Siempre que hablo de Avatar por estos lares suelo decir lo mismo, pero es que pocas bandas me han sorprendido tanto en los últimos 15 años como lo ha hecho este quinteto sueco. Su versatilidad a la hora de tocar Heavy Metal, enfocándolo en su mayoría a un Death Metal Melódico, les ha permitido conectar con una legión de seguidores cada vez más amplia y diversa. Y es que, si atendemos a su discografía, además de no encontrar un solo “pero” es posible observar una evolución estilística que comprende desde unos orígenes más extremos (“Thoughts Of No Tomorrow”, “Schlacht” o “Avatar”) hasta una serie de apuestas más progresivas (“Feather And Flesh”, “Avatar Country” y “Hunter Gatherer”), pasando por una etapa donde incorporaron elementos más digeribles (“Black Waltz” y “Hail The Apocalypse”) sin dejar de identificarse por ello con la distorsión y la agresividad.
En pleno 2023 tenemos la suerte de poder reseñar
“Dance Devil Dance”, el noveno esfuerzo discográfico de estos ambiciosos
artistas que, como no podía ser de otra forma, vuelven a apostar firmemente por
seguir ampliando sus horizontes sonoros hasta nuevas cotas de genialidad. Ya os
puedo confirmar que el grupo se niega a renunciar a ese estilo tan personal de
hacer Metal y que tanto sorprende a cualquiera que se aventura a escucharlos.
¿Serán capaces de mantener el nivelazo de “Hunter
Gatherer”? ¡Lo comprobaremos a continuación!
Entrando ya en materia puramente musical, el álbum
comienza con un tema homónimo que contienen tanto gancho como dosis de mala
hostia. “Dance Devil Dance” nace de líneas de guitarra limpias y distorsionadas
que, en su conjunto, conforman una base cambiante y oscura sobre la que
Johannes puede sacar a relucir su variedad de registros (aquí hay hueco para
los mejores guturales, pero también para esos agudos que te abren en canal
desde que fluyen de la garganta de este vocalista). Un puente-estribillo para
el recuerdo remata esta inmejorable apertura.
Personalmente, me ha encantado “Chimp Mosh Pit” por su
ritmo machacante que saben imponer durante los tres minutos de canción sin por
ello caer en la repetición. Las líneas de guitarra y bajo van de la mano
creando una línea juguetona que te atrapa desde la primera escucha, al igual
que sucede con el agudo registro empleado por Johannes. Tampoco me puedo
olvidar de destacar aquí el deslizante solo que ambos guitarristas se marcan
(creo que hay momentos de slide en el mismo). No sé a ustedes, pero a mí este
número me ha trasladado a “Feather & Flesh” o “Avatar Country”.
El espíritu Death de sus orígenes resucita en la ya
conocida “Valley Of Disease”, pieza elegida como primer single de la obra y que
convence sobradamente con su instrumentación machacante (hay hasta ciertos
retazos de Industrial por ahí desperdigados) y una excelsa exhibición de
guturales. No serán pocos los mosh pits que van a originarse en los
futuros directos del quinteto cuando interpreten este numerazo.
Mucha atención a “On The Beach” y su combinación de
pasajes cuya distorsión (honor a sus guitarras) arrasa con todo lo que se pone
por delante gracias a un estribillo melódico y que se siente más accesible a
todos los públicos. Esta manera de enfocar las composiciones dista un poco de
la mayor densidad que nos ofrecieron en el reciente “Hunter Gatherer” y nos
hace volar hasta los tiempos de “Avatar Country”, donde supieron coquetear con
las melodías sin por ello sacrificar su faceta más furiosa. Numerazo.
¡Cómo machaca tu oído “Do You Feel In Control?”! Desde
su batería John Alfredsson se roba el protagonismo con una temblorosa pista que
el resto de miembros sabe aprovechar para erigir una canción densa y de pocas
alteraciones. Crece muchísimo con el paso de las escuchas, confirmando así el
buen hacer que, al menos hasta ahora, estamos percibiendo en este LP.
Nunca antes había escuchado una canción como “Gotta
Wanna Riot” en los anteriores ocho álbumes de estos suecos. Sin duda alguna
estamos hablando de una de las sorpresas más rompedoras de todo el álbum por su
propuesta más cercana al Hard-Rock, con un tono callejero en sus versos que
parece sacado de los primeros Guns N’ Roses (el estribillo es más “de la casa”)
y que tiene como broche de oro unos coros escandalosamente pegadizos (¡Avatar
cantando a lo Beach Boys!) que emergen en numerosos momentos del tema.
Y pese a que el tema anterior no terminaba de
convencerme, para mí el pinchazo más grande del grupo llega en “Clouds Dipped
In Chrome” donde siento que el quinteto no termina de explotar como es debido
una pista demoledora y prometedora en sus primeros compases, pero que termina
cayendo en una monotonía machacante que no pueden reconducir. Confío en que
progresivamente podré disfrutarla más, pero de momento la pondría como el único
número prescindible del LP.
Menos mal que “Hazmat Suit” nos trae rápidamente de
vuelta a los Avatar más encabronados. Hablamos aquí de una canción influenciada
por el Hardcore Melódico que nos permite disfrutar al máximo del bajo de Henrik
(¡tremendo músico!) mientras el resto del grupo nos somete a una caótica
tormenta sonora. Grandísima canción en la que, como no podía ser de otra forma,
Johannes vuelve a jugar con su arsenal de registros (uno de los cantantes más
grandes de la última década, sin lugar a dudas). Podía haber formado parte de
“Hunter Gatherer” sin ningún problema.
Me alegra mucho decir que, pese a que ya vamos por la
novena canción del LP, todavía hay hueco para las sorpresas positivas. “Train”
rompe con todo y nos sumerge en un Blues decadente (roza los cánones de una
balada) en el que la voz de Johannes se inicia lenta y teatral antes de que la
pista en su totalidad explote durante unos segundos (¿guiños al Black Metal?)
para volver a su inicio. En resumidas cuentas: Me ha encantado.
La banda juega bien sus cartas y cierra el álbum con
la ya conocida “Violence No Matter What”. Este hirviente medio-tiempo de Metal
martilleante cuenta con la aparición estelar de una diva contemporánea del
Hard-Rock como Lzzy Hale (Halestorm). Tenemos aquí un número convincente y de
estructura simple que, a mi modo de ver, está creado para el lucimiento de
ambas voces. Un final de fiesta a la altura.
CONCLUSIÓN
“Dance Devil Dance” contiene todo aquello que los
seguidores de Avatar desean escuchar, volviendo a apostar por abarcar numerosos
estilos (salen bien parados casi siempre) y mimar concienzudamente instrumentación
y voz. Siento que “Hunter Gatherer”
puede estar, tal vez, un peldaño por encima de este nuevo LP (hay un par de
canciones que no les han quedado tan bien), pero nadie descarta que con el paso
de los meses podamos equipararlos. Independientemente de esto, Avatar siguen
convenciendo y creciendo en lo que a popularidad se refiere, algo que se han
ganado con el buen hacer que les distingue.
Queda banda para rato y eso solamente puede hacernos
ver el futuro de estos muchachos con mucha ilusión.
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