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Eric Clapton - Slowhand (1977)

Calificación:*****
No fue sencillo para Eric Clapton eso de "sobrevivir en la fama". Tras el rotundo éxito de Cream, sin obviar su paso anteriormente por las filas de los Yardbirds o John Mayall  The Blues Breakers, y el buen año con Blind Faith, otro supergrupo que Clapton fundó junto a Ginger Baker y Steve Winwood que duró menos de 365 días, el guitarrista británico pareció sentir la necesidad de alejarse de los elogios y de la alta consideración que la gente tenía de su talento con las 6 cuerdas. Por ello buscó refugio en la banda americana Delaney & Bonnie and Friends, girando con ellos durante largos meses.

Eric no tardaría en volver a sentir la necesidad de componer canciones para sí mismo y darlas conocer, saliendo en 1970 el tristemente ignorado "Eric Clapton", un LP que tuvo fama en su momento, pero no causó el mismo impacto que los discos que anteriormente había lanzado.    Esto volvió a hacerle sentir que lo ideal sería fundar una banda en la que pudiera ocultarse de la fama durante un par de años más. Es en este instante cuando surgen Derek and the Dominos. La frustración que Clapton sintió al no poder conquistar a Pattie Boyd, mujer de George Harrison de la que quedó enormemente prendado, le llevó a componer las canciones que figurarían en el glorioso "Layla And Other Assorted Love Songs", el gran disco de esta banda.

Entre 1974 y 1976 publicó en solitario tres discos ("461 Ocean Boulevard", "There's One In Every Crows" y "No Reason To Cry", este último contó con colaboraciones de Bob Dylan y The Band), que no terminaron de convencer a la crítica, exceptuando un sencillo que se extrajo del "461 Ocean Boulevard" y que llegó al número 1 en los Estados Unidos ("I Shot The Sheriff", versión del clásico de Bob Marley).

Por aquellos tiempos, y como si de una película de amor se tratara, Pattie Boyd había roto con George y había comenzado a salir con Clapton desde 1974, casándose un par de años después. Tristemente, en esta época las adicciones, especialmente a la heroína, comenzaron a acrecentarse en el músico, lo que terminó siendo un factor fundamental en la ruptura que unos años más tarde terminaría consumándose.

Con este contexto llegamos a 1977. Clapton está con Pattie, las drogas se han convertido en sus mejores aliadas y, con el objetivo de volver a la cima, se pone a trabajar en  los Olympic Studios de Londres junto a Glyn Johns, famoso productor que había trabajado con los Rolling y con Eagles, para empezar a crear una obra monumental. Fue gracias a Johns y su disciplina como el disco pudo terminarse y obtener la fama que a día de hoy posee, puesto que el consumo de alcohol y drogas que en aquellos estudios estaban haciendo Clapton y la banda que le acompañó, ponía seriamente en dudas que el resultado final fuera a ser medianamente bueno.

"Slowhand" es uno de los discos más personales del británico. En este podremos disfrutar de una buena selección de canciones, tanto suyas como de algunos de sus ídolos y/o amigos, y de una mezcla de muchos estilos diferentes.

Ya el título nos deja claro que este iba a ser un disco afín a los gustos y a la personalidad de Clapton. "Mano Lenta" es el apodo que desde joven recibió por, según la leyenda, su enorme reticencia a pagar las copas cuando salía con sus amigos. En su autobiografía, el guitarrista llegó a reconocer que ese apodo al público americano le atraía mucho porque lo asociaban al Lejano Oeste.   

Sin mucho más que añadir, empieza el análisis de "Slowhand":

No puede existir un inicio mejor para este álbum. Señoras y señores, "Slowhand" abre con "Cocaine", uno de los himnos más importantes dentro de la carrera de este genio del Rock, pese a realmente tratarse de una versión de la creación original de J.J. Cale, que recibió el mismo nombre, y que había sido publicada por este un año antes en su álbum "Troubadour". Un simple Riff, pero pegadizo, de guitarra,  no requiere mucha experiencia en la guitarra para poder ser tocado correctamente, una percusión que marca el ritmo como el mejor de los metrónomos, un par de aportaciones de bajo y de teclados y, finalmente, un antológico solo de guitarra de Clapton convierte esta canción en uno de los mayores hits del Rock.

