Octubre de 1971. Unos
jóvenes Roger Waters, Richard Wright, Nick Mason y David Gilmour llegan al
anfiteatro romano de Pompeya para, bajo la dirección de Adrian Maben, grabar
durante tres días algunos de sus temas más conocidos hasta la fecha para una película
que, un año después, llegó a la gran pantalla como “Pink Floyd: Live At
Pompeii”, espectáculo que a la larga llegó a considerarse uno de los más
memorables de la historia del Rock.
Julio de 2016. Con
motivo del 45 aniversario de la mencionada grabación, un nostálgico David
Gilmour, ante la imposibilidad de reunirse con sus antiguos compañeros (Richard
murió en 2008, Nick Mason está alejado de los escenarios y su relación con
Roger Waters no es precisamente buena), desembarca de nuevo en Pompeya para
ofrecer el primer concierto con público celebrado en el mítico anfiteatro en
más de 2000 años. Bajo su dirección, nada más y nada menos que 10 músicos le
acompañan en un show que quedaría en la memoria de todos los presentes, en la
historia del anfiteatro y en el corazón de los miles de fans que pudimos
revivir este concierto en la gran pantalla un año más tarde.
Con medio siglo de
carrera, no era de extrañar que Gilmour optara, además de meter los clásicos de
Pink Floyd, por introducir canciones que el legendario guitarrista británico
grabó fuera del conjunto. Además, habiendo publicado un disco de tanta calidad
como “Rattle That Lock”, siempre es de agradecer toparse con un par de temas de
esta cosecha individual. “Live At Pompeii” no es solamente un tributo a lo que
sucedió 45 años antes en aquel recinto, sino que es una celebración de la vida
y carrera de uno de los músicos más ingeniosos y habilidosos que han existido
y que han dignificado aún más lo que es
el Rock.
Tras una breve previa en
la que Gilmour presenta a su nuevo ejército de músicos, muestra algunos de los ensayos
y expresa el cruce de sentimientos que surgen en su mente cuando regresa a
Pompeya y recuerda la figura de su amigo y compañero de fatigas, el gran Rick
Wright.
Un aspecto que siempre
hace de las grabaciones en vivo algo mejor es el recinto donde este se celebra.
Si el anfiteatro de Pompeya ya era bonito hasta aquel momento, la cantidad de
elementos lumínicos y pirotécnicos que se incorporaron en el antiquísimo
edificio terminaron de lograr crear la atmósfera necesaria para albergar un
concierto de semejantes características.
Sin grandes adornos
previos (ni vídeos, ni megafonía,…) el veterano músico se sube a las tablas y
comienza a exhibir su grandeza con dos referencias directas a su último disco
de estudio. “5 A.M.” es breve pero
extremadamente elegante. Un preludio perfecto para la explosión de “Rattle That Lock”, tema más vivo y
pegadizo en el que pueden comenzarse a ver los primeros destellos de calidad de
la nueva alineación de David. La calidad de imagen, filmado en 4K, y de sonido
no podían ser mejores.
Durante la gira que
David realizó durante 2016 uno de los regresos al setlist más sorprendentes fue “What Do You Want from Me” del
“Division Bell”. Gilmour comienza a desmadrarse en la guitarra marcándose el
primer solo mayúsculo de todo el concierto (pronto llegarán más y
mejores).
En un sentido homenaje
a Rick Wright, Gilmour y su banda interpretan “The Great Gig In The Sky”, uno de los temas más sublimes de “The
Dark Side Of The Moon” (ese álbum es sublime en su totalidad) que fue compuesto
por el propio Rick, y la más reciente “A
Boat Lies Waiting”, canción que David y su mujer dedicaron a este gran
amigo en su último disco. En ambas, aunque el pedal steel de Gilmour suena
imponente, es el coro el que se lleva el premio mayor, con unas voces muy
compenetradas que se defienden a la perfección pese al exigente reto que
suponen ambos temas.

Tal vez a las personas
que les disgustó “Rattle That Lock” (no es mi caso), la inclusión de varios
temas en la película les haya provocado un sarpullido. Disfruté en su momento
de ese disco y creo que en esta película “In
Any Tongue” sonó incluso más espectacular que en la versión de estudio. Mantiene
la emotividad del disco, con una ejemplar actuación de Gilmour cantando con
tanta frescura como hace décadas y rematándolo con un soberbio solo.
El segundo, y último,
tema de “The Division Bell” no podía ser otro que “High Hopes”, otro de los platos fuertes de aquella noche. No me
quedaría con un solo músico en este momento del show. Es aquí donde podemos
darnos cuenta de la calidad y la solidez del bloque que David construyó para
semejante oportunidad.
“One of These Days” es la única canción de todo el repertorio que fue
interpretada 45 años antes en la grabación de Pink Floyd en el anfiteatro. Sin
temor a equivocarme, afirmaría que Gilmour y sus pupilos se marcaron una
interpretación que poco tiene que envidiar a la primera grabación (exceptuando
los baquetazos de Nick Mason en la película…tremenda bestialidad).
Si tuviera que quedarme
con un solo tema del concierto, una labor un tanto complicada, creo que sería
con “Shine On You Crazy Diamond” por
la ejecución que hace la banda. A día de hoy creo que este temazo dedicado a
Syd Barrett pocas presentaciones merece. Tras una elegante introducción de
piano, Gilmour comienza a desplegar uno de sus solos más conocidos y de mayor
duración, hasta que los versos comienzan a sucederse y, con estos, el
estribillo es acompañado por el canto de los miles de aficionados allí
presentes. Tampoco faltará el solo de saxofón que podía escucharse en la
versión original, en esta ocasión interpretado por Joao Mello.

El anfiteatro se tiñe
de todos los colores posibles tras la entrada del punteo “Run Like Hell” (¡vaya tema!). De hecho, es tal la fuerza de la
iluminación, que toda la banda, incluyendo a David, necesita ponerse gafas de
sol para poder ejecutar una versión bastante fiel a la original.
El constante sonido de
cientos de relojes proyectados en las pantallas del anfiteatro anuncia la
llegada de “Time”, otro clásico del “Dark
Side Of The Moon”. Steve DiStanislao hace una gran labor a la percusión durante
la introducción del tema, emulando fielmente al bueno de Nick Mason. Otro
músico que hace una gran labor es Greg Phillinganes (¡vaya concierto que hace
al piano!), quien se encarga de cantar los versos que, en su momento, llevaban
la voz de Rick Wright. Gilmour no decepciona y resucita el gran solo de este
temazo. El tema cierra con un pequeño extracto de “Breathe”.

En la película se
omitieron temas como "Faces of Stone", "The Blue",
"Money", "Fat Old Sun", "Coming Back to Life",
"On an Island" y "Today", los cuales son incluidos
posteriormente en el lanzamiento en DVD, CD y vinilo.
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