Veinte años de experiencia, buenos álbumes (unos mejores que otros) y una habilidad envidiable a la hora de tocar en vivo le han valido a Lamb of God para convertirse en uno de los nombres propios dentro de la escena de Metal contemporáneo. Nueve discos publicados, uno de ellos (el primero), bajo el nombre de Burn The Priest, y da la sensación de que los de Richmond, Virginia, siempre logran dibujarnos una sonrisa con cada lanzamiento, aunque obviamente haya obras más logradas que otras. En su panteón personal podemos hacer mención a obras como “Ashes Of The Wake” y “Sacrament”, en los que ese Metal con mezclas de Thrash y Groove que tanto les ha caracterizado está muy presente. Tampoco me gustaría dejar de mencionar los no menos logrados “Wrath” y el curioso y thrasher “VII: Sturm Und Drang”
Pues con la nueva década de este extraño Siglo XXI iniciada el grupo ha decidido reivindicarse como potencia indiscutible dentro del Metal actual lanzando un nuevo LP titulado “Lamb Of God” porque, tal y como dice el señor Randy Blythe, “poner solo nuestro nombre es una declaración. Esto es Lamb Of God. Aquí y ahora.” El caso es que los americanos están de vuelta por la puerta grande con una formación que se ve ligeramente alterada debido a la sorprendente salida de Chris Adler, confirmada oficialmente el 19 de julio de 2019, tras estar una gran cantidad de meses de baja debido a un accidente de motocicleta que bien pudo acabar costándole la vida. De esta manera su sustituto es Art Cruz, un músico que ha demostrado galones para suplir a todo un portento de los tambores como Adler durante la gira que el año pasado desarrollo el grupo con este ya en la formación, eso sí, bajo el rol de sustituto temporal de Chris.
Con semejante panorama la banda se completa con un cuarteto clásico como el que forman Randy Blythe, una de las voces más grandes en materia de Metal Extremo, un compositor y guitarrista absolutamente grandioso como Mark Morton y esa dupla siempre demoledora que conforman John Campbell al bajo y Willie Adler (ahora solo nos queda uno de los hermanos). El concepto de solidez por encima de cualquier tipo de virtuosismo individual volverá a primar en esta obra conformada por 10 canciones llenas de ira instrumental y, también, lírica ya que la banda expresará con especial ira, en gran parte de sus letras, su malestar con la clase política actual a escala mundial.
Ha sido un lujazo tremendo poder escuchar y analizar el disco junto a un gran amigo personal y colaborador asiduo del Blog como es nuestro hermano Fede Solari, quien comentará conmigo a continuación cada canción.
Memento Mori
Fede: Segundo single que la banda dio a conocer a sus fanáticos. A su vez, fue la primera de las nuevas canciones en contar con un videoclip oficial, y he de decir que este se trata de un material audiovisual impresionante. El track por supuesto que no se queda atrás. Nos adentramos de lleno en este disco con una introducción muy oscura y ambiental, con Randy Blythe prácticamente susurrando unas tenebrosas líneas en nuestros oídos. Todo esto acompañado del monumental trabajo de Mark Morton y Willie Adler en guitarras. La canción explota al comando de un enrabietado “WAKE UP” por parte del vocalista, al cual adhieren rápidamente todos los integrantes de la manda. La usual solidez de John Campbell en batería, y el renovado talento de un flamante Art Cruz convierten la parte rítmica de la banda en una brutal y contundente pared sonora. Tras todo, el tema se pone mejor y mejor. Un corte alucinante.
Diego: Unos arpegios de ascendencia demoniaca y/u ocultista abren el álbum y un monstruoso tema como es “Memento Mori”. Pronto aparece Randy Blythe cantando con suavidad, como un cuentacuentos diabólico, eso de “By the darkest river, beneath the leafless trees...” hasta que, tras una serie de compases, el vocalista se viene arriba y grita a los cuatro vientos “WAKE UP!!!!!” y aparece la carrocería pesada de una banda absolutamente fuera de control que nos deja sin habla entre riffs, punteos y guturales de escándalo. El puente, excelente por cierto, solo es un anticipo del sencillo pero épico estribillo que Blythe grita como si no hubiera un maldito mañana. Lamb Of God no ha perdido la mala hostia que les ha caracterizado. ¡Qué apertura señores! ¡De mis favoritas de toda la obra!