Normalmente, la gente suele pensar que esta canción es una oda a la cocaína, como hicieron unos años antes Black Sabbath en varias de sus canciones ("Snowblind", "Fairies Wear Boots" o "Sweet Leaf"), pero realmente la intención de Clapton era advertir a su público de los muchos efectos perjudiciales que están podían tener. Puesto que el mensaje no terminó de ser entendido por todos los fans, el guitarrista optó por incluir en los estribillos la frase "that dirty cocaine" (esa sucia cocaína).    

La marcha da paso a la dulzura de la bella "Wonderful Tonight", una de las canciones más emotivas de todo el LP y de la carrera de este coloso británico. Clapton canta con mucha tranquilidad, mientras la banda, con una enorme presencia de los teclados, le acompañan en su viaje. La letra, según la leyenda, presenta la relación amorosa de Clapton con Pattie, presentando una romántica situación en la que el británico confiesa a su amada lo bella que está esa noche. Me considero un gran fan de esta preciosa e inmortal canción.

¿Un poquito de Country-Rock? Jamás negaría semejante propuesta cuando la canción ante la que nos vamos a encontrar es la genial "Lay Down Sally". Composición animada, con una marcada percusión de Jamie Oldaker sobre la que las guitarras comienzan a jugar hasta llegar a un solo estelar de Eric, quien nos hace ver esto de tocar la guitarra como algo "fácil". No me imagino escuchando "Slowhand" sin parar en esta canción y disfrutar. 

"Next Time You See Her" siempre me ha sonado muy similar a algunas canciones de los Rolling Stones, guardando las diferencias que existen entre ambos titanes. Suave corte rockero con algunos matices más propios de la música Reggae. No puedo resistirme a los punteos que el bueno de Clapton añade a lo largo de los 4 minutos que dura el tema. Sin duda, una buena dosis de optimismo. 

En menos de 3 minutos podremos viajar a lugares insólitos y pacíficos con "We're All The Way", una breve creación de Don Williams que "mano lenta" versiona a la perfección, logrando crear en el oyente una sensación de tranquilidad y gozo enorme.

Si te decides a escuchar este LP, o ya lo has escuchado, podras disfrutar de la monumental "The Core", en la que Eric comparte micrófono con Marcy Levy, quien se encarga de los coros en el resto del álbum. Los punteos de guitarra vuelven a convertirse en una droga a la que es difícil desengancharse. No faltarán correctos arreglos de saxofón, cortesía de Mel Collins. Si bien ocho minutos podría ser una excesiva duración para una canción sin grandes cambios de ritmo, siempre se agradece su escucha. 

El Folk aparece en el álbum con "May You Never", original de John Martyn, en la que Clapton, sin necesidad de arriesgar demasiado, es capaz de marcarse una imponente versión. Y es que para versiones, este personaje era un maestro capaz de hacer suyas las canciones.

¡Oh yeah! Regresa el Blues más puro con "Mean Old Frisco", versión de Arthur Crudup, con la que nos acercamos al final del disco. Enorme derroche de calidad y destreza con la guitarra por parte de "mano lenta", que sabe aprovechar la sólida base que la banda ha construido con el (sublimes aportaciones de Dick Sims con el piano). 


Finalmente la instrumental "Peaches And Diesel" se encargará de bajar el telón de una manera emotiva, muy directa y, si pilla en un mal día, hasta lacrimógena. Este tipo de canciones fueron creadas para que el oyente pueda disfrutar de la técnica y la magia que, en este caso, Eric Clapton atesoraba, demostrando así por qué ha recibido tantos elogios a lo largo de su carrera, siendo considerado uno de los mayores dioses de la guitarra que han existido.


La crítica se terminó rindiendo a los pies de Eric y de su nuevo álbum, convirtiendo "Slowhand" en uno de los grandes exponentes musicales de la añorada década de los 70. Un disco tan recomendable como único.



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