Ir al contenido principal

Crónica del concierto de Iron Maiden en el Estadio Lluís Companys, Barcelona (29/07/2022)

"¿Quién para a la bestia? Iron Maiden conquista Barcelona con un concierto memorable de principio a fin que demuestra que estas leyendas siguen muy vivas"

Si hay un objetivo musical que tenía pendiente en mi vida ese era poder ver a Iron Maiden en directo. Sinceramente, “la doncella”, en cuestión de Heavy Metal, siempre ha sido mi banda favorita y desde que con nueve añitos llegó a mis manos por casualidades del destino el álbum “The Number Of The Beast” nunca he dejado de degustar su extensa discografía. De hecho, con sus luces y también con sus sombras, para mí los Maiden podrían ser la banda más grande de la historia del género, aunque esto ya es una cuestión subjetiva.

 

Tras dos años marcados por el COVID y todo lo que este ha conllevado, el pasado 29 de julio el histórico Estadio Lluís Companys albergó, por fin, el concierto más grande de la historia de Iron Maiden en territorio catalán (no llegó a superar la desmesurada cifra del Wanda Metropolitano) con más de 47.000 asistentes. Este, que originalmente estaba programado para junio de 2020, pero que la pandemia obligó a desplazarlo en el tiempo hasta en dos ocasiones más, forma parte del Legacy Of The Beast World Tour, a través del cual han llevado a cabo un pequeño repaso de los temas más clásicos de su discografía, así como ha permitido estrenar en directo algunas canciones de su último LP, “Senjutsu”.

 

La noche previa al concierto, Steve Harris, su incombustible bajista, se encargó de iniciar los festejos con un espectacular concierto junto a su otro proyecto, British Lion, celebrado en la Sala Salamandra y al que asistió, tal y como pudimos ver en el palco, el mismísimo Nicko McBrain. Un evento íntimo y que demostró que el bajista y líder del grupo sigue disfrutando de la música como en antaño y se encuentra en un estado de forma envidiable para su edad (pocos artistas a su edad son capaces de ofrecer dos conciertos tan exigentes como estos de manera consecutiva).

 

AIRBOURNE Y WITHIN TEMPTATION: DOS TELONEROS A LA ALTURA.

Ni siquiera la lluvia intensa pudo impedir que Airbourne (los principales afectados por este fenómeno meteorológico) y Within Temptation, dos teloneros de reconocimiento internacional, nos dejaran con un excelente sabor de boca y con el cuerpo preparado para disfrutar del show de “la doncella”. La buena calidad de sonido (no todos los gigantes del Rock permiten a sus teloneros usar equipos de tanta calidad) nos permitió disfrutar de un inicio de fiesta marvailloso.

 

Airbourne se bastó de 30 minutos para desplegar un repertorio en el que, aunque interpretaron un par de números de sus más recientes trabajos (destaco especialmente la efectividad de “Burnout The Nitro”), fueron más los temas “clásicos” elegidos para la ocasión (véanse “Ready To Rock”, “Live It Up”, con su correspondiente alarma de bombardeo previa, o la final “Running Wild”). Probablemente el momento más memorable de este pequeño concierto fue el solo que Joel O’Keeffe, su líder, vocalista y guitarrista principal, se marcó mientras era llevado a hombros entre el público presente en la pista (tampoco se olvidó de romper una lata de cerveza con su cabeza).

 

Personalmente siento que estos australianos no supieron aprovechar el éxito de sus dos primeros LPs y esa repetición de unos mismos patrones (los cuales están claramente influenciados por AC/DC) no ha terminado de convencer a toda la parroquia rockera. No obstante, su show en Barcelona estuvo a la altura.

 

Los neerlandeses Within Tempation tampoco se quedó atrás y cuajó una actuación sobresaliente sobre las tablas de un estadio que progresivamente comenzaba a albergar a más personas. La figura clave de este show fue, sin duda alguna, Sharon den Adel, una cantante soberbia tanto en el estudio como en directo, quien nos regaló, junto a sus compañeros, un repertorio lleno de clásicos (“Faster” y “Ice Queen” sonaron estelares).