Checkmate
Fede: Esta fue la primera canción en ver la luz del nuevo material. Una curiosa introducción, en la cual escuchamos a los músicos en lo que parece ser el estudio de grabación. Tras un gran trabajo introductorio de guitarras, acompañados por unas firmes marcas de compases por parte de Cruz, entra un riff que porta marca registrada de Lamb of God. Si bien este corte no fue tan bien recibido como “Memento Mori”, estoy certero de que será una pieza sumamente memorable, y que sonará en todos los shows en vivo de la banda. Así como en el opener, y varios otros temas del disco, “Checkmate” cuenta con un estribillo sumamente pegadizo, algo a lo que LOG apunta mucho en este LP.
Diego: Y con el segundo número, “Checkmate”, las cosas siguen su cauce. La banda vuelve a envestir con un tema que vendría a resumir las dos décadas de carrera que llevan (podría incluirse en cualquier álbum previo) con una dosis añadida de energía y ferocidad. El riff principal es contagioso, así como la impecable dupla conformada por el puente (muy Pantera) y el estribillo o la presencia destacada de un convincente Art Cruz que revienta los parches de una manera similar a la del bueno de Chris Adler, aunque este haya negado que quiera imitar su estilo de tocar. Randy sigue estando en plena forma, por si alguien tenía dudas al respecto. Este fue el primer single que pudimos escuchar de este álbum y, a mi parecer, sirvió para crear buenas expectativas.
Gears
Fede: Imposible no imaginar la antesala a un moshpit brutal con la introducción de “Gears”. Uno puede visualizar al público volviéndose completamente loco con estas primeras vueltas de estrofas, acompañadas de riffs y ritmos totalmente devastantes. Tengo pocas críticas negativas para este álbum, pero una de ellas es el hecho de que a Lamb of God le cuesta bastante salir de su zona de confort, cosa que no está mal en absoluto. Yo pensaba, así como muchas otras personas también lo hacían, que el ingreso de Cruz iba a renovar un poco el estilo de la banda. No obstante, el joven baterista se ha mantenido bastante fiel al estilo de Chris Adler, así como también al de la banda como conjunto.
Diego: Proseguimos nuestro viaje por la locura con “Gears”, un tema 100% Lamb Of God que avanza con solidez y esa mala hostia impregnada en una magnánima distorsión hasta su poderoso final. Los americanos han venido a comerse el mundo con esta nueva entrega. Se desató el headbang mientras escribía este párrafo, lo prometo. Impresionante el breve instrumental sobre el que el bajo toma un protagonismo sobrenatural. Eso sí, al menos tras las primeras escuchas, la considero una de las “menos sorprendentes” de todo el álbum.
Reality Bath
Fede: Unas guitarras con los graves a tope (discutimos con Diego acerca de si esto era un bajo o no jajaj) dan la apertura a un tema muy potente. La intro es sutil, pero los versos golpean con toda la furia. Una contundencia muy marcada por parte de Cruz tras los parches, y Randy comienza a desplegar al 100% todas sus aptitudes vocales. La canción se desenvuelve muy bien a través de todos sus ritmos, con transiciones muy efectivas entre partes. El parón del minuto 3:00 (aproximádamente) es fantástico, puesto que oficia como una pausa oxigenadora para procesar todo el groove que porta el final del tema en cuestión.
Diego: Y hablando del bajo...¡vaya papelón de Mr. Campbell en “Reality Bath”! Canción oscura con una especie de pared de sonido elevada sobre las guitarras, creando un efecto de fiereza mayor de lo habitual, lo cual es un decir tratándose de Lamb Of God. La canción avanza sin piedad, alternando instantes de velocidad thrasher (Art vuelve a clavarlo con el doble pedal) con otros más pesados donde las guitarras de Morton y Adler golpean y frenan cuando les viene en gana. Randy está sublime cambiando de registros (me encanta esa voz grave que saca en los instantes de aparente calma) para adaptarse a lo que sus compañeros le van proponiendo. Ojo al pedazo de intermedio que tiene esta canción, en la que las pulsaciones bajan unos segundos para volver a arremeter con ira contra nosotros. Un tema diferente y, a la vez, dentro de los cánones del grupo.
