2017 fue un año grande para Trivium ya que los de Matt Heafy volvieron por sus fueros con un sobresaliente álbum como “The Sin And The Sentence” que devolvió la ilusión a sus fans más veteranos tras aquel paso en falso que fue “Silence In The Snow” en el que encontramos una banda algo perdida y alejada notablemente de lo que había sido su marca de identidad. Aquella obra de resurrección trajo de vuelta a los Trivium agresivos y con una técnica mucho más depurada que en cualquier otro trabajo seguramente. Por si fuera poco, estarían acompañados de un nuevo batería que no dudo en calificar como uno de los mejores de nuestros tiempos como es el gran Alex Bent. Así nacieron piezas como la homónima “The Sin And The Sentence”, “Beyond Oblivion” o “The Heart From Your Hate”, que ya son himnos intocables del conjunto.
Pues recién entramos en el caótico 2020 los de Orlando vuelven con “What The Dead Men Say”, un trabajo que ya os puedo decir que termina de confirmar que Trivium está en plena forma y que merece todos los grandes elogios que llevan recibiendo en estos años. Se viene una nueva colección de canciones marcadas por la técnica instrumental, por instantes de contundencia y por la inquebrantable voz de Heafy.
Es un regalo para mí poder contar en este escrito una vez más con uno de los mayores eruditos en materia musical que conozco. Hablo de nuestro querido Fede, quien ha colaborado en muchas de nuestras reseñas y que no dudó en unirse a este escrito sobre la nueva obra de Trivium.
IX/What The Dead Men Say
Fede: Una introducción con todas las letras. “IX” funciona como un preludio perfecto para lo que será el devastador opener de este álbum. Tras un hermoso inicio acústico, comienza a gestarse un build-up que nos conduce directamente hacia las puertas del infierno, donde un ritmo a puro groove metal decanta en un riff con tremolo picking que instantáneamente se convierte en “What the Dead Men Say”. Trivium realmente no decepciona. Un corte muy potente, cargado de velocidad, técnica, agresión y melodía, cuatro factores que hacen de este disco una pieza extraordinaria. WTDMS destaca por sus memorables estribillos y por sus complejas secciones instrumentales.
Diego: Introducción oscura la de “IX”. Arpegios diabólicos y limpios bajo los que se esconden guitarras acústicas que terminan por crear una atmósfera pesada e ideal para la que se nos viene encima. La batería y la distorsión hacen acto de presencia entre punteos y técnica y ya no hay marcha atrás. El grupo se nos abalanza sobre nuestra cabeza con el tema título, el cual no dudaría en definir como uno de los más salvajes que estos tipos han facturado en toda su carrera, acercándose por instantes a otras piezas de gran fiereza de un gran álbum como “Shogun”. El estribillo es de los que se quedan grabados para siempre desde la primera escucha. Una gozada demencial en la que la batería de Alex Bent (superdotado del instrumento) y las líneas de guitarra nos dan la bienvenida a un disco grandioso.
Catastrophist
Fede: Primer single del álbum. “Catastrophist” fue un enorme obsequio para todos los fanáticos de esta banda, puesto que dejó en evidencia el hecho de que este noveno disco iría por los mismos senderos que The Sin and The Sentence, antecesor del trabajo en cuestión, además de uno de los mejores trabajos de Trivium a la fecha. Este tema despliega las distintas facetas del conjunto, transitando muchas melodías y partes memorables, aunque sin descuidar los rasgos técnicos que esta alineación viene mostrando hace un par de años. “Catastrophist” ya puede ser considerado un clásico
Diego: Reconozco que la primera vez que la escuché no me dijo nada (un mal día lo tiene cualquiera jeje) pero con el paso de las reproducciones quedé más y más prendado de esos arreglos melódicos (el estribillo es tan radiofónico como grandioso) y ese regusto más contemporáneo que alcanza su mejor versión gracias al vozarrón que el bueno de Matt posee. Los cambios de ritmo se suceden (algunos momentos rozan lo progresivo) y la canción va cogiendo galones con cada segundo que avanza. Un tema que en directo será sinónimo de vítores.
