“News Of The World” forma parte de ese selecto grupo de álbumes que podrían considerarse de “escucha obligatoria al menos una vez en la vida”. Como en sus primeros álbumes, no faltan canciones ambiciosas y de una creatividad excelsa, así como también encontramos un par de composiciones más radiofónicas que comenzaban a anticipar el giro sonoro que el grupo daría un par de años más tarde.
En 1977 Queen no eran precisamente unos desconocidos o una banda prometedora. Por aquel entonces, el cuarteto londinense ya tenía en el mercado cinco álbumes absolutamente rompedores que, en muy poco tiempo, les habían catapultado hasta el estrellato. Gran parte de esa responsabilidad recayó sobre esa dupla descomunal que conformaron “A Night At The Opera” (1975) y “A Day At The Races”, dos álbumes que concentraron gran parte de los primeros éxitos del grupo y que atrajeron una oleada de críticas positivas.
“News Of The World” vio la luz el 28 de octubre de 1977 (me emociona subir esta reseña el mismo día que se cumplen 45 años de este hito) coincidiendo en el tiempo, más o menos, con el nacimiento y expansión de un movimiento que casi pone en jaque al Rock del momento: el Punk. Fueron muchos los artistas que se reinventaron en tal época para intentar acercarse de alguna forma a las propuestas musicales de los Sex Pistols, los Ramones o The Stooges. El Punk, definido por Steve Harris como “Heavy mal tocado”, proponía una música más simple en el apartado musical y extremadamente furiosa y contestataria en lo lírico. Por ende, todo aquello que sonará más ambicioso (véanse Yes, Pink Floyd, Queen,…) se vio seriamente amenazado por el descomunal crecimiento de una propuesta menos elaborada como esta.
La mencionada evolución del mercado musical terminó por despertar en Queen la necesidad de comenzar a crear alguna que otra composición más minimalista o “para todos los públicos”, aunque sin por ello poner en riesgo esa personalísima identidad sonora que habían labrado en poco tiempo. Con esa idea en la cabeza el cuarteto entró en el estudio, acompañado obviamente por el ingeniero Mike Stone, y, además de un buen listado de composiciones 100% fieles a sus primeros trabajos, se permitieron incluir otro par más “facilonas” que, como muchos sabrán, terminarían por convertirse en auténticos himnos de varias generaciones (hablo de “We Will Rock You” y “We Are The Champions”).
No es posible empezar a desgranar cada canción sin antes dedicar un párrafo a su archiconocida portada, parodiada en tantas ocasiones (recuerdo con especial cariño el capítulo de Padre de Familia en el que el imprevisible Stewie nos muestra su pánico por dicha ilustración) y que ha terminado por ubicarse entre las más representativas del género. Esta es obra de uno de los grandes dibujantes de Ciencia Ficción americanos, Frank Kelly Freas, por quien Roger Taylor profesaba una gran admiración. El robot que protagoniza la carátula, de hecho, había aparecido originalmente en la revista Astounding Science Fiction de 1953 sosteniendo a un hombre fallecido. La banda quedó tan maravillada con la ilustración que se puso en contacto con Freas para que elaborara una ilustración similar, pero que incluyera al grupo yaciendo en las manos de este robot tras este irrumpir en un concierto del grupo, tal y como nos terminan confirmando tanto la contraportada (donde podemos ver el techo del recinto roto y a Roger Taylor cayendo muerto de las manos de la criatura) y la portada del single de “Too Late” (se ilustra el miedo de los asistentes del show tras la llegada del gigantesco ser).
Esa aparente simplificación de su sonido queda patente en la inicial “We Will Rock You”, el antológico clasicazo del que tanto se ha escrito y al que suelo definir como el “sumun de la sencillez exitosa”. Tras salirse de los límites de la imaginación de cualquiera con piezas como “Bohemian Rhapsody” o “Liar” (podría citar otras tantas), donde cada composición parecía más compleja que la otra, Roger Taylor se sacó de la manga una percusión cuadriculadamente perfecta que ha sido imitada hasta la saciedad, mientras que Freddie Mercury se entrega en una interpretación vocal chulesca siempre rematada en un estribillo no menos archiconocido que está en sintonía con el mencionado patrón rítmico. El solo de May (¿cuántas veces hemos hecho air guitar escuchándolo?) pone la guinda al que sería un éxito de masas absoluto. Cualquier ser humano ha escuchado alguna vez esta canción (es imposible no toparse con ella, al menos, una vez en la vida).
