Los
antecedentes de este álbum se remontan a la primera época de la banda, cuando
Paul Di` anno era la voz de "la doncella". Con ellos grabó dos
discazos como "Iron Maiden" y "Killers", con los que la
banda comenzó a hacerse un hueco en el panorama musical de la NWOBHM, junto a
bandas como Saxon, Motörhead UFO, entre otros muchos.
Sin
embargo, los excesos de Paul, los cuales le trajeron algún que otro conflicto,
produjeron su expulsión de la banda, la cual comenzaría a buscar a un cantante
de inmediato. El elegido fue, ni más ni menos, que Bruce Dickinson, el cual
provenía de otra afamada banda de la época, Samson, con los que había terminado
de mala manera. En su audición, la cual se conserva (gracias satanás) y la
podemos escuchar en You Tube, deslumbró a la banda interpretando tres temas de
sus dos primeros álbumes, como fueron "Killers", "Twilight
Zone"y "Wrathchild".
Bruce
llegaba a la banda para quedarse, y así fue, pese a su salida durante un breve
periodo de tiempo, para volver y seguir, todavía, girando y sacando discos con
Iron Maiden. Es, sin duda, una de las mejores voces que han existido, por su
fuerza y por su variedad de registros.
Pero no
solo este hecho merece ser destacado antes de entrar en el análisis del disco,
ya que la grabación de este trabajo
fue muy peculiar y paranormal...
...resulta
que la banda al fichar a Bruce tuvo problemas legales con Samson, los cuales se
solucionaron al pactar que el cantante no podría componer ningún tema del
disco, solo podría "dar apoyo moral". Años después pudimos saber que,
realmente, Dickinson se pasó las reglas por alto, y colaboró en temas como
"The Prisoner" o "Run to the Hills". La grabación se
caracterizó por ser la primera en la carrera de Maiden donde se compuso la
totalidad del disco durante la grabación, la cual duró, solamente 5 semanas, y
en la cual la banda experimentó grandes presiones por parte de la discográfica.
Grabación del disco |
Sobre
los sucesos paranormales, y para darle más misticismo a este disco, durante los
días en el estudio, se produjeron cortes de luz sin explicación, desapariciones
de equipo y de grabaciones, de manera misteriosa, un miembro del equipo se
electrocutó y, la más curiosa, Martin Birch, productor del disco, tuvo un
accidente de coche, donde se chocó con un fanático religioso. La reparación del
bólido le costó 666 libras...¿casualidad?
Ante tal suceso, Martin decidió pagar 667.
La
portada es de las más famosas de Maiden, con un Eddie gigante que, como si se tratara de un titiritero maneja al
diablo, el cual, a su vez, maneja a una especie de Eddie más pequeño (aunque
también podría ser un ser humano).
El
disco abre fuego con "Invaders",
donde Bruce es presentado en sociedad al mundo entero. Un tema muy dinámico,
donde los versos son coreados a toda velocidad por Mr. Dickinson, el cual ya
comienza a maravillar. El puente me encanta, con la voz llegando a tonalidades
agudas desconocidas hasta entonces en "la doncella".
Instrumentalmente, es Iron Maiden, Heavy Metal en su más alta expresión, con
unas guitarras afiladas, con Harris al bajo y con Burr en la batería, que era
una bestia. La letra habla sobre la
invasión de los vikingos en Gran Bretaña.
El
segundo corte es uno de mis preferidos en la carrera de Maiden. "Children of the Damned" baja
las pulsaciones notablemente, con sus melodías lentas y oscuras, con unos
arpegios que me ponen los pelos de punta, hasta que entra Bruce y comienza a
cantar como pocos. La banda realiza una interpretación perfecta de Heavy Metal,
con partes más cañeras, en las cuales el sonido me recuerda, un poco, a Black
Sabbath. Los estribillos son de lo mejorcito que podrás escuchar en este
histórico trabajo. Llega la hora de darle caña al tema y en el 2:21 el bajo y
la batería se alían para anunciar que la cosa va a cambiar. Las guitarras
gemelas hacen su aparición interpretando un solo "Made in Maiden". El
grito final de Bruce es para repetirlo hasta cansarse. La letra, escrita por
Harris, se inspira en una película que el mismo bajista vio, la cual se llama
como el tema, y trata sobre niños con poderes psíquicos paranormales, los
cuales deben luchar por sobrevivir contra la raza humana. En la canción se
habla sobre la muerte del último de niños, el cual muere en la hoguera. Según
Bruce, su mayor inspiración a la hora de cantar este tema fue la interpretación
de Ozzy Osbourne del clásico de Sabbath "Children of the Grave".
