Rick Allen, batería de
Def Leppard, es un claro ejemplo de superación en el mundo del Rock. Mucha
gente desconoce la triste historia que este músico vivió el día de fin de año
de 1984.
El músico iba
conduciendo en un pueblo cerca de Sheffield, Inglaterra, cuando tomó mal una
curva, perdiendo completamente el control y estrellándose contra un gran muro
de piedra. El coche siguió volcando, y Rick, quien no llevaba abrochado el
cinturón de seguridad, salió despedido por la ventana, perdiendo el brazo en
ese instante. Pudo haber perdido también la vida, pero tuvo la suerte de vivir
para contarlo.
Nada pudo hacer el
médico que fue a socorrerlo rápidamente. Intentó conservar en hielo el brazo de
Rick hasta llegar al hospital, pero este terminó infectándose y, por tanto,
quedó inutilizable.
Durante esta época Def
Leppard se había convertido en una de las bandas más poderosas de los ochenta con
su disco "Pyromania", publicado un año antes de este suceso.
Lo normal hubiera sido
que Rick se hubiera marchado de la banda para siempre. Era casi imposible que
pudiera tocar la batería con un solo brazo. Pero esta historia, como hemos
dicho, es de superación. Los compañeros de banda apoyaron a Allen tras ver que
este en el hospital era capaz de tocar las partes de batería de las canciones
con los pies. Tras 20 meses de práctica y recuperación, el batería regresó a la
carretera con Def Leppard en el mítico Monsters Of Rock de Donnington.
Solo un año después la
banda lanzó "Hysteria", que superó el número de ventas de
"Pyromania" y les dio más fama aún.
Toda una historia de
superación y de voluntad.
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