Sin duda, este 2023 ha resultado ser un año sumamente intenso para Till Lindemann. El vocalista de Rammstein ha ocupado titulares en repetidas ocasiones en los últimos meses, y lamentablemente, no siempre por motivos positivos.
El revuelo abrumador se
desató a raíz de las acusaciones y denuncias de presunto abuso sexual por parte
de una seguidora irlandesa que asistió a uno de los conciertos del grupo en
Vilnius. Estas controversias pusieron en serios aprietos la continuación del
tour europeo del sexteto alemán y llevaron a la cancelación de contratos
discográficos y literarios que mantenían con diversos sellos. A ello se sumó
una posterior denuncia contra Till por tráfico de estupefacientes. Actualmente,
parece que ambas investigaciones han concluido, y el cantante ha salido ileso.
Este párrafo, al margen de la música, busca subrayar la importancia de que la
justicia prevalezca, sin importar quién sea el afectado o el acusado.
Superadas las
agitaciones, Till Lindemann ha vuelto a destacar, esta vez de manera más
positiva, con el lanzamiento de "Zunge", su primer álbum en solitario
al 100%, después de haber colaborado en dos trabajos con Peter Tägtren. Aunque
las controversias retrasaron su publicación, el álbum está disponible para ser
escuchado desde hace algún tiempo.
La obra se inicia con la
ya conocida "Zunge", que no solo da título al disco sino que también
se erige como el primer sencillo. Destaca por su ritmo sólido y un estribillo
pegajoso que se queda grabado desde la primera reproducción. Sin embargo, desde
este primer número, se vislumbra una crítica a la calidad de la producción, que
lamentablemente evoca a la de "Skills In Pills", haciendo sonar los
instrumentos, especialmente las guitarras, de manera algo artificial.
"Sports Frei"
se presenta como una canción y sencillo digno, con ciertas reminiscencias a la
explosiva "Feuer Frei". Aunque no aporta nada nuevo, logra convencer
fácilmente con su estribillo.
"Altes Fleisch"
intenta acercarse musicalmente a la última referencia discográfica de
Lindemann, "Frau & Mann", pero se queda a medio camino, pecando
de un sonido demasiado artificial y un estilo algo sobreexplotado que,
personalmente, no siempre resulta convincente.
Aunque en las primeras
escuchas "Übers Meer" dejó una sensación algo fría, con el tiempo ha
ganado terreno. Se trata de un corte con una instrumentación algo saturada y
fría, pero con unos versos disfrutables en los registros más graves de Till y
un estribillo pegajoso.
A pesar de su título
sugestivo, "Du Hast Kein Herz" no logra evocar el espíritu de un
clásico de Rammstein y se queda a medio camino, cayendo en un estilo
sobreexplotado y sin destacar. Por otro lado, las guitarras acústicas y el tono
depresivo de "Tanzlehrerin" rompen con lo escuchado hasta ahora en la
obra, ofreciendo un número elegante y sobrio en la instrumentación.
"Nass", aunque
en su inicio parece explorar estilos menos transitados, termina siendo otra
canción convencional, aunque quizás más convincente que algunas pistas previas.
En cambio, "Alles für die Kinder" destaca como un corte donde Till
despliega su faceta de "narrador macabro", con una instrumentación
oscura y un toque teatral.
La irregularidad vuelve
con "Schweiss", una canción que no deja impresión destacable.
Afortunadamente, "Lecker" aporta un respiro con una interpretación
intensa de Till al micrófono, recordando momentos destacados de Rammstein en
canciones contemporáneas como "Angst" o "Puppe".
En conclusión, la asociación de Till con Peter Tägtren parece haber dado mejores resultados que esta aventura en solitario. Aunque Lindemann y Rammstein no son propensos a abandonar su estilo sonoro definido, la repetición de patrones en "Zunge" resulta, en muchos momentos, excesiva incluso para quienes han crecido con su música. A pesar de momentos disfrutables, el álbum contiene canciones prescindibles que repiten fórmulas demasiado frecuentemente. Se valora la intención y el talento en varias pistas, pero el resultado general es algo irregular.
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