Ir al contenido principal

Accept - Balls To The Wall (1983)

Calificación:*****
Alemania y el Metal…¡qué buena combinación!

Los años 80, en general, fueron una etapa gloriosa para el desarrollo del Metal en sus diversas subcategorías. Primero surgió la NWOBHM con bandas que todo el mundo adora como Maiden, Judas Priest o Motörhead), pero poco tiempo después ya comenzaríamos a hablar también de otros derivados del Metal como el Thrash (Metallica, Megadeth, Slayer,…).

Como podéis imaginaros, Inglatera y Estados Unidos eran las principales potencias musicales que no dejaban de exportar nuevas bandas al estrellato. No obstante, Alemania estaba preparando su reivindicación como potencia musical y este álbum que hoy es motivo de reseña fue uno de los principales factores que propiciaron que el país teutón siga siendo, a día de hoy, una “tierra santa” del Metal.  Ya en los setenta y, por supuesto, durante todos los ochenta, esta nación había presentado al mundo a los Scorpions (¡qué gran regalo para la humanidad!) y Accept, banda protagonista en esta entrada, también había obtenido cierta popularidad (incomparable a la de Scorpions) con su gran disco “Restless & Wild” y esa amalgama de sonidos rápidos y duros que le han llevado a ser declarado como uno de los álbumes más influyentes en el nacimiento del Thrash.
 
Fue en 1983 cuando Accept daría su golpe definitivo. El 5 de diciembre de aquel año vio la luz un álbum titulado “Balls To The Wall” que convertiría indiscutiblemente a Udo y compañía en los reyes del Metal alemán de aquellos tiempos. Además, como comprobaréis cuando analice los temas, este fue un álbum controvertido en dos de sus letras y en la curiosa portada, llegando a ser cuestionada la sexualidad de los miembros del grupo

Si hay algo bueno en este disco además de la música, esas son sus letras. La idea inicial de Accept era que “Balls To The Wall” debía ser un álbum conceptual en el que todo el apartado lírico mostrara simpatía con la lucha de los pueblos y las minorías contra la opresión que estaban sufriendo. Muchas de las canciones cumplieron con este plan, pero otras tantas finalmente hablaron de otros temas que la banda quiso incluir en aquel momento. Curiosamente, todas las letras aparecen acreditadas a “Deaffy”, que fue el pseudónimo usado por Gaby Hauke durante muchos años y cuya verdadera identidad era únicamente conocida por los miembros del grupo. Gaby, que ahora lleva el apellido Hoffmann porque terminó casándose con el bueno de Wolf, era la mánager de la banda, así como diseñó varias portadas del grupo (la de este disco incluida) y escribió un buen puñado de sus letras.
Antes de analizar el disco, que tengo muchas ganas de ello, cabe añadir que Wolf Hoffmann grabó todas las pistas de guitarra del álbum, aunque Herman Frank apareciera en el vídeo y en las fotos, algo que ya había sucedido en “Restless & Wild”.

¡Sin más tiempo que perder comenzamos a lanzar bolas al muro!

Balls To The Wall: El tanque alemán inicia las hostilidades con uno de los mayores clásicos del HEAVY METAL. Ese imponente riff creado por Wolf, esa machacona batería, esos acordes en los versos, ese grandioso Udo haciendo una de sus actuaciones más reseñables como cantante y, por supuesto, esos llamativos coros que van ganando enteros conforme el puente avanza hasta derivar en el antológico estribillo que esta canción posee. Aprovecho aquí para reconocer que a mí este cantante nunca me ha dicho demasiado (hay días en los que disfruto de su voz y otros en los que simplemente  me es imposible) y prefiero a Mark Tornillo, pero hay que reconocer que los Accept más gloriosos son los de los ochenta con el señor Dirkscheneider. Si hay algo que me encanta de esta canción es ese mensaje de alzamiento, de revolución ante la opresión (…”let’s plug a bomb in everyone’s arse/We’re gonna fight for the right/Build a wall with the bodies of the dead/ show me the sign of victory”). Un mensaje que ha aparecido en innumerables canciones de Metal, aunque muy pocas sean capaces de igualar a semejante pieza maestra.

GOD BLESS YA!!!!!

