“Well, my mother told my father
Just before hmm, I was born
"I got a boy child's comin', he's gonna be
He's gonna be a "Rollin' Stone"
Creo que no somos
plenamente conscientes de la fortuna que tenemos al poder hablar en este
momento sobre el lanzamiento de un nuevo álbum de los legendarios Rolling
Stones, una banda que no necesita presentación alguna después de más de seis
décadas dedicadas al Rock, un género que ellos mismos elevaron a nuevas alturas
con una serie de álbumes verdaderamente icónicos que vieron la luz entre las
décadas de los sesenta y setenta ("Beggars Banquet", "Let It
Bleed", "Sticky Fingers", "Exile On Main St."...).
Estos álbumes contienen algunos de los himnos más emblemáticos en la historia
de la música contemporánea.
Si consideramos el legado
musical de los Rolling Stones y su impacto cultural, liderado principalmente
por su distintivo lenguaje que prácticamente se ha convertido en una marca
comercial en sí misma, creo que al hablar de "Sus Satánicas
Majestades", uno debe hacerlo con un profundo conocimiento y, si es
posible, mostrando un respeto previo por su influencia y contribución.
18 años de ausencia
discográfica.
Aunque en 2016 lanzaron
"Blues And Lonesome", un altamente recomendado álbum en el que
rindieron homenaje a algunos de los grandes nombres del blues a través de
interpretaciones estelares, con ese distintivo toque especial que siempre
aporta una grabación en vivo en el estudio (una obra pura, sin lugar a dudas),
debemos retroceder hasta 2005 para encontrar su última contribución
discográfica con canciones completamente originales de The Rolling Stones. Bajo
el título de "A Bigger Bang", los británicos demostraron una vez más
su inmortalidad sonora al ofrecer una colección de canciones en su mayoría
notables (aunque también hubo algunas pistas de relleno, siendo honestos). Entre las destacadas, mencionaría "Rough
Justice", "Streets Of Love" o "Back Of My Hand".
Desde aquel lanzamiento
hasta la fecha actual, la actividad de estos "dinosaurios del rock"
se ha centrado principalmente en preservar su legado en forma de giras
multimillonarias, un histórico concierto en Cuba que quedó registrado en el
CD/DVD "Havanna Moon", algunos espectáculos conmemorativos en honor
al aniversario de álbumes emblemáticos y, por supuesto, la producción de un
maravilloso documental/concierto como "Shine A Light", dirigido por
el celebérrimo Martin Scorsese.
El 20 de octubre de 2023,
el mundo del rock celebra la publicación de lo que ya se considera histórico:
"Hackney Diamonds". Este álbum marca un rompimiento con el largo
silencio discográfico de la banda y, según sus propios miembros, aspira a ser
más que "solo otro trabajo" en su extenso catálogo. A pesar de que
hace años que los Stones podrían haber optado por retirarse y disfrutar de una
jubilación bien merecida, demuestran que para ellos, no todo en la vida gira en
torno al dinero.
La primera obra sin
Charlie Watts… ¡pero con aportaciones póstumas!
"Hackney Diamonds"
también quedará grabado en la historia de la banda por ser la primera obra que
lanzan tras la pérdida de su inolvidable baterista, el tímido pero infalible
Charlie Watts. Charlie Watts falleció en agosto de 2021 a la edad de ochenta
años después de una intensa lucha contra el cáncer. No obstante, Watts seguirá
siendo parte de la historia musical junto a Mick Jagger y Keith Richards, ya
que en este álbum podremos escuchar a Charlie en dos canciones ("Mess It
Up" y "Live by the Sword"), cuyas pistas grabó antes de su
trágica partida.
