Por decimosexta vez en su carrera, Dave Mustaine, a quien el cáncer no ha podido detener, vuelve a demostrar por qué es uno de los grandes iconos del Metal. Lo nuevo de Megadeth mantiene la buena senda sonora de “Dystopia”, incorporando piezas con reminiscencias a su propio pasado y mostrando una mayor riqueza instrumental lograda gracias a la consagración definitiva de Kiko Loureiro y Dirk Verbeuren como dos de los mejores escuderos que ha tenido el “colorado” en mucho tiempo.
Este nuevo tirón de popularidad y la buena adaptación
de Kiko Loureiro y Dirk Verbeuren al conjunto despertó en este las ganas
componer nueva música de cara a un álbum que planeaban no tardar en lanzar
demasiado tiempo. Lamentablemente, un cúmulo de circunstancias negativas
obligaron a los seguidores a tener que aguardar durante seis años para escuchar
algo nuevo del grupo (nunca antes en su trayectoria había transcurrido tanto
tiempo entre un LP y otro).
CONTRATIEMPOS: DAVID ELLEFSON, EL CÁNCER
DE DAVE, LA PANDEMIA, EL DISCO APLAZADO…
Corrían buenos tiempos para Megadeth gracias a las
buena aceptación que estaba recibiendo “Dystopia”, así como su gira
promocional, hasta que las curvas comenzaron a aparecer en el camino del grupo
el 17 de junio, día en que Dave Mustaine anunciaba al mundo que padecía un
cáncer de garganta, por lo cual los conciertos que restaban aquel año debían
ser cancelados. El obligado reposo del “colorado” en su hogar de Nashville le
permitió tener más tiempo para sentarse a componer nueva música junto a sus
compañeros, quienes en varias ocasiones, según han declarado, estuvieron
visitando al líder a su hogar para apoyarle en su recuperación y escribir
piezas para un álbum que se demoraría más de lo esperado con la llegada de la
pandemia del COVID-19.
No fue hasta la reducción de las restricciones de la
pandemia y, por supuesto, la recuperación completa de Dave cuando el cuarteto
entró en el estudio para grabar y dar forma a su decimoséptimo álbum de
estudio. Sin embargo, la siguiente complicación estaba cerca de acontecer…
…fue a principios de 2021 cuando varios medios
norteamericanos filtraron una serie de vídeos íntimos que David Ellefson,
reputado bajista del conjunto y mejor amigo de Mustaine hasta ese momento,
había enviado a una seguidora del grupo de 18 años, aparentemente de forma
consentida. El escándalo mediático llevo a Dave Mustaine a tomar la decisión de
despedir al músico a las pocas semanas, medida que no todo el mundo supo
encajar (muchos la han calificado de “injusta”). Este nuevo giro de
acontecimientos llevó al grupo a demorar más la salida de un álbum que se
tornaba cada vez más “utópico”, ya que David había grabado antes de su salida
sus secciones de bajo y sus compañeros consideraron que lo mejor era prescindir
de las mismas.
UNA FORMACIÓN RENOVADA Y UN INVITADO
ESTELAR.
La expulsión de David Ellefson provocó, como decíamos,
la llegada de un nuevo miembro al conjunto para tocar el bajo, puesto que
ocuparía para la inminente gira que tenían que iniciar en aquel momento un
viejo conocido, y excelente artista, como James LoMenzo, quien ya había
militado en Megadeth entre los años 2006 y 2010, tras el primer abandono de Ellefson.
El 20 de agosto de 2021 se produjo el esperado re-debut de James, así como el
primer concierto de Megadeth en dos años, con Mustaine sano tras superar su
cáncer.
Pese a la incorporación de James, lo cierto es que
Mustaine contactó con otro bajista reputado para que regrabara las pistas de
bajo que previamente había registrado Ellefson. El elegido fue el mismísimo
Steve DiGiorgio, uno de los mayores maestros de las cuatro cuerdas cuya magia
hemos podido catar en diferentes proyectos como Death, Testament o Autopsy,
entre otros.
Además, hay que destacar que este es el primer trabajo
de Megadeth para el batería Dirk Verbeuren, quien si bien debutó en vivo con el
grupo durante la gira de “Dystopia” tras la salida de Chris Adler (pronto este
también se marcharía de Lamb Of God), no había tenido ocasión de hacerlo en un
LP de estudio. Este joven músico de origen belga se ha terminado convirtiendo,
por derecho propio, en uno de los baterías más interesantes de la escena
metalera actual, demostrando poseer un estilo muy personal y contundente a la
hora de golpear su kit que a muchos fans ha recordado, siempre sin entrar en
comparaciones o en peleas por escoger a uno como “el mejor”, al difunto y
eterno Gar Samuelson. Hay muchas ganas de ver a este prometedor artista en
acción.
