Corría el año 1979. ZZ
Top era una banda que gozaba de gran fama en Estados Unidos, principalmente por
el éxito de discos de la talla de “Tres Hombres”, “Fandango” o “Tejas”. Tras la
publicación de este último en 1977, la banda tomo la decisión de tomarse un
descanso de dos años para desconectar de las extensas giras que habían
realizado durante tantos años. Además, es en este momento cuando Dusty Hill y
Billy Gibbons comienzan a dejarse crecer las que pronto serían las barbas más
famosas del Rock. La popularidad de ZZ Top fuera de las fronteras americanas
era escasa, por no decir nula. Afortunadamente, Warner Bros Records llegó en su
ayuda y ofreció al trío un interesante contrato que trataría de exportar el
sonido de estos tejanos al resto del mundo. Fue así como la banda lanzó el
recomendable “Degüello”, un disco que obtuvo gran crítica en Estados Unidos,
pero que en Europa no terminaba de enganchar. Aun así, el nombre de ZZ Top
comenzó a sonar en el “viejo continente” gracias a su pequeño primer tour europeo,
que llevó el nombre de Expect No Quarter Tour.
Con el claro objetivo
de terminar de conquistar todos los mercados a nivel mundial, la banda comienza
poco a poco a cambiar su sonido, dejando a un lado composiciones que únicamente
podrían calificarse como “de Rock sureño”, para comenzar a experimentar con
sintetizadores y teclados. ZZ Top comenzó a mezclar sus raíces tejanas con lo
que se llevaba en aquel instante, una fórmula arriesgada pero que en poco
tiempo fue muy efectiva.
“El Loco” (1981), es el
primer disco de ZZ Top en el que pueden comenzarse a escuchar los cambios que
la banda había ido introduciendo en su reconocido estilo. Bajo la producción de
Bill Ham, este disco inició el camino hacia la fama de una de las bandas más
grandes y divertidas que nos han dado los Estados Unidos. Voy ya mismo a reseñar los temas:
El disco abre con el
clásico “Tube Snake Boogie”, un Boogie Rock de la vieja escuela que garantiza
desde los primeros baquetazos de Frank Beard mucha diversión y clase por parte
de los tejanos. Y es que en este tipo de temas el trío siempre se ha sabido
mover a la perfección. La voz de Gibbons cuenta con algo de distorsión, lo que
comenzaba a anticipar los cambios que el sonido que caracterizaba a nuestros
protagonistas en esta reseña estaba cambiando, aunque yo, como fan de Billy que
soy, me quedo con el fabuloso solo que se saca de la manga (¿o tal vez de la
creciente barba?). En directo este tema suele sonar espectacular, siendo
acompañado por una cómica coreografía de los barbudos, un recurso muy usado en
sus conciertos.
Recuerdo que “I Wanna
Drive You Home” no me convenció en la primera escucha, pero pronto este oscuro
tema se ha convertido en uno de mis preferidos del trío en toda su trayectoria.
Sin perder la esencia tejana que tenían todas sus canciones, aquí podemos
escuchar a unos ZZ Top en una atmósfera más oscura, haciéndonos viajar hacia un
desierto americano en el atardecer. El solo de Gibbons, con un sonido más limpio
de lo habitual, suena grandioso. Siempre defenderé a este peculiar músico como
uno de los guitarristas más grandes que han dado los Estados Unidos.
“Ten Foot Pole”, sin perder tampoco el sonido
tejano, presenta una canción más pesada y oscura, como en el anterior corte. La
voz de Gibbons suena más grave, cantando con una voz retadora. Si bien no es
una joya de canción, tiene momentos remarcables como son los dos solos de
guitarra, el Riff principal y el pequeño fragmento instrumental que se produce
en la mitad del tema.
Nunca he sido muy
fanático de las baladas que ha facturado la banda. Tal vez esto sea debido a
que me he criado con sus temas más rockeros, y siempre que llego a un tema
suave como “Leila” siempre me quedo un poco frío. La voz de Billy me gusta más
para hablarme de un prostíbulo tejano (“La Grange”) o de un hombre de etiqueta
(“Sharp Dressed Man”) que para mostrar su amor por una chica (eso se lo dejo
mejor a Aerosmith o a Scorpions que en este tema son auténticos maestros). No
por ello voy a dejar de decir que es una canción agradable, especialmente por
la pista instrumental.