En las demás pistas de
batería, encontramos a un miembro de confianza de la familia Stones: Steve
Jordan. Este destacado baterista fue reclutado por Keith Richards en los años
ochenta para su proyecto en solitario, los X-Pensive Winos. Desde principios de
2021, Steve Jordan ha estado colaborando con la banda y, como muchos saben, fue
designado como sustituto de Charlie mientras se recuperaba de su enfermedad. La
triste pérdida de Watts finalmente estableció a Jordan como el nuevo baterista
de la banda, aunque no se le ha reconocido como un miembro oficial, sino como
un músico en directo. Steve también participó en las fechas de la gira
"Sixty Tour" que la banda ofreció el año pasado.
Lo que quizás no sea
ampliamente conocido es que Steve Jordan ya había contribuido en un álbum de
los Rolling Stones, específicamente en "Dirty Work" (1986), cuando
grabó algunas pistas de batería debido a la lucha que Watts estaba librando en
ese momento contra la adicción a la heroína.
Un productor de renombre.
Para su nuevo proyecto,
The Rolling Stones han optado por el productor Andrew Watt, una elección que no
sorprende dada su alta demanda en los últimos tiempos por artistas de diversos
géneros. En su destacado historial de producción se encuentran nombres como
Elton John, Iggy Pop, Eddie Vedder, Pearl Jam y Ozzy Osbourne.
Personalmente, y sin
haber tenido la oportunidad de escuchar aún "Hackney Diamonds", tengo
algunas reservas acerca de la manera en que Andrew Watt produce cuando se trata
de artistas con una larga trayectoria y un sonido ya bien definido. Si
observamos, por ejemplo, las dos obras más recientes de Ozzy, "Ordinary
Man" y "Patient Number 9", siento que tanto la voz como los
instrumentos no suenan tan naturales como en trabajos previos de Ozzy. Un
ejemplo sería el sencillo "Angry", que, aunque me agrada como
canción, parece tener una producción más orientada al pop en comparación con
sus trabajos anteriores, especialmente en lo que respecta al tratamiento de la
voz de Jagger, y donde las guitarras suenan menos crudas que en el pasado. En
contraste, el trabajo de Watt en "Sweet Sounds Of Heaven" me parece
más acertado y sigue una línea más clásica.
Estaremos atentos para ver cómo se desempeña este joven y respetado productor en este nuevo proyecto de los Rolling Stones.
Una obra marcada por las
colaboraciones
Aunque en el pasado, The
Rolling Stones se ha caracterizado por reunir un talentoso grupo de músicos
adicionales para dar forma a algunos de sus álbumes, nada puede compararse con
lo que han logrado en "Hackney Diamonds". En esta ocasión, "Sus
Satánicas Majestades" han atraído a un impresionante elenco de artistas de
primera línea, tanto del mundo del rock como del pop.
Además de las ya célebres
colaboraciones de Lady Gaga, quien es conocida por su versatilidad, y el
siempre brillante Stevie Wonder en "Sweet Sounds of Heaven" (a la
cual dedicaremos una atención especial en breve), hay otros nombres destacados
como Elton John y el mismísimo Sir Paul McCartney. La colaboración de McCartney
es particularmente histórica debido a la famosa rivalidad entre los Stones y
los Beatles. Vale la pena recordar que esta no es la primera vez que un miembro
de los Beatles trabaja con los Rolling Stones, ya que en el evento "Rock
And Roll Circus" de estos últimos, pudimos ver a Keith Richards y John
Lennon compartiendo el escenario junto a Eric Clapton y Mitch Mitchell en el
supergrupo llamado "The Dirty Mac".
Sin embargo, seguramente
los seguidores más puristas y tradicionales de los Stones se sentirán
especialmente contentos al enterarse de que en el álbum también participó en
una canción un miembro clásico de la banda, Bill Wyman. Bill no dudó en aceptar
la invitación de sus compañeros para interpretar "Live By The Sword",
una canción en la que, como mencionamos anteriormente, también escucharemos la
batería de Charlie Watts, lo que agrega un significado adicional a esta
colaboración.
Una promoción a la altura de los Stones.
Al igual que otras bandas de renombre han hecho en los últimos años, los
británicos, conocidos por su larga historia de colaboración con expertos en
marketing, decidieron iniciar la campaña promocional de su nuevo álbum con un
anuncio ficticio en un periódico londinense que hablaba sobre una empresa de
reparación de cristalería.