 

LA BESTIA CONQUISTA BARCELONA

Fieles a la puntualidad por la que también son conocidos, a eso de las 20:50 el volumen de los excelentes equipos de sonido (Maiden es garantía en este ámbito también) aumentó considerablemente y sembró la euforia entre los asistentes cuando las primeras notas del “Doctor, Doctor” de U.F.O. comenzaron a resonar en el estadio, indicando, como viene siendo habitual, el inicio del concierto.

 

La luz del día todavía se hacía notar (seguramente la mayoría compartirá la sensación de que podrían haber empezado algo más tarde, cuando la noche hiciera acto de presencia, pero Maiden es una banda cuadriculada en este aspecto) cuando Nicko McBrain emergía tras su siempre enorme kit de batería y golpeaba los bombos mientras el resto de sus compañeros comenzaban a dejarse ver tras las paredes de amplificadores. Pocos segundos después, los primeros coletazos de las guitarras anunciaban la llegada de “Senjutsu”, una pieza que si bien cuando fue incluida por primera vez en el repertorio en directo del grupo tras la pandemia generó ciertas críticas entre aquellos seguidores que preferirían algo más rápido como primer plato (véanse “Aces High” o “The Wicker Man”, ha terminado convenciendo a la mayor parte de estos (nadie, ni el más “hater” pudo evitar celebrar la entrada en escena del Eddie Samurai en medio de la canción). Y si hay algo que todos los asistentes pudieron comprobar desde este primer número es el EXCELENTE nivel de ese dios del Metal conocido entre los mortales como BRUCE DICKINSON (¿cómo es posible que esté cerca de cumplir 64 añazos?), por quien ni los años ni un maldito cáncer de lengua ya superado parecen haber causado estragos en su aún eléctrica e inquebrantable voz. Aunque realmente, si vamos a entrar en el tema del “paso del tiempo”, da la sensación de que los seis miembros del grupo vendieron su alma al diablo para poder seguir siendo capaces de ofrecer un concierto a la altura de Iron Maiden (Harris y Gers no pararon de correr durante toda la actuación y el legendario Nicko, a sus setenta años, sigue demostrando ser único tras los parches).

 

A continuación, vendrían los otros dos números de su último LP seleccionados para este tour, “Stratego” y “The Writing On The Wall”, las cuales ya sea por haber sido en su momento los sencillos del álbum o por lo pegadizos que son, han terminado funcionando a las mil maravillas. El bajo de Harris sonó inmenso en el primero de estos, mientras que en TWOTW serían Dickinson, quien logró que toda Barcelona cantara al unísono su tan logrado estribillo, y Adrian Smith quien ejecutó el primer gran solo de la velada quienes se llevarían el gato al agua  (¡seguro que muchos detractores de este single, la mayor parte de ellos son de esos que, a día de hoy, les siguen exigiendo “Powerslaves” y “Numbers Of The Beast”, han terminado rindiéndose a su encanto).

 

Terminado el primer bloque dedicado a demostrar a los oyentes lo bien que están funcionando sus nuevas canciones (objetivo más que conseguido), fue el momento de comenzar con el festín de grandes clásicos. Tras un par de minutos con el escenario apagado y el sonido grabado de varios motores retumbando por todo el estadio, las luces se encendieron revelando grandes vidrieras con las diferentes encarnaciones de Eddie “The Head” dibujadas en las mismas y cuatro candelabros encendidos. Esta bella escenografía vino acompañada de la interpretación de dos números como “Revelations” y “Blood Brothers” que para mí son algo así como “dos clásicos que no han llegado a obtener el reconocimiento de otros hits”. Gracias a estos, la fanaticada terminó de conectar con el espectáculo, acompañando a Dickinson cuando siempre que les reclamaba algún grito o en el bello estribillo de la segunda, que desde que apareció en “Brave New World” ha terminado por convertirse en un “himno de estadios” que nunca falla.

