
Tras su debut (no oficial) "Ready to Rock", publicado en
2004 bajo el sello Sik Kitty Productions,
un trabajo desconocido para la mayoría de los fans, el conjunto fichó
por Roadrunner Records, discográfica que los llevó al éxito. Su primer gran álbum,
con el que se dieron a conocer internacionalmente demostrando su potencial y
por qué se merecían la oportunidad , fue "Runnin` Wild" (2007),
seguramente su mejor disco. Es en este momento donde todos los medios
comenzaron a hablar de los australianos como "Los herederos de AC/DC"
(y razón no les faltaba), un positivo "estigma" con el que han tenido
que convivir durante casi una década. Tres años después veía la luz su "No
Guts. No Glory", otro discazo que no decepcionó a nadie, todo lo
contrario, siguió consolidando a este cuarteto como una banda contemporánea de
culto. Tuvieron que pasar otros 3 años para que pudiéramos ver algo nuevo de
estos músicos. "Black Dog Barking"
mantuvo la línea de calidad de sus predecesores, siendo este su último
trabajo con Roadrunner. Una serie de disconformidades con la discográfica les
llevó a cambiar de sello, firmando un suculento contrato con Spinefarm Records.
Llegamos a 2016 y, como si de una ley interna en la banda se tratara,
tenemos un nuevo álbum de la banda. Su título, "Breakin` Outta Hell", inspirado en la letra de "Bottom of the Well", sirve de antesala para lo que nos vamos a encontrar...el mismísimo infierno
encarnado en guitarras afiladas y caña desbordada por cada uno de los 11 temas
que componen este gran álbum.

Por si mi palabrería no es capaz de convencerte acerca de la calidad
de este disco, la homónima
"Breakin
Outta Hell", tema que abre el disco, se encargará personalmente de darte
la bienvenida y de crear en tu mente la necesidad de escuchar de principio a
fin este interesante trabajo. Una introducción instrumental que comienza a
aumentar poco a poco las pulsaciones y el motor de esas guitarras, hasta que
entra el gran Joel O`Keeffe, líder de la banda, vomitando cada verso con esa
voz tan macarra y cercana al registro de Brian Johnson en sus primeros años con
AC/DC. El estribillo es de lo más épico que ha creado la banda. Un tema para
escuchar mil veces y no aburrirse. El solo que se marca Joel con su guitarra es
pura dinamita...¡cómo echábamos de menos nuevo material de la
banda!
No es fácil quedarse con un solo tema, pero no es de extrañar que "Rivalry" se convierta en tu
preferida. Es, sin duda alguna, un nuevo himno dentro de la discografía de la
banda. Unos coros sobresalientes, como siempre, sirven para introducir unas
guitarras más pausadas que en la introducción, con Riffs más pesados. El
estribillo es glorioso, de verdad. El solo que se marca Joel es para ponerlo en
las escuelas. ESTO ES ROCK SEÑORES. El videoclip me recuerda a la ya mencionada
"Bottom of the Well". Claramente, el mundo de la lucha es de bastante
interés para Airbourne. En este caso tenemos a la banda tocando en un lugar
clandestino donde diversos matones se reúnen para partirse la cara a base de
mamporros. T-E-M-A-Z-O.

Otro trallazo que
podrían haber parido Angus y sus matones hace un par de décadas lo encontramos
en "It`s Never Too Loud For Me".
Un tema fiestero, con una estructura sencilla que te enganchará desde la
primera escucha. Sonaré repetitivo, pero
cada solo de Joel merece una mención.
Calidad de la buena la
tenemos en "Thin The Blood". Hard
Rock acelerado, sin preocupaciones y sin tiempo que perder. Un tema que se
convertirá en uno de tus preferidos. Instrumentalmente es una gozada, con un
trabajo de coordinación de las guitarras y un juego de bajo perfectos. El tema
me recuerda en algo a "Landslide" de AC/DC.

Riffs muy de AC/DC o de
The Darkness lo tenemos en la bailable "Down
on You". No puede faltar en una buena fiesta de rockeros y moteros.
Realmente, el sonido que inventó AC/DC en los 70 es genial para este tipo de
celebraciones.
Los segundos inciales
de "Never Been Rocked Like
This" engañan al oído haciéndonos creer que se viene un tema pausado.
Me encanta la voz de Joel en el tema, mostrando más rabia de lo normal.
Instrumentalmente sigue siendo un placer escuchar cada composición del
conjunto.
"When I Drink I Go Crazy" es una clara muestra del amor que esta gente tiene
por el alcohol. Un tema rápido, donde es el bajo lo más destacable. Se sabe a
qué familia pertenece.
Macarra, directa a la
médula...eso es "Do Me Like You Do
Yourself". Un corte que no se anda con bromas. Airbourne pone toda la
carne en el asador con cada Riff. Un estribillo genial que no paró de cantar a
día de hoy.

Como conté al principio
del escrito, puede ser mejor o peor que las anteriores, pueden variar más o
menos sus composiciones, pero cuando Airbourne publica algo nuevo sabes que
se viene algo bueno y que NUNCA te va a
decepcionar. Se merece un 8,7 ;D
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