Gusten más o menos, nadie puede negar la importancia de Disturbed en la escena metalera del Siglo XXI, algo que han logrado de la mano álbumes altamente recomendables como “Indestructible” (2008), “The Sickness” (2000) y, por supuesto, mi predilecto “Ten Thousand Fists” (2005). No obstante, los últimos trabajos, y especialmente el más reciente “Evolution”, han terminado por encender las luces de alarma entre sus seguidores debido al preocupante bajón compositivo y la pérdida de su habitual agresividad en favor de una mayor presencia de estructuras predecibles y excesivamente comerciales (bastante culpa de ello tuvo el éxito mundial de su versión de “Sound Of Silence”, siendo esta la primera vez que el grupo traspasa las fronteras de su género para codearse con los grandes éxitos del momento).
Insisto en que “Evolution” terminó por confirmar el declive de un grupo cuyo nombre en otros tiempos siempre era sinónimo de encontrarse entre los grandes referentes del Groove Metal más contemporáneo. No digo que no hubiera algún corte bueno (ahí está “Are You Ready” por ejemplo), pero tristemente predominó lo mediocre.
Tras cuatro años de silencio, el cuarteto vuelve a las andadas con “Divisive”, un disco que muchos seguidores esperamos con el deseo de que traiga de vuelta, por fin, una versión más eléctrica del grupo tras los recientes deslices.
Con muchos matices de
“Are You Ready”, “Hey You” fue elegida acertadamente como primer avance del
álbum. No, no es un corte perfecto ya que el estribillo vuelve a caer en las
fórmulas mainstream que tanto distan de los años más furiosos del grupo, pero
posee unos versos donde la distorsión parece amagar con volver para quedarse
(¡falsa ilusión!). No obstante, creo que es una canción que con las escuchas ha
terminado siendo, al menos, disfrutable.
Mucho más convincente me
ha parecido “Bad Man”, una pieza cuyos coros no podrás dejar de repetir desde
que la reproduzcas por primera vez. La potencia de los versos se disipa
ligeramente en el menos sorprendente estribillo, aunque el resultado termina
siendo sobradamente convincente.
El tema-título no ha
terminado de hacerme tilín. Cierto que la guitarra y el bajo se sienten
contundentes, pero el resultado general de la pista parece un refrito más de
las mismas ideas descafeinadas que, tristemente, han imperado en los últimos
LPs del grupo.
De los adelantos del LP, sin duda, me quedo con “Unstoppable”, un corte mordedor (¡ahora sí!) cuya instrumentación parece sacada del mismísimo “Indestructible” y en la que Draiman brilla con luz propia. Cuando quieren pueden marcarse temas con gancho y furia.
“Love To Hate” tiene una actitud Industrial que se hace especialmente palpable en la guitarra y en la siempre notable voz de Mr. Draiman. El único “pero” de este número vuelve a recaer en un edulcorado estribillo que contrasta considerablemente con la actitud del resto de secciones.
Demasiado irregular les ha quedado “Feeding The Fire”, una composición a medio gas en la que la potencia queda oculta entre capas melódicas menos plausibles (cuesta encontrar aquí algo realmente llamativo). Un refrito descarado que en “Evolution” hubiera encajado perfectamente.
“Don’t Tell Me” se presenta como la primera balada del LP y tiene como principal atractivo la participación de una auténtica diva del Rock como Ann Wilson de Heart. Si bien suelo oponerme a este tipo de composiciones en los álbumes de Disturbed, lo cierto es que el resultado, si bien dista mucho de sus orígenes metaleros, me parece notable. Tras las progresiones arpegiadas de los versos, donde tanto Draiman como Ann se compenetran indudablemente bien, surgirá la batería y la intensidad crecerá considerablemente (hay también un muy buen solo de guitarra).
Buenas sensaciones me han dejado también “Take Back Your Life” y “Part Of Me”, dos pistas mejor rematadas en sus correspondientes estribillos (nuevamente me atrevo a citar aquí el “Indestructible”) y que nos permiten escuchar a los Disturbed más clásicos.
Dado el afán del cuarteto por grabar versiones, pensaba que “Won’t Back Down” sería realmente una reinterpretación del clasicazo de Tom Petty. Sin embargo, Disturbed cierra el álbum con un corte propio acelerado y que, nuevamente, parece extraído de sus tiempos gloriosos.
CONCLUSIÓN
No os voy a mentir.
Pensaba que Disturbed, tras un par de pinchazos, volvería a caer en sus mismos
errores. Afortunadamente, en la mayor parte de las canciones uno encuentra
pruebas de que el cuarteto ha querido rescatar elementos de su pasado más
crudo, aunque el resultado, en no pocas ocasiones, ha terminado siendo algo
irregular, especialmente cuando también han dotado de esa faceta más
radiofónica a los estribillos.
Por supuesto que
“Divisive” me ha gustado más que “Evolution”, pero tampoco era difícil teniendo
en cuenta aquel LP. Las sensaciones, tras varias escuchas, son buenas. Ni de
broma está al nivel de sus mejores títulos, pero lo nuevo de los americanos, al
menos, permite perdonarles el patinazo anterior.
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