Tras cuatro años sin
lanzar nada nuevo, el conjunto liderado por la cantante Elin Larsson y el
guitarrista Zach Anderson presentaron hace un par de semanas un LP titulado
“Birthday” que está conformado por 11 canciones completamente nuevas.
Aunque es normal sentir
algo de dudas acerca de la evolución sonora de la banda (nunca sabes qué vas a
encontrarte en su próxima placa), creo que la inicial “Birthday”, tema que da
nombre al álbum dejará a más de uno tranquilo. Sobre una producción más pulida
que en sus primeras obras, la banda nos arremete con un corte punzante y bien
distorsionado que nos acerca a ese Hard-Rock comercial que otras bandas
actuales como, por ejemplo, The Warning están desarrollando con bastante
efectividad en los últimos tiempos.
Tal vez los primeros
indicios de renovación por parte de Blues Pills los encontramos en “Don’t You
Love It”, una canción descaradamente pegadiza y que cuenta con todos esos
elementos propios de un sencillo radiofónico creado para convencer a las masas:
instrumentación básica, estructura de manual y un estribillo altamente
memorizable. Entiendo que puede haber gente que se haya podido sentir algo
decepcionada con esta pieza.
Más cercana al Funk es la
siguiente “Bad Choices”, una canción donde nuevamente podemos encontrar
elementos contemporáneos (no es muy “retro”) en esas pegadizas
instrumentaciones que acompañan a una excelente Elin tras el micrófono. Es
difícil no terminar moviendo la cabeza con el ritmo tan efectivo que propone
aquí el grupo,
Uno de los momentos más
bellos y logrados del álbum es “Top Of The Sky”, un baladón con aires poperos,
creado para permitirnos disfrutar al máximo del vozarrón que se gasta Elin,
quien, por cierto, dedica la letra a su recién nacido hijo (la cantante grabó
el disco estando embarazada). Estamos ante una de esas piezas melódicas que te
atrapan desde la primera escucha por su elegancia.
Después de una regulera
“Like a Drug” (no me terminó de convencer este medio-tiempo algo frío), la
propuesta vuelve a ganar enteros con “Piggyback Ride”, pieza alegre y enérgica
que, aunque goce de una producción más actual, se siente algo más familiar y
cercana a los orígenes del grupo, algo que también me sucedió minutos más tarde
en la bluesera “Shadows”.
Otras dos canciones que
me han convencido, aunque disten mucho de convertirse en hits del grupo
son “Holding Me Back” (¡muy buen estribillo!) y “Somebody Better”, donde
encontramos el habitual buen hacer del conjunto. Insisto en que no pasarán a la
historia, pero son bastante disfrutables.
Todo llega a su final de la mano de “I Don’t Wanna Get Back On That Horse”, una canción que bebe notablemente del góspel más tradicional para regalarnos una de las mejores interpretaciones que yo le recuerdo a Elin en todos estos años.
CONCLUSIÓN
Estoy seguro de que
“Birthday” es una de esas obras que recibirán todo tipo de opiniones, algo que
es normal si tenemos en cuenta la evolución sonora que el grupo ha
experimentado en 10 años. Aunque hay elementos todavía presentes de aquellos
primeros años de gloria, lo cierto es que Blues Pills ha optado por adaptarse a
los tiempos que corren para, de alguna manera, poder acceder a una audiencia
más numerosa (en ese sentido soy de los que opinan que cada cual está en su
pleno derecho a hacerlo).
Dicho esto, solamente me
gustaría manifestar que, pese a que sus tres álbumes previos me han hecho
disfrutar más, el acercamiento de Blues Pills al mainstream no me parece
ni mucho menos algo desacertado dado el buen nivel sonoro que predomina en
“Birthday”.
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