Aunque el confinamiento nos ha servido para investigar más a fondo lo que se cuece en la escena underground a escala mundial, hemos decidido que TALLAH ha sido, con diferencia, la banda que ha irrumpido con más fuerza este año. Desde que los primeros adelantos de “Matriphagy”, su LP de debut, vieron la luz, se generó una expectación más que considerable. Y es que su Metalcore con tintes de Nu es una pasada. Además de contar en sus filas con Max Portnoy, hijo del mismísimo Mike Portnoy, su vocalista Justin Bonitz es uno de los tipos más locos de la escena actual, por no hablar de su increíble registro vocal.
Calificación: **** * (8) Tras quince años sin lanzar nada nuevo, el Rock celebra el regreso discográfico de una de las bandas más ambiciosas de las últimas cuatro décadas. Y es que desde aquel homónimo debut publicado en 1989 hasta el más reciente “Saudades To Rock” (2008) los americanos Extreme han sido capaces de mantenerse en la cresta de la ola a base de una gran cantidad de composiciones de excelsa técnica y un gusto exquisito. Puede decirse que es una banda que siempre ha tratado de evolucionar y no vivir de las rentas económicas de su aclamado “Pornograffiti” (1990) y, más concretamente, de su mega-hit “More Than Words”. Sinceramente, adoro ese estilo tan vanguardista del grupo que no se ciñe únicamente al Rock clásico, sino que también se permite coquetear con otros estilos tales como el Pop-Rock (en las baladas, claro), Funk o, incluso, ligeros guiños al Rap (siempre me resultaron curiosos los fraseos que Cherone introdujo en algunos temas de “III Sides of Every Story”). N
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