La reseña de hoy pretende reivindicar la enorme calidad e importancia del Rock-Metal femenino a través de uno de los grupos más trascendentales de la historia. Las británicas Girlschool, como también hicieran otras coetáneas como Lee Aron o Vixen, por citar dos ejemplos, rompieron con los moldes establecidos hasta aquel momento, demostrando que las mujeres también tenían mucho que decir (y cantar) en materia de Rock.
De hecho, los dos
primeros álbumes de estudio de nuestras protagonistas, y con especial
intensidad el LP que aquí os traigo, no pueden ignorarse si queremos hacer un
listado de obras fundamentales de principios de los 80. No es ningún disparate afirmar
que, en términos de popularidad, este cuarteto llegó a estar a la altura de
bandas como Iron Maiden, Saxon o Motörhead, cuando “Hit And Run” vio la luz y
alcanzó el puesto número 3 en las listas británicas de éxitos.
Aunque su periodo más
glorioso duró muy poco tiempo, fue suficiente para que, varias décadas después,
el nombre de Girlschool siga imponiendo respeto. Hoy hablamos de “Hit And Run”,
su obra más clásica e influyente.
Allá por 1981, Girlschool
había comenzado a labrarse una reputación gracias a “Demolition” (1980), un
valiente debut que mostraba el enorme desparpajo de un cuarteto joven y cargado
de ideas frescas que eran capaces de facturar canciones memorables a partir de
fórmulas más o menos sencillas que en ningún momento se sentían repetitivas. La
calidad del grupo llamó en seguida la atención del mismísimo Lemmy Kilminster,
líder de Motörhead y uno de los mayores iconos del género, quien ya se había un
labrado un nombre dentro y fuera de su Inglaterra natal, y que quedó fascinado
con el sonido de estas chicas hasta tal punto que se las llevó de gira por todo
el país como teloneras y, como muchos sabrán, terminaría grabando un EP deseado
por todo melómano titulado “St. Valentine's Day Massacre” (1981) en el cual
ambos grupos se juntaron para grabar una popular versión del “Please Don’t
Touch” de Johnny Kidd & The Pirates, así como cada uno regrabó una canción
del otro(Girlschool se atrevieron con un salvaje cover de “Bomber”, mientras
que Motörhead hizo lo suyo con “Emergency”).
Con todo a su favor, y
aprovechando el auge de la NWOBHM, nuestras chicas entraron en el estudio para
dar forma a una colección de 11 canciones nuevas. En esta ocasión, la banda
ejecutó una jugada maestra al contar con los servicios del gran Vic Maile tras
la producción, quien venía de ayudar a Motörhead a facturar el celebérrimo “Ace
Of Spades” (solo un par de meses después también trabajaría en su no menos
celebrado “No Sleep ‘Til Hammersmith”), así como había trabajado en la
filmación en vivo de conciertos de Led Zeppelin, Hendrix o Pink Floyd, entre
otros.
Con la maquinaria bien
engrasada, la banda solamente necesitó un par de semanas para dejar su próximo
LP finiquitado. Recordemos que, en este momento, el grupo presentaba la mejor
formación de toda su carrera, con la eterna Kelly Johnson como guitarrista
principal, Kim McAuliffe a la guitarra rítmica, Enid Williams al bajo y Denise
Dufort en la batería. Aunque no fueron pioneras en este aspecto, llama la
atención el hecho de que no existiera una sola cantante en la banda, sino que
esta tarea se repartió entre Enid y Kelly, aunque Kim también presta su voz en
una pieza del LP.
¿Y qué decir de su
chulísima portada? Sin duda alguna, el dibujo de las chicas de espaldas posando
al lado de un Buick Rivera que ha colisionado contra una pared sobre la que
cuelga un letrero de neón con el nombre del grupo es una ilustración a la que no
se le puede poner algún tipo de pega.
¡Procedo analizar el
contenido musical de este discazo!
“C’mon Let’s Go” es, sin
duda alguna, uno de los temas más grandes en la historia de Girlschool y de los
años 80. La guitarra de Kelly Johnson inicia las hostilidades imitando el
sonido del motor de una motocicleta al arrancar, sumándosele en pocos segundos
Denise Dufort con su incendiario ritmo de batería que nos adentra en un corte
más cercano al Punk-Rock (a los Ramones no les hubiera importado haber
compuesto esta canción) que posee, por si fuera poco, un estribillo eléctrico y
altamente pegadizo. Trallazo imponente que es rematado por un breve, pero
soberbio, solo de guitarra de Kelly, quien, por cierto, también está genial
tras el micrófono. ¡Qué manera de arrancar!
Las revoluciones bajan
ligeramente en “The Hunter”, una composición más árida y sucia que vuelve a
contar con Kelly Johnson como principal protagonista, no solo por su hipnótica
interpretación vocal (me encanta la manera en que susurra el estribillo) y, por
supuestísimo, el sobresaliente solo que nos entrega en su segunda mitad.