New Colossal Hate
Fede: El tercer single del disco, y uno de los más fuertes de ellos. Probablemente mi favorito después de “Memento Mori”. Un track que explora el costado más extremo de la banda. Si bien los ritmos emanan groove por donde se los aprecie, la voz de Randy lleva todo hacia un terreno mucho más “podrido”, por momentos allegado al Death Metal. Imposible no enamorarse del extraño pero efectivo estribillo luego de unas escuchas. Creo que esta es una de las mejores canciones para disfrutar de la fantástica producción que tiene el disco, todo gracias a Josh Wilbur, un enorme productor que trabaja con muchas bandas destacadas del metal moderno, siendo Trivium otro de los grandes nombres con los que este hombre este a trabajado.
Diego: Curiosamente la primera vez que escuché “New Colossal Hate” no me terminó de convencer, y eso que era seguramente el más agresivo de los cuatro singles lanzados. Pero con el tiempo le he cogido mucho cariño a este misil de Thrash Metal que sirve como bautizo de fuego para un técnico Mr. Cruz tras los parches, quien muestra su sobrada valía para continuar con el legado que inició y dejó Chris. ¿Alguien puede decirle a Randy que si sigue cantando así sus cuerdas vocales van a salir disparadas de su boca y llegar al espacio exterior? ¡Cómo ruge el león! Tema mordedor, sin ningún amago de pausa durante toda su ejecución, que gana con las escuchas. El instrumental que nace en la parte intermedia, pese a su corta duración, es un deleite para cualquier metalero.

Fede: Previamente escribí que este disco funciona como una suerte de zona de confort para LoG. De cierta manera, esta canción puede ser una excepción a aquella premisa. Si bien los rasgos y atributos característicos del conjunto están más que presentes, la vibra del corte nos transporta a terrenos algo más lentos y oscuros. No que la banda no use este recurso, pero por lo general suelen apuntar a cortes algo más mid-tempo y levemente técnico. El último minuto de este tema es completamente imperdible. Los breakdowns se suceden uno tras otro, y nos deja con ganas de más con el pasar de cada segundo.
Diego: Y se viene un serio candidato a ser el “temazo” del disco. Tuve que asegurarme de que no había puesto un disco de Sepultura al escuchar “Resurrection Man” por primera vez debido a su inicio, pero pocos segundos después volví a sentir que tras mis auriculares estaba Lamb Of God sonando. La banda saca su faceta más pesada y apuesta por agredir al oyente con unas dosis de guitarras densas, mucha distorsión, un trasfondo melódico y un sobresaliente Randy que se desgarra la voz durante todo el tema, casi sin cambiar de registro. Y cuando pensabas que la canción no podía ofrecer más...pausa y comienza de nuevo el Thrash con armonías al más puro estilo Slayer...pero la cosa no termina ahí porque Art Cruz se compenetra con sus compañeros y se marcan uno de esos breakdown que dejan sin aliento a cualquiera.
Poison Dream
Fede: La primera composición con un músico invitado. En esta caso se trata de Jamey Jasta, vocalista de Hatebreed y también de su proyecto solista. De todos modos, su participación es sumamente escueta, puesto que se lo escucha muy poco durante el tema. Más allá de eso, el corte es bastante normal, y de cierta forma algo predecible. Pero, ¿hay algo mejor que la fórmula que utiliza Lamb of God para sus canciones? Probablemente, pero yo me quedo con lo oigo. Sé lo que busco escuchar con esta banda, y estas músicas, acompañadas de una alucinante producción, lograr dar en el clavo cada vez.
Diego: “Poison Dream” cuenta con la colaboración de Jamey Jasta de HATEBREED. Tema punzante, como la voz de Blythe que enamora desde el primer riff que se saca de la barba el monumental Mark Morton. La intervención de Jasta tarda en llegar pero termina emergiendo y haciendo una dupla de lo más convincente con Randy. Gran solo con wah de Mark para rematar otro tema jodidamente bueno. No puedo dejar de destacar los coros que aparecen durante el puente y que aportan una mala leche al conjunto que roza lo sobrenatural.
Routes
Fede: Este fue el último single que el grupo nos presentó antes de la salida del LP. El mismo cuenta con la aparición de Chuck Billy, legendario vocalista de Testament. Es muy interesante escuchar a Billy en este track, puesto que no brinda ninguno de sus vozarrones características, sino que únicamente se limita a deleitarnos con sus muy buenos cantos melódicos. Por supuesto que la canción, al tener a semejante voz del Thrash al micrófono como invitada, no podía alejarse mucho de dicho subgénero metálico. Si bien tiene sus partes grooveras, el tema cuenta con sus buenas cuotas de velocidad. Concreta y concisa, además de muy divertida composición.
