Parece que Led Zeppelin se quedó con ganas de
sacar más discos el año 1969 tras la publicación de su magistral debut de
título homónimo, el cual los llevó al
número 6 en las listas de éxitos. Por ello, ese mismo año, grabaron y
publicaron su segundo disco de estudio, el cual salió a la venta el 22 de
octubre, y que les catapultó hasta el puesto número 1 en las listas inglesas y
americanas.
Zeppelin terminaba el año 1969 en los más alto de las
listas. Pero esto no había hecho más que empezar. Faltarían por llegar ahora
auténticos clásicos que iré reseñando poco a poco. Hasta entonces a empaparse
de este discazo.

Si miramos los tres primeros discos de la
banda vemos que cada uno posee un sonido predominante. El primero destaca por
la fusión del blues y del rock, el tercero por acercarse al folk, sin dejar de
lado el blues en alguna composición, y, por último, en el segundo predomina el
Hard Rock.
Por lo tanto, nos vamos a encontrar un disco
cañero, con un sonido hardrockero primigenio, ya que este disco inspiró a la
mayor parte de las bandas ochenteras que estarían por llegar.
Curiosamente el disco fue grabado durante la
primera gira de la banda, aprovechando los tiempos de descanso y las largas
noches. Además se grabó en diferentes estudios y fue producido por Eddie Kramer
y del mismo Jimmy Page.
La carátula del álbum, como en el primer
disco, merece ser comentada ya que es muy interesante. Podemos observar un
dibujo, el cual fue diseñado por David Juniper, donde podemos ver a los cuatro
miembros de la banda, junto a su mánager Peter Grant, su mánager de giras
Richard Cole y una mujer, la cual es Glynis Johns, la madre de la película Mary
Poppins, lo cual hace un juego de palabras claro con el nombre del ingeniero de
sonido Glyn Johnson. La pintura está inspirada en la vieja fotografía de la
Undécima División Jasta de la Fuerza Aérea Alemana durante la Primera Guerra
Mundial, la cual lideró el legendario Barón Rojo, Manfred Von Richthofen.
Centrándonos en el material que contiene el
álbum, vamos a disfrutar de 9 cortes intensos que no te van a decepcionar,
querido lector.
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Foto que inspiró la portada |
Alguna vez en la vida, por muy alejado al
rock que se esté, o no, tendrás que escuchar el riff de "Whole Lotta
Love" con el que empieza el disco. Uno de los más famosos en la historia
de la música del Siglo XX. La risa entrecortada de Plant se funde rápidamente
en el mencionado riff, y empieza la fiesta donde vemos a una banda más madura y
con un sonido más cuidado que en su debut, si eso es posible afirmar, porque su
debut es impecable. La parte intermedia es experimental al máximo. La batería
sola, junto a diversos sonidos de la guitarra de Page tocada con un arco de
violín, y Robert Plant realizando temerarios gritos hasta que Bonham se cansa y
al llegar al tercer minuto rompe los parches y vuelve la caña al tema. Y es que
este corte creó escuela.
La primera vez que escuche este disco quedé
prendado de "What Is and What Should Never Be" por la interpretación
que realiza toda la banda. Un tema muy pausado en algunos instantes, donde
Plant dirige con su voz la melodía, y con buenas subidas de tono por parte de
todos los miembros. John Paul Jones ejecuta una línea de bajo perfecta, que se
va moviendo tranquilamente por la canción. El solo de Page, como todos los que
ha hecho, me encanta, porque le da un sonido con el slide, que parece que nos
quiere transportar a Hawai.
