Así de tajante fue Keith Richards en la presentación del concierto-documental
sobre el concierto que "sus
satánicas majestades" dieron en La Habana, y razón no le faltó.
Cuando los Rolling Stones comenzaron a despuntar como una banda
novedosa y rebelde, allá por la década de los
60, la censura de sus discos y su mensaje libertario y antisistema no
tardó en ser censurado en la Cuba de Fidel Castro. Para poder escuchar algo de
los Stones, o de cualquier banda con un mensaje parecido, tenías que hacerlo en
la clandestinidad porque, de lo contrario, quebrantabas la absurda ley impuesta
por el poder. Las dictaduras de izquierdas y de derechas siempre tan
asustadizas ante el poder que tiene la música.
Nunca antes Mick, Charlie, Ron y Keith habían tocado en Cuba, así que,
aprovechando la mejoría de las relaciones entre este país y los Estados Unidos,
decidieron organizar un concierto histórico en la capital que fue completamente
gratuito. El resultado fue el esperado,
un completo éxito que pasará a la historia del Rock por ser una nueva
demostración de que con la música siempre se podrá hacer más que con la
política o la guerra. Para nuestra suerte, el concierto fue grabado y lanzado a
la gran pantalla bajo el nombre de Havana Moon, claro guiño al fallecido Chuck Berry, el 23 de septiembre, motivo que nos ha llevado
a escribir esta reseña.
Hay que felicitar a Eagle Rock, antes de nada, por la calidad con la
que han capturado cada instante del concierto, así como los momentos previos a
que la fiesta comenzara.
Suena "All Down the Line" mientras anochece en La Habana y los fans comienzan a acceder al con sus camisetas con la lengua más querida del Rock (lo siento Gene Simmons), y con numerosas pancartas con las que, impacientes, aguardaban a sus ídolos. Poco a poco vemos a la banda preparándose para saltar al escenario, siempre con el buen rollo que les ha caracterizado. La pantalla del estadio comienza a reproducir el vídeo introductorio y la locura comienza a desatarse...la banda comienza a entrar en el escenario, quedando Mick Jagger en el backstage sonriendo a la cámara con la misma sonrisa rebelde que siempre ha tenido. Es en ese mismo instante donde Keith comienza a tocar los acordes de "Jumpin` Jack Flash" y se inicia un concierto memorable. Son muchos los cubanos, como se puede ver en la película, que lloraron en aquel momento tan especial y que tanto merecían tras tanto tiempo sin poder escuchar el género que les gustaba por culpa de un estúpido régimen. Al finalizar el tema, Mick comienza a sorprendernos con su particular forma de hablar español. Nos dejará momentos tronchantes cada vez que se dirija a la gente.
1,2 millones de almas concentradas se unieron rápidamente al
incombustible Jagger para cantar el animado estribillo de "It`s only rock and roll (but I like it)", la filosofía que
siempre han predicado estas leyendas y a la que me sumo como seguidor de estos
genios.

Termina el tema y Mick se dirige en español al pueblo cubano con una
frase que va a perdurar por los siglos de los siglos: "Sabemos que años atrás era difícil escuchar
esta música aquí en Cuba, pero aquí estamos, tocando para ustedes.
Pienso que los tiempos están cambiando. ¿Es verdad no?"
Seguidamente es la hora
de una de las baladas más bellas de la historia, "Angie", la cual fue
presentada por Mick como un tema "para los más románticos". Los
mecheros comienzan a aparecer, así como una nueva oleada de lágrimas. Temazo
que no envejece.
Todo oscurece y
comienza una de las canciones más grandes del cuarteto, "Paint it
Black"...sobra cualquier tipo de presentación. Una de las mayores joyas
rockeras que se han hecho. Gran interpretación de una banda que parece haberle
ganado la batalla a la vejez. No pude
resistirme a cantarla en el cine, cosas que ocurren con los Rolling.
Otro clásico, como todo
lo que se nos viene encima, llega de la mano de "Honky Tonk Women",
con una introducción de batería famosísima. Cuba se convierte en una fiesta sin
fin- Qué bonito es ver a toda la gente saltando y entonando el pegadizo
estribillo al unísono.
Keith Richards entona
el "You got the silver", armado, junto a Ronnie, con una guitarra acústica . Un Blues de la vieja escuela que siempre se
agradece. Buen trabajo del guitarrista con el micrófono.
El tema estrella de la noche fue "Midnight
Rambler". Una interpretación que solo está al alcance de unas pocas
leyendas. Instrumentalmente es pura clase, con los cambios de ritmo que caracterizan
al tema, con una buena ración de solos de guitarra y con un Mick que termina de
volverse completamente loco, corriendo, saltando y bailando como un poseso.
Seguidamente llega otro momento del concierto. "Gimme Shelter", una nueva
maravilla de la banda, vuelve a ponernos la piel de gallina. Jagger hace lo que
quiere con la voz. Sasha Allen, canta a dúo con Mick durante gran parte. Esa
chica tiene un vozarrón bastante superior a muchas de las artistas que ahora
triunfan...toda una sorpresa la señorita Sasha.
El
escenario se tiñe de rojo, iniciando una de las canciones más reconocidas de la
banda y, seguramente, mi preferida. "Sympathy for the devil" tiene algo diferente a la típica canción de
Rock. No sé si es la forma de cantar de Jagger, el sonido del piano, o lo que
sea, pero es otro trallazo que quedará por siempre en la memoria del Rock. Gran
interpretación.

Larga vida a los Rolling Stones! ;)
Comentarios
Publicar un comentario