Amongst The Shadows And The Stones
Fede: La particularidad que distingue a WTDMS de TSATS es la potenciación de las vertientes extremas de Trivium, factor que ha tomado más preponderancias debido a la composición junto al baterista extremo Alex Bent, quien por primera vez tuvo la chance de escribir canciones junto a Matt, Paolo y Corey. “Amongst the Shadows and the Stones” es una de las dos composiciones del álbum que no dan tregua alguna. La intensidad es constante, y
son muy pocos los momentos que tenemos para respirar, puesto que siempre está ocurriendo algo diferente. Parece que pueden desprenderse cuatro canciones diferentes de una singular composición. Violento y brutal track de Trivium
Diego: “Amongst The Shadows And The Stones” es un tema simplemente impresionante que te devorará a través de una furia que Matt Heafy lleva a otro nivel con unos screams a la altura de muy poco cantantes actuales. En cuanto a lo instrumental, estamos hablando de una canción técnica y muy trabajada en el plano de guitarras (los punteos son caviar del bueno) y con dos grandes cambios de ritmo (el Thrash del final es una evocación a los mejores Slayer) que, en el cómputo final, la convierten en una pieza fundamental.
Bleed Into Me
Fede: Aminoramos la marcha de la mano del quinto tema del disco. “Bleed Into Me” es uno de los dos tracks que muestran ese costado más “baladesco” del grupo norteamericano. Fue el último de los singles del LP en ver la luz, y su intención, probablemente, sea la de convertirse en un himno que todos los fanáticos corean a la par de la banda en los shows en vivo. Enorme despliegue de los cuatro miembros del grupo, y una mención especial al atronador bajo de Paolo en este track, se pasa.
Diego: Necesité escucharla un par de veces para apreciarla como se merece. Estamos ante un tema oscuro y más pesado que, en ocasiones, trae ciertos guiños de Grunge pero que viene rematado por un estribillo cercano a lo mainstream (Matt sabe lo que la audiencia de Trivium quiere en todo momento) que engancha. Eso sí. De los cuatro singles es la q menos me tira, pero no porque sea floja, que no es el caso precisamente, sino porque los otros tres son grandiosas
The Defiant
Fede: Posiblemente la mejor canción de Trivium en años. “The Defiant” se queda con el #1 puesto del disco, de manera indiscutida, a menos a mi entender. La fiereza de las estrofas y los
solos se complementan a la perfección con las melodías, tanto vocales como instrumentales, de los puentes y estribillos. Después de solos apoteósicos, llega uno de los mejores momentos vocales de la historia de Trivium, con un cambio de tonalidad brillante. La mejor canción del álbum, sin lugar a dudas.
Diego: "The Defiant" está entre lo mejor del disco sin duda (¡si es que no es el mejor!). Tema que empieza sin presentaciones, directo a volarte la tapa de los sesos y hacerte pasar un rato trepidante gracias a unos versos de Thrash contemporáneo que desemboca en un puente-estribillo que es un regalo para los fans del grupo. La sección posterior de guitarras gemelas y la continuación con un solo individual antes de que Matt vuelva a quebrarse al micrófono es obra de los dioses. Todo en esta canción es PERFECTO.
Sickness Unto You
Fede: Otro tema cargadísimo de sorpresas. La primera mitad del mismo es bastante estándar, adjetivo que no refiere en absoluto a su calidad, puesto que esta es de primer nivel. Las bombas arriban una vez pasada la primera mitad de la canción. Con un solo riff, Trivium logra construir una inmensidad de ambientes, cuyas intensidades aumentan exponencialmente. Una clara demostración de lo que es el metal moderno. Por si esto fuera poco, llegando al final del tema nos encontramos con recursos progresivos que enriquecen por completo la música, elementos muy presentes durante el transcurso del LP.
Diego: Los primeros segundos de “Sickness Unto You” me recuerdan a los inicios más melódicos de Slipknot de algunos temas recientes, pero en seguida la canción termina por romper y avanzar como un tanque sobre nuestros oídos. Técnica en su máxima expresión, percusión de sobresaliente (como todo lo que hace Alex Bent) y un Matt Heafy que está absolutamente descontrolado. El estribillo me encanta. Es oscuro y, a la vez, pegadizo. Los punteos de guitarras gemelas recuerdan a Avenged Sevenfold, pero con una dosis extra de técnica. Pero lo que más me gusta de toda la pieza es cuando las guitarras se arrancan a mutear, introducen pausas de vez en cuando y la batería de Bent hace magia con el doble pedal.