"The Prisoner" es otro temazo. La
entrada de Burr en la batería es muy épica, a la cual se le va sumando la banda
al completo. Los versos parecen sacados del primer disco de la banda, por el
sonido más macarra en la voz de un Bruce retador. Los puentes y los estribillos
son memorables. La letra tiene mucha historia. Harris se inspiró en la famosa
serie de televisión "The Prisoner", protagonizada por Patrick
McGoohan. Es un canto a la rebeldía y a la libertad donde un personaje rompe
con la represión a la que se le estaba sometiendo, en favor de su individualidad
y libertad ("I`m not a number...I`m a free man!") . Curiosamente el
prisionero de la canción logra huir, pero volvería a La Villa donde estaba
oprimido, como podremos escuchar en "Back in the Village" del
Powerslave.
A
Maiden, como acabamos de ver, le encantaba hacer canciones cuyas historias
podían desarrollarse en diferentes discos. Un ejemplo de ello es "22 Acacia Avenue", que es la
continuación de "Charlotte the Harlot" (Iron Maiden). Cambios de ritmo constantes caracterizaran
este corte que penetrará en ti rápidamente y te harán mover el esqueleto
rápidamente . La voz de Dickinson...en fin...gloriosa. Curiosamente, la letra
describe un la zona donde vivía la
prostituta Charlotte vivía y realizaba sus faenas, que curiosamente, y
volviendo a la realidad, tiene el nombre
de la calle donde Steve Harris nació, así como que existen 60 calles en el
Reino Unido con ese nombre.
¡Quinto
corte! Abróchese el cinturón amigo lector, porque llega el himno de las
criaturas de la noche, y no es "Thriller" (con los
respetos). "The Number of The Beast" fue el tema que lanzó a Maiden al estrellato y que, a día de hoy, es
uno de los himnos indiscutibles de la banda. La letra nace de una pesadilla que
tuvo Steve Harris al ver la película Damien: Omen II (La Profecía II). Aunque
también, el bajista ha declarado que se inspiró en un poema de Robert Burns,
"Tam O`Shanter" .
La canción posee un intro vocal grabado por el
actor Barry Clayton, pese a que en un primer momento querían que fuera
el mismísimo Vincent Price el que se encargara de dicha labor. En ella se citan
dos pasajes de la Biblia: 12:12 y 13:18,los cuales he puesto a modo de
presentación de esta reseña, y que todo fan del Heavy Metal ha escuchado alguna
vez en su vida.
Anuncio del disco |
Entonces
el himno arranca con las guitarras muteadas de Adrian y Dave, junto a Steve. La
voz de Bruce comienza a semi-susurrar los versos, hasta que, junto a la subida
de tono de la música, la voz sube el
volumen hasta culminar en EL GRITO MÁS ÉPICO DEL HEAVY METAL. ¿¿¿De
dónde sacó tanta mala leche Dickinson para pegar semejante rugido??? La canción es una delicia. Los versos son
pura potencia, los estribillos, que todo el mundo ha escuchado alguna vez, son
históricos y los solos son pura magia negra. Es uno de los temas más
importantes de la historia, amigos, no se olviden.
Para
variar, la Iglesia trató de vetar este tema porque, supuestamente,
poseía contenido donde se alababa a Satán, cuando realmente no es así,
pero la historia ha demostrado que la religión siempre ha tratado de eliminar
canciones, sin motivo alguno. Y si fuera satánica, ¿qué más da? . El propio
Harris afirmaba: "Básicamente, esta canción es acerca de un sueño. No se
trata de la adoración al diablo."