Además, no pasó mucho tiempo antes de que se filtraran varias
ilustraciones del álbum, un trabajo excepcional realizado por la empresa H+
Creative, que finalmente se confirmaron como la obra de arte que da vida a un
disco visualmente atractivo. La portada del álbum es digna de mención, con un
enfoque ácido y una fuerte carga sexual.
Doce canciones conforman uno de los estrenos más esperados de todo el
año que, queridos lectores, me dispongo a desgranar ya.
¡DESGRANAMOS LA MÚSICA!
1."Angry"
La espera ha llegado a su
fin, y como plato principal, los británicos nos brindan la ya conocida
"Angry", que eligieron como su primer sencillo (una elección
comprensible debido a su estructura sencilla) y que funciona de maravilla,
aunque su producción, como mencioné antes, se siente un poco más artificial de
lo habitual, especialmente en la voz de Jagger. Aunque aprecio su puente
ascendente y su estribillo repetitivo, me parece que el riff principal de Keith
Richards es lo que se destaca (siempre fiel a su afinación en sol abierto, sin
importar las circunstancias). Sin duda, es un acierto que probablemente
rescatarán para futuras giras.
2."Get Close"
Como segundo plato, la
banda se pone manos a la obra y nos regala una canción a medio tiempo con un
estribillo cálido y versos respaldados por guitarras más distorsionadas de lo
habitual (aquí, la producción resulta mucho más convincente). Esto confirma lo
que ya intuíamos con "Angry". Aunque discretamente, la voz de Keith
Richards acompaña a un soberbio Jagger en un estribillo inconfundible, lo que
nos hace sentir que la espera ha valido la pena. Un solo de saxofón nos sumerge
aún más en este paraíso sonoro que solo ellos saben crear. Supuestamente, en
esta pista colaboró Elton John, pero ni su voz ni su piano parecen tener una
gran presencia.
3."Depending on
You"
El ritmo disminuye
notoriamente para introducirnos en una composición acústica de alto nivel que,
basándonos en tantos años de trayectoria, seguramente fue compuesta en su
mayoría por el experto en este tipo de composiciones, Keith Richards. La canción
se siente atemporal, con matices románticos que enganchan sin caer en excesos,
y con arreglos corales monumentales por parte de Richards, quien agrega aún más
grandeza a una pista vocal especialmente sentida por el genio Mick Jagger. A
esto se suman los arreglos de slide que Ronnie Wood introduce con su guitarra y
las contribuciones del infalible Chuck Leavell en el órgano.
4."Bite My Head Off"
¡Cuenta regresiva y... boom! ¡Rock and
roll puro de la vieja escuela! Los Stones desenfadados de los setenta resurgen
en una canción eléctrica y breve. Como bien saben, esta canción cuenta con la
participación al bajo de Sir Paul McCartney, quien no dudó en colaborar con sus
compañeros de carretera. Aunque Jagger la describió como "punky",
tiene más de rock clásico con una actitud que solo esta gente con más de 60
años de trayectoria puede aportar. Si tuviéramos que pedir a los Stones que
resumieran su esencia sonora en tres minutos, creo que "Bite My Head
Off" sería el tema adecuado. Un sorpresón que todos desearíamos escuchar
en vivo.
«Si fuera un perro me
patearías
Pasaría la noche aullando
por tu casa
Pero no estoy atado, sí,
bueno, no estoy atado
Crees que soy tu perro,
estoy jodiendo tu cerebro»
5."Whole Wide
World"
El hecho de que los
Stones, en torno a sus ochenta años (o casi ochenta en el caso de Wood), sigan
desafiando sus propias fronteras creativas es destacable. Aunque el estribillo
tiene un tono más pop y accesible para todos los públicos (con un excelente
dominio melódico de toda la banda), el trabajo de Ronnie y Keith con esas
guitarras hipnóticas que nos acompañan desde el primer segundo nos mantiene en
la onda rockera de la banda. Una canción que me ha cautivado con el tiempo,
aunque su sensación sea más contemporánea de lo que uno podría esperar.