Junto a Dave Mustaine, el único músico que se ha
mantenido en la formación desde “Dystopia” ha sido el monumental Kiko Loureiro,
quien se ha ganado el cariño de una fanaticada que ha quedado gratamente
sorprendida ante la técnica de este experimentado maestro “del hacha”.
EL ÁLBUM
La portada, con ese Vic Rattlehead ataviado con la
indumentaria típica del oeste, está inspirada en la típica cartelería de los
Western. No obstante, y aunque podamos pensar que el título es un guiño a la
legendaria “El Bueno, El Feo y el Malo” de Sergio Leone, según Dave Mustaine, a
lo que hace referencia realmente es a las fases que debe enfrentar una persona
cuando contrae la peste. Como dato curioso, Megadeth recupera con este título
el recurso de los puntos suspensivos, los cuales figuraron en los tres primeros
trabajos del conjunto (¿una casualidad? ¿un guiño al pasado grandioso? Sea como
fuere, quería señalarlo para que constara en acta, señorías).
Algo que llama la atención del álbum es la cantidad de
avances y pistas que Dave Mustaine fue revelando desde que el proceso de
composición comenzó. A través de sus redes sociales, el “colorado” nos mostró
varios riffs que han terminado formando parte del LP, así como desveló desde
hace más de un año el propio título del disco y de algunas pistas.
También es digno de mencionar el excelente trabajo
visual con el que el grupo ha ido presentando cada single del álbum. La suma de
todos los videoclips pretende mostrar a los seguidores los orígenes de Vic
Rattlehead, un soldado que, tras la detonación de una bomba que le desfigura y
la muerte de su mujer y de su hijo a manos del enemigo, decide cobrar su
venganza.
ANÁLISIS MUSICAL
The Sick, The Dying…And The Dead!
Uno de los openers más interesantes de los
últimos álbumes lanzados por el grupo. Con unos primeros arpegios suaves se inicia el tema-título. Su ritmo a medio gas
tiene cierto sabor noventero, especialmente en esos muteados galopantes de los
versos. No tardará en unirse Mustaine con una voz más rota que de costumbre que
queda perfecta y que nos romperá los esquemas por completo pocos segundos
después, cuando la banda introduce un interludio diabólico y acústico que
permite al “colorado” clavar una interpretación más dramática que de costumbre.
Tanto el soberbio duelo de solos que mantiene las guitarras (minuto 3:52), como
el pequeño fraseo que esconden entre algunas estrofas (por ejemplo en el minuto
1:54) tienen ciertas reminiscencias al de “She Wolf”. Por si fuera poco, Kiko
nos entrega un pequeño solo casi al final lleno de técnica y clase (es un
auténtico astro de la guitarra, aunque eso ya lo sabíamos). En líneas
generales, es un número más lento que cualquiera de los avances, sin esa
potencia thrasher que cabría esperar para un primer tema, pero con todos los
distintivos que han hecho grande a este conjutno.
Habrá quien piense que la letra, como el título, están
inspirados por la ya mencionada película “El Bueno, El Feo y el Malo”, mas lo
cierto es que Dave Mustaine habla sobre una enfermedad histórica y demoledora
como fue la peste negra. Esta temática se hace más obvia gracias a la estrofa “The
sweet smell of rosies, a pocketful of posies”, la cual es original de una
clásica canción infantil británica titulada “Ring-A-Ring
O’ Roses” que los niños cantaban y cuya letra estaba relacionada con los
síntomas de esta enfermedad (las erupciones cutáneas, los estornudos y la
superstición de que llevar una flor en los bolsillos de la ropa para combatir
el olor y, supuestamente, evitar contagiarse). En todo caso, Mustaine habló con
Metal Hammer largo y tendido para aclarar que esta fue escrita antes del
Covid:
“¡Sí, fue escrita antes de la pandemia.