 

Y si alguno todavía pensaba que al concierto le estaba faltando algo, seguro que sus dudas o quejas terminaron de desaparecer con la inmensa interpretación de “The Sign Of The Cross”, Dickinson, ataviado con una túnica de monje y portando una cruz que no tardaría en deslumbrar al estadio con sus juegos de luces, realizó una interpretación  dramática y exquisita (nos regaló varios agudos escandalosos en un estribillo donde no faltaron las lenguas de fuego tras la pared de amplificadores) de una de las mejores piezas de la maltratada era de Blaze Bayley como vocalista (sinceramente, honra mucho a Bruce y a sus compañeros que hayan rescatado dos canciones de esta etapa para su repertorio, algo que no todos los grupos estarían dispuestos a realizar). A la ya mencionada gloriosa interpretación del cantante, se le sumó un despliegue instrumental especialmente épico en el interludio atmosférico y el posterior duelo de solos (algunos de estos acompañados de varias intervenciones pirotécnicas que emergían coordinándose con algunos golpes de guitarra).

 

Con una inmensa ovación fue recibida la posterior “Flight Of Icarus”, en la que Bruce Dickinson, portando un enorme lanzallamas que fácilmente podría pertenecer a Rammstein, no dudó en abrir fuego contra la enorme figura de Ícaro instalada delante del telón, así como de regalar otro par de cañonazos apuntando a un público entregadísimo durante el estribillo. El trabajo vocal de Dickinson volvió a ser digno de todos los honores, demostrando que sigue siendo capaz de helarnos el alma con esos agudos que dejan sin aliento a cualquier otro mortal.

 

Probablemente el momento de la noche, aunque esto obviamente es algo relativo, llegó con “Fear Of The Dark”, uno de los mayores clásicos que podemos hallar dentro del amplio “Legado de la Bestia”. Vestido ahora como un médico de la peste y valiéndose de un candelabro, Dickinson emergió sobre los amplificadores, cantando junto a las 47.000 almas allí presentes las primeras estrofas de una canción cuya explosión sonora, cortesía del veloz riff tocado al unísono por las tres guitarras, trajo el desmadre absoluto tanto en la pista como en las gradas. Muchos (aquí me incluyo) terminamos perdiendo la voz al tararear el archiconocido solo (nada que envidiar a la versión que inmortalizaron en su álbum “Rock In Rio”), terminado de consolidar la conexión banda-público que, a la hora de la verdad, termina por diferenciar un “buen concierto” de un “concierto para recordar hasta el final de nuestros días”.

 

En segundo lugar, entre momentos del show, creo que ubicaría “Hallowed Be Thy Name”, una obra maestra de los británicos que Dickinson interpretó encerrado en una jaula, poniéndose en la piel del preso que aguarda su muerte en la horca, tal y como la letra nos cuenta. La guinda del pastel fue puesta por el extenso y precioso momento instrumental, en el que se solapan duelos de solos con una preciosa sección de guitarras gemelas (Adrian, Janick y Dave…¡gracias por existir!).  

 

La inconfundible narración de Barry Clayton (coreada de principio a fin por muchos de los presentes) indicaba la inminente entrada de otro clásico de clásicos como es “The Number Of The Beast”, una pieza en la que no faltó el característico grito de Bruce Dickinson (aun dosificándose para mantener la voz al 100% hasta el final del espectáculo fue capaz de ponernos las piel de gallina) así como un nuevo espectáculo instrumental.  Visualmente, este es otro número al que desde hace años han querido dotar de un monumental espectáculo pirotécnico. De locos. 

 

Antes del primer “falso final” la banda nos entregó una enérgica interpretación de su adorada “Iron Maiden” cuyo estribillo también fue gritado a los cuatro vientos por los allí presentes. Al final de los solos, y manteniendo la tradición que llevan manteniendo desde hace casi dos décadas, tras los amplificadores emergió un globo gigante mostrando a Eddie en su versión “bestia” despertando al par de segundos una marea de móviles que querían inmortalizar semejante estampa.  

 

Tras un par de minutos de vítores las luces se encendieron al mismo tiempo que las guitarras disparaban el siempre imponente riff de “The Trooper”, emergiendo en el fondo la famosa ilustración del single y, pocos segundos después, a un animadísmo Bruce Dickinson portando la bandera del Reino Unido, como lleva haciendo desde hace casi cuarenta años. La hinchada, que no dudó en cantar y saltar, terminaría de enloquecer cuando un nuevo Eddie entraba en escena para medirse en un duelo de espadas con el propio Dickinson (¡cómo le gusta el espectáculo!) antes de terminar sufriendo un disparo del vocalista.