Diego: “Routes” trae Thrash Metal de la vieja escuela, con altas dosis de speed y la gloriosa participación de una leyenda del género como es Chuck Billy (Testament), quien interviene de una manera sorprendente ya que adapta su voz a una tonalidad más melódica para no chocar con los rugidos de un soberbio Blythe (¡qué buenos son!). Lamb Of God sobrepasan de manera temeraria el límite de velocidad en una canción ardiente y que será reclamada por sus fans para futuros directos (me los imagino haciendo un mosh-pit con esta pieza). Morton vuelve a marcarse un solo para enmarcar, lleno de rabia y técnica.
Bloodshot Eyes
Fede: Un track bastante extraño, pero no por ello malo. Escuchamos un lado bastante distinto del vocalista Randy Blythe. Si bien es algo que viene explorando en los últimos años, a veces cuesta separar a semejante vozarrón del metal de esos growls insignia. En este caso, siento que es la canción la que acompaña a Randy. Atención al pedazo de breakdown que se manda la banda en el minuto 2:30.
Diego: En “Bloodshot Eyes” la banda parece jugar al despiste introduciendo instantes de demencia sonora con otros más pesados y lentos. Blythe saca la mayor cantidad de registros posibles llegando en dos ocasiones (contadas) a un tono suave y agudo que no le recordaba antes. La canción avanza como una montaña rusa, con instantes de ascensos y descensos en lo que a velocidad se refiere, pero con la constante ira sonora que les caracteriza.
On The Hook
Fede: Lo más pesado para el final. Para cerrar esta placa, nos encontramos ante uno de los tracks más brutales de todo el disco. Los riffs de Morton y Adler son despampanantes. Escuchamos los primeros blast beats del álbum por parte de Cruz, y Randy se luce como siempre en la voz. Me hubiera gustado escuchar más de esto en el LP, particularmente por el lado de la batería. Un auténtico temazo.
Diego: Final apoteósico es el que nos trae el quinteto con “On The Hook”, una de mis favoritas de toda la obra si me permiten el detalle. La banda suena absolutamente desmadrada, sin intención de parar por un instante y rozando, por momentos, el caos de otro clásico como “Set To Fail” o cualquiera de aquel “Wrath”. Casi al final aparecen las guitarras limpias sobre una ardiente batería hasta que, de repente...¡OTRO BREAKDOWN!. Por si fuera poco, la letra es un canto de odio hacia los Estados Unidos y la financiación que el país liderado por el degenerado Donald Trump ha realizado a países con fines bélicos. Un final a la altura de lo que estos dioses han expuesto durante tres cuartos de hora.
CONCLUSIONES
Fede: Creo que estamos ante un enorme trabajo de Lamb of God. El impacto que esta banda ha tenido en el metal moderno es innegable, y con cada álbum dan un paso más en lo que a calidad respecta. Si bien uno puede preferir placas anteriores, las mejores constantes y consistentes del grupo son más que notorias. Por parte de Cruz, me hubiera gustado escucharlo un poco más a él. Noto que se apegó mucho al estilo baterístico de Chris Adler, descuidando quizás algunas de sus facetas más técnicas, las cuales pudo desplegar brevemente en la última canción del álbum. Más allá de eso, y de la repetitividad ocasional entre algunas canciones, tengo poco para reprocharle a este disco. Se posiciona como uno de los fuertes candidatos a lanzamientos metaleros del año. Veremos cómo sigue desenvolviéndose este 2019 en materia álbumes. Hoy, el LP homónimo de Lamb of God se lleva un contundente 9.
Diego: Lo grande de este nuevo lanzamiento de Lamb Of God es el hecho de que no tiene un maldito tema que me deje con ganas de más. Claro que hay canciones mejores que otras, pero todas convencen sin un atisbo de duda. Los americanos vuelven a sus raíces más agresivas, esas que los hicieron eternos en “Sacrament”. Disco monumental que se gana una nota elevada. ¿Disco del año en materia metalera? No es nada descartable.