London Leatherboys: Turno de otro clásico. Los “jóvenes londinenses de cuero” reivindican nuestro amado género con una canción con cierto sabor a los Judas Priest. Tras unos sugerentes momentos iniciales de hit-hat y bajo (honor para Baltes a las cuatro cuerdas), se va construyendo una canción cargada de actitud que alcanza su culmen con el explosivo estribillo en el que Udo, nuevamente, hace una actuación más que plausible. La letra, aunque más tarde veréis que fue interpretada de una forma un tanto peculiar, es en defensa de las bandas de moteros de la época, consideradas también como una minoría.

Fight It Back: Las bandas de Metal de finales de los 70 e inicios de los 80  tanto de la NWOBHM como de otras zonas de Europa como, en este caso, Alemania, fueron la metafórica semilla a partir de la cual germinó el Thrash. “Fight It Back” muestra una velocidad cercana a lo que próximamente se consideraría como “thrasher” siendo, además, la canción más espídica de todo el trabajo, con un veloz doble bombo, unas guitarras abrasivas y un Peter Baltes sencillamente perfecto tras el bajo (la adictiva línea que firma durante los versos…sin palabras). Udo, sin ser, como ya he dicho, un cantante de primer nivel, vuelve a gozar de mucho protagonismo gracias a la interpretación vocal tan salvaje que hace (mención especial para el rugido que suelta justo antes de la breve pero enorme sección de solos) .

Head Over Heels: El bajo de Baltes, acompañado de una disonante guitarra, abre esta canción de una forma solemne hasta que surge el inspirado riff principal de esta canción y Udo muestra su mejor faceta como cantante (esa en la que no se esfuerza en alcanzar registros agudos tan “poco afortunados” en algunas ocasiones, sino que usa un tono más ronco y suave). El solo de esta canción, dando mayor peso a la técnica que a la rapidez, es una maravilla.  Me declaro muy fan de esta canción y de su densa transición.


Losing More Than You’ve Ever Had: Fieras guitarras afiladas capitanean este tema más orientado hacia el Hard-Rock. La base de bajo y batería se complementan con las melodías guitarreras y la buena voz de Udo. Una canción agradable y con mucho gancho en el estribillo, pero probablemente sin la perfección que los anteriores números sí poseían.

Love Child: El hecho de que “Deaffy” escribiera las letras del álbum fue lo que probablemente terminó provocando la anécdota que ahora voy a contar. “Love Child” tiene una letra un tanto atípica en el Metal, hablando con respeto de la homosexualidad en el momento en el que una persona comienza a dudar sobre su sexo (Don't know what I am/ A woman or a man /Many troubles behind me). Muchos pensaréis  “no es un tema extraño” y estáis en lo cierto, pero hay que tener en cuenta que estamos hablando de los años 80, cuando el amor libre no estaba tan bien visto y eso de “salir del armario” era algo para valientes. Por tanto, la letra de esta canción me parece, en ese sentido, icónica y valiente, aunque les provocó el etiquetaje de banda homosexual o de tocar el llamado “gay metal” por esa letra y la de “London Leather Boys”, también etiquetada de “gay”. Lo gracioso es que Wolf Hoffmann, cuando fue preguntado en Estados Unidos sobre la sexualidad de Accept y sobre estas dos letras en concreto, respondió con un tono misterioso, sin descartar nada, y luego afirmó que “era algo diferente y que daría una buena imagen al grupo”. En el aspecto musical la banda vuelve a recordar en ciertos momentos a los Judas Priest, especialmente en el estribillo. Guitarras electrizantes (adoro esa distorsión tan afilada) que ofrecen al oyente riffs y solos de primera categoría, Udo en plena forma y una sección rítmica difícil de igualar…¡lo tiene todo!

Turn Me On: Si antes alababa la distorsión, aquí no me queda otra que arrodillarme. El sonido de las guitarras suena más directo que nunca y me encanta. La canción en si tampoco es especialmente remarcable, pero mantiene intacta al actitud chulesca de los alemanes que tan presente ha estado en su sonido. La letra es un tanto picante, una realidad puesta de manifiesto en los extraños gemidos de Udo (a mí me dan un poco de mal rollo) que se suceden después de los imponentes solos. 