 

El bajo de Harris anunció la interpretación de “The Clansman”, la segunda y última referencia a la etapa de Blaze. El trabajo de guitarras, los constantes cambios de ritmo comandados por Nicko y Harris, así como un nuevo despliegue de energía de Bruce Dickinson en el que logró que todo el público saltara mientras coreaban “Freedom” o “No,no we can't let them take anymore”, lo convirtieron en otro de los puntos álgidos de una velada que se acercaba a su inevitable final.

 

La batería de McBrain no dio un respiro e introdujo con su reconocidísimo ritmo “Run To The Hills”, la cual siempre es garantía en lo que a sembrar el caos se refiere. El público gritó junto a Dickinson y al bueno de Adrian en los coros un estribillo que ha sobrepasado los límites del Heavy Metal, terminando con una enorme explosión detonada por el propio cantante y un nuevo amago de despedida.

 

Nadie se movía de su sitio esperando escuchar el famoso discurso de Wiston Churchill que siempre ha servido como preludio para “Aces High”, canción curiosamente ubicada en este brazo de la gira como “cierre”, cuando siempre ha sido empleada como apertura de cada concierto. La introducción pregrabada fue cortada bruscamente por los baquetazos de Nicko y, junto a la sección de guitarras, el famoso avión Spitfire empleado en esta gira hizo su aparición y sobrevoló el escenario durante la sobresaliente interpretación del conjunto. Dickinson, aunque obviamente mostraba algunos signos de cansancio, fue capaz de regalarnos una última exhibición (¡cómo coreamos los seguidores ese “Live to fly, fly to live!”) junto a sus compañeros.  Una de las canciones más exigentes a la hora de interpretar en directo que tiene Maiden en su discografía sigue sin ponerles en aprieto a estas alturas de su carrera. 

 

El show terminó y, tras un breve agradecimiento a todos los allí presentes el grupo se despidió de Barcelona tras una noche histórica. Por megafonía sonó el habitual “Always Look On The Bright Side Of Life” de los Monty Python recordándonos que tras dos años de conciertos suspendidos y en este constante bombardeo de malas noticias, veladas como la vivida el 29 de julio en el Lluis Companys nos permitió centrarnos en el lado bueno de las cosas.

 

VEREDICTO FINAL

He tenido la suerte inmensa de poder ver en directo a auténticos mastodontes del Rock y el Metal como AC/DC (dos veces), Scorpions (dos veces), Metallica, Europe o Aerosmith y pondría la mano en el fuego a que este ha sido el show que más he disfrutado en mi vida. Una experiencia que, sinceramente, ya sueño con poder repetir.

 

Cualquiera que conozca la historia del grupo podría decir que los mejores directos del grupos fueron los que nos entregaron en la década de los 80, teniendo como prueba un par de filmaciones históricas como “Live After Death”, “Maiden England” o “Beast Over Hammersmith”, pero eso no quita para no ser capaz de encontrar adjetivos suficientes para describir la calidad del directo que están ofreciendo a día de hoy estos seis titanes.

 

Sobre el setlist, siempre va a haber gente con ganas de criticar (¡como si fueran miembros de Iron Maiden!), pero creo que la banda ha sabido armar un repertorio sobradamente eléctrico (está hecho por y para dejarnos sin palabras) y que les permite “salir airosos” de cada concierto (por muy bien que siga cantando Bruce, su garganta dudo mucho que esté preparada para llegar a ciertas notas). Por supuesto que faltaron algunos clásicos como “The Evil That Men Do”, “Where Eagles Dare” o “The Wicker Man”, que sí estuvieron presentes en la primera parte de la gira (celebrada antes del Covid y del lanzamiento de “Senjutsu”), pero también hay que entender que los temas nuevos deben tener su espacio (no solamente para aportar cositas nuevas al setlist, sino también por una cuestión de promoción comercial). Pero vamos, que en el caso de Maiden siempre van a ser criticados: cuando incluyen música nueva se les acusa de dejarse “hits” en el tintero y cuando no la incluyen se les acusa de “tocar siempre lo mismo”.

