Sin duda, una de las mejores noticias musicales de 2017 fue el regreso de Helloween junto a los míticos Kai Hansen y Michael Kiske. Lo que inicialmente se planteó como un tour mundial y poco más, terminó convirtiéndose en algo mucho más grande. La amistad entre Kiske y Deris, sumada a los sólidos vínculos que Kai mantenía con sus compañeros desde hacía décadas, llevó a la banda alemana a optar por continuar como una formación renovada. Una decisión acertada que, para nuestra fortuna, se materializó en un notable álbum de estudio titulado simplemente “Helloween”, lanzado en 2021 y que, en general, dejó satisfechos a sus seguidores.
La gira promocional de este disco permitió a Helloween
recorrer el mundo nuevamente, cosechando una respuesta excepcional de una
fanaticada que llenó cada recinto donde las calabazas ofrecieron un espectáculo
que combinaba clásicos con temas nuevos. Fue en este contexto que la banda
visitó Japón y actuó en el emblemático Budokan, un lugar sagrado del Rock y el
Metal. La actuación fue grabada para un álbum en vivo que hoy analizamos.
En un principio, me sorprendió que este concierto
fuera el elegido para su lanzamiento. Según tengo entendido, se transmitió por
streaming y existen numerosos vídeos subidos por aficionados en plataformas
como YouTube, lo que podría restarle algo del “factor sorpresa”. Aun así,
cualquier iniciativa de Helloween que nos brinde nuevo material, ya sea de
estudio o en directo, siempre será bienvenida por mí y por cientos de miles de
seguidores. Además, justo en el momento en que este álbum ve la luz, la banda se
encuentra grabando el sucesor de “Helloween”, un trabajo que seguramente será
uno de nuestros favoritos el próximo año.
Pasando al contenido sonoro, cabe destacar el altísimo
nivel de producción audiovisual. La claridad y presencia de todos los
instrumentos, junto con el empleo de múltiples cámaras, hacen que la
experiencia sea inmersiva. Ya en “United Alive” (2019) se evidenció el cuidado
que la banda pone en este aspecto.
El show comienza con los acordes de la breve “Orbit”,
que sirve de introducción a la gloriosa “Skyfall”. Con más de 12 minutos de
Power Metal épico y cambios rítmicos constantes, es probablemente la mejor
canción de su último álbum. Esta era la pieza que más ansiaba escuchar en este
LP, tanto por la capacidad del grupo para defenderla en directo como por la
reacción del Budokan, que se hace notar desde los primeros compases. Aquí queda
patente el extraordinario estado vocal de Michael Kiske, quien, a pesar de los
problemas de garganta que enfrentó en la gira de reunión, demuestra todo su
potencial. Esa potencia vocal se combina a la perfección con la electricidad de
Deris, cuya voz ha sabido adaptarse al paso del tiempo, formando un dúo
formidable. Además, los extensos pasajes instrumentales, donde el trío de
guitarras brilla con solos memorables, redondean esta impresionante
apertura.
Sin apenas terminar “Skyfall”, la banda arrasa con
“Eagle Fly Free”, mi favorita de estos inmortales del Heavy Metal. La
interpretación es impecable, manteniendo la intensidad powermetalera de antaño,
especialmente en el intermedio plagado de solos. Una vez más, podemos disfrutar
de una de las interpretaciones más exigentes y legendarias de Kiske, quien
alcanza esos agudos que lo hicieron eterno hace más de 35 años. Es
impresionante comprobar cómo Helloween logra sonar con una fuerza que roza lo
inhumano.
Tras un breve solo de bajo de Markus Grosskopf y los
saludos de Hansen y Deris al público japonés, llega “Mass Pollution”, otro tema
reciente que defienden sin esfuerzo. La pegadiza interpretación vocal de Andi
Deris y su estribillo inolvidable quedan grabados en la memoria antes de que la
banda desate el caos con el clásico “Future World”. El público japonés,
entregado en todo momento, acompaña a Kiske con fervor en cada verso y
estribillo, creando un ambiente electrizante.
La siempre agradable “Power” antecede a uno de los
momentos más destacados de este álbum: la recuperación de “Save Us”, uno de los
temas más intensos del histórico “Keeper Of The Seven Keys Part 2”. Pese al
paso del tiempo, Kiske sigue siendo capaz de defenderla con la misma potencia
de antaño, alcanzando esos agudos sobrenaturales mientras la banda despliega
una base instrumental vertiginosa. Los riffs veloces y el duelo de solos entre
Hansen y Weikath elevan esta pieza a lo más alto.
Otro punto álgido es el medley de Kai Hansen, donde en
poco más de diez minutos repasa cinco temas de la primera etapa de la banda.
Aunque Hansen no es un vocalista extraordinario, su fuerza característica dota
de vitalidad a joyas como “Metal Invaders”, “Victim Of Fate” y “Gorgar” (tres
números recuperados especialmente para esta gira), así como a las emblemáticas
“Ride The Sky” y “Heavy Metal (Is The Law)”. Este homenaje a los inicios del
Power Metal resulta inolvidable.
El momento emotivo de la noche llega con “Forever and
One”, la balada interpretada a dúo por Kiske y Deris, quienes demuestran la
gran química que han desarrollado en los últimos años. Su capacidad para
emocionar sigue intacta, tocando el corazón de cualquiera. Justo después, ambos
cantantes se enfrentan en un duelo de agudos en “Best Time”, otro tema reciente
que, gracias a su ejecución impecable y a la cálida respuesta del público
japonés, se consolida como un nuevo clásico.
De ahí en adelante, la banda deslumbra con una
sucesión de clásicos infalibles: “Dr. Stein”, la épica “How Many Tears” (una
obra maestra que encarna el espíritu del Power Metal) y “Perfect Gentleman”, el
primer gran éxito de la era Deris.
Antes de cerrar con la icónica “I Want Out”, Helloween
nos regala una interpretación magistral de “Keeper Of The Seven Keys”,
extendida a 20 minutos. Esta versión supera con creces la ofrecida en “United
Alive” gracias al mejor estado vocal de Kiske y al reparto equitativo de tareas
vocales entre él y Deris. Este tema, junto con “Skyfall”, el medley de Hansen y
“How Many Tears”, ocupa un lugar de honor en este álbum.
CONCLUSIÓN
Con más de cuatro décadas de trayectoria y su nueva
formación consolidada, Helloween se ha convertido en una de las bandas más
atractivas para ver en vivo. Su espectáculo actual fusiona el glorioso pasado
con una admirable capacidad de adaptación a las nuevas tendencias del Metal.
“Live At Budokan” captura fielmente el estado actual de la banda y, contra todo
pronóstico, podría ser el mejor álbum en vivo que hayan registrado.
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