6."Dreamy
Skyes"
El country de grandes
números pasados como "Country Honk" o "No Expectations"
domina una de las canciones más destacadas del álbum. Todo en esta canción es
absolutamente perfecto: la base de la steel guitar de Ronnie, los arreglos que
Richards introduce con su Telecaster, la juventud que perdura en las cuerdas
vocales de Jagger, las melodías que crea junto a Richards en algunos momentos
(¡adoro a esos "Glimmer Twins"!) y ese final con una armónica que
evoca también la época más clásica del grupo. Una canción que toca el cielo
desde su inicio hasta su inevitable final. Un verdadero temazo.
7."Mess It Up"
La segunda mitad del
álbum se abre con una canción alegre y extremadamente pegajosa que, al menos
para mí, me ha recordado a "Some Girls", aunque con una producción
más contemporánea y un estribillo de tono más pop. La sección rítmica brilla
con especial intensidad, lo cual no es casualidad, considerando que en el bajo
tenemos a Bill Wyman en su primera colaboración con la banda en muchos años y a
Charlie Watts en una de sus dos aportaciones póstumas al álbum. En la parte
intermedia de la canción, uno de los dos guitarristas (creo que es Wood)
introduce un riff funky exageradamente callejero que nos transporta a esos
trabajos ochenteros que, si bien no obtuvieron el mismo reconocimiento que las
grandes obras del grupo, nos permitieron disfrutar de otras facetas más
modernas de un grupo que, como mencioné, nunca ha renunciado a dejarse llevar
por sonidos más actuales.
8."Live By the
Sword"
Un rock festivo a
raudales que podría escucharse una y otra vez. Si bien no aporta nada nuevo, la
ejecución de cada miembro del grupo es tan impresionante que la convierte en
otra pista "imprescindible" de este LP que me tiene verdaderamente
fascinado en este punto. No puedo dejar de pensar en el serpenteante trabajo de
guitarras que Keith y Ronnie realizan (este último firma un notable solo), así
como el magnífico apoyo de Elton John en los teclados. No obstante, si hay
alguien que merece elogios en esta canción, es Mick Jagger, quien sigue siendo
capaz de cantar y alternar sus diferentes registros vocales como si fuera algo
sencillo.
9."Driving Me Too
Hard"
Aunque el primer acorde
de guitarra puede recordar a "Tumbling Dice", los Stones nos entregan
aquí una canción que tiene todas las cualidades para convertirse en una joya
oculta en los años venideros. Liderada por un carismático Jagger y respaldada
por guitarras que puntean e introducen diferentes detalles, esta canción
seductora parece destinada a aquellos que la escuchan detenidamente, como si
fuera la más hermosa de las catedrales. Una vez más, los Stones se vuelven
románticos, pero sin caer en lo meloso.
10."Tell Me
Straight"
La tradición dicta que
Keith Richards debe tener, como mínimo, una canción para divertirse con el
micrófono. En este caso, nos presenta una balada melódica que evoca su reciente
"Crosseyed Heart". En este tema, demuestra mantenerse a un nivel
vocal más que aceptable, aunque no sea su mayor virtud como guitarrista. Tres
minutos musicales que, aunque necesitaron un par de escuchas para convencerme
(lo mismo me pasó con su mencionada obra solista más reciente), finalmente
creció para convertirse en una pista que no puedo dejar de escuchar. La
transición del verso al estribillo, en la forma en que la voz y la guitarra se
mueven, es lo que más me gusta de la canción. ¡Eres grande, Keith!