 

En resumen. No somos conscientes de la grandeza de Iron Maiden, ni de lo difícil que es sobrevivir al paso del tiempo. Además del espectáculo y la parafernalia tan espectacular que han incluido en sus más recientes giras (¡una auténtica maravilla!), los británicos sobreviven sobradamente el paso del tiempo, siendo capaces de seguir ofreciendo shows a un nivel musical que esta reservado únicamente para las leyendas del Heavy Metal. La triada de guitarras sigue sonando tan engrasada como siempre (honor también a los técnicos de sonido que nos permitieron escuchar esas secciones de twin guitars tan características), Harris, como ya había demostrado la noche previa como British Lion, sigue siendo capaz de volarnos la cabeza con sus galopadas al bajo al mismo tiempo que no para de correr y corear las canciones junto a los seguidores, Nicko McBrain, a sus setenta años y con una sabida lesión en sus muñecas sigue siendo uno de los baterías más grandes de la historia (¿cómo es posible tocar tan rápido sin emplear más de un pedal?) y Bruce…en fin…sir Bruce Dickinson no ha dejado de crecer durante la gira hasta volver a alcanzar el altísimo nivel que poseía antes de que le fuera diagnosticado el cáncer.

 

¡Ah! Y que no se nos olvide lo difícil que es en este país que una banda de Metal pueda tocar y llenar (o casi llenar) un estadio.

 

Gracias a Bruce, Steve, Dave, Janick, Adrian y Nicko por haberme regalado una de las noches más especiales de mi vida.

 

UP THE IRONS!!!!!







Comentarios

Te recomendamos leer...

The Rolling Stones - Hackney Diamonds (2023)

Calificación: **** *(8) “Well, my mother told my father Just before hmm, I was born "I got a boy child's comin', he's gonna be He's gonna be a "Rollin' Stone"   Creo que no somos plenamente conscientes de la fortuna que tenemos al poder hablar en este momento sobre el lanzamiento de un nuevo álbum de los legendarios Rolling Stones, una banda que no necesita presentación alguna después de más de seis décadas dedicadas al Rock, un género que ellos mismos elevaron a nuevas alturas con una serie de álbumes verdaderamente icónicos que vieron la luz entre las décadas de los sesenta y setenta ("Beggars Banquet", "Let It Bleed", "Sticky Fingers", "Exile On Main St."...). Estos álbumes contienen algunos de los himnos más emblemáticos en la historia de la música contemporánea. Si consideramos el legado musical de los Rolling Stones y su impacto cultural, liderado principalmente por su distintivo lenguaje que pr

Iron Maiden - Senjutsu (2021)

Calificación: **** (9) Realmente me parece increíble y emocionante el hecho de poder estar hablándote largo y tendido, querid@ lector/a, de un nuevo disco de Iron Maiden. Y aunque sé que muchos podéis imaginaros el porqué, os lo resumiré de la siguiente manera: ¿a quién no le emociona hablar de la banda más grande de la historia del Heavy Metal?   Está claro que no todos los seguidores supieron aceptar a Maiden tras el “Seventh Son Of A Seventh Son” (motivos que no entiendo, pero habrá que respetarlos) con esa típica muletilla de “yo les perdí la pista desde el SSOASS”. Está claro que hubo un bajón compositivo en la última etapa de Dickinson, especialmente notorio en “No Prayer For TheDying”, pero no creo que “Fear Of The Dark” baje del notable alto. Si ya entramos en la era de Blaze…sencillamente os digo que pocos discos han recibido un trato tan injusto como el “X-Factor” (1995), trabajo oscuro y rompedor que sentó las bases de los Maiden del nuevo milenio. Volvería Bruce al gr

