Desde hace un tiempo, he intentado rescatar algunos de los álbumes de Hard Rock y Heavy Metal más influyentes de la historia que, por diversos motivos, han quedado relegados a un segundo plano. Me niego a colaborar con esta injusticia histórica. Por ello, en esta ocasión, reivindicaré uno de los trabajos por excelencia de la banda británica UFO, cuyos álbumes de los setenta influyeron enormemente en las bandas que una década más tarde consolidarían el Heavy Metal. Hoy, les invito a conocer más sobre este grupo a través de su primer gran álbum, el imprescindible “Phenomenon”, con el que incursionaron con éxito en el mercado americano. Pero antes, un poco de contexto.
En 1974, los británicos
UFO comenzaban a captar la atención de los amantes del Rock tanto en su
Inglaterra natal como en Japón, siendo este último mercado fundamental para el
éxito de muchas bandas de la época. Sin embargo, sus dos primeros álbumes de estudio
distaban mucho del Hard Rock y/o Heavy Metal que practicarían posteriormente.
En “UFO 1” (1970) y “UFO 2: Flying” (1971), predominaba un Space Rock con
matices progresivos, especialmente en piezas maratonianas como “Star Storm” y
“Flying”, que se extendían hasta los 18 y 26 minutos respectivamente. El buen
hacer del grupo también se reflejó en el álbum en vivo “Live” (1971),
permitiéndoles seguir ampliando su creciente legión de seguidores.
En 1972, la banda comenzó
a tener dudas sobre su identidad musical, sintiendo que el Space Rock no era lo
suyo. Esta idea no fue compartida por su guitarrista de entonces, Mick Bolton,
lo que provocó su salida. Decididos a encaminar su estilo hacia algo más
rockero y accesible, comenzaron a buscar un guitarrista que encajara
perfectamente. Tras contar con Larry Wallis (The Pink Fairies/Motörhead) y
Bernie Marsden (Whitesnake), contactaron con Michael Schenker, una joven
promesa de la guitarra que, a sus dieciocho años, ya había participado
activamente en “Lonesome Crow”, el debut de Scorpions, banda de su hermano
Rudolph Schenker. Michael, aunque temperamental, demostró rápidamente su
destreza con la Flying V, guitarra asociada a su figura.
Las presentaciones en
vivo de la renovada banda fueron tan buenas que Chrysalis Records les ofreció
un contrato para publicar álbumes. Con un presupuesto mayor y bajo la
producción de Leo Lyons (bajista de Ten Years After), UFO entró en los Morgan
Studios para crear una obra que marcaría el renacimiento del grupo. Así nació
“Phenomenon”, un álbum que cautiva desde su icónica portada, obra de Storm
Thorgerson de Hipgnosis. Esta fotografía coloreada parece más simple de lo que
realmente es, ya que esconde una historia cómica que el propio Storm explicó en
su momento: “La portada de Phenomenon, el tercer álbum de estudio de UFO.
Diseñada a mano coloreando una fotografía en blanco y negro, cuenta la historia
de una pareja de los suburbios que intenta falsificar una foto de un OVNI.
Justo encima del marido hay un tapacubos, que se pretende confundir con un
platillo volante. La ama de casa sostiene una cámara. Está molesta porque la
hemos pillado en el acto, la hemos fotografiado tomando una foto falsa de algo que
luego pretenderá que es real”.
Desde los primeros
acordes de “Too Young To Know”, se percibe la evolución de la banda: riffs
directos y pegadizos, un estribillo coral al estilo Hard Rock, una voz limpia
de primer nivel (Phil Mogg), y una destacada técnica de Michael Schenker, con
elegantes solos y numerosos licks durante los versos, demostrando su magia con
la Flying V.
Las melodías que UFO
explotaría a partir de “Phenomenon” hacen su primera aparición en la bella
“Crystal Light”, una combinación perfecta de guitarras acústicas y eléctricas,
con un acompañamiento coral clásico y la suave voz de Mogg.
Con “Doctor, Doctor”
llega uno de los dos grandes himnos del grupo que podemos encontrar en este LP.
