Con esta inscripción,
que se encuentra en el libreto del disco que reseñamos en esta entrada, los
Rolling Stones preparaban a los fans para adentrarse en uno de sus mayores
obras. "Let It Bleed" es un trabajo que todo fan del Rock clásico
debe escuchar alguna vez en su vida.
Tras haber publicado
"Beggas Banquet", otro de sus discos predilectos, los Rolling
descubrieron que la fusión Rock-Blues-Country que habían plasmado en ese
trabajo había sido un éxito y que era el camino que debían seguir. El
"Their Satanic Majesties Request" no terminó de convencer a la audiencia. Su sonido más
cercano a la psicodelia no gustó lo suficiente, provocando ese comentado cambio
de sonido, que definió el posterior estilo de los británicos.
Este fue el segundo
disco producido por Jimmy Miller y
el primero de Mick Taylor, ex
guitarrista de John Mayall, quien
tocará únicamente en dos temas (Country Honk y Live With Me). Además,
este sería el último disco de Brian Jones, quien solo participa en dos temas: You Got the Silver, donde toca
la cítara, y Midnight Rambler, donde se encarga de la percusión. Tristemente, Jones
moriría poco tiempo
después, entrando en el afamado Club de los 27.
El álbum cuenta con las
colaboraciones del “sexto Stone” Ian Stewart al piano y Nicky Hopkins al
órgano. Dos personajes que merecen una mención debido a su gran labor en este
plástico.
La portada, diseñada por Robert Brownjohn, se convertiría rápidamente en
una de las imágenes más famosas y reconocibles en la carrera de los Stones. Una
extraña tarta compuesta por una serie de objetos de lo más curiosos y
encabezada por unos muñequitos que representan a los miembros de la banda.
Delante, un vinilo de los Rolling se reproduce. A esta peculiar estampa se le
une el título elegido por la banda. Una parodia bastante ingeniosa al "Let
It Be" de los Beatles.
No hay mejor
introducción para este disco que "Gimme
Shelter", uno de los mejores temas que han firmado estos titanes de la música. Un trallazo histórico
donde Jagger canta con mucha rabia la letra que el gran Keith Richards
escribió. Un tema crudo, con unos punteos constantes que demuestran por qué el
bueno de Mr. Richards es un icono de la guitarra. El apoyo vocal que hace Merry
Clayton en los coros termina de convertirlo en un tema abrumador. El solo de
Keith, breve pero directo, me pone siempre los pelos de punta. La letra tiene
dos interpretaciones diferentes:
- La más común, y
popular, que se ha hecho tiene como punto de partida la Guerra de Vietnam (uno
de los sucesos que más letras ha inspirado en el Rock). La letra hablaría sobre
la búsqueda de un refugio (Shelter) para sobrevivir a un mundo revuelto
donde las guerras raciales, bélicas e ideológicas están " a un disparo de
distancia".
- Según el propio Keith
en su biografía el tema se lo dedicó a Mick, con quien andaba peleado por
aquellos tiempos. Al parecer, es un toque de atención a Jagger, quien comenzaba
a distanciarse de la banda por culpa de la fama, el lujo y los excesos.
Tras este glorioso
inicio llega un cover del "Love In
Vain" del legendario bluesman Robert Johnson. Un corte pausado y
reflexivo que suena realmente precioso. El country-blues que comenzaron a
desarrollar en esta década fue realmente bueno. 2 maravillas seguidas.
"Country Honk" sigue con el sonido Folk del anterior tema. Una
versión bastante elegante y diferente del "Honky Tonk Women" que
tanta fama les brindó (no puede faltar en todas las presentaciones en vivo de
los Stones. La inclusión del violín fue completamente acertada, convirtiéndose
en el amo y señor del corte, sin menospreciar a Jagger y compañía.
El juguetón bajo de
Bill Wyman inicia "Live With Me".
Un auténtico temazo que tiene el ADN de los Stones. Cada instrumento tiene una
presencia fundamental. Nicky Hopkins aporta momentos muy interesantes en el
piano, aunque es Bobby Keys quien domina con su saxofón. No puedo dejar de
escuchar esta maravilla cada vez que pongo el disco en mi reproductor.
La homónima "Let It Bleed" es otro tema
que enamora desde la primera escucha. El piano, casi más cercano a una pianola
por el sonido, combina a la perfección con la sucesión de acordes y punteos de
Keith y la emotividad con la que canta cada verso el señor Jagger. Otro tema
que agranda, aún más, este trabajo.
Hora de uno de los
platos fuertes del disco. "Midnight
Rambler" es una piedra preciosa dentro de la discografía
"stoniana". Un elegante tributo a todos esos artistas que inspiraron
a estas leyendas en sus inicios. Un Blues-Rock de la mejor calidad posible (no
le falta nada). En directo, aunque parezca mentira, suena incluso mejor, con
improvisaciones de Keith y Ronnie en las guitarras y con Mick brincando por
todo el escenario. Los cambios de ritmo son una gozada. No sabes por dónde te
va a salir la banda. A veces la batería de Watts se vuelve loca, a veces la
armónica de Jagger frena la acción...todo es magia y fruto del azar (o tal vez
del arte de estos tíos).
Otro momentazo del
disco, y, personalmente, como amante del Blues que soy, uno de mis temas
preferidos de la banda es "You Got
The Silver". Keith Richards se atreve a cantar este breve tema
bluesero con esa rebeldía tan característica. Siempre me ha parecido que este
peculiar personaje tiene una voz bastante interesante. La composición es
sencilla, sin muchos quebraderos de cabeza, pero engancha como si de un gran
clásico se tratara.
El penúltimo tema es "Monkey Man". Esa
introducción siniestra, con un piano bastante tenebroso da paso a un Jagger
sobresaliente (matrícula de honor), quien escupe con rabia cada verso y
estribillo. Keith hace una labor asombrosa con la guitarra, incluyendo algunos
punteos juguetones y adictivos. La parte instrumental intermedia, que cuenta
con una nueva aparición del piano de Nicky Hopkins. Un temazo que pudo inspirar
a bandas como Aerosmith. Me imagino a Steven Tyler cantando como loco junto a
Perry. Los Stones crearon escuela, eso seguro.
Llegamos al final de
este memorable viaje con "You Can`t
Always Get What You Want". Me imagino la cara de sorpresa que a los
fans de los Rolling se les tuvo que quedar al escuchar al coro de niños que
introduce el disco. La letra es un ajuste de cuentas de Jagger
con su expareja Marianne Faithfull, con quien mantuvo una relación
bastante conflictiva. El estribillo se grabará rápidamente en tu mente
(terminarás cantando junto a Mick...créeme). 7 minutos que saben a poco. Pese
al mensaje de la letra, el sonido es muy animado y hasta optimista. El Rock se
une con el gospel para deleitarnos un cierre cinco estrellas para un álbum para
el que no existen suficientes elogios.
Nadie puede dudar de la
aportación musical y cultural de los Rolling Stones. Más allá del Rock, el
desparpajo, el estilo y la rebeldía que ellos predicaron, y siguen predicando, ha influido en artistas, por ejemplo, del Pop.
Le debemos mucho a los Stones.
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