Es una pena que, por cuestiones de tiempo, uno no pueda dedicarle tantas horas al Blog y a reseñar tantos discos de grupos conocidos y no tan conocidos como en otras etapas, pero eso no quiere decir que viva desconectado de la escena Underground. Todo lo contrario. Es por ello que hoy quiero rescatar una de las novedades más jugosas que han salido en los últimos tiempos.
Reconozco que al primer
elemento al que mis ojos se fueron directamente cuando recibí la promo de
K’Mono para presentar su nuevo disco “Return To The ‘E’” fue a su maravillosa portada, la cual, como
seguramente a muchos ya os habrá pasado al abrir esta reseña, os ha recordado a
algunas de las portadas más famosas de los mismísimos Yes. Es como si el bueno
de Roger Dean, artista tras las mencionadas ilustraciones de discos como
“Fragile” o “Relayer” se hubiera colado en el cuartel general de este grupo
para invitarnos a vivir una experiencia audiovisual tan gratificante como las
que nos ha ofrecido Yes durante tantas décadas de grandeza. No obstante, es Nic
Skrade quien ha creado esta bella ilustración.
¡Pero espera que aún
hay más! Y es que el amor de este trío originario de Minneapolis por el
titánico grupo que cantaba “Owner Of A Lonely Heart” o “Roundabout” va más allá
de la mencionada portada, ya que estos muchachos, con este nuevo disco, han
demostrado tener, como Yes, un gusto enorme para facturar grandes canciones de
Rock Progresivo convirtiéndose en uno de los materiales que más os recomendaría
de este 2021 en materia underground.
Este trabajo lo
conforman cinco piezas donde el virtuosismo está presente en cada segundo, cada
verso, cada compás, cada estribillo,…así que no quiero detenerme mucho más en
los preámbulos para traeros de lleno ya el análisis tema a tema.
“Highlighter” abre el
disco con golpes de órgano antes de que el ritmo explote con una batería
constante y unos arreglos de guitarra al más puro estilo Steve Hackett. Es
difícil lucirte en poco más de un minuto, ya que esta canción es una simple
introducción, y estos muchachos lo logran con creces. Si bien la conexión de
esta canción con la siguiente queda un poco mal empastada ya que se rompe la
dinámica ascendente para caer en un nuevo inicio más lento, es algo que no
influye en las impresiones tan positivas que genera “All For The King”, una
extensa pieza de más de ocho minutos de extensión donde la banda nos engancha
con extensos pasajes instrumentales en los que imperan las guitarras limpias,
una colosal base de sintetizadores, buenísima percusión y una línea de bajo que
por momentos también me hace pensar que Geddy Lee entró a escondidas en el
estudio para colaborar con los muchachos (y es que hay muchos momentos en los
que la canción tiene elementos de los Rush más progresivos). Destaco también
las voces casi susurradas y dobladas que tan bien encajan con la
instrumentación. Tremenda canción, ¿eh?
Continuamos con “Which
Warlock?”, una canción que nos embruja desde la primera nota escupida por ese
piano eléctrico tan veloz y sobre el que se van sumando capas de guitarras,
sintetizadores y, mucha atención, una nueva línea de bajo omnipresente que
vuelve a hacerme pensar en el señor Lee. Poco después irrumpe la guitarra con
el riff principal del tema, el mejor del disco sin duda alguna, con un feeling
experimental al que ahora añadiría el etiquetado de Jazz. Son numerosas las
ambientaciones sonoras que se suceden durante la pista, algo que termina por
aportar mayor dramatismo a una notable interpretación vocal por
parte de Jeffrey Carlson. Algo que me olvidé de resaltar al inicio del análisis
musical y que sigo notando en esta pieza es el altísimo nivel de producción que
tiene el trabajo en general, permitiéndonos escuchar cada instrumento con total
nitidez y aportando, a su vez, esa estética vintage que tanto nos gusta. En
esta canción hay mucho de Yes, pero también de Rush, Uriah Heep o los más
modernos The Mars Volta.
“Feel You Pulsing” es un corte más moderno e incluso
electrónico en cuanto a voces y estructuras, pero también esconde sus
referencias a tiempos pasados tras el mellotrón o algunos arpegios de un
talante más setentero. Tal vez sea un corte más flojo en comparación con el
resto de temas, pero no deja de ser interesante de escuchar.
La obra termina con los tres primeros movimientos
(lo que hace indicar que en el futuro tendrá continuidad) de una extensa
epopeya llamada "The Judicious Shall Be Particoated & The Unpregnant
O’er Wrought" que se extiende hasta los 13 minutos. Esta ambiciosa
creación les sirve para reivindicar el elevadísimo nivel compositivo que posee
el grupo. Muchísima atención al trabajo vocal tan grande que se esconde en el
primer movimiento, pero también a los sintetizadores o las guitarras con
efectos de pedal. El segundo movimiento es minimalista en cuanto a
instrumentación, pero curioso en lo vocal ya que nos encontramos con
tonalidades propias de un barítono. Entre el segundo y el tercer movimiento se
esconde un bellísimo pasaje de experimentación con arreglos de Folk y Jazz,
antes de que la última parte de la canción irrumpa imponiendo un ritmo más
oscuro en el que han añadido un acertado saxofón.
Como álbum de debut, me parece que K’mono han
logrado captar mi atención y la de muchos otros melómanos hambrientos de
encontrar nuevos referentes sonoros. El disco es realmente bueno de principio a
fin (“Feel You Pushing” flojea, eso es cierto) y es digno del sobresaliente,
aunque no de la máxima nota, la cual reservo para su próxima entrega, para la
cual tengo altísimas expectativas. No dejen de escucharlos porque son
tremendos.
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