Creo que, si alguien quiere reírse o insinuar que soy Nostradamus, hay muchas
otras canciones, como 'Peace Sells' y todas esas otras. Pero en esta, estaba
inspirado por otro virus: La Peste Negra. Escribí esa canción sobre los hechos
reales de los barcos que venían procedentes del Mar Báltico hasta Sicilia, de
cómo una enfermedad se transmitía a través de las ratas y las pulgas y de cómo
sucedió todo esto. (…)No puedo recordar la explicación exacta del significado
de 'Ring-A-Ring O’ Roses', pero sí recuerdo esa estrofa que dice 'A pocket full of posies, Ashes! Ashes! We
all fall down '. Eso es lo que figura en la canción, porque durante La Peste,
la gente se ponía flores en la camisa porque el hedor de los muertos estaba
omnipresente.
“Fueron
las pulgas a bordo con sus picaduras infecciosas.
Las
ratas tienen sangre procedente de las pulgas, sí, sí
Pronto
los barcos fantasmas estuvieron amarrados a los muelles
El
camino de la plaga estaba completo, sí, sí”
LIFE IN HELL
Decía Mustaine en algunas entrevistas previas al
lanzamiento del disco que “Life In Hell” era una composición que al escribirla le
habían hecho viajar al primer trabajo del grupo (“Killing Is My Business…And
Business Is Good!) y lo cierto es que tenía más razón que un santo. El Thrash
ochentero con sabor a la costa de Los Ángeles renace con este cañonazo lleno de
velocidad y destreza instrumental (no hablo solo de las guitarras, sino del
demencial trabajo tras la batería de Dirk), así como de una actitud fanfarrona
por parte de Mustaine al cantar que me flipa. Como en el corte inicial, se
produce un brusco parón a mitad del mismo (minuto 2:05) con cierto sabor a los
más modernos Lamb Of God, en el que Mustaine canta con lentitud y un tono más
grave que de costumbre. Insisto nuevamente en el papelón tras los parches de
Dirk, quien cuela varios rellenos (o drum fills) al final de cada
estrofa con una calidad que solo está al alcance de los más grandes del género.
Aunque no hay una explicación específica de Mustaine
sobre la letra de este tema, da la sensación de que se nos alude a la vida de
un hombre que ha terminado cayendo en la más profunda decadencia por culpa de
las adicciones al alcohol y las drogas, un tema que volverá a tratarse en
posteriores pistas del LP.
“Un
par de tragos y luego te sentirás bien
Un
par de pastillas hacen que el mundo desaparezca
Qué
diablos, morirás de todos modos y dirás...
Soy
una enfermedad y soy adicto a mí mismo”
NIGHT STALKERS
Para mí, y hablo como seguidor acérrimo del conjunto,
“Night Stalkers” es uno de los mejores números que ha lanzado Megadeth en el
nuevo milenio, así como, según ha contado Mustaine, la canción más rápida en la
historia del conjunto, al tener un ritmo que supera los 190 golpes por minuto
(BPM). A lo largo de sus casi siete minutos de extensión, el conjunto va
creando una dramática pieza cambiante y ambiciosa que se torna, por momentos,
imprevisible. El riff principal parece una mutación del de “We’ll Be
Back”, con más velocidad aún si cabe y ese agudo punzante que enamora a
cualquiera, permitiendo que Dave Mustaine cuaje una actuación impresionante
tanto en los versos como el simple pero eléctrico estribillo (su mejor
despliegue vocal en años). La pequeña intervención del rapero Ice-T, esa que
tantas críticas generó cuando fue anunciada (como siempre, el ser humano se lanza
a opinar antes de tiempo), terminó siendo una narración camuflada bajo efectos
de radio que da más teatralidad al corte. Sobre el minuto 4:35 nos adentramos
en un pequeño interludio acústico con ligeros arreglos orquestales y cierto
sabor a “Conquer Or Die”, que pocos segundos después el bajo de DiGiorgio se
encargará de destruir con una línea amenazante a la que Kiko terminará
uniéndose con un ÉPICO riff (minuto 5:10) que prepara el cuerpo para un par de
versos adicionales y su consecuente aumento de velocidad. A su edad y tras un
cáncer, Mustaine podría haber decidido poner el “piloto automático” y llenar el
disco de canciones de relleno, pero el sigue apostando por dejarnos
boquiabiertos con epopeyas sonoras como esta.
Líricamente hablando, la pieza habla sobre la división
secreta de helicópteros del ejército estadounidense, llamada Night Stalker,
caracterizada por llevar a cabo misiones secretas que solamente descubres
cuando suceden, pillando al enemigo desprevenido.
“Nada
de lo que hagas puede detenerlos.