11."Sweet Sound of
Heaven"
Hubo ciertos seguidores
del grupo que expresaron reservas cuando se enteraron de que Lady Gaga, una
figura destacada del pop mainstream contemporáneo, había sido invitada a
participar en este disco. Supongo que, una vez que escuchen "Sweet Sound
of Heaven", cualquier duda se disipará, ya que esta artista ha demostrado
previamente que puede sorprender incluso a los puristas (basta con recordar su
actuación con Metallica). Este segundo sencillo es una joya musical de más de
siete minutos que combina elementos de blues en su estructura instrumental,
pero también mucho soul y gospel, lo que nos lleva de vuelta a los tiempos de
"Sticky Fingers" y "Exile On Main St." La actuación de Jagger
y Lady Gaga al micrófono es hermosa, y Stevie Wonder añade toques especiales
con su piano. Sin lugar a dudas, es una de las canciones del año.
12."Rolling Stone
Blues"
Paradójicamente, el álbum
llega a su fin con un asombroso tributo a la canción que dio nombre al grupo.
Keith Richards contó que cuando la banda recibió su primera oferta para tocar
en vivo, le preguntaron el nombre del grupo, y Keith inventó el nombre tras ver
el sencillo "Rolling Stone Blues" de Muddy Waters, uno de los
artistas que más influyeron en la banda. Más de sesenta años después, los
Rolling Stones devuelven el favor a Muddy Waters con una versión asombrosa y
precisa de la canción, donde todo suena absolutamente perfecto. Destacar la
línea de guitarra acústica de Keith Richards, así como la interpretación tanto
de Jagger como de Richards, que se luce tanto tras el micrófono como cuando
toca la armónica.
Si "Hackney Diamonds" necesitaba un broche de oro, aquí lo tienes.
CONCLUSIÓN
Me resulta gracioso
recordar las declaraciones rescatadas por Scorsese en "Shine A
Light", en las que un joven Mick Jagger hablaba sobre la buena acogida que
la banda había tenido en sus dos primeros años, pero al mismo tiempo expresaba
dudas sobre cuánto tiempo podrían continuar (decía que quizás solo uno o dos
años más). Ahora, seis décadas después y con su reconocimiento global como una
de las bandas más importantes e influyentes en la historia de la música
moderna, "Sus Satánicas Majestades" regresan con fuerza con una obra
sólida y diversa. Esta obra, con una producción más contemporánea, parece
sintetizar los diferentes estilos que los Rolling Stones han abarcado a lo
largo de su carrera.
Es innegable que hay
canciones más destacadas que otras (a estas alturas, ¿quién podría exigirles
más?), pero en general, es un trabajo notable que, al menos desde mi
perspectiva, supera a "A Bigger Bang" y puede competir con casi todos
los álbumes que la banda lanzó en las décadas de los 80 y 90 (el tiempo dirá).
Independientemente de si te gusta o no, la esencia “stoniana” está presente, y
eso es motivo suficiente para sentirnos afortunados de poder disfrutar de
nuevas composiciones de un grupo tan especial como este.
Aunque no sé si será su
última obra (Jagger ha mencionado recientemente que tienen varias pistas
grabadas para un nuevo disco), "Hackney Diamonds" es un álbum que
está a la altura del nombre y el legado de "Sus Satánicas
Majestades", y se perfila como un serio contendiente para ser el álbum de
Rock Clásico más destacado de 2023.
Muy de acuerdo con todo! Ha sido un golpe de aire fresco. Necesitamos rock, y paradójicamente, lo hemos encontrado en la banda más veterana! No se trata de hacer un copiar y pegar. Ya se pueden espabilar los jóvenes urbanos!
ResponderEliminargracias por este comentario, estoy de acuerdo, verdaderamante un aire que necesitamos, suena muy fresco y con mucho rock n roll, gracias a Dios estos saben verdaderamente hacer y producir musica.
EliminarMuy buena reseña y estoy de acuerdo en algunas cosas , solo remarcar unos errores como lo de chuck leavell que no participa en el álbum y bill wyman no está en mess it up si no en la siguiente junto a charlie y Elton live by sword
ResponderEliminarBuen disco de los Stones
ResponderEliminarGracias por el aporte
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