todo “Senjutsu”.
¿Soy yo o da la sensación
de que Bruce disfrutó de lo lindo grabando esta canción? Está metido de lleno
en cada instante, llegando nuevamente a notas muy exigentes sin despeinarse y,
por momentos, introduciendo sus habituales dosis de dramatismo, especialmente presentes
en la segunda mitad de la pista.
La última letra,
cortesía también de Harris, nos retrotrae al “A Matter Of Life And Death” con
un nuevo “recadito” a la guerra y sus terribles consecuencias. El derramamiento
de sangre indiscriminado, la inclusión de los menores en el campo de
batalla, las campañas de odio que nos alejam de todo amor fraterno posible ("perdido en la ira, la vida en peligro")…en nuestras manos está el futuro de la humanidad.
"A los ojos del bien
Estoy siguiendo la luz otra vez
Entre la oscuridad del infierno en
la Tierra"
CONCLUSIÓN
Lo resumo en un
titular: No es un disco perfecto, pero es el más perfeccionista en la historia
de Iron Maiden.
Por si alguien tenía
dudas, estas diez canciones bastan a estos británicos para demostrar por qué
nadie ha podido, puede ni podrá ocupar su puesto como la banda más grande de la
historia del Heavy Metal. Aunque en las grabaciones trataron de captar la
inspiración del momento, está claro que el sexteto ha puesto todo su empeño en
cuidar cada detalle de cada canción, elevando cada segundo al máximo
exponencial de calidad y virtuosismo posibles. Steve Harris seguramente sea el
gran nombre propio del LP tras haber cerrado la boca a aquellos que dudaban del
nivel que tendrían esas tres canciones que cerrarían el disco, o que
cuestionaban su presencia sonora en los temas más contemporáneos de la banda.
Pero también me rindo ante un Bruce Dickinson absolutamente colosal que ha
sabido adaptar su voz al paso del tiempo y que ha podido superar las secuelas
del cáncer que bien pudo costarle la voz (y la vida), aunque obviamente no
tenga el mismo registro de antaño, logra llegar a agudos imponentes y a
interpretaciones lacrimógenas como la de “Darkest Hour”. ¿Cómo no hablar de
Nicko McBrain? El más veterano del grupo y, pese a todo, un caballero que
siempre se hace notar con esa batería tan personal que, como no podía ser de
otra forma, también está presente en “Senjutsu”.
Otro elemento a
destacar es que siento que las guitarras han estado tremendamente cuidadas y se
les ha dado un mayor peso que en otros
trabajos del milenio, teniendo cada uno una aportación destacable en el
desarrollo general de cada corte. Gers compuso más bien poquito pero no
decepcionó, Dave no compuso pero firma mejores solos que en el álbum previo y,
por supuesto, Adrian Smith está en un estado de forma envidiable, marcándose, a
mi modo de ver, los solos individuales (no entro en “guitarras gemelas” aquí)
más emocionantes y técnicos de todo el LP.
Si no supiste saborear
el “Final Frontier”, dudo mucho de que hagas lo mismo con “Senjutsu”, un
trabajo que requiere de paciencia y de ganas de escuchar música densa y
tremendamente técnica. Aquí no hay canciones comerciales o digeribles a la
primera, sino un concienzudo trabajo donde no sobra ni un solo minuto.
Estoy seguro de que en
un tiempo, tal vez unos años, “Senjutsu” será visto como uno de los álbumes del
milenio. Una obra (casi) maestra. Otro disco para la historia y punto.
¡¡QUÉ
DISCO SEÑORÍAS!!
UP
THE IRONS!!!!
Dónde lo descargo el rar sin clave porfavor
ResponderEliminarY el puto link de descarga??????
ResponderEliminarCómpratelo
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