La historia de Riot (ahora Riot V) me parece una de las más curiosas en la historia del Heavy Metal. Y es que no deja de ser paradójico que, tras la muerte de Mark Reale, alma matter y compositor de auténticos discazos durante la década de los 70 y 80, y la posterior reformación bajo el nombre de Riot V el reconocimiento a nivel mediático ha sido mucho mayor que en los tiempos más gloriosos a nivel compositivo del grupo. Aquí quiero clarificar que no estoy insinuando que los actuales Riot V no merezcan recibir tanta atención (no me atrevería jamás a poner en duda dos excelentes LPs como “Unleash The Fire” y el salvaje “Armor Of Light”). Simplemente muestro cierta decepción porque obras insigne de los Riot de Reale, como “Fire Down Under”, “Narita” o “Thundersteel” (pronto tendrán su hueco en este blog) parecen haber quedado relegados a un segundo plano en la historia del Heavy Metal.
Como iba diciendo, cuando en 2013, y con el
consentimiento del padre de Mark, los antiguos compañeros de este decidieron
continuar con el legado del grupo bajo el nuevo nombre de Riot V (el número
romano es una alusión a la incorporación en ese momento de Todd Michael Hall
como quinto cantante en la historia del grupo), da la sensación de que el
conjunto no ha dejado de crecer. “Unleash The Fire” (2014) fue un primer
aperitivo de mucha categoría e irrumpió con fuerza en la escena metalera del
momento. Sin embargo, para mí es con “Armor Of Light” (2018) cuando este nuevo
capítulo de Riot termina consagrándose con una colección de canciones
devastadoras que dejaron boquiabiertos a prensa y seguidores desde su
lanzamiento.
Seis años después podemos celebrar la llegada de “Mean
Streets”, una obra cuyo título me retrotrae inevitablemente a cierto peliculón
de Martin Scorsese, y que cuenta con Johnny, la histórica mascota de la banda,
como protagonista de la portada. En esta ocasión, esta legendaria cría de foca
aparece conduciendo una Harley Davison en compañía de su novia (¡llevaba
demasiados años de soltería!) y de una banda de focas moteras (¡en el universo
Riot todo es posible!). No oculto que, atendiendo a las obras más recientes del
conjunto, tengo unas expectativas bastante altas puestas sobre este nuevo
lanzamiento, lo cual no sé si al final de la escucha puede ser
contraproducente. Lo que tengo claro es que es hora de desmenuzar cada canción
de “Mean Streets”.
Unos primeros segundos melódicos y acústicos anuncian
el inicio del álbum. Y es que la banda parece dar en el clavo desde esta
inicial “Hail To The Warriors” con la que dan el primer golpe sobre la mesa.
Ritmo infernal y de tono clásico en el que el bajo de Don goza de mucho
protagonismo, así como la batería de Frank. Todd Michael Hall también se
mantiene en un estado de forma soberbio, cantando con mucha personalidad y
furia cada línea. El puente va creciendo en intensidad antes de derivar en un
estribillo coral que, al menos a mí, me ha hecho recordar a los mejores tiempos
de Manowar. Mike y Nick también se hacen notar en este primer corte, ofreciendo
un duelo de solos cargado de técnica.
“Feel The Fire” cuenta con un riff principal con
reminiscencias a Judas Priest (¿a alguien más le recuerda al de “Grinder”?) que
te atrapa desde la primera escucha. Esto es Heavy Metal de la vieja escuela,
imponiendo la crudeza sobre la velocidad. Ciertamente es una pista algo más
simple (no hay variaciones notorias y la estructura es predecible) y con el ADN
de un single, pero que no por ello deja de convencerme. Un corte que crece con
cada nueva escucha.
Las guitarras gemelas de Mick y Nike arrancan “Love
Beyond The Grave”, tercer adelanto que pudimos escuchar de este LP, y que tiene
muchas papeletas para colarse en los futuros repertorios en vivo del grupo.
Todd lleva aquí sus agudos a otra dimensión, llegando a notas realmente
complejas en los versos para, posteriormente, apoyarse en unos colosales coros
que aportan algo más de épica al tema. Tampoco hay grandes cambios a lo largo
de sus cuatro minutos, pero se disfruta de principio a fin sin problema alguno.
