Los conciertos de Rush son un material que, como buenos amantes del Rock, debemos visualizar y/o escuchar como mínimo una vez en la vida.
Y para ponernos un poco en situación voy a hablaros de un dibujo animado (¿¡¿cómo?¡? Lo que lees jejeje) Para muchos de nosotros el León Melquíades, ese dibujo animado creado por la gran Hannah Barbera, fue uno de esos personajes que marcó la más tierna infancia. Una de sus frases más habituales era, cuando se enfrentaba ante algún peligro, "Corramos hacia la izquierda" , y que vendría a traducirse en inglés como "Exit...Stage Left". Pues, aunque pueda parecer una mera casualidad, Rush, los amos y señores del Rock canadiense decidieron, como grandes admiradores de dicho dibujito, rendir tributo a esa frase y titular así el que sería su segundo álbum de estudio tras "All The World's A Stage" (1976). Cabe señalar que esa frase en inglés también puede referirse a una jerga propia del teatro para identificar el lado izquierdo del teatro desde la perspectiva del artista frente a la percepción del público.
"Todo el título proviene de un personaje de una caricatura estadounidense llamado el León Melquíades. Es una gran criatura pequeña, un león, y cada vez que hay problemas, huye, pronunciando 'Corramos hacia la izquierda' o 'Corramos hacia la derecha'. Pero el hecho es que la foto de la portada del álbum fue tomada desde el escenario a la izquierda. Y casualmente, esa es la dirección en la que el León Melquíades corre la mayor parte del tiempo." Geddy Lee para la Sounds magazine (noviembre de 1981)
Este material que aquí es objeto de análisis representa a la perfección el poderío que Rush tenía en directo, algo que los caracterizó hasta el final de sus años como grupo. Y es que la técnica, el virtuosismo y la infinita creatividad de estos tres titanes del Rock nunca pareció tener límites.
En esta ocasión, el trío se había propuesto crear una secuela para su álbum en vivo de 1976 pero con el objetivo primordial de cuidar mucho más el sonido en lo que a producción se refiere ya que estos habían quedado algo insatisfechos al escuchar la mezcla final del "All The World’s A Stage". Por tanto, los shows de Glasgow (Escocia) en junio de 1980 durante la gira promocional del eterno "Permanent Waves" y de Montreal (Canadá) en marzo de 1981 cuando giraron para presentar otro álbum antológico como el "Moving Pictures" fueron tratados mayormente en el estudio, corrigiendo algunos errores y, ya de paso, intentando que el sonido del grupo tuviera más presencia que el del público, algo que podría entender que no a todos guste por igual pero que, al tratarse de Rush, yo personalmente disfruto porque así es más sencillo captar el amplio abanico de virtuosismo que estos tipos tenían. De hecho, hasta el propio Geddy llegó a decir varias décadas después que este "Exit...Stage Left" con el tiempo no le había terminado de convencer porque lo consideraba "demasiado perfecto". Los canadienses aprenderían de ambas experiencias y encontrarían el equilibrio en el posterior álbum en directo que sería "A Show Of Hands", pero hoy estamos aquí para hablar del "Exit", así que vamos a empezar ya a desgranar cada canción del álbum:
Fieles al concepto de que un concierto hay que abrirlo por todo lo alto, nuestros protagonistas saltan a escena con un himno absoluto como “The Spirit Of Radio”, aquel hit que abría “Permanent Waves” y que el grupo ejecuta con una maestría envidiable en directo (no es tan habitual como parece el hecho de que una banda técnica se muestre tan sólida en vivo como en el estudio. Efectivamente, la producción suena muy cuidada, casi sin percibir al público para que cada instrumento suene con una claridad casi cristalina. Y si necesitabas algún aliciente para quedarte, como segundo plato el grupo se mandan una versión enorme de su “Red Barchetta”, con ese feeling melódico y sus estructuras hechas por y para el lucimiento de sus músicos.
Si hay una canción que justifica por qué Rush fueron una de las bandas más grandes de la historia y por qué cada uno de sus músicos merecería encabezar o, al menos, estar incluido entre los mejores ejecutores de sus correspondientes instrumentos, esa es “YYZ”, la inhumana pieza instrumental de “Moving Pictures” que Alex Lifeson y Geddy Lee bordan (este último, como siempre, se luce en sus momentos solistas), pero que Neil Peart, el eterno líder del grupo y, a mi modo de ver, el mejor batería de la historia, comanda con una forma de tocar propia del más preciso de los cirujanos ejecutando cada golpe con sumo cuidado para obtener el sonido ideal en cada instante, así como se marca en pleno tema un solo de batería y percusión solo al alcance de su grandeza.
Viajamos un poco más atrás en el tiempo para gozar de “A Passage To Bangkok”, corte extraído de otro álbum imprescindible de los canadienses como es el “2112”. Siempre me sucede al escuchar esta canción que termino sintiendo que cuando era interpretada en vivo alcanzaba una mayor energía y sonaba incluso más directa y Heavy diría. Algo similar me sucede con la magnánima “Closer To The Heart” que, en esta ocasión, sí cuenta con mayor presencia del público que canta junto a Geddy Lee esta preciosa pieza elevándola a una dimensión de grandeza aun si cabe mayor.