Y parece que de momento la cosa va de clásicos ya que como segundo plato nos encontramos con otro himno del conjunto como es la épica “We Are The Champions”, esa pieza adoptada por los grandes eventos deportivos para acompañar al equipo triunfador cuando alza la copa. A nivel personal os prometo que puedo haberla oído mil veces y, en todas, he terminado con los pelos de punta. No sabría si definirla como una Power Ballad ya que con Queen no siempre es fácil poner etiquetas, pero esa combinación de versos melódicos con un estribillo coral también ha terminado por sobrepasar las fronteras del Rock hasta convertirse en uno de esos “imprescindibles” del Siglo XX.
Llegados a este punto muchos pensarán que no hay mucho más que escuchar, puesto que los dos grandes clásicos del grupo ya han sonado, pero no es así. “News Of The World” pasa por ser un álbum de renombre también por el resto de pistas aquí presentes. De hecho, es a partir de ahora cuando vas a escuchar a los Queen más cercanos a sus primeros LPs. Así que tome asiento que se vienen grandes pistas a continuación.
Como si se tratara de una respuesta al creciente movimiento Punk, “Sheer Heart Attack” es un cañonazo de Hard-Rock veloz en el que los riffs de May y los baquetazos de Taylor te van martilleando mientras Freddie te va llevando a su terreno con una interpretación algo bañada por efectos que culmina en un pegadizo y coral estribillo que también ha terminado grabándose en la mente de los seguidores de los británicos (hay un par de interpretaciones brillantes de esta pista, siendo la del “Rock In Montreal” mi preferida). Como la mayoría sabrá, este tema comparte título con la obra previa del grupo, teniendo un sonido que hubiera encajado perfectamente en la misma. Lo cierto es que fue compuesta en la grabación de dicho LP, solo que Roger Taylor, su compositor, la tenía a medio hacer cuando Queen dio por finalizadas las sesiones de grabación. Por ello “Sheer Heart Attack” terminó entrando en “News Of The World”.
Cuando Brian May tomaba el timón compositivo sabías
que difícilmente quedarías insatisfecho con el resultado final. “All Dead, All
Dead” es un baladón catedralicio donde el propio guitarrista se sienta al piano
y nos engancha con su personalísima voz, mientras Freddie se limita a
acompañarlo a los coros. Todo lo que nos enamora de Queen cuando interpreta
este tipo de composiciones está presente en esta injustamente tratada pista
que, como curiosidad, May escribió como un homenaje a la mascota de su infancia
(es una especie de réquiem si atendemos a la letra).
¿Alguien me explica como “Spread Your Wings” ha quedado relegado a un segundo lugar en la historia de Queen? Sinceramente no lo entiendo (más aún si tenemos en cuenta que llego a ser elegida como single). John Deacon (otro compositor único) firma una pieza melódica y con pequeñas pinceladas teatrales (la base instrumental, con ese solo breve de guitarra y el piano enamora a cualquiera) que permite el lucimiento absoluto de un estelar Freddie Mercury, quien se mueve a placer con esa amplitud de registro que le permitió asegurarse un puesto en el reino de los inmortales. Siéntese y disfrute, querido lector.
Turno ahora de “Fight From The Inside”, uno de los momentos más creativos del trabajo. Roger Taylor compuso e interpretó íntegramente una de las canciones más funkies que yo le recuerdo a Queen, con una pista de bajo tan simple como omnipresente que se graba a fuego en tu mente mientras los licks de guitarra aportan grandiosidad al conjunto (hay momentos en que pienso en “Oh Well” de Fleetwood Mac). Si a esta suma de aciertos le sumas la siempre atractiva voz rota de Roger y una letra con cierto tono revolucionario en el que se invita a la sociedad a levantarse contra el opresor, el resultado roza la perfección.