Te
atraparán, te buscan vivo o muerto
Puedes
correr, pero sabes que te encontrarán
"La
muerte espera en la oscuridad", y ellos son dueños de la noche”
DOGS OF CHERNOBYL
Unas risas infantiles desaparecen bruscamente con la
entrada de unos arpegios limpios de guitarra a los que pronto se sumará la voz
de una reportera informando sobre la catástrofe de Chernóbil. Cuando la
distorsión entra por primera vez, se produce una descomunal mezcla de
distorsión y limpieza melódica que no dudaría en incluir entre lo mejor del
álbum (la introducción entera es para enmarcar). Pronto emergerá el riff
principal, sencillo pero destructor como un martillo pilón, que dará cuerpo a
unos versos y a un desarrollo general que evoca los momentos más álgidos de “Th1rteen”,
“Dystopia” (¿recuerdan “Fatal Illusion”?) o “Endgame” con un medio tiempo que
se mantiene constante hasta que….POUM…a los cuatro minutos la batería de Dirk
mete la quinta marcha, los muteados de guitarra se intensifican (también los
punteos de Kiko) y Mustaine toma un rol de narrador histérico. ¡¡¡DE LOCOS!!!
El cantante escribió la letra con la curiosa ayuda del
doctor Anthony Cmelak, quien supervisó su tratamiento contra el cáncer (figura,
de hecho, en los créditos del track). En esta se nos habla, obviamente, sobre
la catástrofe nuclear de Chernóbil pero centrándose, además de en una
descripción esperable de la destrucción física y de los daños psicológicos
sufridos por miles de personas tras este suceso, se nos solapa una desgarradora
historia de amor que llegó a su forzoso final: el protagonista entra en
contacto con la radiación, comienza a sufrir sus efectos y su mujer se ve
forzada a huir, dejándolo solo en la peligrosa ciudad, como se hizo con tantas
mascotas, mayoritariamente perros en el momento de la evacuación (de ahí el
título). Según dijo Mustaine a Metal Hammer, el origen de la idea procede de
una película de bajo presupuesto calificada por él, y cito textualmente, como “una
mierda” cuyo título es Chernobyl Diaries en la cual unos chicos
hacen una visita arriesgada al reactor y su coche terminó descomponiéndose. Sobre
la inclusión de los perros y su abandono “el colorado” añadió:
“Estoy seguro de que muchas personas
huyeron para salvar sus vidas y luego, después del suceso, dijeron: '¡Mierda,
me olvidé del perro!' así que... pensé en esos canes que se quedaron atrás
accidentalmente. Pero usé el término 'perros' como una metáfora, refiriéndome a
alguien que se queda atrás. La mujer lo deja y él se queda como un 'perro en
Chernóbil”.
“Veo tu cara donde
quiera que mire
Hay sangre en mis
labios,
Mientras mis ojos
comienzan a arder.
Desapareciste y me
dejaste atrás,
Como uno de los
perros de Chernobyl,
¿a dónde fuiste?”
SACRIFICE
Para mí uno de los temas
que más tiempo he necesitado para disfrutar del todo. Tal vez suene menos
inspirado que la mayor parte del disco, sin aportar cosas nuevas o llamativas,
además de, eso sí, una pista de batería y percusión exquisita (hay arreglos de tambores
y bongós en algún momento) y un par de secciones de guitarra que tampoco se
quedan atrás (concretamente la que resuena en el estribillo y el solo de Kiko)
Si en la clásica “The
Conjuring”, Dave Mustaine, como practicante de magia negra, nos describió
algunas instrucciones para llevar a cabo algunos conjuros, con este tema la
historia da un giro de 180 grados y ahora intenta alejarnos de este mundo.
“Sacrifice”, por tanto, habla de los peligros que puede suponer caminar por el
lado oscuro de la existencia tratando de alimentar nuestros deseos más
siniestros.
“Ven
a escuchar la historia de un trágico sacrificio
De
un rey brujo de ascendencia satánica”
JUNKIE
Mustaine había advertido en su momento que “Junkie”
despertaría cierta división de opiniones por su aparente “singularidad”, algo
que no comparto, ya que me parece un auténtico numerazo. Cierto es que el
inicio con voces llenas de efectos deja al oyente un poco descolocado, pero lo
cierto es que estamos ante un tema fiel a los Megadeth de los últimos álbumes, mordiendo
desde la instrumentación y con un Dave siempre cumplidor tras la voz. El puente
y el estribillo, sencillos y con el ritmo inconfundible del grupo, se graba
desde la primera escucha. La guinda del pastel, y tal vez lo mejor de la pista,
si me permiten aquí ser subjetivo, es el duelo de solos que se inicia sobre el
minuto 2:19 (de los mejores del LP) de la mano de un primer riff inspiradísimo
que va agudizándose con el paso de los segundos y que cuenta con un acompañamiento
de bajo y batería (escuchar a Dirk es una gozada) de primera categoría.