Se
viene otro clásico indiscutible de la banda. Una batería desfilando anuncia la
llegada de la famosísima "Run to
the Hills". Un primer riff de
guitarra lento da la entrada a Bruce, el cual comienza a cantar a las mil
maravillas. Después comienza la velocidad, esa cabalgada tan característica en
Maiden, que nos transportará al potente estribillo que tantas veces he coreado
"Run to the hills! Run for your lives!". ¿La letra? de las mejores
que Harris ha hecho en su carrera. Con Maiden puedes aprender un montón de
sucesos y hechos históricos....¡¡y acompañado de buena música!! En esta
ocasión, el tema nos habla de la conquista por parte de los ingleses de los
indígenas norteamericanos, hablando de la opresión que ejercieron sobre éstos
al llegar al "Nuevo Mundo".
Pero la
estructura de la letra es más compleja de lo que parece, ya que vamos a ver la
misma historia narrada por ambos bandos, y por una tercera persona. En la
primera parte se hará referencia al punto de vista de los pueblos nativos sobre
la llegada de los ingleses(El hombre blanco llego cruzando el mar// Nos
trajo dolor y miseria.//Mató nuestras tribus y credo.//Robó nuestra habilidad
para sus propias necesidades.) , en la segunda, es una descripción que hacen los anglosajones
sobre los indígenas (Galopando intensamente en las llanuras.//Cazando a los pieles rojas hasta sus agujeros//Luchando contra ellos en sus
terrirorio), y la última
parte estará narrada en tercera persona (Violando las mujeres y echando
a perder a los hombres.//Los únicos indios buenos son los dominados.)...es pura crítica, pero ¡Vaya
letra!
Para
variar, la letra trajo la indignación de la Iglesia, y los calificó de
satánicos, y no por su letra...¡por tener un sonido diferente a lo que se
estaba haciendo!
"Gangland" llega tras estos dos trallazos,
y no va a bajar en potencia, ya que, desde su inicio, Burr nos avisa con la
batería que la banda va a darlo todo hasta el final del disco. Me gusta la
parte en la que Bruce dice eso de "Deadman Tell No Tales//In Gangland
murders up to sale" ("Los muertos no hablan//En el mundo del del
crimen los asesinatos están en venta"). La letra, ojo, fue escrita por
Clive Burr, y no por Harris, y nos habla de un ex matón que se arrepiente de su
pasado. Me encantan los gritos de Bruce, que realiza en momentos puntuales de
la canción.
En la
versión original del disco no se incluyó "Total
Eclipse", pero en las remasterizaciones posteriores si se publicó ,
por lo que lo vamos a reseñar. La introducción instrumental es una
gozada, que termina uniéndose con el riff principal. La voz de Mr. Dickinson,
como siempre, es de otro mundo. El puente es espectacular, con un sonido más
duro y grave. El estribillo tampoco desmerece. La letra, que sí fue escrita por
Steve, describe un eclipse total, donde imperará el miedo y la oscuridad.
El
disco termina en una celda fría, donde un hombre espera su turno para visitar
la orca, y donde pondrá final a su lenta agonía de muerte. "Hallowed Be
Thy Name" representa uno de los mejores temas, ya no solo de Maiden, sino
del Heavy Metal, por la letra y por el sonido que los dioses británicos fueron
capaces de sacar de sus instrumentos y cuerdas vocales. La introducción, donde
Bruce se mete en el papel del preso, con campanas y acordes de octavas
acompañándolo, hasta fundirse en pura electricidad. Los versos son de lo mejor
que ha cantado Bruce, con una fuerza que le sale del alma. El pasaje instrumental
que nace en la mitad del tema es un orgasmo musical, donde veremos las
guitarras más afiladas del metal, Adrian Smith y Dave Murray en un duelo épico,
acompañados de las cabalgadas de Harris. La letra, pese a que ya adelanté el contenido,
hace un retraso psicológico del preso espectacular, donde lo vemos experimentar
la angustia, después el terror y, al final, esperanza de volver algún día a vivir, o de seguir viviendo
después de la horca, aunque solo perdure el alma . Me quedo con una frase
flipante, y que poco tuvo que gustarle al clero, que grita eso de "Mientras
los guardias me arrastran al patio, alguien desde una celda me dice "Que
Dios esté contigo"....Si hay un Dios, ¿por qué me ha dejado morir".
Ha llegado el final de una obra maestra de la música. He escuchado pocos discos como este, con una banda inspiradísima, joven y con ganas de conquistar el mundo. Maiden logró hacer historia, escribiendo su legado, y convirtiéndose en uno de los máximos estandartes del Heavy Metal...Up the Irons!!!!
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