En un primer momento me aterraba realmente tener que
reseñar un disco de este calibre, pero antes o después tenía que llegar el día.
Por otro lado, existen muy pocas reseñas de este material en la red, por lo que
es todo un privilegio poder hablarles a continuación del debut de una de las
bandas más oscuras e influyentes que han existido, aunque a muchos les cueste
creerlo puesto que la historia fue injusta con este quinteto.
La añorada, y alocada, década de los 60s vino
marcada por el nacimiento en Estados Unidos del movimiento “hippie” y todo lo
que esto suponía. El hartazgo de la juventud de aquellos tiempos ante la
guerra, el egoísmo, los tradicionalismos y todo lo que atentara contra la
libertad fue el detonante que inició esta maravillosa época en la que surgieron
muchas de las bandas/artistas más grandes de la historia.
Sin embargo, no todos los jóvenes americanos que
clamaban por la paz estaban por la labor de ponerse collares de flores,
atiborrarse a alucinógenos y bailar al ritmo de Grateful Dead o Jimi Hendrix. Por
aquellos tiempos comenzó a surgir un movimiento alternativo de jóvenes que, al
igual que los hippies, soñaban con patear el metafórico culo de la represión,
con los patrones heredados y de las tradiciones, pero de una manera algo
diferente. Temas como la brujería o el espiritismo comenzaron a atraer a miles
de personas que no veían factible la idea de adecuarse a lo que la sociedad, la
religión, el gobierno y sus familias esperaban de ellos. Dentro de este grupo
de personas surgió una banda que comenzó a poner música a aquel ideario
ocultista, cuyo nombre fue Coven (en español “aquelarre”).
Jinx Dawson, Greg “Oz” Osborne, Chris Neilsen, Rick
Durret y Steve Ross habían creado algo completamente nuevo, o casi inédito
hasta aquel momento, y seguramente no eran conscientes de importancia que sus
actos iban a tener años más tarde. La presencia de una mujer en la agrupación,
Jinx, era un hecho casi novedoso y que no estaba del todo bien visto en
aquellos tiempos, puesto que el rol social de la mujer era muy diferente al que
es ahora en gran parte del mundo y el mundo de la música era un mundo que distaba
mucho de lo que se esperaba de ellas. No
era casualidad este aspecto, puesto que el disco que en esta entrada reseño
contiene varios temas en los que se reivindica el poder de la mujer y se
critica la desvaloración que ha sufrido a lo largo del tiempo, un aspecto
aplaudible del que luego hablaré más pausadamente. Podría decirse que Jinx,
Grace Slick y Janis Joplin fueron tres pioneras y defensoras del papel
fundamental de la mujer en el Rock.
Jinx tuvo su “iniciación” en el ocultismo en el
propio seno familiar, puesto que sus padres eran practicantes de muchos
rituales de carácter satánico. Esto influiría posteriormente, como era de
esperar, en la lírica oscura de Coven, además de en el simbolismo de este.
La forma de
vestir, el sonido, la temática de sus letras (principalmente de carácter
satánico) y sus peculiares presentaciones en vivo (muchas veces intercalaban
oraciones de carácter satánico durante sus conciertos) comenzaron a despertar
el interés de muchos curiosos que se sentían atraídos por el mundo místico, o
simplemente no se sentían identificados con los hippies.
Para más repercusión mediática, pocos meses después
de lanzar su debut, los matones de Charles Manson, conocida como “La Familia”
asesinaron a Sharon Tate, mujer de Roman Polanski y, un par de días más tarde
Manson fue fotografiado saliendo de una tienda de discos tras adquirir el álbum
de Coven. Este hecho destruyó la que podría ser una de las carreras más
laureadas en la historia del Rock en su faceta más tétrica. El disco fue
retirado del mercado, perdieron su contrato discográfico y se vieron forzados a
suavizar su discurso místico durante un par de años hasta que todo volvió a la
normalidad y volvieron a recuperar su iconografía.
En el mundo del Metal está extendida la idea de que
los padres del género fueron Black Sabbath, además del sonido de los primeros
Deep Purple y Led Zeppelin, y se ha dejado a un lado el debut de Coven, “Witchcraft
Destroys Minds and Reaps Souls”, un álbum publicado antes de los debuts de
Sabbath y Zeppelin, así como del “In Rock” de Purple.