Lamentablemente, Dave Mustaine ha sido uno de los
personajes dentro del Metal que más problemas ha tenido con las drogas (en su
autobiografía documenta con todo lujo de detalles sus adicciones). En pleno
2022, y superados estos problemas, ha querido escribir una letra en la que advierte
sobre los riesgos que pueden suponer las drogas y llevar una vida marcada por
los excesos.
“Cuando recién comienzas en la vida y te
relacionas con las personas equivocadas, comienzas a arruinar algunas áreas de
tu vida. Cuando era pequeño, mi mamá decía: "Muéstrame a tus amigos y te
mostraré quién eres". Pensé: "Mamá, detente". Pero cuando miré
ese sabio consejo de mi madre, hubo muchos amigos que tenía que dejar ir. Una
vez que realiza algunos de los cambios necesarios que debe realizar, todo mejora
mucho”
“El
remedio es peor que la enfermedad
Hace
mucho que no le importa si muere
Él
llena la aguja, se la inyecta, y luego
Apretando
el gatillo, cierra los ojos”
PSYCHOPATHY
Me cuesta describir “Psycopathy” como un tema en si.
Su escasa duración y la narración que realiza Dave Mustaine lo convierten, más
bien, en una especie de introducción para el siguiente número (aunque
líricamente no tengan nada que ver), que se torna algo anecdótica y prescindible.
Pese a su brevedad, Mustaine escribe aquí una letra
extraña cuyo origen se encuentra, según el mismo ha revelado, en sus años de
enfermedad. En esta el cantante se pone en la piel de un psiquiatra que
advierte sobre los peligros de las enfermedades mentales y la necesidad de
seguir estudiándolas para no dar a los pacientes falsos diagnósticos.
KILLING TIME
Conectada con la anterior, se erige aquí otro medio-tiempo
directo al grano y que podía haber estado incluido en cualquiera de los últimos
cuatro álbumes del conjunto. Las secciones de guitarra suenan de lujo, con arreglos
y punteos que van asaltando al oyente a lo largo de todo el corte y que
terminan por explotar en un nuevo solo acertado que, además, es introducido por
una nueva sección arpegiada. De resto, es un tema algo más plano de lo que me
gustaría seguramente, pero que ya os digo que con las escuchas va creciendo. Se
entiende que fuera descartada como primer avance del disco (no atraparía a la
mayoría de sus seguidores como sí lo logró “We’ll Be Back).
Lejos de lo que podemos creer por el título, la letra
no habla sobre un asesino en serie, sino de esas personas que pierden el tiempo
en chorradas y se olvidan de disfrutar del día a día o hacer cosas de provecho.
Así lo explica Mustaine para Apple Music:
“Si estoy en una relación
con alguien, siempre pondrá su mejor cara cuando nos veamos por primera vez.
Pero luego, cuando las cosas empiezan a ponerse un poco pegajosas, empiezas a
ver quiénes son realmente las personas. “Killing Time” no tiene nada que ver
con matar, se trata de procrastinar. Se trata de personas que son apáticas y
pierden el tiempo. Pero el tiempo es lo más valioso que tenemos en este mundo.
¿Cuántos latidos del corazón me quedan? ¿Cuántas respiraciones voy a tomar
antes de la última? ¿Cuántas veces podré volver a decir 'te amo' a mi esposa, a
mis hijos, a mis fanáticos? No lo sé, pero voy a apreciar cada momento.”
“Cuando
empiezas a mover los labios, sé que estás mintiendo
Entonces,
no me digas que me necesitas, estás matando mi tiempo”
SOLDIER ON!