Y es que la epicidad que esta canción posee desde ese in crescendo instrumental
de su inicio hasta su glorioso estribillo merece ser escuchada en bucle. Estamos
hablando de un hit magnánimo de este quinteto que, como muchos sabrán, jugó un
papel crucial en la orientación musical que un par de años más tarde tomaría
una prometedora banda llamada Iron Maiden (no hay más que escuchar el punteo
principal de guitarras gemelas que firma aquí Michael Schenker para darse
cuenta de dónde tomó “la doncella” su inspiración). De hecho, además de ser la
canción que Maiden emplea para abrir sus conciertos, también llegaron a grabar
su propia versión (cara-b del single de “Lord Of The Flies”). La magia de
Michael Schenker en este número ya podía percibirse en su totalidad, siendo
esta una de las piezas que le permitió darse a conocer como guitarrista en todo
el mundo.
Una auténtica joyita oculta
que podemos encontrar en esta obra es “Space Child”, la única composición en la
que la banda volvió a coquetear con el Space-Rock. El punteo principal de
Schenker, grabado con algo de distorsión, nos mece como la mejor de las nanas,
invitando a todo oyente a dejarse llevar por las atmósferas bucólicas que esta
composición nos ofrece. Por si fuera poco, Michael nos dedica uno de los
mejores solos de guitarra de toda la obra, extendiéndose un par de minutos con
el único fin de dejarnos boquiabiertos ante semejante despliegue de técnica.
Y llegó la hora de la
que, al menos para mí, es la mejor canción de UFO. Lo que “Rock Bottom” es
capaz de ofrecernos en poco más de seis minutos de canción me parece de un
nivel realmente complicado de igualar: un Phil Mogg desatado tras el micrófono,
una base rítmica más sólida que el hierro, un estribillo de los que no se
olvidan jamás y, por supuesto, una de las mejores interpretaciones que Michael
Schenker ha firmado a lo largo de su extensa carrera. Y es que lo que el alemán
hace aquí con su Flying V es un auténtico ejercicio de virtuosismo. Por un lado,
tenemos el punteo principal, que sacude a cualquiera con un tono Heavy absolutamente
adelantado a su época. Por otro, Schenker nos deleita aquí con uno de los solos
más desenfrenados, técnicos y complejos de su impresionante legado, el cual,
para disfrute máximo del respetable, siempre alargó todo lo que quiso en
directo (lo mismo punteaba 5 minutos que 10). Una de las canciones que mejor
definen el origen y la evolución del Heavy Metal. Honor para UFO.
Llegados a esta altura
del disco, podríamos pensar que “Phenomenon” ya no nos puede sorprender. Pero
“Oh My” capta nuestra atención en solo dos minutos con su Rock enérgico.
Destacan el trabajo rítmico de bajo-batería y el notable solo de Schenker.
La banda se permite un
pequeño descanso con la evocadora “Time On My Hands”, un corte con aroma folky,
donde Schenker arpegia en un segundo plano y Mogg cautiva con su voz juvenil.
El momento más rompedor
del álbum es “Built For Comfort”, una versión del clásico de Willie Dixon.
Aquí, la faceta bluesera del grupo brilla: el bajo de Pete Way es contundente,
Mogg ruge con maestría, y Schenker deslumbra con su ejecución de guitarra, intercalando
licks, solos y arreglos rítmicos.
“Lipstick Traces” es un
breve instrumental de dos minutos creado para el lucimiento de Schenker, quien,
partiendo de una base acústica evocadora, teje un punteo con detalles
neoclásicos.
El cierre adecuado para
este álbum es “Queen Of The Deep”, una pista 100% UFO que combina melodías
exquisitas con un puente-estribillo distorsionado y un riff serpenteante de
Schenker, culminando en un punzante solo.
CONCLUSIÓN
Las reediciones
posteriores de “Phenomenon” nos han permitido disfrutar de canciones
adicionales como “Give Her The Gun” y “Sweet Little Thing”, o el diamante en
bruto “Sixteen”. “Phenomenon” consolidó a UFO dentro y fuera de su país,
entrando en listas británicas, Billboard (USA) y Kent Music Report (Australia).
¿Es “Phenomenon” el mejor
disco de UFO? Es cuestión de perspectivas. Desde luego, es el álbum que inició
una serie de obras de altísimo nivel como “Lights Out”, “Force It”, “Obsession”
y “No Heavy Petting”, además del glorioso “Strangers In The Night”. Todo
metalero que adore los sonidos clásicos debería darle una oportunidad a
“Phenomenon” y a las otras grandes obras lanzadas junto a Michael Schenker, uno
de los mejores guitarristas de la historia.
Una obra que creó
escuela. Eternos UFO.
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