Calificación: **** * Ozzy Osbourne, el “Príncipe de las Tinieblas”, ya no está con nosotros. El mundo del rock y del heavy metal llora la partida de uno de sus grandes fundadores, el hombre que —junto a Black Sabbath— transformó para siempre el sonido, el lenguaje y la actitud de toda una cultura. Más que una estrella, fue un mito viviente: excéntrico, provocador, a veces trágico, pero siempre auténtico. Su voz —áspera, inconfundible, casi espectral— se convirtió en emblema de rebeldía, vulnerabilidad e inmortalidad artística. Su muerte no ha llegado sin un adiós: hace apenas dos semanas, el “Madman” pudo cerrar el círculo. Lo hizo en casa, en Birmingham, sobre un escenario, acompañado por sus hermanos de Black Sabbath y un buen puñado de amigos que, durante más de diez horas, celebraron su legado mientras recaudaban la impresionante suma de 180 millones de euros para distintas asociaciones benéficas. Un último show íntimo, sentido y conmovedor, donde las lágrimas se confundieron co...
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