Con motivo del 25 aniversario de su fundación, este hecho sucedió concretamente el 24 de diciembre de 1997, los Marea, hijos pródigos de Berriozar y emblemas del Rock Patrio, vuelven al ruedo con “Los Potros del Tiempo”, el octavo LP de su longeva trayectoria. Este lanzamiento sucede al aclamado “El Azogue” (2019), monumental obra que rompió con ocho años de sequía compositiva y que vino acompañada de una gira nacional de lo más exitosa.
Antes de entrar en detalles puramente musicales,
considero necesario destacar la obra visual que acompaña a la música. Y es que
para este LP, los Marea han contado con Iosu Berriobeña, un potentísimo
ilustrador que, además de crear la evocadora y filosófica portada, ha aportado
su estilo al concepto general (en términos gráficos, claro) de la obra. Si a
este plus le añadimos el hecho de
que la edición Deluxe de la obra incluye un reportaje fotográfico sobre la gira
de “El Azogue”, así como un DVD inédito con grabaciones del mismo tour, creo
que podemos hablar de un trabajo bastante jugoso, especialmente si eres un
ferviente seguidor del grupo.
Por la puerta grande entra en nuestros oídos la
inicial “Otra Cicatriz”, un tema con la esencia instrumental y vocal de una
banda que nunca renuncia a sus principios sonoros. Kutxi mantiene su voz pese
al paso del tiempo, por no hablar de su lírica fina y simbólica, la cual vuelve
a traernos frases vistosas como ese “Vuelvo a descoser la cicatriz que de par
en par cerró el olvido”. Las secciones de guitarra suenan compactas, con un
momento solista lleno de furia y que, para nuestra suerte, precede a una última
repetición del pegadizo estribillo.
Seguidamente nos encontraremos con “Buena Muerte”,
tema que fue elegido como primer sencillo del disco, y que lleva incorporado
ese ritmo machacón e inconfundible del quinteto. Riffs distorsionados y bien
trabajados, sin pasar por alto el acertadísimo solo firmado por Kolibrí, dan
pie a que Kutxi nos entregue su lírica profunda y, en la mayoría de las
ocasiones, indescifrable, que tanto nos gusta. Si bien desde la primera escucha
me convenció, lo cierto es que con el paso de las reproducciones ha ido
creciendo más en mí. Un acierto indudable.
La distorsión asciende notoriamente en “Se Acabo el
Baile”, una canción que tampoco rompe con los cánones compositivos, pero que,
lejos de sonar repetitiva, nos garantiza tres minutos y medio de Rock Duro y
callejero que alcanza su máximo esplendor en uno de los mejores estribillos del
plástico. Nuevamente hay que hablar aquí de la lírica pulida de Kutxi.
“Que la demora del silencio
se quede para siempre junto a mí,
que el relámpago no deje en paz al rayo.
Si los despojos del invierno
se alejan de la vida por vivir,
no me encharcará los ojos
este baile de caballos”.
El riff a dos guitarras de “Más Me Duele A Mí” de
capta desde que la púa golpea por primera vez la sexta cuerda. Hablamos aquí de
un tema veloz que recuerda bastante a los primeros álbumes del grupo,
abandonando cualquier melodía posible y apostar por la contundencia más
absoluta. Numerazo.
Tampoco se queda atrás la propuesta guitarrera de “Lo
Habido”, donde Kolibrí y César juegan con licks, arrastres y acordes de quinta
llenos de técnica. Tras varias escuchas no dudaría en ubicarla entre mis
preferidas del disco, algo que puedo justificar, además de por el trabajo de la
ya mencionada dupla de “hachas” (hay otro solo escandalosamente bueno), por el
estilo machacón, chulesco y atemporal de su propuesta sonora general.
“Esta Puta Soledad” parece sacada del sobresaliente “Azogue”, con un Rock dinámico de mensaje gris (letra monumental del señor
Romero) y estribillo extremadamente pegadizo. También está entre las más
disfrutables del LP y, si tuviera que apostar, creo que no faltará en la
posterior gira del quinteto.
“Que mi alarido se folle al olvido
nunca he pretendido;
sé que solo quedará esta puta soledad
de tragos tristes en vasos heridos,
de lo que me diste, de lo que no volverá...
Esta puta soledad”
Con una sucesión de acordes que parece saca de los
mejores AC/DC emerge “Ceniciento”, una pista callejera y cruda que, sin dejar
de sonar a Marea, convence más y más con el paso de las escuchas. Mención
especial al extenso desarrollo instrumental que ofrecen a partir de la parte
central del número y que es coronada por otro imperdible solo de nuestro
querido Kolibrí.
Una buena ración de riffs crujientes y cencerro nos
dan la bienvenida a una joya como “La Grillera”, pista que, probablemente, se
haya convertida en mi preferida del LP. Actitud chulesca en sus versos, para
bajar levantar el pie del acelerador ligeramente en un estribillo atmosférico.
Tampoco puede pasarse por alto la presencia de unos pequeños arreglos de
teclados durante algunas secciones. Pasen y vean (¡o escuchen!).
Casi al final del LP nos encontramos con “El Más Sucio
de los Nombres”, una pista que, como ya había sucedido en “Más Me Duele a Mí”,
nos reencontramos con los Marea más rápidos y muteados.
Nuestro viaje termina con suavidad de la mano de “Te
Voy A Decir La Verdad”, una pista rica en melodías, creada sobre una cálida
base de bajo y batería, sin pasar por alto los luminosos arreglos de guitarra,
que Kutxi termina por engrandecer con su voz y su facilidad para cautivarnos
con el poder de la escritura.
“Llórame como es debido
Cuando me eches a faltar”
CONCLUSIÓN
Si bien es cierto que, tras varias escuchas al álbum,
creo que me quedo con “El Azogue” (no era fácil competir con este, también hay
que decirlo), “Los Potros del Tiempo” tiene todo lo que aquellos que profesamos
la música de Marea demandamos. De un total de 11, hay un buen puñado de
canciones que aspiran a convertirse, con el paso de los meses, en posibles
clásicos del quinteto, o al menos en canciones que sean celebradas en cada
directo que ofrezca.
Honor, como siempre, a la poesía musical de Kutxi, así
como a la compenetración envidiable de cuatro grandes músicos como “El Piñas”,
Kolibrí, César y Alén, quienes mantienen la marea a un nivel óptimo para el
disfrute.
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