Hay discos que la gente desconoce y que merecen
la pena ser escuchados. "Fireball" fue concebido bajo la mala fortuna
de situarse entre dos obras que marcaron el Hard Rock y el Heavy Metal que
estaría por llegar en el futuro, nada más y nada menos que "In Rock"
y "Machine Head".
Para un fan de Deep Purple como este
personaje que escribe estas líneas, el disco que voy a reseñ ar no es peor que
esas dos maravillas, de hecho considero que está a un nivel similar formando la
Santísima Trinidad de los Purple.
Jon Lord en una entrevista declaró que sin el "In Rock" no hubiera existido el
"Fireball", pero sin el "Fireball" no hubiera existido el
"Machine Head". Una afirmación totalmente cierta. Un disco que no pasó a la historia, pero que tiene calidad para dar y regalar
La Mark II quiso romper con el guión mostrado
en su disco predecesor y se atrevieron a experimentar con sonidos más variados,
lo que no decepcionó ni nos decepcionará nunca.
El disco está compuesto por 8 temas cuya
composición se atribuye a toda la banda por igual, aunque me da la sensación de
que las letras podrían proceder de Glover y de Gillan, por el significado y
porque se alejan mucho de las composiciones de Blackmore, que solían tirar más por
otro lado, aunque es una mera opinión.
Foto tomada para la portada |
La portada hace honor al título del disco.
Una gran bola de fuego avanza por el espacio. Lo raro es que las caras de los
miembros de la banda están en su interior, lo que muchas veces me ha hecho
pensar que lo que querían representar eran espermatozoides, y no la famosa bola
de fuego (¡cuánta imaginación!). En internet he encontrado una foto que pondré
en la reseña donde se puede ver a la banda posar para la portada, con unas
caras y peinados bastante extraños.
El disco abre fuego con la homónima
"Fireball", que se inicia con los baquetazos frenéticos, pero
perfectamente ejecutados, de Sir Ian Paice, hasta que entra toda la banda y
empieza la magia del disco. Los gritos de Gillan llegan a agudos inimaginables,
que solo unos pocos elegidos, contaditos con los dedos de una mano, pueden
llegar a ese registro.Roger Glover ejecuta un pequeño solo con el
bajo muy técnico con el que anuncia la entra da de Lord, que nos obsequiará con
uno de sus mejores solos en el Hammond, rápido, bailable y hasta divertido.
"No No No" es un gran Blues-Rock
donde se muestra el sólido bloque que estos 5 titanes formaban. Las líneas de
guitarra de Blackmore durante los versos acompañando la voz de un pletórico
Gillan, son perfectas, aparte de su perfecto solo. Lord quería, de nuevo, tener
su momento de gloria y vuelve a ponernos los pelos de punta con otro solo de
Hammond.
Un teclado repetitivo, que parece pertenecer
a un tema algo más "popero", nos engaña hasta entrar Paice con la
batería diciendo "Hey! Tranquilos que viene buen rock!". "Demon`s
Eye" posee una interpretación sublime de un Gillan que disfruta cantando
cada verso, mostrándose chulo en frente del micrófono. El solo de Blackmore
suena limpio y contiene ese ADN tan característico de uno de los más grandes de
la historia.
¡OJO! Nos acercamos ante una de las canciones
más extrañas y sorprendentes de Deep Purple. El sonido de los músicos afinando
sus respectivos instrumentos se funden en los arpegios de Ritchie, con los que
crea un paisaje idílico y campestre.
"Anyone`s Daughter es el tema country de la discografía
"Purpleliana". La voz de Gillan se adapta perfectamente al género cantando con un registro más grave. La primera vez que escuché esta canción me impactó y
me enamoró.
Otro clásico es "The Mule", donde
Ian Paice, con sus dotes musicales, se convierte en el protagonista
indiscutible de la escena. En mi opinión, en directo es un tema que ganaba
mucho más que en la versión de estudio, ya que solía ir adjunto a un solo de batería
machacón de Mr.Paice. La voz de Gillan, en esta ocasión, me recuerda a su
participación en la banda sonora original del conocidísimo musical
"Jesucristo Superstar", donde encarnó el papel de Jesús, realizando
algunas de las mejores interpretaciones vocales que se han registrado en el
Siglo XX.
"Fools" es, para muchos, el mejor
corte del disco, y tienen muy buenos motivos para creerlo. La introducción
lenta se complementa con una voz que nos susurra que se siente triste, que está
llorando, hasta que se hace la luz y comienza un tema machacón, con Hard Rock
en su máxima expresión. Gillan se vuelve
a enfadar y canta con mucha rabia los versos, como si los escupiera. La batería
se vuelve a convertir en una pieza clave a lo largo de todo el tema, gozando de
momentos donde se queda sonando sola y acompañada por maracas. La parte instrumental
del intermedio, que se inicia con un pasaje de percusión como el mencionado, da
rienda suelta a la imaginación de Blackmore, que empieza a ejecutar un solo precioso
y triste, donde Lord va añadiendo ciertos arreglos con el Hammond.
Desde el primer segundo de "No One
Came" te darás cuenta de las intenciones de la banda de seguir con la
caña. Grandes versos de un Gillan que a veces parece cantar indignado con el
mundo y, otras, parece narrar un suceso que le ha ocurrido, con una naturalidad
asombrosa.
La pista que más triunfó fue el single de
"Strange Kind Of Woman". Un corte que se inicia con una combinación
instrumental que me recuerda a la del comienzo de"Black Night". Un
tema con un sonido más directo y accesible. Se producen algunos cambios de
ritmo bien medidos, los cuales derivarán en la estructura inicial.
Así termina el Fireball. La edición que
publicaron por el 25 aniversario de la salida del disco incluye descartes que
se hicieron, que merecen que les des una oportunidad.
Si te gusta Deep Purple, te estás iniciando
en ellos, o deseas hacerlo, este disco se convierte en una parada obligatoria,
porque te atrapará rápidamente y compartirás mi idea de lo poco que se ha
valorado el segundo trabajo de la Mark II.
Sensacional tu reseña.
ResponderEliminarDeep Purple es un enorme grupo.