Cuando escucho el medley tan perfecto que el grupo se marca al combinar “Beneath, Between & Behind” y “Jacob's Ladder” me cuesta creer que tal ejecución haya sido posible de grabar en una sola toma en vivo por solo tres músicos y no se trate de una grabación de estudio...pero eran los malditos Rush y para ellos la palabra “imposible” jamás existió. Momentazo sin duda que precede a otro de los mejores momentos de este material...
Tras la mayormente desconocida “Broon’s Bane” que no figura en ningún álbum de estudio y en la que Lifeson se luce con la guitarra clásica, el rubio se arranca con los arpegios de la inconfundible “The Trees”, una de mis canciones más adoradas del grupo tanto por su música como por su lírica tan inusual y metafórica. La banda la ejecuta con sentimiento, respetando cada sección acústica y eléctrica y bordando Geddy su actuación al micrófono para, de la nada, unirla con otra de sus mejores y más perfectas composiciones como es “Xanadu” o, dicho de otra manera, 12 minutos de absoluta magia firmada por tres genios de la música.
Por si fuera poco, el siguiente tema del repertorio es ni más ni menos que “Freewill” y su ración inconfundible de Rock colorido y buenrollismo que precederá a otro hit como “Tom Sawyer”, la canción que nunca podía faltar en una presentación de Rush. Ambas canciones suenan imponentes como en el estudio...¡qué regalo!
¿Y cómo puede terminar un show de este calibre al mismo nivel que empezó? Pues muy sencillo. Solo tienes que hablar con Alex Lifeson para que dirija el final de fiesta con “La Villa Strangiato” y su dulce ballet sobre el mástil (ojo al solo originalmente de guitarra española que en esta ocasión transporta a la eléctrica). El rubio hace auténticas locuras con su guitarra mientras sus compañeros, que no son menos, se desmadran con sus correspondientes armas para alcanzar la gloria absoluta y poner fin a este material como se merece.
“Exit...Stage Left”, como buen directo de Rush, es un regalo para paladares exquisitos que disfrutan del Rock llevado a su máxima complejidad, un pequeño manjar para todo amante de la música con todas sus letras. Simplemente escúchalo y valóralo para darte cuenta de la grandeza que atesoraron estos músicos durante su longeva carrera.
Y para ponernos un poco en situación voy a hablaros de un dibujo animado (¿¡¿cómo?¡? Lo que lees jejeje) Para muchos de nosotros el León Melquíades, ese dibujo animado creado por la gran Hannah Barbera, fue uno de esos personajes que marcó la más tierna infancia. Una de sus frases más habituales era, cuando se enfrentaba ante algún peligro, "Corramos hacia la izquierda" , y que vendría a traducirse en inglés como "Exit...Stage Left". Pues, aunque pueda parecer una mera casualidad, Rush, los amos y señores del Rock canadiense decidieron, como grandes admiradores de dicho dibujito, rendir tributo a esa frase y titular así el que sería su segundo álbum de estudio tras "All The World's A Stage" (1976). Cabe señalar que esa frase en inglés también puede referirse a una jerga propia del teatro para identificar el lado izquierdo del teatro desde la perspectiva del artista frente a la percepción del público.
"Todo el título proviene de un personaje de una caricatura estadounidense llamado el León Melquíades. Es una gran criatura pequeña, un león, y cada vez que hay problemas, huye, pronunciando 'Corramos hacia la izquierda' o 'Corramos hacia la derecha'. Pero el hecho es que la foto de la portada del álbum fue tomada desde el escenario a la izquierda. Y casualmente, esa es la dirección en la que el León Melquíades corre la mayor parte del tiempo." Geddy Lee para la Sounds magazine (noviembre de 1981)
Este material que aquí es objeto de análisis representa a la perfección el poderío que Rush tenía en directo, algo que los caracterizó hasta el final de sus años como grupo. Y es que la técnica, el virtuosismo y la infinita creatividad de estos tres titanes del Rock nunca pareció tener límites.
