Rush, esa banda formada por 3 genios musicales y que
tan poco reconocimiento han tenido en la historia del Rock. Una pena que no se
les haya hecho un homenaje. Su discografía goza de grandes joyas, como el trabajo
que vamos a reseñar a continuación, el cual se convirtió en el más vendido en
su gran carrera. Estamos hablando de su gran "Moving Pictures". Para
la mayor parte de los fans de los canadienses, éste es su mejor material junto
al sobresaliente "2112".
La música progresiva estaba desapareciendo con la entrada en los ochenta. Bandas como Pink Floyd, Yes o Genesis habían abandonado su estilo, dado al escaso éxito que su sonido estaba teniendo.
Con tal panorama Rush entraba a grabar a finales de 1980 en Le Studio de Quebec.
Una grabación que duró poco más de un mes y que, daría como resultado un disco
magistral, donde Geddy Lee y sus chicos supieron mantener su estilo, cada vez
más progresivo, pero sin despegarse del Rock, que tan bien hicieron durante sus
tiempos de gloria.
El 12 de febrero de 1981 "Moving
Pictures", con su famosa, y no
menos curiosa, portada salía a la venta, convirtiéndose al poco tiempo
en disco de platino, lo que aumentó la fama de estos infravalorados músicos.
Vamos a entrar ya a analizar, siempre desde la
admiración, este trabajo tan querido por este personaje que escribe:
"A monday warrior mean, mean stride/today's Tom
Sawyer mean, mean pride"(Un guerrero moderno significa paso firme/el Tom
Sawyer de hoy significa orgullo firme). Así abre fuego el
disco. "Tom Sawyer" es un clásico del Rock La contundencia de la batería de Neil Peart mezclada con los
sintetizadores de Geddy sirven de entrada para que empiece uno de los cortes
más importantes en la larga historia de la banda. Una canción que define
perfectamente lo que fueron los 80, con esos teclados tan buenos. ¡Qué bien se
entendían estos tres bandidos!
El momento del solo de
Lifeson es prueba de esa sólida instrumentación que siempre lograron. Los
acompañamientos que "The Geddman" hace al bajo, y los posteriores
golpes destroza parches de Peart con sensacionales.
Sobre la letra de la
canción, pese a que el título alude al famoso y querido "Tom Sawyer" de
Mark Twain, poco tiene que ver con este personaje de la historia de la
literatura. Trata sobre las personas de mente abierta. Un personaje, que sería
una versión moderna de Tom, quiere asimilar lo mejor de cada persona, mientras
sufre la lucha interna entre el niño que es por dentro y el hombre que es por
fuera.
Neil Peart, fascinado
de los coches, especialmente de los Ferrari, creó esta compleja canción acerca
de un extraño futuro donde los coches deportivos están completamente prohibidos
por la "Ley del Motor". El narrador cuenta que su tío esconde clandestinamente
uno de esos automóviles, el Red Barchetta (inspirado en los Ferrari MM
Barchetta y que da nombre a la banda) en su granja.
Al final el Barchetta
termina corriendo una dura carrera contra unos automóviles aéreos. Poco se sabe
sobre el resultado. El narrador vuelve a la granja a soñar con su tío, y ahí
queda todo.
Intrumentalmente es una
canción muy técnica y al alcance de unos pocos y talentosos personajes. Los
cambios de ritmo, el sonido limpio e intenso de cada instrumento, la aparición
de sonidos de coches en algunos momentos, los solos de Lifeson, entre tantas
cosas, hacen de este corte, una parada imprescindible
¡OJO!
Llega uno de los instrumentales más espectaculares que se han hecho.
Inspirada
en el código distintivo que se le asignó en su momento al Aeropuerto
Internacional de Toronto Pearson, nació
la electrizante "YYZ". Una de las mayores demostraciones de
calidad instrumental que se han hecho. Aquí sí hay cambios de ritmo, cada cual
mejor, momentos de lucimiento para cada uno de los músicos, especialmente para
Geddy y su bajo, aunque el resto no se quedan atrás. Es escucharlo y sentirte
en el paraíso del Rock. Un T-E-M-A-Z-O.
Seguimos
al máximo nivel con la clásica "Limelight", otra de las
archiconocidas canciones de la banda. Ese riff pegadizo que se acopla a tu
mente desde la primera escucha. Es un corte facilón, que no va a decepcionar a
nadie. Muy querida por todos los fieles que les rendimos culto. La letra, made
in Pearl, habla de lo difícil que es mantener la privacidad cuando te dedicas
al mundo del rock (gran verdad).
A modo
de profetizar lo que estaba por llegar en futuros discos de los canadienses,
"The Camera Eye", muestra el lado más progresivo del conjunto, sin
dejar a un lado las guitarras. La presencia de los sintetizadores, también
tocados por Geddy, son `protagonistas casi únicos de la canción. La
introducción me recuerda a la overtura del "2112", con tantas
variaciones, y con las espadas en todo lo alto. Sus 11 minutos de duración se
pasan bastante rápido. Una canción muy lograda.
No puedo
ocultar mi amor eterno por "Witch Hunt" ("Cacería de brujas"),
una de las canciones más ignoradas en la discografía de estos maestros.
Inspirada en los sucesos de Salem o en la Inquisición, se hace referencia a las
manipulaciones que se llevaron a cabo para abusar de la gente más ignorante,
aferrándolos a la más profunda religión, y convenciéndolos para que eliminaron
todo lo que hiciera frente a estas creencias.
Ese
piano inicial con aspecto tenebroso me
hace aguardar la entrada de Lifeson y su demoledor Riff al más puro estilo
Black Sabbath. Después adquiere su propia identidad y nos permite vibrar a lo largo de sus 4 minutos de duración. Además,
esta canción está incluida en la trilogía "Fear", junto a "The
Weapon" (parte II) y "The Enemy Within" (parte I)
Y
"Vital Signs" también me robó el corazón desde la primera escucha. La
canción más cercana al Reggae que publicó la banda. La influencia de The
Police, quienes supieron plasmar este
género en el rock, está muy presente. La percusión de Pearl se sale en todo
momento. Lifeson se atreve con los acordes caribeños y lo hace genial. Geddy,
por último, hace una línea de bajo muy compleja y que siempre me ha sorprendido
(¡no descansa!). La letra es muy profunda jaja. Habla de las relaciones humanas
y de cómo éstas provocan los cambios de humor y de sensaciones corporales.
Así llegamos al final de este maravilloso
trabajo. Solo podemos tener palabras de admiración y mucho respeto para tres de
los más talentosos músicos de la historia. No puede faltar en las vitrinas de
cada admirador de la buena música.
¡Larga
vida a Rush!
Una obra de arte
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