Reconozco que
no puedo ser 100% objetivo cuando tengo que hacer una reseña de AC/DC. Adoro el
Rock, pero por encima de todo venero a Angus, Malcolm, Brian, Bon, Cliff,
Phil...pero no puedo dejar de publicar en el Blog por mi fanatismo a este
eterno conjunto. En esta entrada rescato un álbum fundamental en la historia de
la banda, pese a que no sea uno de los materiales más famosos y valorados por
los medios y supuestos "expertos" en el asunto.
Corría el año
1978. Tras el éxito cosechado con "Let There Be Rock", la banda había
logrado dar un golpe sobre la mesa a nivel internacional, demostrando su
potencial y que venían para quedarse. Aprovechando ese tirón se publicó este
gran disco, que ha sido completamente infravalorado y eclipsado por otros
trabajos como "Highway to Hell" y "Back In Black". Desde la
primera escucha a sus temas el oyente quedará hechizado por los ritmos
pegadizos que inundan cada tema. Si nunca antes lo has escuchado, querido
lector, te garantizo que si decides aventurarte llegarás al final por la
adicción que te creará y cuando esto ocurra dirás "¿pero por qué este
álbum no ha recibido más fama de la que tiene?".
Es difícil
describir el álbum pero digamos que es una continuación del "Let There Be
Rock", manteniendo la garra de aquella obra maestra, que opino que tampoco
ha sido valorada como se merece, y aprovecho para confesar que es mi trabajo
preferido de los australianos, pero también es una antesala al disco de "la carretera hacia el infierno",
con una amplia gama de registros y canciones, combinando el blues con canciones
más parecidas al Metal. Tal vez el haber nacido entre dos obras de tanto nivel
y fama, especialmente la segunda, fue la que condenó al semiolvido a este
trabajo.
Antes de la
grabación se produjo un cambio en la formación bastante importante. Cliff
Williams entraba como bajista de la banda tras la expulsión de Mark Evans. El
nuevo músico hizo un debut digno de admiración y sustituyó a Evans a la
perfección.
El disco
comienza con la animada "Rock and
Roll Damnation". Un tema sencillo, con una estructura al más puro
estilo AC/DC, cañero y muy de la vieja escuela. Es una muy buena introducción
para este LP. Malcolm al final hace unos grandes coros, similares a los de
"Dog Eat Dog", aunque el protagonista es nuestro querido Bon Scott,
quien canta a las mil maravillas, mostrándose como el joven rebelde que era.
"Down Payment Blues" es, en pocas palabras, clase. Un tema in
crescendo que va cogiendo fuerza con el paso de los acordes y los segundos hasta
romper en un estribillo que, pese a su
lentitud y sencillez aparente, me resulta cautivador por como Bonny escupe cada
verso y estribillo. Muy buenos solos de Angus y gran acompañamiento de todos
los músicos.
Es la hora del "Gimme a Bullet", con un bajo que se hace notar, siendo un
elemento insustituible en este corte. Bon canta este tema a la perfección, muy
en la línea vocal de "Highway to Hell", pero con su propia
personalidad. Un gran estribillo acompañado de buenos y pegadizos riffs que
tienen cierto parecido a los que escucharíamos un año después en la
"carretera al infierno".
El cuarto tema
es, en mi opinión el mejor de todo el plástico y uno de los mejores en la
discografía del quinteto. "Riff
Raff" demuestra la calidad instrumental que tiene la banda, y que tan
bien pulieron en la era de Scott. La introducción es espectacular, iniciándose
con Angus como único protagonista, hasta que entra la banda y comienzan a
sucederse cambios de ritmo. El riff inicial es el resultado del tándem Young,
donde se produce una combinación complejamente sofisticada. El momentazo del
tema llega con el magistral solo del pequeño de los Young, de larga duración,
donde es comparable con cualquier guitarrista que se te ocurra. Es un punteo
muy similar a los que unos años antes había creado Jimmy Page, una más que
notoria influencia para el escocés (compara el solo de "Heartbreaker"
con el clásico solo que Angus interpreta en todos los directos casi al final de
"Let There Be Rock" y te darás cuenta de esta curiosa influencia).
Aprovecho este instante para reivindicar la figura de Angus, quien siempre he
creído que ha sido más valorado por su personalidad sobre los escenarios,
especialmente los que conocen solo un par de temas de la banda, y no tanto por la
calidad de sus punteos, que no tienen absolutamente nada que envidiar a los
auténticos virtuosos de la guitarra. Afortunadamente, los que hemos escuchado
detenidamente la discografía de la banda nos hemos dado cuenta de la clase que
atesora este coloso del Rock que ha escrito con mayúsculas su nombre en el
Rock.
Rich man poor man...beggar man, thief.
Ain't got a hope in hell That's my belief "
"What Next to The Moon" es otra gran pista. De esas a las que nos acostumbraron rápidamente los
Young con sus composiciones. Un estribillo muy bueno con la sucesión de acordes
muy directos a la espina dorsal. Un instrumental muy bueno de Angus, parecido a
los del predecesor álbum "Let There
Be Rock". Me encanta la parte en la que Bon y Malcolm cantan a dúo y
dicen: "Long arm lookin' for a finger print. Tryin' to find a mystery clue. Hittin' me with the
third degree. Working on the thumb screw. All right officer I confess. Everything's
coming back. I didn't mean to hurt that woman of mine. It
was a heart attack". En la gira promocional de "Stiff Upper Lip",
para suerte de todos los que pudieron asistir a alguna de sus presentaciones,
la agrupación rescataron este tema.
"Gone
Shootin`" es más pausada y elegante que la
anterior. Las revoluciones bajan pero la esencia de estos gigantes sigue más
que viva. Riffs juguetones que derivan en
un estribillo tan simple como bueno. Garantía de conquistar al oyente.
El siguiente tema es, quizás, el más flojo del disco,
y me da miedo decirlo porque no es malo para nada. "Up to My Neck In You" es muy buen tema, con un Bon Scott
tirando de agudos.
"Kicked
In the Teeth" baja el telón del álbum de una forma
gloriosa. Desde su inicio experimentaremos emociones fuertes, con un Bon Scott
gritando desesperado. El ritmo me recuerda mucho, de nuevo a "Whole Lotta
Rosie", con un carácter rebelde e incontestable. La letra habla de un
ruptura o, mejor dicho, de los cuernos que una mujer le ha puesto a su pareja,
en este caso Bon, quien se lucirá, dando otra lección de canto. Gran
instrumental de Angus, quien vuelve a brillar con luz propia haciendo que su
Gibson eche humo ante semejante espectáculo. El disco cierra con muy buen
nivel.
Con una portada muy chula, donde a Angus se le salen
cable por los brazos y parece ser electrocutado, y con unas canciones tan bien compuestas que
es raro que no llegara muy lejos, o no tan lejos como se merecía sirvió para
preparar a la audiencia, a los detractores y a los que todavía no habíamos nacido
para el que sería el último disco de Bon Scott, para una de las obras maestras Hard Rock, un
clásico atemporal..."Highway To Hell".
Es un gran álbum, siempre lo escucho en el trabajo o casa
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