“Don’t Tease Me” es más fiel a lo que nos
acostumbraron los barbudos. Canción con claras reminiscencias rockeras en la
que Gibbons comparte micrófono con Dusty, resultando una gran pista vocal en la
que sobresale la voz aguda del segundo. Siempre me ha gustado Hill como segunda
voz. Es el mejor compañero de viaje que pudo tener Billy junto al bueno de
Frank Beard. Billy, para no variar mucho, vuelve a apostar por un extenso solo
de guitarra estelar con el que cierra la primera mitad del LP.
Más comercial es la
suave “It’s So Hard”, que si bien me gusta mucho más que “Leila”, especialmente
por su sonido más cercano al Soul, no deja de sonarme algo alejada a lo que la
banda acostumbraba. En todo caso, soy el primero en aplaudir que los ZZ
tuvieran lo que hay que tener para cambiar su sonido, algo que siempre he
defendido.
Si bien es cierto que
“Pearl Necklace” no nos va a descubrir nada nuevo de la banda, no por ello deja
de ser un buen tema de Rock americano. Vuelvo a destacar el solo de Gibbons que
se encarga de cerrar el tema de una manera muy técnica.
A más de uno se le tuvo
que quedar una cara de miedo al escuchar los primeros compases de “Groovy
Little Hippie Pad”, un tema en el que la banda, como si de Nostradamus se
tratara, parecía anunciar la llegada en poco tiempo de los teclados como un más
que habitual instrumento que impregnaría futuros trabajos de la banda. La
combinación teclados-guitarra funciona bastante bien en general, aunque no será
este un tema que pasará a la historia de ZZ Top.
La suavidad inicial de
“Heaven, Hell or Houston”, que bien podría avisarnos de la llegada de otra
balada, no tardará en dar paso a Riffs de guitarra más rockeros. Para nuestra
sorpresa, la canción es de lo más progresivo que puede escucharse en la amplia
discografía de estos tres bandidos. La voz distorsionada de Billy, que opta por
narrarnos algo, es acompañada por unos arpegios de guitarra que, sin previo
aviso, se transformarán en un breve instrumental sureño con mucha distorsión,
para finalmente cerrar el tema de nuevo
con Gibbons narrando. Aunque sea especialmente rara, siempre he
disfrutado escuchando esta extraña composición.
Lejos de terminar de
una manera experimental, ZZ Top vuelve por sus fueros con “Party On The Patio”
y su Old School Rock And Roll. Dusty Hill se encarga de cantar este reconocido
tema que ha perdurado en el tiempo. Gibbons opta por volver a dejarnos de piedra
con un explosivo solo de guitarra. Beard hace un papelón tras los parches,
marcando a la perfección los diferentes ritmos que toma la canción, además de
usar el cowbell en muchas ocasiones.
Poco después de salir a
la venta, “El Loco” llegó al puesto 17 en la lista Billboard 200 (¡casi nada!)
y fue certificado con disco de oro en los Estados Unidos al superar las 500.000
copias vendidas. Además, el sencillo de “Leila” se posicionó en el puesto 77 de
la lista Billboard Hot 100, “Tube Snake Boogie” llegó al cuarto lugar en la lista
Mainstream Rock Tracks y “Pearl Necklace” llegó, en la misma lista, al puesto 28.
Claramente, las cosas comenzaban a cambiar en la vida de los barbudos.
Sería bastante extraño
que dijera ahora que “El Loco” es el mejor disco de ZZ Top (creo que la mayoría
coincide en que no es así), pero tampoco sería justo que no dijera que este fue
un disco fundamental para el trío, ya que supuso una evolución de su sonido que
pronto terminaría derivando en el legendario “Eliminator”, uno de los mejores
discos de la banda (para muchos el mejor). Tal vez, si a Billy, Dusty y Frank
no se les hubiera ocurrido grabar “I Wanna Drive You Home”, “Leila”, “Ten Foot
Pole” o “Heaven Hell Or Houston”, nunca hubiésemos disfrutado de “Gimme All
Your Lovin’”, “Legs” o “Sharp Dressed Man”. Por ello, creo que la nota más
justa para “El Loco” sería un 8 bastante alto.
Wbracmulniashi-Newark Anish Ruth https://wakelet.com/wake/G-eEevHEtTGbwgHmbhZFI
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