The Pretty Reckless nos
sorprendieron el año pasado con "Who You Selling For", un álbum espectacular
con el que disfrutamos de lo lindo. Celebramos la cercanía del viernes con "Oh
My God", una de las canciones que más nos gustaron, ya que combina la
garra característica de otros iconos como Motörhead y algunos momentos más
parecidos a Nirvana, siempre con el toque personal de la banda y de la
increíble Taylor Momsen.
Calificación: ***** Después de “The Dark Side of the Moon” (1973), Pink Floyd se consolidó como una de las bandas más influyentes del planeta. El álbum permaneció varios años en las listas de ventas (pocos pueden presumir de semejante hazaña), despachó millones de copias y convirtió al grupo en un fenómeno cultural. Sin embargo, aquella fama descomunal trajo consigo una profunda crisis interna. La presión por mantener el éxito resultó asfixiante, y los músicos comenzaron a sentir una creciente distancia respecto a la industria y a su propio público. Roger Waters, cada vez con mayor control creativo, percibía que la música perdía su esencia en favor del negocio. En ese ambiente turbulento pero aún próspero nació “Wish You Were Here”. Elaborado principalmente en los Abbey Road entre 1974 y 1975, el proceso fue arduo: los ensayos eran tensos y la inspiración aparecía a trompicones. El grupo incluso probó material en vivo (durante la gira de 1974 ya interpretaban esbozos de “Shine On Yo...
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