Gusten más o menos,
Greta Van Fleet ha vivido un ascenso de fama en algo más de un año digno de un
artista o banda de renombre. De la noche a la mañana el nombre de este conjunto
ha crecido en popularidad hasta cotas de auténtica locura que, fruto de este
pelotazo, les ha abierto las puertas de grandes festivales como el Rock Am Ring
o el Austin City Limits, así como han aparecido en numerosas ocasiones en
prestigiosos programas de televisión americana.
¿La fórmula de su
éxito?
Un sonido completamente
retro que, indiscutiblemente, guarda muchas similitudes con el sonido de Led Zeppelin (por no decir que
podrían ser sus hijos o nietos), algo que ha sido apreciado por muchos, pero
también recriminado por otro gran grupo (he leído comentarios que incitaban a
aniquilarlos…con eso digo todo). Sea como sea, estas similitudes y su calidad
tanto instrumental como vocal son buenísimas. Llama también la atención el
hecho de que en cada entrevista en la que son preguntados como Led Zeppelin,
tratan de desmarcarse reconociendo que les encanta, pero no los consideran una
influencia clara en su sonido (una estrategia, a mi parecer, puramente
comercial y con la que pretenden huir de las inevitables comparaciones), aunque
hay un guiño reconocido por la banda en una canción del álbum (luego os
develaré cuál es).
Aunque sé que a muchos
no les interesará (y otro puñado estará en desacuerdo con mi idea), a mí esta
banda me gusta mucho y realmente he disfrutado de sus EPs (ambos me parecen
sobresalientes), pero obviamente el parecido con Led Zeppelin entiendo que
pueda condenarles al odio eterno por parte de mucha gente. A mi parecer son una gran banda suenen
similar a Zepp o no. Puntualizo aquí que una cosa es sonar clavado a Led Zeppelin, que es lo que sucede en “Safari
Song” o “Highway Tune”, y otra cosa es sonar similar a bandas o géneros que
inspiraron a Led Zeppelin, porque si fuera por esas, muchas bandas más serían
calificadas de “plagiadoras”. No obstante, pienso que, hay que darles un voto
de confianza porque son jóvenes y creo que su sonido puede evolucionar mucho en
los próximos años (ojalá siempre a mejor).
“Black Smoke Rising” y
“From The Fires” (el segundo incluyó las canciones del primero más cuatro
composiciones inéditas) son los títulos de los dos EPs que la banda ha lanzado
hasta la fecha y, prácticamente, el único documento sonoro que hemos podido
disfrutar de estos tipos. Ambos han sido un auténtico éxito comercial a nivel
internacional, como ya dije anteriormente, y canciones como “Highway Tune” o
“Safari Song”, gusten más o menos, han invadido las emisoras americanas y
algunas europeas.
Con este éxito y la
legión de fans que han logrado reclutar (y de detractores también), el
lanzamiento del primer LP del grupo, cuyo título es “Anthem Of The Peaceful
Army”, ha generado gran seguimiento, ya
sea para encubrirlo en elogios o para pedir la pena de muerte de estos jóvenes.
¡Vamos con los temas!
¡Vamos con los temas!
El álbum abre desde la
suavidad con una soberbia pista titulada "Age of Man" que cuenta con
un amplio abanico de elementos suficientes para sacar nuestro lado más
sensiblero. No obstante, conforme avanza la canción se sucederán algunos
ascensos considerables de fuerza en el sonido, que se traducen en una exhibición
plausible del bueno de Josh. Tampoco se quedan atrás los numerosos detalles de
calidad que Jake tras la guitarra (muy acertada la idea de incluir pistas
acústicas en la base). Es en esta canción, concretamente al inicio de una de las
primeras estrofas, donde Josh hace un guiño a Led Zeppelin al cantar "lands
of ice and snow", en referencia a la legendaria “Immigrant Song”. De
resto, a mí no me suenan especialmente “zeppelianos”.
A continuación se vienen dos canciones con un sabor
algo más cañero. La primera de estas es la desenfadada “The Cold Win”, en la
que hay que reconocer (que no pasa absolutamente nada por hacerlo) que
recuerdan bastante a Led Zeppelin, especialmente por el brillante riff
principal cercano al Funk que escupe la guitarra de Josh y por la forma de
cantar tan marcada de Josh. No obstante, pese a que el parecido es más que
considerable, la calidad es altísima y quien lo niegue por parecerse a Zepp
pienso que se equivoca. Me flipa mucho además la forma de tocar la batería de
Wagner (seguro que este no niega la influencia de “Bonzo”) en la sección
instrumental que precede al solo y la del propio solo. Sin duda, me parece el
joven Danny es una auténtica promesa. La segunda pista rockera que nos
encontramos en este álbum es “When The Courtain Falls”, otra canción
especialmente buena de los americanos, con un todo muy alegre y colorido, de la
que hay que resaltar nuevamente a Josh (¡qué facilidad para llegar a los
agudos!) y el papelón de Jake tras la guitarra, facturando un adictivo solo y,
posteriormente, un solo bestial. La letra, pese al optimismo sonoro, habla de
la caída en desgracia en la vida del éxito, una realidad, o pesadilla, que
tantos músicos vivieron en esta vida.