La progresiva “Get Down, Make Love” se convierte, probablemente, en la más arriesgada de toda la obra, principalmente por su desarrollo más oscuro y por ese interludio lleno de efectos (2:31) en el que los músicos dan rienda suelta a sus ideas más experimentales haciéndonos sentir en una película de Ciencia Ficción. Aunque la versión de estudio es buenísima (el piano y el bajo destacan muchísimo), personalmente me quedo con las interpretaciones en vivo de la misma (nuevamente vuelvo a citar el “Queen Rock Montreal”, donde el despliegue musical viene acompañado de unos efectos visuales de lo más flipantes para la época).
Tras dos pistas algo más rompedoras, Brian May toma de nuevo las riendas vocales y compositivas para regalarnos la la rockera y cálida “Sleeping On The Sidewalk”, una pieza que parece sacada del catálogo de Paul McCartney junto a los Beatles (de hecho, la voz de May se asemeja ligeramente a la del icono de Liverpool). Irresistiblemente sencilla, irresistiblemente perfecta.
¿Qué tal un poco de música isleña? “Who Needs You” impone la calma con una pista bella en la que Freddie Mercury despliega su magia sobre una pieza rompedora en la que la percusión y el bajo crean una adictiva pieza que Brian May termina por redondear al alza con una pista de guitarra acústica llena de técnica y en la que podemos apreciar pequeños arreglos de Bossa Nova y, también, de la tradición mediterránea (un guitarrista como pocos el señor Brian).
Casi al final emerge “It’s Late”, un corte de Hard-Rock que en sus más de seis minutos propone varios ascensos de intensidad (la segunda mitad es una auténtica tormenta sónica) que siempre terminan culminando en un estribillo coral magnánimo (¿cómo llega Freddie a esos agudos tan inhumanos?). Los protagonistas absolutos aquí son, primeramente, el señor “Federico Mercurio”, a quien sentimos disfrutar mientras borda cada nota con su inimitable garganta, y a un inspiradísimo Brian May que, además de marcarse un par de solos llenos de técnica, no deja de introducir riffs y licks pegadizos. Uno de mis números preferidos de la “reina”.
El telón baja por todo lo alto con un diamante en
bruto poco conocido llamado “My Melancholy Blue”. Freddie se sienta junto al
piano y, solemnemente, nos vuelve a recordar por qué es el cantante más grande
que ha pisado este planeta con una interpretación difícil de calificar (es real
que no encuentro adjetivos para describir algo tan bonito). Un regalo auditivo
que merece todos los honores.
CONCLUSIÓN.
Ninguneado en su momento, “News Of The World” inició una etapa nueva para Queen donde sus inicios más excéntricos, musicalmente hablando, daban paso a un tratamiento de la música algo más “estático”, si es que esta expresión puede usarse para hablar de Queen, una de las bandas más camaleónicas de la historia. Este trabajo junto al posterior “Jazz” (probablemente mi preferido de Queen), conforman una era de transición muy progresiva hacia territorios más comerciales, los cuales terminarían por explotar (tal vez en exceso) en los posteriores “The Game”, “Flash Gordon”, “Hot Space” o “The Miracle”.
La historia ha sido cruel con este álbum, pero el paso del tiempo ha terminado convirtiéndole en una pieza de culto que permite gozar de Queen en pleno estado de gracia. Hablamos, pues, de un disco que, a diferencia de lo que muchos pensaron en su momento, va mucho más allá de “We Will Rock You” o “We Are The Champions”, escondiendo auténticos tesoros sonoros que no dudaría en ubicar entre lo mejor de su discografía.
Por el altísimo nivel de sus once pistas, así como por su importancia histórica no solo en el desarrollo artístico de Queen, sino en la inmensa influencia que este tuvo para tantas y tantas agrupaciones que pronto darían sus primeros pasos en el mercado musical, “News Of The World”, como “Jazz” o cualquiera de los seis primeros álbumes de Queen, es merecedor de la máxima nota posible. Una obra TRASCENDENTAL.
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