En esta ocasión, el trío se había propuesto crear una secuela para su álbum en vivo de 1976 pero con el objetivo primordial de cuidar mucho más el sonido en lo que a producción se refiere ya que estos habían quedado algo insatisfechos al escuchar la mezcla final del "All The World’s A Stage". Por tanto, los shows de Glasgow (Escocia) en junio de 1980 durante la gira promocional del eterno "Permanent Waves" y de Montreal (Canadá) en marzo de 1981 cuando giraron para presentar otro álbum antológico como el "Moving Pictures" fueron tratados mayormente en el estudio, corrigiendo algunos errores y, ya de paso, intentando que el sonido del grupo tuviera más presencia que el del público, algo que podría entender que no a todos guste por igual pero que, al tratarse de Rush, yo personalmente disfruto porque así es más sencillo captar el amplio abanico de virtuosismo que estos tipos tenían. De hecho, hasta el propio Geddy llegó a decir varias décadas después que este "Exit...Stage Left" con el tiempo no le había terminado de convencer porque lo consideraba "demasiado perfecto". Los canadienses aprenderían de ambas experiencias y encontrarían el equilibrio en el posterior álbum en directo que sería "A Show Of Hands", pero hoy estamos aquí para hablar del "Exit", así que vamos a empezar ya a desgranar cada canción del álbum:
Fieles al concepto de que un concierto hay que abrirlo por todo lo alto, nuestros protagonistas saltan a escena con un himno absoluto como “The Spirit Of Radio”, aquel hit que abría “Permanent Waves” y que el grupo ejecuta con una maestría envidiable en directo (no es tan habitual como parece el hecho de que una banda técnica se muestre tan sólida en vivo como en el estudio. Efectivamente, la producción suena muy cuidada, casi sin percibir al público para que cada instrumento suene con una claridad casi cristalina. Y si necesitabas algún aliciente para quedarte, como segundo plato el grupo se mandan una versión enorme de su “Red Barchetta”, con ese feeling melódico y sus estructuras hechas por y para el lucimiento de sus músicos.
Si hay una canción que justifica por qué Rush fueron una de las bandas más grandes de la historia y por qué cada uno de sus músicos merecería encabezar o, al menos, estar incluido entre los mejores ejecutores de sus correspondientes instrumentos, esa es “YYZ”, la inhumana pieza instrumental de “Moving Pictures” que Alex Lifeson y Geddy Lee bordan (este último, como siempre, se luce en sus momentos solistas), pero que Neil Peart, el eterno líder del grupo y, a mi modo de ver, el mejor batería de la historia, comanda con una forma de tocar propia del más preciso de los cirujanos ejecutando cada golpe con sumo cuidado para obtener el sonido ideal en cada instante, así como se marca en pleno tema un solo de batería y percusión solo al alcance de su grandeza.
Viajamos un poco más atrás en el tiempo para gozar de “A Passage To Bangkok”, corte extraído de otro álbum imprescindible de los canadienses como es el “2112”. Siempre me sucede al escuchar esta canción que termino sintiendo que cuando era interpretada en vivo alcanzaba una mayor energía y sonaba incluso más directa y Heavy diría. Algo similar me sucede con la magnánima “Closer To The Heart” que, en esta ocasión, sí cuenta con mayor presencia del público que canta junto a Geddy Lee esta preciosa pieza elevándola a una dimensión de grandeza aun si cabe mayor.
Cuando escucho el medley tan perfecto que el grupo se marca al combinar “Beneath, Between & Behind” y “Jacob's Ladder” me cuesta creer que tal ejecución haya sido posible de grabar en una sola toma en vivo por solo tres músicos y no se trate de una grabación de estudio...pero eran los malditos Rush y para ellos la palabra “imposible” jamás existió. Momentazo sin duda que precede a otro de los mejores momentos de este material...
Tras la mayormente desconocida “Broon’s Bane” que no figura en ningún álbum de estudio y en la que Lifeson se luce con la guitarra clásica, el rubio se arranca con los arpegios de la inconfundible “The Trees”, una de mis canciones más adoradas del grupo tanto por su música como por su lírica tan inusual y metafórica. La banda la ejecuta con sentimiento, respetando cada sección acústica y eléctrica y bordando Geddy su actuación al micrófono para, de la nada, unirla con otra de sus mejores y más perfectas composiciones como es “Xanadu” o, dicho de otra manera, 12 minutos de absoluta magia firmada por tres genios de la música.
Por si fuera poco, el siguiente tema del repertorio es ni más ni menos que “Freewill” y su ración inconfundible de Rock colorido y buenrollismo que precederá a otro hit como “Tom Sawyer”, la canción que nunca podía faltar en una presentación de Rush. Ambas canciones suenan imponentes como en el estudio...¡qué regalo!
¿Y cómo puede terminar un show de este calibre al mismo nivel que empezó? Pues muy sencillo. Solo tienes que hablar con Alex Lifeson para que dirija el final de fiesta con “La Villa Strangiato” y su dulce ballet sobre el mástil (ojo al solo originalmente de guitarra española que en esta ocasión transporta a la eléctrica). El rubio hace auténticas locuras con su guitarra mientras sus compañeros, que no son menos, se desmadran con sus correspondientes armas para alcanzar la gloria absoluta y poner fin a este material como se merece.
“Exit...Stage Left”, como buen directo de Rush, es un regalo para paladares exquisitos que disfrutan del Rock llevado a su máxima complejidad, un pequeño manjar para todo amante de la música con todas sus letras. Simplemente escúchalo y valóralo para darte cuenta de la grandeza que atesoraron estos músicos durante su longeva carrera.
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