Otro tema que me maravilló desde la primera
escucha es "The Lemon Song". Un blues 100% zeppeliano que, a
diferencia de los que encontramos en el primer disco, se muestra algo más
rockero. De nuevo Paul Jones aporta una línea de bajo que se hace notar en el
tema. Robert Plant canta de manera seductora los versos, llegando a pronunciar
una frase que les costó ciertas críticas, la cual predicaba "exprime
mi limón hasta que el jugo corra por mi pierna”. Lamentablemente, como ha
ocurrido con muchos otros temas de Zepp, el parecido con otros temas les ha
provocado serios problemas legales. En el caso de esta canción se les atribuye
que mezclaron varios blues diferentes como "Killing Floor" de
Howlin`Wolf y "Travelling Riverside Blues" de Robert Johnson, que
curiosamente son dos de sus máximas influencias.
El ritmo baja notablemente ante
la llegada de "Thank You", balada que podría ser de los 80, que Plant
le dedicó a su mujer. Tiene buenos momentos, como son los teclados de Jones o
el solo de Page, pero, para mi gusto desentona un poco con el resto del
contenido del disco. Tal vez para el "Led Zeppelin III" hubiera sido
perfecto. Pero eso no le quita calidad al tema, cuidado.
Llega uno de los momentos fuertes
del disco. "Heartbreaker" fue otro de los primeros éxitos de Zepp en
el mundo, así como uno de los temas más queridos por los fans y por las bandas
de los 70 y 80. El riff de Page, totalmente pegadizo, la voz de Plant que
disfruta cantando, las agresivas líneas de bajo de Jones y el ritmo marcado de
Bonham en la batería hacen de éste un clásico del Hard Rock. La parte
intermedia pasará también a la historia para los amantes de la guitarra, porque
rompería con los patrones musicales que se habían visto hasta aquel momento.
Sir Jimmy Page I de Inglaterra aprovecha el parón de la banda para ejecutar un
recordado solo de guitarra, que me
recuerda mucho a los que hace todavía Angus Young en los conciertos de AC/DC.
El tema más vacilón del disco es
"Living Loving Maid (She`s Just a Woman)", que muestra un sonido más
bailable. Las constantes repeticiones del título del tema siempre incitan
fuertemente a ser cantadas.
Otro clásico imprescindible de la
banda es "Ramble On". Tema con cambios de ritmo constantes, pasando
de partes acústicas a un sonido más fuerte. Un corte que sirve para
anticiparnos de lo que estaría por llegar en los siguientes trabajos de la
banda. La voz de Plant se muestra juguetona, con momentos de dulzura y también
de carácter. En uno de los pequeños instrumentales de Page suenan dos guitarras
gemelas, elemento muy novedoso para la época, que luego pondrían de moda bandas
como UFO y, en especial, Iron Maiden o Thin Lizzy.
En la música han existido grandes
baterías. La mayoría de la gente, al hablar de sus preferidos suele coincidir
al nombrar al eterno JOHN "BONZO" BONHAM, monstruo rompeparches que
desapareció prematuramente, pero que nos dejó un legado imborrable. La manera
de tocar tan característica lo convirtió en un avanzado para su tiempo y en una
leyenda actual. "Moby Dick" es el instrumental que lo hizo
mundialmente conocido, junto a todos sus acompañamientos de batería en la
discografía de Zepp. Y es que tras un breve instrumental acompañado de Page y
John, "Bonzo" se queda solo ante el peligro y comienza a ejecutar una
de las piezas de batería más espectaculares que han existido indiscutiblemente.
En un primer momento toca golpeando con los puños los parches, hasta que agarra
las baquetas y comienza lo bueno. Un orgasmo musical único.
El disco finaliza a ritmo de un
potente Blues Rock que los Zepp podían alargar hasta los 20 minutos.
"Bring it on Home" se convirtió en otro pelotazo de la banda, que no
faltó en las primeras presentaciones de la banda, como la del Royal Albert
Hall, donde hacen su mejor interpretación. El tema comienza con un sonido 1000%
blues, donde Plant parece imitar en la voz y en la armónica a Sonny Boy
Williamson. El desenfrenado riff de Page que entra a continuación me encanta,
por su sonido violento y porque quiere terminar de la mejor manera posible este
sobresaliente trabajo.

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