La versión más destructiva de los neoyorquinos emerge
en la excelente “High Noon”, una pista en la que la batería de Frank Gilchriest
dispara a quemarropa a un ritmo frenético y con un ADN más cercano al Power
Metal. Todd vuelve a entregarnos aquí una actuación imponente, desgañitándose
en todo momento y demostrando una vez más por qué era el candidato perfecto
para convertirse en el quinto vocalista de este conjunto. Hay muchos momentos
que me retrotraen al reciente “Armor Of Light”, pero también a los tiempos de
“Thundersteel”. Sin duda alguna, uno de los momentos más memorables del álbum.
Otra canción que haría sonreír a Mark Reale es “Before
This Time”, una canción con matices de Heavy y Power que te carga de energías
positivas, al mismo tiempo que te hace viajar a otra época en ese estribillo
hecho a medida para que Todd nos seduzca con su voz. Me ha gustado bastante.
Tras el buen rollo de la anterior composición, el
oyente se choca de frente con la rudeza de “Higher”, otra pista que debería
estar presente en la gira promocional del LP gracias al sencillo pero
monumental estribillo que incita a cualquier oyente a levantar el puño con
rabia. Adoro la transición que se produce entre ese inicio más lento y el incremento
repentino de velocidad que imponen tanto las guitarras (¡un punteo demencial!) como
la endiablada batería de Frank.
Aunque probablemente quede en un segundo plano en
comparación con otras canciones aquí reseñadas, la homónima “Mean Streets” y “Open
Road” tiran por un Metal de manual sin grandes sorpresas, pero con modernos y
convincentes estribillos (grandes coros) que va ganando enteros con cada nueva
escucha.
¡Cómo retumba el maldito bajo en “Mortal Eyes”! Metal
de altísimo voltaje en el que la banda se muestra especialmente inspirada
desatando el caos con una acertada combinación de intensidad instrumental y la enorme
capacidad vocal de nuestro querido Todd, quien firma una de sus mejores interpretaciones
desde que canta para Riot V. Por si fuera poco, Nick y Mike nos tienen
reservado un señor solo de guitarras gemelas en su segunda mitad que vuelve a
probar la grandeza de esta nueva etapa del grupo. Seria candidata a ser mi
preferida de toda la obra. TEMAZO y PUNTO.
Y parece que el nivel sigue manteniéndose altísimo con
la irrupción del riff inicial de “Lost Dreams”, una canción de Metal con ligeros
guiños de Power en el que, una vez más, me tengo que rendir ante el enorme
trabajo instrumental del grupo y Todd, quienes logran transportarnos nuevamente
acercarnos a los inolvidables y gloriosos años 80. Sería un pecado no reseñar
aquí el mejor solo que podremos encontrar en todo el álbum, con un auténtico
duelo de hachas que culmina en otro momento de twin guitars que hará las
delicias de todo amante del mejor Heavy.
El fin de fiesta será puesto por otro par de canciones notables como “Lean Into It” y “No More”, en las que, en líneas generales, encontramos todos los elementos que el grupo ha mostrado a lo largo del disco. Del primero destaco el pequeño cambio rítmico que nos introducen en el puente, mientras que del segundo me quedo con la belleza “powermetalera” que emana de esta canción (podría haber formado parte de cualquier disco de mis queridos Helloween).
CONCLUSIÓN
Por si todavía alguien tenía dudas de esta nueva etapa
de Riot, creo que “Mean Streets” es la consolidación definitiva del proyecto,
si es que “Armor Of Light” e “Inmortal Soul” en su momento no habían sido
suficientes. A lo largo de sus 12 canciones la banda vuelve a apostar por ese
Heavy Metal clásico que inspiró a tantas y tantas bandas, logrando erigir una obra
compacta, sin grandes bajones en términos de calidad. No es necesario compararlo
con los grandes álbumes del grupo (eso sería perder el tiempo), pero es una
obra que, a buen seguro, contará con la aprobación de todos sus seguidores.
Allá donde esté, seguro que el bueno de Mark Reale
estará moviendo la cabeza y con los brazos en alto mientras escucha este
notable disco que todo amante del Heavy Metal atemporal debería escuchar en
algún momento.
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