Soldier On!: Desde que “Solder On!” vio la luz como
tercer adelanto del LP esta se percibió como algo más “comercial” y predecible
que sus predecesoras, pero sin por ello bajar el nivel tan alto que estamos
teniendo hasta ahora. Se respira en la velocidad de sus guitarras y en el
desarrollo vocal de Mustaine un tono similar al de “Death From Within’” de
“Dystopia”, derivando como en esta en un estribillo fácilmente memorizable. Me
resulta, en cambio, más sorprendente el interludio instrumental que aquí dibujan
Dave y Kiko con sus guitarras, punteando al unísono con gran técnica cortado
abruptamente por un golpe de batería para que una última estrofa y el efectivo chorus
nos lleven hasta el final, que esconde una pequeña sorpresa, ya que podemos
escuchar al bueno de Mustaine marchando y entonando la “típica” canción de
cuartel que es repetida por su escuadrón (que curiosamente son soldados de
verdad procedentes de la base militar de Fort Campbell). Para quienes desean
comprender el significado de la letra, hay que señalar que “Soldier On” es una
expresión empleada para referirse a la acción de intentar hacer algo aunque sea
muy complicado conseguirlo.
En palabras de Dave para Guitar World:
“Soldier On!” está siendo valorada por la
crítica como una de las piezas más fuertes de todo el disco, lo cual es muy
divertido ya que aquellas canciones en las que no nos esforzamos mucho, son las
que generalmente terminan siendo las mejor valoradas. Así sucedió con “Symphony
of Destruction” y “Peace Sells”. Para mí, “Soldier On” se trata sobre
hacerse fuerte en situaciones negativas y detenerse a pensar: ‘¡Espera! No.
Esto puede haber sucedido. Puede que aún esté sucediendo. Pero ahora mismo, aunque
esto se ralentice yo voy a seguir adelante’ ”. Me encanta esa actitud.
“Por
todas las batallas ganadas y perdidas
las
vidas y los tesoros que costó
¡Sé
que tengo que seguir adelante!”
CÉLEBUTANTE
Una de las grandes sorpresas del disco es “Célebutante”.
Su inicio lento es rápidamente destrozado por unas guitarras llenas de ira que
nos dan la bienvenida a uno de los cortes más rápidos de todo el disco, en el
que yo encuentro también matices del pasado del grupo, aunque su estribillo me
acerque más bien a su más reciente “Dystopia”, y concretamente al tema “The Emperor”.
Ese nuevo cambio de ritmo que se produce en la parte central del tema aporta
más riqueza al corte, ralentizando por momentos la dinámica tan incendiaria que
estaba predominando hasta entonces, antes de que un nuevo riff nos vuelve la
tapa de los sesos. Y aquí, señorías, hay que quitarse el sombrero ante Kiko
Loureiro, quien nos va a entregar un solo magnánimo y de una destreza
indescriptible, que decide iniciar con lentitud para luego inyectarle una
velocidad endiablada al mástil, escupiendo infinidad de notas en tiempo récord
y conduciendo al boquiabierto oyente hasta el final del tema sin despeinarse (Mustaine
también aporta algunos punteos buenos, pero es el brasileño quien se lleva el gato
al agua).
Mustaine pone ahora el punto de mira en las personas
obsesionadas por la fama y por la actitud falsa, deshonesta y creída que muchas
poseen. Según tengo entendido, el “colorado” lo escribió a partir de una
anécdota que contó recientemente para
The Pit:
“Hace un tiempo vi uno de esos pequeños
monstruos el otro día. Estaba caminando por este pequeño y lindo paseo en
Eindhoven [Holanda], y vi a dos niñas caminando, y una de ellas tenía un
vestido que tenía los logotipos de Megadeth en la parte delantera. Y dije, 'Oh,
Oye, esa es mi banda'. Y ella me miró como, 'Aléjate de mí, pervertido'. Y la
miré y dije: 'No, no no no. Esa es mi banda’. Y levanta las manos y comienza a
despedirme, como un avión que se marcha”.
En un momento, el fotógrafo de la gira del
grupo les pidió una foto a las chicas, pero ellas le dijeron: “No conozco a la
banda. Acabamos de comprar esto en una boutique al final de la calle. No
queremos salir en las jodidas fotos.
También Dave escribe la letra pensando en el
inexplicable éxito de las Kardashian, quienes en varias ocasiones llegaron a
vestir camisetas rockeras cuando nunca han mostrado interés por este tipo de
música, algo que lamentablemente sucede en nuestra sociedad (hay gente que
piensa que los Ramones o Nirvana son una marca de ropa).
Cabe añadir que el término “celebutante” existe
también en español y se emplea para describir a esos “hijos de famosos” que se
creen que por su herencia merecen tener la misma popularidad.