Pues con la nueva década de este extraño Siglo XXI iniciada el grupo ha decidido reivindicarse como potencia indiscutible dentro del Metal actual lanzando un nuevo LP titulado “Lamb Of God” porque, tal y como dice el señor Randy Blythe, “poner solo nuestro nombre es una declaración. Esto es Lamb Of God. Aquí y ahora.” El caso es que los americanos están de vuelta por la puerta grande con una formación que se ve ligeramente alterada debido a la sorprendente salida de Chris Adler, confirmada oficialmente el 19 de julio de 2019, tras estar una gran cantidad de meses de baja debido a un accidente de motocicleta que bien pudo acabar costándole la vida. De esta manera su sustituto es Art Cruz, un músico que ha demostrado galones para suplir a todo un portento de los tambores como Adler durante la gira que el año pasado desarrollo el grupo con este ya en la formación, eso sí, bajo el rol de sustituto temporal de Chris.

Ha sido un lujazo tremendo poder escuchar y analizar el disco junto a un gran amigo personal y colaborador asiduo del Blog como es nuestro hermano Fede Solari, quien comentará conmigo a continuación cada canción.
Memento Mori
Fede: Segundo single que la banda dio a conocer a sus fanáticos. A su vez, fue la primera de las nuevas canciones en contar con un videoclip oficial, y he de decir que este se trata de un material audiovisual impresionante. El track por supuesto que no se queda atrás. Nos adentramos de lleno en este disco con una introducción muy oscura y ambiental, con Randy Blythe prácticamente susurrando unas tenebrosas líneas en nuestros oídos. Todo esto acompañado del monumental trabajo de Mark Morton y Willie Adler en guitarras. La canción explota al comando de un enrabietado “WAKE UP” por parte del vocalista, al cual adhieren rápidamente todos los integrantes de la manda. La usual solidez de John Campbell en batería, y el renovado talento de un flamante Art Cruz convierten la parte rítmica de la banda en una brutal y contundente pared sonora. Tras todo, el tema se pone mejor y mejor. Un corte alucinante.
Diego: Unos arpegios de ascendencia demoniaca y/u ocultista abren el álbum y un monstruoso tema como es “Memento Mori”. Pronto aparece Randy Blythe cantando con suavidad, como un cuentacuentos diabólico, eso de “By the darkest river, beneath the leafless trees...” hasta que, tras una serie de compases, el vocalista se viene arriba y grita a los cuatro vientos “WAKE UP!!!!!” y aparece la carrocería pesada de una banda absolutamente fuera de control que nos deja sin habla entre riffs, punteos y guturales de escándalo. El puente, excelente por cierto, solo es un anticipo del sencillo pero épico estribillo que Blythe grita como si no hubiera un maldito mañana. Lamb Of God no ha perdido la mala hostia que les ha caracterizado. ¡Qué apertura señores! ¡De mis favoritas de toda la obra!
“La hora más dura, el signo más cruel
Me estoy despertando de esta miserable mentira
Lucho igual, no pierdo este día
Despierta, despierta, despierta
Memento mori”
Checkmate
Fede: Esta fue la primera canción en ver la luz del nuevo material. Una curiosa introducción, en la cual escuchamos a los músicos en lo que parece ser el estudio de grabación. Tras un gran trabajo introductorio de guitarras, acompañados por unas firmes marcas de compases por parte de Cruz, entra un riff que porta marca registrada de Lamb of God. Si bien este corte no fue tan bien recibido como “Memento Mori”, estoy certero de que será una pieza sumamente memorable, y que sonará en todos los shows en vivo de la banda. Así como en el opener, y varios otros temas del disco, “Checkmate” cuenta con un estribillo sumamente pegadizo, algo a lo que LOG apunta mucho en este LP.
Diego: Y con el segundo número, “Checkmate”, las cosas siguen su cauce. La banda vuelve a envestir con un tema que vendría a resumir las dos décadas de carrera que llevan (podría incluirse en cualquier álbum previo) con una dosis añadida de energía y ferocidad. El riff principal es contagioso, así como la impecable dupla conformada por el puente (muy Pantera) y el estribillo o la presencia destacada de un convincente Art Cruz que revienta los parches de una manera similar a la del bueno de Chris Adler, aunque este haya negado que quiera imitar su estilo de tocar. Randy sigue estando en plena forma, por si alguien tenía dudas al respecto. Este fue el primer single que pudimos escuchar de este álbum y, a mi parecer, sirvió para crear buenas expectativas.