Scattering The Ashes
Fede: Así como lo había hecho “Bleed Into Me”, este es otro de los tracks que vuelve a bajar las revoluciones, incluso un poco más que el anteriormente mencionado. De hecho, “Scattering the Ashes” califica como balada, y con elementos muy modernos. Con esta canción Trivium apuntó hacia algo más sentimental, con recursos que apelan a lo emocional, tanto líricos como musicales. La estructura del tema es bastante lineal, por no decir enteramente. No
obstante, las labores de los músicos son impecables. El solo es muy destacable, así como también el trabajo de Alex tras los parches.
Diego: Sorpresa de las que te sacan una sonrisa. Metal bastante contemporáneo que tiene un deje emotivo que particularmente me encanta y que me resulta similar en cuanto a estética a “Bleed Into Me”, aunque esta que he citado me gusta más.
Bending The Arc To Fear
Fede: Combinando distintos rasgos del metal extremo con algunos más modernos, el grupo logra atacar al oyente con una pieza puramente iracunda. Si bien hay momentos de melodía, los
riffs y tempos endiablados reinan durante la mayor parte del tema. La sección intermedia es una de las mejores de todo el álbum, con grandes exhibiciones de tecnicismo por parte de guitarras y batería.
Diego: Los Trivium más influenciados por lo extremo se asoman en “Bending The Arc To Fear”, un tema que tiene de todo, aunque especialmente mucha violencia. Canción en la que Bent se hace amo y señor del asunto, aunque tampoco se quedan atrás las secciones de guitarras técnicas. Me cuesta escucharla y no pensar en los temas más duros de Avatar (“Tsar Bomba”, “Bloody Angel”,…).
The Ones We Leave Behind
Fede: Una especie de homenaje a la canción “The Sin and the Sentence”, ¿podrá ser? Al menos la introducción así lo denota. Un tema impecable para dar cierre a un disco fenomenal. Guitarras muy melódicas, Matt con su voz en el mejor momento de su carrera, todo cuadra. Todo lo que hace y hará grande a este LP en el futuro converge en esta última canción. Con un humilde fade-out plagado de melodías armónicas a dos guitarras, acompañadas de una contundente comitiva rítmica a cargo de Paolo y Alex, What the Dead Men Say cierra con los brazos más en alto que nunca.
Diego: El álbum termina con "The Ones We Leave Behind" y no paro de pensar en “The Sin And The Sentence” (mi querido Fede la definió cuando escuchamos el disco como “The Sin And The Sentence 2.0” y no podría coincidir más jajaja) y en sus mezclas de melodías y (mucha) fuerza manifestada en la furia que Matt añade a su voz. Las guitarras corren y construyen una línea de oro sobre la que cualquier instrumento puede lucirse, siendo especialmente Paolo quien aprovechará esta oportunidad (atención a cuando las guitarras puntean) para sacarse una pieza de bajo estratosférica. Un final que hace honor al monumental disco que acabamos de escuchar.
CONCLUSIONES
Fede: Verdaderamente estamos ante un auténtico discazo. Trivium está, efectivamente, en el punto más alto de su carrera en estos momentos. Tras la enorme sorpresa que fue The Sin and the Sentence en 2017, el conjunto logró consolidarse aún más musicalmente y lanzar este noveno y brutal álbum que va a dar que hablar por mucho tiempo. Le pondremos un merecido 9 a WTDMS, solo por el hecho de no haber contado con ese factor sorpresa que nos propició TSATS con su salida.
Diego: Aunque es pronto para decir algo así (lo sé), siento que “What The Dead Men Say” entra directamente entre los mejores discos del grupo, alcanzando en mi humilde opinión, el nivel de su predecesor (no era tarea sencilla, ¿eh?). Trivium ha logrado unir en un disco el salvajismo de "Shogun" con la venada más melódica de "The Sin" y "Vengeance Falls". Un 9 más que merecido.
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