“Dices
que eres modelo, es evidente que nunca te has visto
A
través de un espejo que no te convenciera… "Ooh-La-La!"
MISSION TO MARS
¿Existe algún tema en la carrera de Megadeth que se
parezca a “Mission To Mars”? Este curioso experimento de Space Rock (o Metal)
necesitará un par de escuchas para convencer a algunos fans, especialmente a
los que únicamente escuchan sus discos hasta el “Countdown”. La lírica y su
desarrollo musical es más o menos sencillo y predecible, pero hay que reconocer
que es pegadiza como pocas en este trabajo (especialmente en el estribillo,
pero también en los decadentes versos). Las pequeñas pinceladas de lo que creo
que es un sintetizador, así como los efectos de voz distorsionada como si Dave
hablara desde una radio, le añaden un plus de efectos espaciales al
concepto. Particularmente me gusta mucho el ascenso de intensidad que se produce
en el último minuto y medio, donde las guitarras y el doble bombo de Dirk
martillean nuestra mente.
La letra del corte, como su título indica, habla de un
hombre que está abandonando la Tierra con la finalidad de llegar a Marte. A
través de los versos se nos describe la travesía del astronauta, nombrando
varios lugares del universo tales como la Luna o Las Pléyades. Como dato
anecdótico resulta curioso el hecho de que, como ya sucedió en “Victory” (“Youthanasia”),
Mustaine vuelve a incluir en la letra una referencia a su propia discografía en
la línea“Why don’t we just return to Earth and let it rust in peace out
here?”.
“Despego,
estoy en camino, soy una estrella fugaz
Un
hombre en una misión
Paso
el rato con el hombre en la Luna, estaré allí pronto
Un
hombre en una misión a Marte”
El origen de la idea procede de una anécdota cómica
que Dave reveló para Apple Music:
“Recuerdo ir a la NASA en Houston porque
los japoneses habían enviado a un profesor al espacio para hacer burbujas y
comprobar si era posible que estas fueran creadas en gravedad cero. Le dije:
'Estás bromeando. ¿Estás gastando 15 millones de dólares jodidos para enviar un
científico al espacio en nuestro transbordador espacial para hacer burbujas?
Una de las esposas de los astronautas me escuchó en el aire y se ofendió,
invitándome a ir allí a intentar hacer las burbujas. Realmente no sé mucho
sobre lo que vi, pero parecía que estaban sucediendo muchas cosas que ni
siquiera podíamos comprender. Es emocionante, la carrera espacial.”
WE’LL BE BACK
El primer contacto con el álbum llegó de la mano de la
We’ll Be Back, un incendiario corte que desde ese primer riff te divide en dos.
Lo curioso es que esta primera toma de contacto con el disco por su condición
de single ha sido elegida para cerrar el LP. No obstante, es un tremendo “punto
y final” para este discazo.
Mustaine canta
con la furia de siempre, aunque su registro con los años ha ido evolucionando
hacia un estilo más cercano a lo que llamamos “voz rota”, mientras Dirk y Steve
inyectan aún más velocidad desde la batería (era merecedor de este puesto, sin
duda alguna) y el bajo, respectivamente. El puente-estribillo levanta un poco
el pie del acelerador para grabarse sin gran dificultad en nuestra mente, justo
antes de volver a ganar fiereza con los siguientes versos. En el minuto
2:55 la magia instrumental del grupo termina
por explotar, introduciendo secciones de guitarra más densas (por momentos
parece un breakdown), así como un par de solos técnicos de Kiko y unos
arreglos de batería demoledores por parte de Verbeuren. La letra habla sobre la
actitud de los soldados en el campo de batalla centrándose en sus estrategias
de ataque y despiste (“Justo cuando piensas que estás a salvo, te ataco//
Prepara tu guardia para un ataque frontal”). En este sentido, cabe señalar
que a lo largo de su trayectoria Megadeth, y más concretamente Dave Mustaine,
ha hablado en varias ocasiones de la guerra no como un alegato pacifista, sino
como una especie de estudio psicológico de los soldados (sus miedos,
motivaciones, pensamientos durante la batalla,…). Particularmente he disfrutado
de lo lindo de este numerazo, pese a que otros muchos seguidores se han
mostrado más críticos.
“Antisocial,
sádico, la ‘Deidad de la Guerra’
Lleno
bolsas para cadáveres, y estoy empacando la morgue”
…¡Y LOS BONUS!