“I’m Your Victim” pone de
manifiesto la presencia de Vic Maile tras la producción y la enorme influencia
y amistad de nuestras chicas con Motörhead. Siempre he defendido que la banda
que más se ha acercado al inigualable sonido de Lemmy y compañía fueron las
Girlschool en sus tiempos de mayor gloria. Estamos ante un corte de Speed Metal
con obvios guiños al Punk, en el que Enid Williams se desgañita tras el
micrófono y nos entrega un estribillo coral que no debes perderte. Una vez más,
será Kelly Johnson la encargada de poner la guinda al pastel con un solo de
guitarra absolutamente devastador. De mis temas fetiche.
La actitud callejera y
acelerada del tema anterior se mantiene vigente en “Kick It Down”, un corte
sucio de riffs veloces y una contundente base de batería-bajo. Cabe añadir aquí
que es la única canción del LP en contar con Kim como cantante, cuajando una
interpretación más que aceptable. Me encanta el trepidante ritmo de doble-pedal
que Denise introduce en cada estribillo y en el posterior solo. Otro corte de
primerísimo nivel.
Tras semejante despliegue
de adrenalina, se agradece la ligera pausa que propone “Following the Crowd”,
donde Kim y Kelly harán las delicias de los amantes de la guitarra con unas
líneas más melódicas de lo habitual que ponen de manifiesto la versatilidad de
este grupo y su envidiable habilidad para no caer en la reiteración.
¿Quién le dice que no a
una versión a estas alturas del LP? Nuestras chicas rinden tributo a los ZZ Top
marcándose un cover sensacional de su archiconocida “Tush”, a la que le
añaden un tono más macarra que se manifiesta especialmente en la voz rota de
Enid y el sonido más distorsionado de las guitarras. Era una apuesta segura.
El tema-título engancha
desde su inicio con un riff hipnótico que encuentra en la voz de Kelly Johnson
su mejor aliada para dejar al oyente absolutamente anonadado. Esos versos
serpenteantes van preparando el cuerpo para un estribillo coral algo más
contundente. Una joyita escondida.
¿Alguien se atreve a
negar la influencia de Motörhead en el sonido de Girlschool después de escuchar
“Watch Your Step”? Auténtico temazo de Speed Metal con una pista de batería
demencial (muy en la onda de “Overkill”), un estribillo seco y pegadizo y, por
supuestísimo, un nuevo solo de guitarra para el recuerdo. No quiero aquí
olvidarme de destacar a Enid tras su bajo, quien goza de un pequeño momento
solista con línea simple pero que pondrá a retumbar toda tu habitación.
La rotura de esquemas que
nos ofrece “Back To Start” es tan acertada como necesaria. Estamos ante la
pista más “extraña” del LP por su carácter más bluesero y su ritmo amenazante.
Enid canta aquí con mucho encanto, sin caer en un lucimiento excesivo de sus
dotes, disfrutando de cada verso. Kelly Johnson también adapta su técnica tras
la guitarra a las características de esta pista, apostando por un punteo más
seductor y pausado al que, por ponerle alguna pega, le faltan un par de
segundos.
La bajada de intensidad
era algo pasajero, tal y como “Yeah Right” pone de manifiesto desde las
primeras de cambio. Corte incendiario liderado por un riff de guitarra estelar
(de los mejores del LP) que nos da la bienvenida a una pista con un ADN más
punkarra que Johnson lleva a su terreno con su inconfundible estilo a la hora
de cantar. Es una canción que, sin introducir grandes cambios rítmicos,
mantiene nuestra atención de principio a fin.
Todo termina de la mejor
manera posible gracias a “Future Flash”, una canción 100% Heavy cimentada sobre
un riff sólido y una estructura más o menos predecible que encuentra en su
estribillo su punto más álgido. La banda estaba en un estado de forma impresionante
y esta canción así lo demuestra.
CONCLUSIÓN
No era de extrañar que “Hit
And Run” fuera un éxito musical rotundo por parte del cuarteto. Además de
confirmar el altísimo nivel que habían demostrado en “Demolition”, la banda
logró acallar a todos aquellos ignorantes que pensaban que el Rock era cosa de
hombres, presentando una colección de canciones frescas y modernas para su
época.
Lamentablemente, el
reconocimiento popular del grupo comenzó a desvanecerse tras el escaso éxito de
sus siguientes dos álbumes, los infravaloradas “Screaming Blue Murder” (1982) y
“Play Dirty” (1983), así como la salida de Kelly Johnson del grupo durante ese
mismo período.
“Hit And Run” es una obra
magistral firmada por una de las bandas más importantes del Rock Femenino. Este
álbum no solo destacó por su calidad, sino que también sirvió de inspiración
para que muchas otras mujeres se aventuraran en la industria musical.
¡Un disco inmortal!
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