“Así que besa al verdugo mientras caes
El cadáver podrido de la decencia
Solo otra víctima del grito estadounidense
Grito
(El grito americano)”
Gears
Fede: Imposible no imaginar la antesala a un moshpit brutal con la introducción de “Gears”. Uno puede visualizar al público volviéndose completamente loco con estas primeras vueltas de estrofas, acompañadas de riffs y ritmos totalmente devastantes. Tengo pocas críticas negativas para este álbum, pero una de ellas es el hecho de que a Lamb of God le cuesta bastante salir de su zona de confort, cosa que no está mal en absoluto. Yo pensaba, así como muchas otras personas también lo hacían, que el ingreso de Cruz iba a renovar un poco el estilo de la banda. No obstante, el joven baterista se ha mantenido bastante fiel al estilo de Chris Adler, así como también al de la banda como conjunto.
Diego: Proseguimos nuestro viaje por la locura con “Gears”, un tema 100% Lamb Of God que avanza con solidez y esa mala hostia impregnada en una magnánima distorsión hasta su poderoso final. Los americanos han venido a comerse el mundo con esta nueva entrega. Se desató el headbang mientras escribía este párrafo, lo prometo. Impresionante el breve instrumental sobre el que el bajo toma un protagonismo sobrenatural. Eso sí, al menos tras las primeras escuchas, la considero una de las “menos sorprendentes” de todo el álbum.
“Su hambre sin fin automatizada, definida por la industria
Un impulso sistemático, líneas paramétricas
Subyugación y degradación, el plan para su aniquilación
Eres un activo personificado, un producto de los tiempos”
Reality Bath
Fede: Unas guitarras con los graves a tope (discutimos con Diego acerca de si esto era un bajo o no jajaj) dan la apertura a un tema muy potente. La intro es sutil, pero los versos golpean con toda la furia. Una contundencia muy marcada por parte de Cruz tras los parches, y Randy comienza a desplegar al 100% todas sus aptitudes vocales. La canción se desenvuelve muy bien a través de todos sus ritmos, con transiciones muy efectivas entre partes. El parón del minuto 3:00 (aproximádamente) es fantástico, puesto que oficia como una pausa oxigenadora para procesar todo el groove que porta el final del tema en cuestión.
Diego: Y hablando del bajo...¡vaya papelón de Mr. Campbell en “Reality Bath”! Canción oscura con una especie de pared de sonido elevada sobre las guitarras, creando un efecto de fiereza mayor de lo habitual, lo cual es un decir tratándose de Lamb Of God. La canción avanza sin piedad, alternando instantes de velocidad thrasher (Art vuelve a clavarlo con el doble pedal) con otros más pesados donde las guitarras de Morton y Adler golpean y frenan cuando les viene en gana. Randy está sublime cambiando de registros (me encanta esa voz grave que saca en los instantes de aparente calma) para adaptarse a lo que sus compañeros le van proponiendo. Ojo al pedazo de intermedio que tiene esta canción, en la que las pulsaciones bajan unos segundos para volver a arremeter con ira contra nosotros. Un tema diferente y, a la vez, dentro de los cánones del grupo.
“Nuestros nervios están cubiertos de polvo de atrocidad.
El mortal espectáculo diario erosiona a la humanidad.
Aburrida y desensibilizada, una apatía que se extiende
Rápidos pensamientos olvidados y oraciones por números en una pantalla”
New Colossal Hate
Fede: El tercer single del disco, y uno de los más fuertes de ellos. Probablemente mi favorito después de “Memento Mori”. Un track que explora el costado más extremo de la banda. Si bien los ritmos emanan groove por donde se los aprecie, la voz de Randy lleva todo hacia un terreno mucho más “podrido”, por momentos allegado al Death Metal. Imposible no enamorarse del extraño pero efectivo estribillo luego de unas escuchas. Creo que esta es una de las mejores canciones para disfrutar de la fantástica producción que tiene el disco, todo gracias a Josh Wilbur, un enorme productor que trabaja con muchas bandas destacadas del metal moderno, siendo Trivium otro de los grandes nombres con los que este hombre este a trabajado.
Diego: Curiosamente la primera vez que escuché “New Colossal Hate” no me terminó de convencer, y eso que era seguramente el más agresivo de los cuatro singles lanzados. Pero con el tiempo le he cogido mucho cariño a este misil de Thrash Metal que sirve como bautizo de fuego para un técnico Mr. Cruz tras los parches, quien muestra su sobrada valía para continuar con el legado que inició y dejó Chris. ¿Alguien puede decirle a Randy que si sigue cantando así sus cuerdas vocales van a salir disparadas de su boca y llegar al espacio exterior? ¡Cómo ruge el león! Tema mordedor, sin ningún amago de pausa durante toda su ejecución, que gana con las escuchas. El instrumental que nace en la parte intermedia, pese a su corta duración, es un deleite para cualquier metalero.