Losers and Winners: La calidad vuelve a ascender hasta cotas de auténtico escándalo. “Losers And Winners” mente la quinta marcha en el álbum  y nos parte la cara con una composición que me atrevería a incluir definir de Speed Metal, con muchos de los elementos que he destacado en este LP presentes durante sus cuatro minutos de duración (riffs y solos vibrantes, un Udo desmadrado, estructura sencilla pero vistoza, gran peso de los coros y un estribillo que se graba en tu mente desde la primera escucha). Las virguerías que hace Wolf con la guitarra durante el solo son de otro planeta y sirven para justificar la grandeza de este trabajo.

Guardian of The Night: Aunque los primeros compases sean acústicas, la apuesta de Accept por el Metal sigue vigente en el noveno número, con el sonido y la elegancia que nos regalaron en las anteriores pistas del álbum.

Winterdreams: El disco acaba con la bella “Winterdreams”, una interesante Power Ballad que la prensa musical siempre ha tendido a infravalorar. Udo hace un buen trabajo (sin llegar a emocionar como sí harían otros grandes del Metal cuando cantan baladas), aunque me quedo con la más lograda sección instrumental en la que se combinan guitarras acústicas y eléctricas, así como una comedida percusión y un omnipresente bajo. Por el buen camino este antológico álbum llega a su final.

En un momento en el que Inglaterra parecía mandar en materia de Metal con el nacimiento de bandas como Judas Priest, Iron Maiden o Saxon, estos alemanes reclamaron parte de la gloria metalera para su tierra con este disco  magistral que creó escuela y que siempre suscita mucho respeto, al igual que el propio nombre de Accept, que fueron, son y serán una de las bandas más importantes del género. “Balls To The Wall” es un álbum directo, sin adornos, con lo necesario para volarte los sesos a través de la música y hacerte pasar un gran rato (¿para qué pedirle más?).





Comentarios

Te recomendamos leer...

Avatar - Don't Go In The Forest (2025)

Calificación: **** *(8) A finales de 2025 recibimos una nueva entrega —la décima de su carrera— de mis queridos Avatar, una de las formaciones más representativas del Metal Contemporáneo. Con cada lanzamiento, el grupo ha seguido escalando peldaños dentro de la escena actual. Cierto es que su más reciente “Dance Devil Dance” (2023), aunque volvió a demostrar la capacidad del quinteto para llevar su teatralidad y su mezcla de metal, groove y espectáculo a nuevas cotas, terminó sintiéndose algo por debajo de joyas previas como “Feathers & Flesh” o “Hail the Apocalypse”. Sin embargo, lejos de dejarse arrastrar por la opinión de la crítica, Avatar jamás ha renunciado —ni lo hará— a seguir el rumbo que su instinto creativo les dicta. Y en este nuevo álbum, titulado “Don’t Go In The Forest”, la banda vuelve a dejarse guiar por su ambición y su empeño en no repetirse jamás. Desde el primer corte se percibe que quieren jugar sus cartas con el riesgo habitual. “Tonight We Must Be Warriors...

Soulfly - Chama (2025)

Calificación: *** * *(7,5) “Chama” —palabra brasileña que significa “llama”, pero también “vocación” o “llamado”— es el decimotercer álbum de estudio de los siempre sólidos Soulfly. Al frente, Max Cavalera continúa liderando el proyecto junto a sus hijos Zyon Cavalera (batería y co-producción) e Igor Amadeus Cavalera en el bajo. Para este nuevo capítulo, el grupo parece decidido a recuperar el espíritu crudo y primitivo de su debut, pero sin caer en la simple nostalgia. Las expectativas eran altas tras el excelente “Totem” (2022), y la banda no decepciona. El álbum se abre con “Indigenous Inquisition”, una introducción instrumental que funciona como un auténtico ritual tribal. En poco más de dos minutos, entre percusiones, cánticos chamánicos y un riff denso, Soulfly nos arrastra a un mundo ancestral. Un arranque perfecto para preparar el cuerpo y la mente para lo que viene después. El primer sencillo, “Storm The Gates”, es un grito de guerra que parece sacado directamente de lo...

