Calificación: **** *(8) En 1992, Iron Maiden lanzaba “Fear of the Dark”, su noveno álbum de estudio, en un contexto adverso para el heavy metal clásico. El grunge arrasaba con todo, desmantelando la estética del virtuosismo y la épica. Mientras tanto, la veterana banda británica, con una década dorada a sus espaldas, navegaba por aguas agitadas: No Prayer For The Dying ya había comenzado a evidenciar cierta falta de frescura, Bruce Dickinson mostraba un creciente desapego creativo y sus roces con Steve Harris se hacían cada vez más notorios. En ese clima incierto se gestó un disco que, a diferencia de sus antecesores, muestra una intención (moderada) de adaptarse a los tiempos sin llegar a lo rupturista. Oscuro, introspectivo y por momentos melancólico, el álbum también deja entrever una pérdida de cohesión, una cierta dispersión de ideas que lo hace irregular. Aun así, “Fear of the Dark”, con su icónica portada digna de una película de terror, se sostiene por momentos brillantes y,...
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