“Azota a los cansados y mata a los pobres
Las masas acurrucadas golpean la puerta
El nuevo odio colosal surge
Formas salvajes, viejos horizontes
El odio surge”
Resurrection Man 
Fede: Previamente escribí que este disco funciona como una suerte de zona de confort para LoG. De cierta manera, esta canción puede ser una excepción a aquella premisa. Si bien los rasgos y atributos característicos del conjunto están más que presentes, la vibra del corte nos transporta a terrenos algo más lentos y oscuros. No que la banda no use este recurso, pero por lo general suelen apuntar a cortes algo más mid-tempo y levemente técnico. El último minuto de este tema es completamente imperdible. Los breakdowns se suceden uno tras otro, y nos deja con ganas de más con el pasar de cada segundo.
Diego: Y se viene un serio candidato a ser el “temazo” del disco. Tuve que asegurarme de que no había puesto un disco de Sepultura al escuchar “Resurrection Man” por primera vez debido a su inicio, pero pocos segundos después volví a sentir que tras mis auriculares estaba Lamb Of God sonando. La banda saca su faceta más pesada y apuesta por agredir al oyente con unas dosis de guitarras densas, mucha distorsión, un trasfondo melódico y un sobresaliente Randy que se desgarra la voz durante todo el tema, casi sin cambiar de registro. Y cuando pensabas que la canción no podía ofrecer más...pausa y comienza de nuevo el Thrash con armonías al más puro estilo Slayer...pero la cosa no termina ahí porque Art Cruz se compenetra con sus compañeros y se marcan uno de esos breakdown que dejan sin aliento a cualquiera.
“Nací en un cementerio
Y aprendí a caminar sobre cráneos y huesos.
Fui enseñado a hablar por los muertos vivientes.
Y elevado bajo una luna fúnebre”
Poison Dream
Fede: La primera composición con un músico invitado. En esta caso se trata de Jamey Jasta, vocalista de Hatebreed y también de su proyecto solista. De todos modos, su participación es sumamente escueta, puesto que se lo escucha muy poco durante el tema. Más allá de eso, el corte es bastante normal, y de cierta forma algo predecible. Pero, ¿hay algo mejor que la fórmula que utiliza Lamb of God para sus canciones? Probablemente, pero yo me quedo con lo oigo. Sé lo que busco escuchar con esta banda, y estas músicas, acompañadas de una alucinante producción, lograr dar en el clavo cada vez.
Diego: “Poison Dream” cuenta con la colaboración de Jamey Jasta de HATEBREED. Tema punzante, como la voz de Blythe que enamora desde el primer riff que se saca de la barba el monumental Mark Morton. La intervención de Jasta tarda en llegar pero termina emergiendo y haciendo una dupla de lo más convincente con Randy. Gran solo con wah de Mark para rematar otro tema jodidamente bueno. No puedo dejar de destacar los coros que aparecen durante el puente y que aportan una mala leche al conjunto que roza lo sobrenatural.
“Un legado, un sueño envenenado.
Fortunas hechas en la miseria
Un río en llamas, un mar negro
Cielos sangrientos y recuerdos moribundos
Este sueño envenenado”
Routes
Fede: Este fue el último single que el grupo nos presentó antes de la salida del LP. El mismo cuenta con la aparición de Chuck Billy, legendario vocalista de Testament. Es muy interesante escuchar a Billy en este track, puesto que no brinda ninguno de sus vozarrones características, sino que únicamente se limita a deleitarnos con sus muy buenos cantos melódicos. Por supuesto que la canción, al tener a semejante voz del Thrash al micrófono como invitada, no podía alejarse mucho de dicho subgénero metálico. Si bien tiene sus partes grooveras, el tema cuenta con sus buenas cuotas de velocidad. Concreta y concisa, además de muy divertida composición.