Seguramente sea cierto que Black Sabbath estableció
los parámetros del Metal en cuanto a sonido se refiere (soy de los que piensa
eso), pero también me atrevería a afirmar que el homónimo debut de Ozzy y
compañía tomó su inspiración en el primer disco de Coven, no solo en el plano estético
y temático, sino en otros aspectos de lo más sorprendentes que podrían
demostrar una clara influencia de Coven en Sabbath:
-
Si has leído los anteriores párrafos,
seguramente te haya llamado la atención que el bajista de la banda se llamara
Greg “Oz” Osborne, un nombre casi clavado al del frontman de Sabbath Ozzy
Osbourne.
- - A la hora de explicar el origen del
nombre “Black Sabbath”, Geezer Butler (bajista) afirmó en varias ocasiones que
tomó el nombre prestado de una película de terror de 1963, pero hay un aspecto
completamente desconcertante…el primer tema del debut de Coven se llama “Black
Sabbath”.
- - Black Sabbath grabó su primer disco con
Vertigo Records, filial del sello Mercury al que pertenecía Coven. Las malas lenguas dicen que, cuando el disco
de Coven fue retirado tras la polémica con Charles Manson, Mercury le vendió la
idea a Vertigo y a Sabbath.
- - Otro aspecto que merece ser resaltado,
aunque no tiene que ver al 100% con el primer disco de Black Sabbath, es la
aparición en las fotos del disco del gesto del “malocchio”, o mal de ojo, que
años después Ronnie James Dio popularizaría durante su estancia en Black
Sabbath, convirtiéndolo en el gesto distintivo del Heavy Metal. Esta señal
tiene siglos de antigüedad, pero hay que reconocer que Coven también fue uno de
los primeros grupos en acuñar este gesto.
Como curiosidad añado que años más tarde Jinx Dawson
afirmó que Coven teloneó en varias ocasiones a Sabbath cuando estos todavía se
llamaban Earth, un hecho que podría explicar mejor muchos aspectos de los
orígenes de la banda de Birmingham y el porqué de su nombre y su estética.
Por lo tanto, no sería tan chocante afirmar que el
Heavy debe su temática satánica a Coven y a la figura de Jinx Dawson.
Con solo escuchar los primeros segundos de “Black Sabbath” nos damos cuenta de que
estamos ante una obra grande que viene del inframundo. Los efectos de la
guitarra cimentados sobre una destacable base de bajo crean una atmósfera que
acojona. Los cambios de ritmo van ascendiendo en intensidad y también en
tensión (véase el amenazante coro del 1:44). Al llegar al segundo minuto se
inicia mi momento preferido del tema, justo cuando la música toma un ritmo frenético (¡ojo a los
punteos!) y Jinx canta con un mayor dramatismo hasta llegar a un cierre en el
que la joven cantante comienza a gritar y a reírse cual bruja.
En “White
Witch Of Rose Hall” podemos ver el primer ejemplo reivindicativo del papel
de la mujer por parte de Coven. La letra trata la leyenda de Annie Patterson,
la supuesta “bruja blanca” que vivía en la mansión Rose Hall de Jamaica. Se
cuenta que Annie asesinaba a todos sus amantes y esclavos sin piedad, usando
muchas veces hechizos y elementos propios de la brujería. Tras asesinar a la
prima de uno de sus amantes, este cobra venganza y la asesina en el acto. En la
isla de Jamaica cuentan que el espíritu de Annie sigue deambulando por las
noches. Sea cierto o no, estamos ante un tema en el que brilla la espectacular
voz de Jinx (acojonantes gritos) y los
arreglos de piano.
“Coven In Charing Cross”
(Aquelarre en Charing Cross), como en otros temas del LP, me recuerdan a muchas
composiciones del “Surrealistic Pillows” de Jefferson Airplane. Es una
agradable composición cortada por varios rezos satánicos que emulan las
reuniones de brujas de la Edad Media.
“For
Unlawful Carnal Knowledge” es una de mis preferidas de esta
banda tanto por la calidad musical y vocal como por la letra. Líricamente
hablando, Jinx vuelve a rajar contra el patriarcalismo, aludiendo a las
mortales penas que la Iglesia imponía a las mujeres que supuestamente
“incitaban” al acto sexual fuera del matrimonio, algo que estaba completamente
en contra de lo que consideraba “correcto” el dogmatismo. Soberbia actuación
vocal a dúo de Jinx y Jim Donlinger.
