Desde que escuché por primera vez esta canción tuve
claro que sería la canción del año. Como escribí en la reseña de “Firepower”
(aprovecho para saludar a nuestro querido amigo Fede, quien también estuvo
presente en este análisis), “Firepower” es el mejor álbum de los Judas desde
“Painkiller” (esto no es moco pavo) y eso es debido, en gran parte, a
“Traitor’s Gate”, la mejor canción que “el sacerdote” ha lanzado en este
milenio (desde “Painkiller” y “A Touch
Of Evil” no escuchaba algo así de bueno). Unos oscuros arpegios iniciales dan
paso al riff más letal de todo el trabajo hasta que el ritmo desciende un poco
y emerge ante nosotros la mejor versión de Rob Halford dramatizando los
salvajes versos de esta canción antes de llegar a un estribillo cargado de
furia (¿¿cómo se puede cantar así??) antes de un solo de guitarra (mis respetos
para Tipton y Faulkner) que invita a ser cantado en vivo hasta desgañitarse.
Solo queda escuchar y aplaudir.
Calificación: **** * (8) Tras quince años sin lanzar nada nuevo, el Rock celebra el regreso discográfico de una de las bandas más ambiciosas de las últimas cuatro décadas. Y es que desde aquel homónimo debut publicado en 1989 hasta el más reciente “Saudades To Rock” (2008) los americanos Extreme han sido capaces de mantenerse en la cresta de la ola a base de una gran cantidad de composiciones de excelsa técnica y un gusto exquisito. Puede decirse que es una banda que siempre ha tratado de evolucionar y no vivir de las rentas económicas de su aclamado “Pornograffiti” (1990) y, más concretamente, de su mega-hit “More Than Words”. Sinceramente, adoro ese estilo tan vanguardista del grupo que no se ciñe únicamente al Rock clásico, sino que también se permite coquetear con otros estilos tales como el Pop-Rock (en las baladas, claro), Funk o, incluso, ligeros guiños al Rap (siempre me resultaron curiosos los fraseos que Cherone introdujo en algunos temas de “III Sides of Every Story”). N
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