Volbeat - Seal The Deal & Let's Boogie (2016)

Calificación: *** * *(7,5) Cuando Volbeat lanzaron “Seal The Deal & Let’s Boogie”, allá por junio de 2016, ya no eran aquella banda underground que había sorprendido al mundo con su singular mezcla de Rockabilly, Metal y Hard Rock. Para entonces, se habían convertido en toda una institución del metal europeo contemporáneo. Este fue su sexto álbum de estudio y el primero tras la marcha del guitarrista original Thomas Bredahl, siendo el mismísimo Rob Caggiano (ex–Anthrax) quien tomó el relevo. El disco marcó una clara evolución en su sonido: más refinado, con un enfoque melódico aún más pronunciado y una producción pensada para grandes escenarios. Poulsen y compañía apuntaban directamente a los estadios, buscando equilibrar su ADN metálico con ese rock de raíces americanas que siempre los había inspirado. Aunque algunos los acusaron de haberse “ablandado”, lo cierto es que “Seal The Deal & Let’s Boogie” resulta un trabajo sumamente disfrutable —con algún tema algo más flojo, t...

Kiss - The Solo Albums (1978)

Corría el año 1978, y Kiss se había consolidado como una de las bandas más poderosas de la época, tanto en términos musicales como financieros. Sin embargo, las tensiones entre los miembros de la banda empezaban a surgir. La hostilidad se desató cuando Ace Frehley expresó públicamente su deseo de abandonar la banda para grabar su propia música, liberándose de la influencia de sus compañeros. Afortunadamente, Paul y Bill Aucoin lograron persuadir a Ace para que se quedara, proponiéndole la opción de grabar un álbum en solitario. Esto satisfizo al guitarrista, quien sugirió que cada miembro tomara un tiempo para grabar su propio disco en solitario para, pasado un tiempo, lanzarlos todos bajo el propio nombre del grupo. La idea no terminó de contentar a Casablanca, la discográfica que llevaba al grupo en aquel momento, quienes veían como descabellado el hecho de lanzar cuatro LPs en un solo día y las posibilidades más que altas de que esto se tradujera en pérdidas para esta como para ...

Crónica del Concierto de Volbeat en el Palacio Vistalegre, Madrid (31/10/2025)

Ni la avalancha de actividades con motivo de la festividad de Halloween por toda la capital logró eclipsar el magnífico espectáculo que ofreció Volbeat anoche en el Palacio Vistalegre madrileño. Confieso que era la primera vez que veía a los daneses en directo, y no pudo ser en mejor momento: el grupo atraviesa una etapa espléndida, presentando un disco notable como “God Of Angels Trust” y girando por Europa acompañado de dos propuestas muy interesantes, Bush y Witch Fever. Según la organización, la visita a Madrid rozó el lleno absoluto, convirtiéndose en la actuación más multitudinaria que Volbeat ha ofrecido hasta la fecha en nuestro país. El viaje desde Tenerife el mismo día del concierto y una inevitable parada para reencontrarme con viejos amigos me impidieron llegar a tiempo para el inicio de Witch Fever, formación de la que había oído hablar muy bien y que tendré que descubrir en otra ocasión. Tan justo fue el tiempo que apenas un minuto después de ocupar mi asiento en grada,...

Mammoth WVH - Mammoth WVH (2021)

Calificación: **** Me pregunto qué se sentirá cuando compartes el mismo apellido que uno de los guitarristas más influyentes y más técnicos de la historia. El simple hecho de decidir dedicarte a la música como tu padre puede derivar en el siguiente proceso: en un primer momento, es más sencillo que la prensa musical te haga caso por ser “el hijo de…”, pero eso a la larga, más aún si el estilo que practicas es igual o muy parecido al de tu progenitor, puede terminar en odiosas comparaciones con él y tienes todas las de perder. Wolfgan Van Halen, el hijo del mismísimo EDDIE VAN HALEN, a quien siempre recordaremos con un cariño especial, ha roto un poco con esa tendencia y, a partir de mucho trabajo y de una habilidad envidiable para tocar guitarra, bajo y batería ha despertado el interés de numerosos artistas como Mark Tremonti o Clint Lowery para sus trabajos en solitario, aunque su mayor hito ha sido, sin duda, tocar junto a su padre en la reunión de Van Halen.   Con semejante...