Me sorprendió positivamente
“Watching Over”. Su inicio me recuerda mucho a ese indiscutible clásico
sesentero de los Animals mejor conocido como “The House Of The Rising Sun”.
Rápidamente la canción cobra fuerza y solidez, convirtiéndose en una pista
machacona y pausada con la que la banda vuelve a mostrar su valía, así como que
son algo más que “los herederos de Led Zeppelin”. Mención especial para Jake y
los efectos de guitarra que añade a la canción tanto en el solo con en algunos
versos que emulan con bastante fidelidad a un sitar. Esta
es, a nivel personal, una de mis canciones predilectas del álbum.
“Lover, Leaver” es un auténtico “killer track”, con
un sonido pegadizo, mucho trabajo guitarrero y un funcionamiento especialmente
bueno de la base de bajo y batería (me encanta como aporrea la batería Wagner).
Josh también hace un auténtico papelón tras el micrófono, cantando con esa
tonalidad tan peculiar y que tanto nos recuerda a cierto “ricitos de oro” que
todos adoramos. Al final del álbum, a modo de álbum, la banda ha incluido otra
versión más extensa de la misma canción bajo el título de “Lover Leaver (Take,
Believer)”, que cuenta con una sección instrumental intermedia de mayor
duración y con ciertos tintes progresivos muy buena.
Las revoluciones descienden considerablemente con “You’re
The One”, una bella balada acústica en la que se impone la bella interpretación
de Josh y su llamativo cambio de registro, aparcando sus tonos más agudos para
darle peso a su lado más relajado y emotivo. Tal vez el estribillo sea lo menos
que me convenza (facilón y sin nada especialmente reseñable), pero la banda
parece compensarlo con un instrumental de órgano algo más novedoso. “The New
Day” se mantiene en la misma tesitura acústica, aunque posea un estribillo
bastante más acertado que el de la anterior canción y, en el cómputo global,
pueda ser mejor (depende del día me quedo con una o con otra). No lo digo con
malas intenciones, pero algunos desprestigiaran estas canciones diciendo que
ahora GVF está plagiando el Led Zeppelin III a Page & Company.
“Mountain Of The Sun” me ha querido convencer pero
me parece bastante menos inspirada que el resto de canciones del álbum. No es mala
pero, simplemente, no me ha dicho nada especial. Lo mejor, si tuviera que destacar
algo de esta, es la inclusión de Slide por parte de Jake en el riff principal y
el atractivo solo. Pero lo dicho. La canción más floja de “Anthem Of The
Peaceful Army”. “Brave New World”, en cambio, tiene mucho más encanto y suena
mucho más compacta. Josh canta a las mil maravillas sobre los punteos que dispara
su hermano. Es una pista más oscura, y hasta dramática diría yo, que permite
lucirse al cantante. Para mí esta es otra canción que no recuerda a Led
Zeppelin, si exceptuamos la “Plantesca” voz de Josh (tampoco es cuestión de que
se compre otras cuerdas vocales).
Finalmente, “Anthem” cierra el álbum dibujando una
sonrisa a partir de su bella melodía, su carácter optimista (algo hippie
también) y su sonido folky. Hay que destacar la curiosa inclusión de un coro
casi eclesiástico al final de la canción. Un colofón final a la altura de este
álbum tan bien hecho.
No, no los veo como un plagio a Led Zeppelin (menos
aún tras escuchar el disco al completo) y creo que este es el primer paso que
ayudará a esta banda a quitarse esa etiqueta que tantos medios erraron en
ponerle. “Anthem Of The Peaceful Army”
es un muy buen álbum, de escucha muy sencilla y agradable, con varios puntos
álgidos y, afortunadamente, sin notables bajones de calidad (ya dije que “Mountain
Of The Sun” se me ha atragantado un poquito más). Aludiendo por última vez a
mis amados Led Zeppelin, creo que la banda ha logrado alejarse bastante más de
las similitudes con los británicos (hay un par de canciones que sí pueden
recordar a ellos, pero son excepciones contadas). Obviamente este trabajo no es
perfecto (sería un error afirmar lo contrario) y creo que hay que ser algo más
exigentes (tampoco sin pasarse con los chicos) que con los primeros dos EPs a
los que califiqué con la máxima puntuación (y mantengo mi posición) por
novedosos y por el merecido ascenso de fama que en poco tiempo consiguieron. Considero que es un disco muy bueno, valiente
y con diez canciones (once si tenemos en cuenta la versión alternativa de “Lover,
Leaver”) que demuestran madurez por parte de los chicos y que invitan a esperar
un futuro prometedor para ellos. Para mí, por las razones que ya he dado, este disco es merecedor de cuatro estrellas y media (un 9 bien alto).
¡Qué buenos son los Greta Van Fleet!
¡Qué buenos son los Greta Van Fleet!
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