No podía no dedicarle un pequeño apartado a los dos
temas adicionales que el conjunto ha querido incluir en este LP. Ambos
comparten la particularidad de ser versiones de otros artistas, algo que no
resulta extraño dado el amplio número de covers que Megadeth ha grabado
a lo largo de su historia.
Primeramente, tenemos “Police Truck” de los Dead
Kennedy. Hay que reconocer que les ha quedado una versión muy chula, con un
“extra” de distorsión y un cómodo Mustaine al micrófono, que no duda en tratar
de emular los cambios de tono que Jello Biafra realizaba en la versión
original.
Como segundo, y último, corte tenemos una curiosa
grabación del popular “This Planet’s On Fire (Burn In Hell)” de Sammy Hagar, el
cual originalmente estuvo incluido en su álbum “Street Machine” (1979). El
Hard-Rock de este corte permite ver esa faceta más festiva, y menos usual, de
Megadeth, contando con el propio Hagar como invitado estelar, quien comparte
micrófono con Mustaine. Las secciones solistas de Dave y Kiko, además del
pegadizo estribillo se convierten en lo más reseñable de este número.
Ambos cover, si bien podemos considerarlos como
anecdóticos ya que uno lo que realmente quiere escuchar es el material nuevo,
suenan sobradamente bien y están a la altura de las versiones originales, sin
duda alguna.
CONCLUSIÓN
A veces es injusto valorar un disco nuevo basándote
únicamente en las cinco o seis primeras escuchas, pero la demanda de reseñas
novedosas nos obliga casi siempre a tener que “dictar sentencia” en un margen
más bien corto. No obstante, soy de esos que al cabo de unos meses relee lo que
ha escrito y reescribe muchas cosas, ajustando el escrito a la opinión que has
construido con el paso de las semanas y/o los meses.
Dicho esto, lo primero que cabe señalar de “The Sick,
The Dying…And The Dead!” es que este logra cumplir con las expectativas que
muchos teníamos. Muy probablemente este al nivel de “Dystopia” (incluso diría
que está por encima, aunque sea demasiado pronto para entrar en este tipo de comparaciones),
pese a que su sonido y su variedad, tras varias reproducciones, me recuerde más
al “Th1rteen” o el “Endgame”.
Hay algo que me preocupa, pese a las buenas
sensaciones generales del álbum (y no va a alterar mi opinión positiva sobre el
mismo). Pese a que en las más recientes giras del grupo (me refiero a las
acontecidas tras la pandemia) parece que Dave Mustaine vuelve a sentirse cómodo
a nivel vocal (poco antes de que le diagnosticaran el cáncer su voz se sentía
algo sufrida, especialmente cuando llegaban a los bises de cada show),
me genera ciertas dudas el hecho de cómo se desenvolverá con canciones tan
exigentes y rápidas como “We’ll Be Back” y “Night Stalkers” (de hecho, la
primera ya ha sido interpretada en vivo y, en algunas grabaciones, da la
sensación de que el veterano cantante no está cómodo). Sea como fuere, es
lógico que estas cosas sucedan, teniendo en cuenta, primeramente, su edad y,
por supuesto, una enfermedad tan compleja como la que ha pasado.
No. No es un álbum perfecto. Hay dos canciones
(también incluiría “Psycopathy” pero es tan corta que no la considero un tema
como tal) que suenan algo similares y menos inspiradas (“Killing Time” y “Sacrifice”)
que el resto del álbum. Lo bueno es que a los tres convincentes singles que ya
conocíamos se han sumado, además de una curiosa “Mission to Mars”, un elevado
número de canciones de alto nivel como “Life In Hell”, “Dogs Of Chernobyl”, “Junkie”,
“Célebutante” y el tema-título que, para nuestra suerte, elevan al alza un
trabajo que estará entre los mejores de 2022 sin lugar a dudas.
Honor para un inquebrantable Mustaine, que tras el
cáncer y el despido del que fuera su mejor amigo, ha vuelto por la puerta
grande, demostrando al mundo que todavía es capaz de facturar álbumes de alto
nivel y que sigue inspirando a las nuevas generaciones de metaleros de todo el
mundo. Pero también honor para Kiko y Dirk (¡no me olvido de DiGioirgio!) por el trabajo
encomiable durante estos años en el conjunto que se ha visto reflejado en varias
pistas instrumentales escandalosamente buenas (de las mejores que Megadeth ha
grabado) y que permite a los seguidores soñar con otros trabajos posteriores de
nivel similar.
No te retires nunca, Dave.
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