Portada del disco |
Eran
malos tiempos para Black Sabbath. La primera era de la banda, caracterizada por
la calidad de sus trabajos, salvo el "Technical Ecstasy", había
terminado con el despido de Ozzy
Osbourne debido a su profunda adicción a las drogas y al alcohol.
Su
sustituto fue el joven, pero experimentado, Ronnie James Dio, que había cantado
para Elf, banda de rock y blues, y Rainbow, junto al mítico Ritchie Blackmore,
donde nos regaló tres discazos históricos como el "Ritchie Blackmore`s
Rainbow", el "Rising" o el "Long Live Rock and Roll". A Dio no le atraía el camino que estaba
siguiendo Ritchie y su banda, por lo que abandonó esa formación poco después de
grabar el mencionado "Long Live..."
La
pregunta era ¿podría Sabbath remontar el vuelo? ¿O la incorporación de Dio
empeoraría la situación de la banda? Creo que la respuesta es simple cuando
afirmo que nos encontramos ante uno de los mejores discos que ha conocido la
humanidad, y uno de mis preferidos.
La
combinación de los riffs del genio Iommi, los baquetazos de Bill Ward y las
líneas de bajo de Butler con la que,
para un servidor, fue y será la mejor voz que ha existido, fue la clave para
que este disco alcanzara la fama que tuvo.
Y
es que el disco es bueno ya desde su portada. Tres ángeles despreocupados fumando y jugando
a las cartas, que se encuentran sentados delante de un fondo negro. Sin duda,
me marcó desde mi juventud esta portada y, de hecho, ahora tengo mi camiseta
con ésta en grande. (Con los años me ha llamado la atención el curioso parecido
que tienen el ángel de la izquierda y el de la derecha con John Bonham y Jim
Morrison, respectivamente).
Entrando
en materia musical, que es el motivo por el que he escrito esta reseña, el
disco se compone de 8 pistas, con una duración total de 39 minutos. Fue el
primer disco de la banda producido por
el conocido Martin Birch.
Single de Neon Knights |
La
fiesta comienza con "Neon Knights". Tema muy rápido, con el que se
inicia la era de Dio. La voz del pequeño elfo se desenvuelve a las mil
maravillas a lo largo de todo el tema, y del disco. El sonido de Sabbath había
cambiado ya que temas como éste no lo podemos encontrar en el catálogo previo
de la banda, lo que muestra la frescura y la necesidad de cambio ante la caída
en el olvido de los dioses de Birmingham . El solo de Iommi es una delicia.
Gran carta de presentación.
El
segundo corte es de lo mejor que hizo Sabbath en su carrera...."Children
of The Sea". La primera composición, en lo que concierne a letra, que hizo
Ronnie con la banda. Los arpegios iniciales de Tony, que son acompañados por la
suavidad vocal de Dio, se funden en pura electricidad pesada, más cercana a los
primeros discos de la banda. El estribillo es digno de admiración por la
ejecución vocal, así como por la instrumentación. Y es que ¡qué bien le vino a Sabbath
cambiar de aires!
Un
tema vacilón y muy querido por los fanáticos de esta época, donde me incluyo,
es "Lady Evil". El bajo de
Butler entra en acción con esta divertida canción, en la cual realiza
auténticas barbaridades con su instrumento (no pienses mal). Lo seguiré
diciendo a lo largo de la descripción, pero la voz de Dio a lo largo del disco
es de lo mejorcito que podrás escuchar en tu vida. La parte instrumental que se
desarrolla en el intermedio de Lady Evil es fantástica.
Pero
el momento del disco se sitúa en el cuarto corte. Es uno de los riffs más
famosos del Heavy Metal, que creó el demonio de Iommi con acordes de quinta, y
que pasarían a formar parte de la historia de la música. "Heaven And
Hell" fue el tema más grande que hizo Sabbath con Dio, así como uno de los
mejores en su carrera. La letra es pura poesía, la cual mejora, aún más, con la
voz de Ronnie, que hace una interpretación perfecta. Butler le da misticismo a
los versos con su semi-cabalgada al bajo. En el 3:18 acudimos a la exhibición
de Tony en la guitarra, el cual realiza un solo, con un poco de eco, que aporta
más clase al disco. Un minuto después Ward y Butler deciden que se acabó la
lentitud y comienza la velocidad en el tema, donde Dio recita la frase que he
colocado al inicio y que dice eso de
"The World is full of kings and queens who blind your eyes and steal your
dreams". La guitarra acústica de Iommi pone punto y final a una de las
mejores canciones que se han hecho.
Tras
lo que acabamos de presenciar nos hallaremos ante "Wishing Well", la
cual muestra algo más de rabia en los estribillos, pero sin dejar a un lado la
velocidad que llevamos presenciando desde el inicio del disco. Podemos escuchar, pese al sonido eléctrico
del tema, alguna guitarra acústica intercalada.
Single de Die Young |
Otro
plato fuerte es la potente "Die Young". Geoff Nicholls realiza una
enigmática introducción con los teclados, acompañado por los punteos de Iommi,
hasta que Ward arranca con la batería a toda pastilla y comienza la magia. Otra
de las grandes interpretaciones de Ronnie en el disco, donde canta invitándonos
a vivir el día a día. Los cambios de ritmo van a estar muy presentes en este
tema, con subidas y bajadas de tono.
El
tema más flojo, si se puede afirmar eso, porque es también para un 10, es
"Walk Away", que es más propio de los proyectos en solitario que Dio
haría posteriormente. Un tema pausado, con un muy buen estribillo.
Esta
obra magna no podía terminar mal, así que Sabbath nos regala la bella "Lonely
Is The Word". Tema lento, con ese ritmo pesado que ellos mismos habían
creado una década antes, se funden en la voz de Sir Ronnie James Dio, el cual
cantan de manera muy melódica y elegante, como solo él sabía hacer. En el
intermedio llega Iommi para realizar el mejor solo del disco. De esos que te
dejan boquiabierto y que son capaces de sacarte una lágrima en los días
tristes. Mucha emotividad es lo que tiene esta canción, que va a poner punto y
final al disco.
El
éxito de ventas llegaría posteriormente, así como su segundo, y sobresaliente,
trabajo, "The Mob Rules", el cual reseñaré en breve. Un disco que
cambió la historia de Black Sabbath para siempre. Muy pocos discos pueden
competir con Heaven And Hell.
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