En su novena placa solista, el emblemático guitarrista de Europe no necesita abandonar su zona de confort para entregarnos una colección de canciones de lo más compacta. Un trabajo donde la experiencia obtenida de los años en la carretera se hace patente.
John Norum es uno de esos guitarristas que, con el paso de las décadas, ha ido creando escuela. Su enorme catálogo con Europe, donde ha firmado algunos temas que forman parte de la historia musical del siglo pasado (véanse “The Final Countdown”, “Cherokee”, “Ready or Not”,“Rock The Night”,…), así como otros menos conocidos (salvo que seas fan de los suecos más allá de los hits) pero igual de estelares como “Scream Of Anger”, “Last Look At Eden”, “Start From The Night”, “Seven Doors Hotel”, “In The Future To Come” y un largo etcétera, le convierten en uno de esos símbolos eternos del Hard-Rock más clásico. Si a esto le sumamos sus numerosos trabajos solistas, de los cuales podemos extraer también un gran número de piezas de lo más interesantes, es posible afirmar que este músico ha tenido una carrera de lo más completa.
“Gone To Stay” es el título de su noveno álbum en solitario, el cual ve la luz al mismo tiempo que, tal y como varios medios reportan, Europe está grabando su próxima obra. Los primeros singles que el músico estrenó dejaron un sabor de boca de lo más dulce, por lo que tengo muchas ganas de escuchar al completo el nuevo material de uno de los hijos pródigos de Suecia.
Todo comienza excelentemente bien gracias a “Voices Of Silence”, una canción llena de Hard-Rock clásico donde es posible encontrar muchas similitudes estilísticas con las de un referente para Norum como Gary Moore. La potencia de los versos y los estribillos solo encuentra un atisbo de calma en sus melódicos puentes, teniendo todos como elemento en común la buena interpretación vocal de nuestro protagonista (no es un genio en este apartado, pero cumple con su función de cantar). El solo es sencillamente perfecto, logrando resumir en pocos segundos la destreza de este músico tan respetado.
Desde que fue estrenada como primer avance, “Sail On” ha acaparado suficientes papeletas para convertirse en una de las pistas más atractiva de todo el LP. Su desarrollo serpenteante y bluesero, donde instrumentación (con la guitarra brillando en primer plano con licks y riffs llenos de gancho) y voz van de la mano, parecen sacados de los primeros álbumes de Whitesnake o de los Deep Purple con David Coverdale. Temazo rematado, por si fuera poco, por un atractivo videoclip grabado en un auténtico barco vikingo.
El tema-título también tiene mucho de los años setenta, principalmente, por su despliegue instrumental, donde, además de los solos de guitarra (hay dos en vez de uno) y las deliciosas sucesiones de riffs y licks, hay que hablar de una batería inspiradísima, algunos arreglos de sintetizador y, en líneas generales, una estructura pegadiza y efectiva que convence a cualquiera. Sin innovar, lo sigue bordando.
Åge Sten Nilsen presta su cálida voz en la posterior “One By One”, una melosa composición completamente atemporal que cimenta su sonido en las melodías y los estribillos radiofónicos. Buena propuesta, aunque sin nada especialmente brillante.
“What Do You Want”, en cambio, nos devuelve al Norum más agresivo y eléctrico a partir de un trabajo excelso de guitarras y un trabajo vocal muy fino. El solo desplegado por Norum es de una destreza soberbia. Nuevamente cito a Deep Purple como una aparente influencia musical a la hora de crear este sobresaliente corte que ubico entre mis preferidas de la producción.
John Norum rinde ahora tributo a su apreciado David Bowie versionando “Lady Grinning Soul” pista que podemos ubicar en el clásico “Aladdin Sane”. Llama mucho la atención lo fiel que ha terminado resultando este experimento, así como la calidad vocal de nuestro protagonista cuando saca su faceta más bluesera y teatral (insisto en que no es un superdotado en este plano, pero tiene varias canciones en las que, como esta, te dejan boquiabierto por las cualidades mostradas en este apartado).
Hablemos ahora de una de las composiciones más ambiciosas que encontrarás en el disco. Y es que, para “Norma”, Norum cuenta nuevamente con Nilsen a la voz y, como novedad, con la Orquesta Filarmónica de Estocolmo. Los riffs y la velocidad impuesta por la batería en los versos nos acercan más al Heavy Metal que al Hard-Rock, con un despliegue musical absolutamente épico, mientras que el estribillo, con algunas aportaciones corales, baja tímidamente las revoluciones para instaurarse definitivamente en nuestras cabezas. Nilsen canta tan bien aquí que por momentos recuerda, salvando las distancias, al mismísimo Ian Gillan. La guinda del pastel la pone Mr. Norum con el solo más incendiario de toda la obra (¡qué manera de puntear!). Otra aspirante clara a ser la mejor de todo el LP.
“Calling”, octava pista de la obra, podría haber sido incluida en cualquier trabajo del sueco lanzado en este nuevo milenio. Su desarrollo suena menos clásico de lo habitual, con voces algo distorsionadas y una musicalidad algo más densa. Sin más.
La última canción original de la obra es “Terror Over Me”. Aquí Norum va a compartir su protagonismo al micrófono con Åge Sten Nilsen (nuevamente) y con Kelly Keeling, obteniendo un resultado muy positivo (las voces empastan a la perfección). Rock Duro y con matices callejeros que crece enormemente con las escuchas.
El disco cierra, curiosamente, con una regrabación de “Face The Truth”, uno de los grandes clásicos firmados por Norum en su carrera solitario. Lo cierto es que, aunque obviamente su interpretación vocal nunca podrá ser comparada a la que en su momento grabó el emblemático Glenn Hughes, Norum nos conmueve con su registro más suave mientras el piano, unos arreglos orquestales y, por supuesto, su siempre perfecta guitarra, van tejiendo esta dolorosa y sentida balada que tantas buenas críticas logró despertar en su momento.
CONCLUSIÓN
Como el mejor de los vinos, John Norum nunca ha dejado
de crecer artísticamente con el paso de los años. Su constante ambición por
brillar en cada álbum suele convertir cada nuevo trabajo en una apuesta segura
para sus seguidores, quienes seguramente se encuentren muy satisfechos con
“Gone To Stay”.
En sus diez canciones, unas mejores que otras (todo
sea dicho), el sueco no solo nos recuerda por qué es uno de los guitarristas
más grandes de todos los tiempos, sino que también se muestra seguro a la hora
de cantar (con los años siento que se ha sentido más seguro en esta difícil
tarea y ha logrado encontrar “su estilo”).
Sabía lo que iba a encontrar, puesto que Norum es fiel
a unos patrones más o menos estables, y aún así he terminado disfrutando de lo
lindo.
¡Gran álbum!
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