Iron Maiden - Senjutsu (2021)

Calificación: **** (9) Realmente me parece increíble y emocionante el hecho de poder estar hablándote largo y tendido, querid@ lector/a, de un nuevo disco de Iron Maiden. Y aunque sé que muchos podéis imaginaros el porqué, os lo resumiré de la siguiente manera: ¿a quién no le emociona hablar de la banda más grande de la historia del Heavy Metal?   Está claro que no todos los seguidores supieron aceptar a Maiden tras el “Seventh Son Of A Seventh Son” (motivos que no entiendo, pero habrá que respetarlos) con esa típica muletilla de “yo les perdí la pista desde el SSOASS”. Está claro que hubo un bajón compositivo en la última etapa de Dickinson, especialmente notorio en “No Prayer For TheDying”, pero no creo que “Fear Of The Dark” baje del notable alto. Si ya entramos en la era de Blaze…sencillamente os digo que pocos discos han recibido un trato tan injusto como el “X-Factor” (1995), trabajo oscuro y rompedor que sentó las bases de los Maiden del nuevo milenio. Volvería Bruce a...

Rammstein - Zeit (2022)

Calificación: **** * (9) La maquinaria alemana sigue dando sus frutos. Lo nuevo de Rammstein suena por momentos como un logrado y sorprendente retorno a sus primeros esfuerzos discográficos, aunque tampoco renuncia a incluir elementos más contemporáneos, convirtiéndola así en una de sus obras más ambiciosas y variopintas.  En sus casi tres décadas de trayectoria, Rammstein ha logrado hacer algo de lo que no todas las grandes bandas de Rock y Metal pueden presumir: no dejar a nadie indiferente. No todo el mundo ha sido receptivo con el estilo musical de una de las bandas precursoras del Industrial Metal, así como por sus letras y videoclips, los cuales casi siempre suelen tratar temas que despiertan polémica (no olvidemos el más reciente revuelo despertado por el videoclip de “Deutschland” en el que, durante algunas escenas, aparecían vestido de judíos cerca de ser ahorcados para luego alzarse y ejecutar a las tropas Nazis). Podría decirse, si me lo permiten, que estamos habla...

Atomic Rooster - Circle The Sun (2025)

Calificación: *** * *(7,5) Pocas personas hubieran apostado un duro por el regreso de Atomic Rooster en 2025, aquella banda británica fundada por el teclista Vincent Crane allá por 1969 que, aunque siempre quedó relegada a un segundo plano en la historia del Rock, firmó en sus primeros años obras fundamentales para el desarrollo del proto-metal y el Rock Progresivo, con discos imprescindibles como “Death Walks Behind You” (1970), “Made In England” (1972), “Nice ‘N’ Greasy” (1973) o el salvaje “Atomic Rooster”, que sin dudar incluiría entre mis álbumes predilectos de la célebre NWOBHM. Aunque esta resurrección cuenta con la aprobación de la viuda de Crane, lo cierto es que algunos seguidores no se han mostrado del todo conformes con que el proyecto mantenga el nombre de Atomic Rooster cuando solo queda un miembro original en sus filas: el guitarrista y vocalista Steve “Boltz” Bolton. Le acompañan Adrian Gautrey (teclados/voz), Shugg Millidge (bajo) y Paul Everett (batería). No seré y...

Aerosmith - Night In The Ruts (1979)

Calificación: **** * Si algo nos ha enseñado la historia es que en la vida, por muy fuerte o persistente que parezca o sea, nada es eterno. La caída del Imperio Romano es un claro ejemplo de cómo hasta el más poderoso y dominador en cualquier momento puede ver cómo su castillo de naipes de viene abajo. Un caso similar, aunque en menores dimensiones si lo comparamos con los romanos, lo encontraremos en esta reseña. Aerosmith, ese quinteto de amigos que a principios de los 70 se habían unido para, poco a poco, ir ascendiendo hasta conseguir el reconocimiento internacional por su música gracias principalmente a "Toys In The Attic" y "Rocks", comenzó poco a poco a caer en desgracia, teniendo consecuencias a corto plazo muy graves en el núcleo de la banda. Ya en las sesiones de grabación del notable "Draw The Line", las tensiones entre algunos de los miembros comenzaron a palparse. La hostilidad se acrecentaba, además, por el excesivo consumo de ...