Diego: “Routes” trae Thrash Metal de la vieja escuela, con altas dosis de speed y la gloriosa participación de una leyenda del género como es Chuck Billy (Testament), quien interviene de una manera sorprendente ya que adapta su voz a una tonalidad más melódica para no chocar con los rugidos de un soberbio Blythe (¡qué buenos son!). Lamb Of God sobrepasan de manera temeraria el límite de velocidad en una canción ardiente y que será reclamada por sus fans para futuros directos (me los imagino haciendo un mosh-pit con esta pieza). Morton vuelve a marcarse un solo para enmarcar, lleno de rabia y técnica.
“Una serpiente negra debajo del suelo, la extinción goteando de su boca.
Venenos de agua, corazones de hombres que ahogan el cielo y violan la tierra”
Bloodshot Eyes
Fede: Un track bastante extraño, pero no por ello malo. Escuchamos un lado bastante distinto del vocalista Randy Blythe. Si bien es algo que viene explorando en los últimos años, a veces cuesta separar a semejante vozarrón del metal de esos growls insignia. En este caso, siento que es la canción la que acompaña a Randy. Atención al pedazo de breakdown que se manda la banda en el minuto 2:30.
Diego: En “Bloodshot Eyes” la banda parece jugar al despiste introduciendo instantes de demencia sonora con otros más pesados y lentos. Blythe saca la mayor cantidad de registros posibles llegando en dos ocasiones (contadas) a un tono suave y agudo que no le recordaba antes. La canción avanza como una montaña rusa, con instantes de ascensos y descensos en lo que a velocidad se refiere, pero con la constante ira sonora que les caracteriza.
“Ojos inyectados en sangre y tiempo perdido
Eres todo lo que dejé atrás
No me reconciliaré, has perdido la cabeza
Te estoy dejando atrás
Inyectado en sangre”
On The Hook
Fede: Lo más pesado para el final. Para cerrar esta placa, nos encontramos ante uno de los tracks más brutales de todo el disco. Los riffs de Morton y Adler son despampanantes. Escuchamos los primeros blast beats del álbum por parte de Cruz, y Randy se luce como siempre en la voz. Me hubiera gustado escuchar más de esto en el LP, particularmente por el lado de la batería. Un auténtico temazo.
Diego: Final apoteósico es el que nos trae el quinteto con “On The Hook”, una de mis favoritas de toda la obra si me permiten el detalle. La banda suena absolutamente desmadrada, sin intención de parar por un instante y rozando, por momentos, el caos de otro clásico como “Set To Fail” o cualquiera de aquel “Wrath”. Casi al final aparecen las guitarras limpias sobre una ardiente batería hasta que, de repente...¡OTRO BREAKDOWN!. Por si fuera poco, la letra es un canto de odio hacia los Estados Unidos y la financiación que el país liderado por el degenerado Donald Trump ha realizado a países con fines bélicos. Un final a la altura de lo que estos dioses han expuesto durante tres cuartos de hora.
“Hipócritas hipocráticos
Rompen juramentos y cobran cheques
Escribió la tinta de un océano
Programando la enfermedad de una nación
Un plan de negocios sistemático
Para negociar la muerte, aumentar la demanda
Así que inunda el gueto y mata de hambre a las colinas
Mátalos a todos con crack y pastillas”
CONCLUSIONES
Fede: Creo que estamos ante un enorme trabajo de Lamb of God. El impacto que esta banda ha tenido en el metal moderno es innegable, y con cada álbum dan un paso más en lo que a calidad respecta. Si bien uno puede preferir placas anteriores, las mejores constantes y consistentes del grupo son más que notorias. Por parte de Cruz, me hubiera gustado escucharlo un poco más a él. Noto que se apegó mucho al estilo baterístico de Chris Adler, descuidando quizás algunas de sus facetas más técnicas, las cuales pudo desplegar brevemente en la última canción del álbum. Más allá de eso, y de la repetitividad ocasional entre algunas canciones, tengo poco para reprocharle a este disco. Se posiciona como uno de los fuertes candidatos a lanzamientos metaleros del año. Veremos cómo sigue desenvolviéndose este 2019 en materia álbumes. Hoy, el LP homónimo de Lamb of God se lleva un contundente 9.
Diego: Lo grande de este nuevo lanzamiento de Lamb Of God es el hecho de que no tiene un maldito tema que me deje con ganas de más. Claro que hay canciones mejores que otras, pero todas convencen sin un atisbo de duda. Los americanos vuelven a sus raíces más agresivas, esas que los hicieron eternos en “Sacrament”. Disco monumental que se gana una nota elevada. ¿Disco del año en materia metalera? No es nada descartable.
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