Syd Barret fue un
genio. Así es como creemos que debemos empezar este artículo para honrar su
memoria. Un ser diferente que rompió con los patrones del Rock de la escena de
los 60, y creó el caos, el surrealismo musical, el suspense...todo un innovador
que cambió el devenir de la música y que inició el legado de Pink Floyd.
Roger Keith “Syd” Barrett nació el 6 de Enero, día de Reyes, de 1946 en Cambridge, en el seno de una familia adinerada, aspecto atípico al tratarse de un rockero.
Sus padres, que eran
miembros de la sociedad filarmónica de la ciudad, motivaron al pequeño Syd a
entrar en el mundo de la música (¡Benditos padres!). En un primer momento, el
sueño del infante era dedicarse a la pintura, pero pronto se daría cuenta de
que lo suyo era la música. A los 14 años ya mostraba sus dotes en el
piano, el ukelele, el banjo y la guitarra y era un fan declarado de Bob Dylan,
de los Beatles y de los Rolling Stones. Realmente fue Dylan su gran ídolo. De
hecho, la primera composición de Barrett fue una canción llama "Bob Dylan
Blues", que al cabo de unos años grabaría.
En el colegio, Syd
conoció a Roger Waters, y más tarde, en el instituto, conoció a David Gilmour, con
quienes hizo grandes lazos de amistad. En un principio formó su primera banda
junto a Waters, "The Tea Set", la cual pronto pasaría a llamarse Pink
Floyd.
La banda en sus inicios
era igual que las otras, con un sonido cercano al rhythm-and-blues, que era el
que triunfaba en aquellos tiempos. Sin embargo, Barrett comenzó a aportar cosas nuevas al sonido de los Floyd.
El consumo de ácidos, especialmente de LSD, hacía a Syd crear nuevas atmósferas
e improvisaciones de todo tipo.
No tardaron en
lloverles ofertas. En 1967 firmarían un contrato con EMI, y comienzan a grabar
en los estudios Abbey Road su primer disco, "The Piper at the Gates of
Dawn", todo un clásico del Rock más progresivo.
Desgraciadamente, el
consumo de LSD comenzó a afectar a la mente de Syd, quien evolucionaba a ritmo
intenso hacia la esquizofrenia, de la cual ya había presentado indicios en su
juventud. Este deterioro se pudo palpar en la gira promocional de ese disco,
donde el músico colapsó en pleno concierto en varias ocasiones, o no tocaba
ninguna nota, dedicándose a observar asustado al público. Era el inicio del fin
para Barrett en Pink Floyd.
Ante esta situación,
Gilmour entró en la bandam y comenzó a tener más presencia en el escenario en
cada concierto que daban. Syd era incapaz de tocar un tema completo. Todo esto
provocó su salida de la banda en 1968, durante la composición de temas para el
que sería su segundo disco de estudio, "A Saucerful of Secrets", lo
que trajo como consecuencia que solo figurara una canción firmada por Barret,
"Jugband Blues".
La figura y la locura de
Barrett estuvieron muy presentes en los discos posteriores de la banda. En su
exitoso y respetado "The Dark Side of the Moon", hay una clara
dedicatoria a éste en el tema
"Brain Damage". Pero el gran homenaje a Syd vino con
"Shine On Your Crazy Diamond", una composición sublime donde se le
pide que vuelva a ser el mismo, que le echan de menos. Cuenta la leyenda que
Syd se presentó completamente rapado y con sobrepeso en las sesiones de
composición de ese tema, por aquellos instantes sin letra. La banda no lo
reconoció en un primer momento, pensando que era un vagabundo, pero Richard
Wright se dio cuenta de que era Syd y se lo comunicó al resto de los miembros,
provocando las lágrimas desconsoladas de Waters. Ese fue el motivo de la letra
de un clásico indiscutible de Pink Floyd.
Syd inició un
proyecto en solitario que no tuvo gran trascendencia e importancia, lamentablemente.
Tristemente, el 7 de julio de 2006 el "diamante loco" de Pink Floyd
fallecía en su casa a causa de un cáncer de páncreas letal.
La leyenda de este
peculiar personaje es muy importante en el Rock. Syd se ha ganado los respetos
de todos los fans del Rock más progresivo, y su labor en esta vertiente nunca
será olvidada. Todo genio tiene un punto de locura.
Gracias por una carrera
brillante "diamante loco".
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