También puede resaltarse la presencia del órgano y del bajo, dos instrumentos
fundamentales en el sonido del quinteto.
Como buen disco satánico, tenemos a continuación una
composición que, como su propio título desvela (“Pact With Lucifer”), alude a los pactos con el demonio y sus
consecuencias, contando la historia de un granjero a quien la vida no sonreía
hasta que pactó con Satanás y todo cambió. Tristemente, el precio a pagar era entregar
siete años más tarde su propio hijo al diablo. Muchos cambios de ritmo ayudan a
dramatizar el relato que va ganando en tensión hasta llegar al gran final en el
que Jinx vuelve a demostrar su potencial vocal soltando unos desgarradores
“Take Your Son” al viento.
Instrumentalmente, aunque se mantiene la tónica oscura, pueden apreciarse más
aspectos psicodélicos en el sonido.
“Choke,
Thirst, Die” (“Estrangúlate, sed, muere”) tiene un
inicio repetitivo y con un mensaje de destrucción imperante. Poco a poco el
tema va creciendo hasta llegar a
momentos de puro lujo gracias, una vez más, a Jinx y su capacidad para llegar
sin muchos esfuerzos a notas agudas complejísimas para la gran mayoría de
mortales. En esta composición podremos
disfrutar de toda una exhibición guitarrera, con un inspiradísimo Donlinger a
la hora de puntear (muy similar a Iommi en algunos momentos).
El tema del disco, o uno de los más grandes, es “Wicked Woman”, una canción cuya letra
habla tendidamente sobre las mujeres del medievo que por sus acciones
políticamente incorrectas eran juzgadas y catalogadas de brujas, siendo en su
mayoría castigadas con la muerte. El estribillo, probablemente el más pegadizo
de todo el LP, se graba en tu mente desde la primera escucha. La actuación de
Jinx, el solo de Donlinger (mi preferido del álbum), el cabalgante bajo de
“Oz”…¡todo es perfecto!
Otra composición sublime es “Dignitaries Of Hell”, con su mezcla de influencias psicodélicas,
jazzísticas y rockeras. Destaco el punteo principal de guitarra, que podría
haber sido firmado por Iommi en sus tiempos mozos, aunque no será el único,
puesto que Donlinger nos ofrecerá su lado más técnico.
Tal vez el tema menos sorprendente e inspirado sea “Portrait”, que si bien apuesta por un
Rock más melódico en el que la voz de Jinx se mueve a placer, no engancha tanto
como el resto del disco.
A modo de cierre solemne Coven nos despide con una
auténtica misa satánica (“Satanic Mass”)
de 13 minutos que, si bien no da que hablar en el plano musical (no voy a
analizar los canto gregoriano-satánico que pueden escucharse durante la
ceremonia), sí creo que el simple hecho de incluir un rito de semejante calibre
en un disco es algo que hace de este álbum algo completamente diferente a lo
que uno suele escuchar, algo que rompió los esquemas musicales y creativos que
imperaban en la década de los 60s.
Por culpa del escándalo con Charles Manson y todo lo
que esto conllevó, Coven lanzaría dos discos completamente diferentes al debut
(el satanismo quedó relegado a un segundo plano en favor de composiciones más
pegadizas como la exitosa “One Tin Soldier” que agradaban a un mayor número de
personas) antes de disolverse en 1975.
Hace algo más de 10 años la banda decidió reunirse para lanzar un par de
discos y realizar grandes giras por todo el mundo.
Black Sabbath puso el sonido (¡vaya sonido!) y dio a
conocer a escala mundial el Heavy Metal, pero fue Coven quien un año antes dio
el primer golpe sobre la mesa con “Witchcraft Destroys Minds & Reaps Souls”,
un disco que documenta los orígenes del género y que sin este tal vez jamás
habría existido todo lo que hemos podido disfrutar hasta la fecha. Siempre seré un enamorado de Black Sabbath
(me gustan más que Coven), pero creo que “Witchcraft” es merecedor de un 10 por
su calidad y su trascendencia.
Horns Up For Coven!!
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