Detrás de la Canción: N.I.B

Si eres fan de Black Sabbath ya conocerás de sobra este clásico de su amplia discografía. "N.I.B" estuvo incluida en su álbum de debut, allá por 1970, siendo uno de los pioneros del Heavy Metal, junto al debut de Coven, entre otros.    El tema está compuesto por una breve, pero gloriosa,   introducción de bajo, "Basically", en la que Geezer Butler, sobran las presentaciones, hace un solo con wah-wah al alcance de muy pocos genios de las 4 cuerdas. Pronto se inicia el riff principal de la canción, tarareado miles de veces por la fanaticada de la banda, y empieza a cantar un sobresaliente Ozzy Osbourne. Hasta ahí nada extraño. Sin embargo, el asunto fundamental por el que se ha escrito este artículo es para abarcar el significado de las siglas "N.I.B", ya que siempre ha existido cierta confusión y polémica a la hora de tratar de explicarlo. Los sectores religiosos, que poco les cuesta buscar alguna pega para denunciar a Black Sabbath o cualquie

Rammstein - Zeit (2022)

Calificación: **** * (9) La maquinaria alemana sigue dando sus frutos. Lo nuevo de Rammstein suena por momentos como un logrado y sorprendente retorno a sus primeros esfuerzos discográficos, aunque tampoco renuncia a incluir elementos más contemporáneos, convirtiéndola así en una de sus obras más ambiciosas y variopintas.  En sus casi tres décadas de trayectoria, Rammstein ha logrado hacer algo de lo que no todas las grandes bandas de Rock y Metal pueden presumir: no dejar a nadie indiferente. No todo el mundo ha sido receptivo con el estilo musical de una de las bandas precursoras del Industrial Metal, así como por sus letras y videoclips, los cuales casi siempre suelen tratar temas que despiertan polémica (no olvidemos el más reciente revuelo despertado por el videoclip de “Deutschland” en el que, durante algunas escenas, aparecían vestido de judíos cerca de ser ahorcados para luego alzarse y ejecutar a las tropas Nazis). Podría decirse, si me lo permiten, que estamos hablando de la

Extreme - Six (2023)

Calificación: **** * (8) Tras quince años sin lanzar nada nuevo, el Rock celebra el regreso discográfico de una de las bandas más ambiciosas de las últimas cuatro décadas. Y es que desde aquel homónimo debut publicado en 1989 hasta el más reciente “Saudades To Rock” (2008) los americanos Extreme han sido capaces de mantenerse en la cresta de la ola a base de una gran cantidad de composiciones de excelsa técnica y un gusto exquisito. Puede decirse que es una banda que siempre ha tratado de evolucionar y no vivir de las rentas económicas de su aclamado “Pornograffiti” (1990) y, más concretamente, de su mega-hit “More Than Words”. Sinceramente, adoro ese estilo tan vanguardista del grupo que no se ciñe únicamente al Rock clásico, sino que también se permite coquetear con otros estilos tales como el Pop-Rock (en las baladas, claro), Funk o, incluso, ligeros guiños al Rap (siempre me resultaron curiosos los fraseos que Cherone introdujo en algunos temas de “III Sides of Every Story”). N

Arch Enemy - Deceivers (2022)

Calificación: *** * * (7) Con “Deceiver”, los suecos optan por mantenerse en su zona de confort, facturando canciones fieles a su pasado más reciente (y popular) entre las cuales podemos encontrar varias aspirantes a convertirse en “hits”. No esperes innovación, pero tampoco sentirte defraudado. Arch Enemy sigue en pie de guerra.  Es difícil olvidar la variedad de opiniones que emergieron allá por 2014 cuando Arch Enemy y Angela Gossow, la que fuera su vocalista durante más de una década (mi preferida, sinceramente), anunciaron que seguirían caminos distintos, siendo Alissa White-Gluz la elegida para ocupar el puesto vacante. Cuando “War Eternal” vio la luz, muchos recuperamos ciertas esperanzas que los álbumes previos al mismo nos habían comenzado a quitar, así como quedamos convencidos sobre las cualidades vocales de esta joven promesa. Sin embargo, “Will To The Power” fue un disco algo más difícil de aceptar por muchos (me incluyo) debido a su mayor comercialidad y afán por antepon

Rush - Moving Pictures (1981)

