Además de Bajista del
Año, Steve Harris también sería digno merecedor de convertirse en el Compositor
del Año si dicha categoría existiera. “Senjutsu” nos ha traído de vuelta su
lado más ambicioso no solo como mente maestra tras la mayor parte de los éxitos
del grupo, sino también como músico.
Aunque hay que
reconocer que en “The Writing On The Wall”, primer single del álbum, muchos
fuimos quienes extrañamos algo más de presencia de su bajo, el resto del disco
incluye sobresalientes aportaciones del veterano músico (no faltan sus clásicas
galopadas), quien, además, ha dado más protagonismo a su instrumento en formato
acústico que en cualquier obra previa.
Un premio más que merecido para una leyenda absoluta del género.
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