Calificación: ***** Rush, esa banda formada por 3 genios musicales y que tan poco reconocimiento han tenido en la historia del Rock. Una pena que no se les haya hecho un homenaje. Su discografía goza de grandes joyas, como el trabajo que vamos a reseñar a continuación, el cual se convirtió en el más vendido en su gran carrera. Estamos hablando de su gran "Moving Pictures". Para la mayor parte de los fans de los canadienses, éste es su mejor material junto al sobresaliente "2112".    La música progresiva estaba desapareciendo con la entrada en los ochenta. Bandas como Pink Floyd, Yes o Genesis habían abandonado su estilo, dado al escaso éxito que su sonido estaba teniendo. Con tal panorama Rush entraba  a grabar a finales de 1980 en Le Studio de Quebec. Una grabación que duró poco más de un mes y que, daría como resultado un disco magistral, donde Geddy Lee y sus chicos supieron mantener su estilo, cada vez más progresivo, pero sin despegarse del Rock, que tan

Helloween - Helloween (2021)

Calificación: ***** Parece mentira, pero ya ha llovido lo suyo desde aquel glorioso 14 de noviembre de 2016, día en que Helloween paralizó al mundo del Metal con el comunicado que muchos habían soñado desde hacía décadas:   “Creíste en ello por años y seguiste preguntando por ello. Ahora es el momento. A finales de 2017 Michael Kiske y Kai Hansen volverán a subirse a los escenarios con Helloween y resucitarán la formación legendaria del grupo”. No mucho tiempo antes ya había sucedido lo mismo con los Guns N’ Roses, pero a diferencia de Axl Rose y compañía, el regreso de Kai y Michael a la banda que los hizo grandes fue más allá de los meros intereses comerciales debiéndose más bien a la mayor madurez de Kiske y Weikath para resolver sus problemas y cumplir el deseo de millones de seguidores ,y pienso que de ellos también, por volver a tocar juntos (Kai ya había tocado como invitado especial junto a Helloween, pero Kiske llevaba alejado del grupo desde hacía demasiados años). El p

¡¡AC/DC VUELVE A LO GRANDE EN POWER TRIP!! (Setlist, vídeos, fotos,...)

Foto oficial de Power Trip Siete años después (ocho si empezamos a contar desde la retirada de Brian Johnson) los históricos AC/DC volvieron a subirse a un escenario para reencontrarse con su legión de seguidores en el Power Trip Festival. Este suponía, además, el regreso de Brian a los directos, así como del bajista Cliff Williams, quien había decidido retirarse de toda actividad musical en 2016. Junto a estos, y liderando la banda desde sus orígenes, el incombustible Angus Young demostró mantenerse todavía en un estado de forma envidiable, corriendo de un lado a otro del escenario.  Como si el tiempo no hubiera pasado por esta banda inmortal, el show del grupo se alargó más allá de las dos horas con un set lleno de sorpresas por el regreso de temas que hacía mucho tiempo que no tocaban ("Dog Eat Dog", "Stiff Upper Lip" o "Riff Raff") y el debut de dos temas de su más reciente LP, "Power Up" que vio la luz en tiempos de pandemia ("Shot In T

Detrás de la Canción: Holy Wars...The Punishment Due

En esta entrada analizamos la letra de una de las canciones más importantes dentro de la amplia discografía de los legendarios Megadeth. Muchos al leer el título de "Holy Wars...The Punishment Due" (Rust In Peace) nos imaginamos que Mustaine se marcó una nueva crítica a las "Guerras Santas" entre religiones. Lo curioso es que no es exactamente así el mensaje que se quiere dar en esta curiosa composición. Primero hay que aclarar otro asunto importante. Pese a ser una única canción, en lo lírico son dos canciones que están unidas por unos punteos de guitarra que se suceden en el minuto 2:42, siendo todo lo anterior "Holy Wars" y, lo que viene después, "The Punishment Due". Comenzamos por analizar rápidamente la segunda parte, que es mucho más sencilla de entender.  "The Punishment Due" (El Debido Castigo), está inspirada en el personaje "The Punisher" ("El Castigador"), que aparece en los comics de Marvel, sie