Pocas trayectorias en el Metal me parecen tan buenas como la que ha vivido Anthrax en sus ya cuarenta años de historia. Su legado con discos, por citar dos, como “Spreading The Disease” o “Among The Living” que, de una manera u otra, han sido una influencia enorme para tantas y tantas bandas (y siguen siendo responsables del nacimiento de tantas otras en estos momentos) los han introducido en esa especie de sociedad exclusiva dentro del Thrash Metal que comparte con Metallica, Megadeth y Slayer llamada el Big 4. El Metal en general debe mucho a Anthrax, aunque a veces dé la sensación de que no se les valora como realmente merecen.
El
caso es que en este 2021, entre tanta mala noticia, podemos encontrar algunos
brotes de esperanza y alegría dentro de la música. Uno de ellos es, como he
dicho antes, el cuarenta aniversario de este grupazo. Y es que, aunque
seguramente Scott Ian y compañía hubieran preferido celebrarlo con una gran
gira conmemorativa, esta maravillosa cifra ha sido festejada con un concierto
en streaming de pago que han extendido hasta las dos horas y media de
espectáculo con un set que abarca, fundamentalmente, la etapa de Belladona
(como era obvio), sumando un tema de los inicios con Neil Turbin y alguna que otra sorpresa, pero ya os aviso
que no hay rastro de ninguna canción de los años de Anthrax con John Bush, algo
que puedo imaginar, por las dimensiones de importancia del evento, que no todo el
mundo encajaría de la misma forma.
Hay
que destacar el hecho de que durante el repertorio han introducido saludos y
testimonios de numerosos amigos del grupo como los mismísimos Steve Harris, Sammy Hagar ("¿¿40 años juntos?? yo he estado en 10 bandas en ese tiempo"), Paul Stanley (“El
mundo ha sobrevivido a 40 años de explosión por parte de Anthrax”) y Gene
Simmons (“No querrás tener jamás a Anthrax como teloneros porque van a salir
ahí fuera y van a ofrecer un show en el que no tendrán piedad”) de Kiss, Carla Harvey, Slash (“La
pasión es lo que define a Anthrax”), Corey Taylor (“Siguen siendo una de las
bandas más grandes que puedes ver”), Tom Morello, Rob Zombie, DMC, Chris Jericho, Carla Harvey, Marc
Osegueda (Death Angel), Mike Portnoy, Cristina Scabbia (“Cuando los conocí
descubrí que son, además de grandes músicos, unas personas maravillosas”),
Odadjian, John Tempesta, Henry Rollins, Mike Patton, Vernon Reid (“Nunca se
vendieron”), Michael Poulsen, Jesse Leach, Chuck D o los actores Jason Momoa y
Keanu Reeves, entre otros.
Un
pequeño vídeo y un “tic tac” nos dejan sin palabras de buenas a primeras ya que
el show comienza con los primeros compases del mismísimo “Time” que abría el
“Persistence Of Time”, aunque este queda reducido, como digo, a un pequeño
momento instrumental (me hubiera gustado muchísimo escucharla entera en vivo)
para dar paso, ahora sí que sí, al primer corte de la noche, que no es otra que
“Fight 'Em 'Til You Can't”, una de las mejores canciones del grupo en este
milenio que estuvo incluida en su “Worship Music” y que sirve para abrir fuego
con un Belladona pletórico tras el micrófono, unas guitarras salvajes, la
contundente base que conforman Benante y Bello (Charlie tiene en el intermedio
un vibrante momento tras la batería), los coros omnipresentes de Ian y el
propio Bello en ese estribillo ya memorable,…¡bienvenidos al infierno!
El
primer clasicazo en aparecer por aquí es ni más ni menos que “MADHOUSE”. La
guitarra de Ian suena asesina en la rítmica, con efectos añadidos de pedal,
mientras que Donais sigue ganándose el puesto de sobra con esos solos técnicos
que nada tienen que envidiar a Spitz. Nuevamente Belladonna nos deja con un
gran sabor de boca. Me sorprende muchísimo este último hecho ya que Joey ha forzado
muchísimo su garganta, pero parece que esto no ha hecho mella en su calidad. Y
si todavía no habías entrado en calor puedes estar tranquilo porque el próximo
número es “Caught in a Mosh”, otro himno del grupo con el que es imposible no
terminar de soltarse la melena y gritar junto a Scott y Frank (tremendo el
papelón de este último con la línea de bajo que ejecuta) los coros del
estribillo. Pesaba que iban a bajar un poco las pulsaciones del concierto pero…
…vamos
con “Metal Thrashing Mad”, que se convierte finalmente en la única referencia
al debut del grupo con Neil Turbin como cantante. Junto a “Deathrider” esta ha
sido la canción más interpretada de dicho LP y, al menos en mi caso, celebro
mucho su inclusión en este evento tan especial. Joey no tiene miedo alguno en
tratar de llegar a los agudos tan complejos que Turbin grabó en la versión
original y, finalmente, se impone. La banda suena engrasada, sin errores y con
una producción sonora y visual impresionante (¿cómo no lo había dicho
antes?).
No,
no hay pausa en este concierto. De hecho, Frank Bello se arranca sin piedad con
el bajo y dispara contra nosotros la inconfundible línea de bajo de “Got the
Time” (con un plano inicial de sus dedos golpeando los cuerdas a cámara lenta
que me encanta), aquella versión de Joe Jackson que Anthrax hizo suya en 1990.
Metal veloz, casi punky, con una nueva labor encomiable de Benante (¿el batería
más infravalorado del Metal?) y de los coros. La fiesta continuará seguidamente
con un indispensable tema del “Among The Living” como “I Am The Law”, canción
en la que no creo ser el único que extraña el público de fondo coreando el riff
principal de la canción o el estribillo. El grupo aprovecha para incluir
imágenes del cómic que lanzaron inspirado en el disco “Among The Living”.
Y
a continuación vienen seguidas dos sorpresones dentro del repertorio. El
primero de ellos es “KEEP IT IN THE FAMILY”, aquel himno contra todo racista
que tambiénestuvo incluido en “Persistence Of Time” y a la que guardo un cariño
que no os podéis imaginar. Por ello imaginaros mi cara de emoción cuando
escuché el pesadísimo riff muteado salir de la guitarra de Scott Ian. Desde
2006 el grupo no recuperaba este temazo y creo que le han hecho justicia con un
resultado final de locos. Pero es que la cosa no acaba ahí. El siguiente tema
es otro de mis favoritos del grupo. Esta vez se trata de “Lone Justice” del
“Spreading The Disease” (no la tocaban desde 2016), uno de los primeros cortes
de Anthrax en llegar a mis oídos cuando era un auténtico renacuajo. Es escuchar
esa introducción de bajo letal de Bello, así como el posterior punteo de
Donais, por no hablar de lo juvenil que suena la voz de Joey, y sentir una
emoción tremenda.
Tras
otro cumplidor arañazo de Metal rápido y moderno como propone “The Devil You
Know” del “Worship Music”, nos adentramos de lleno en “State Of Euphoria” un
disco impresionante del grupo tanto en materia música como en lo que concierne
a su portada. Las dos canciones elegidas para representar al álbum, sin contar
con una versión de otra banda que incluyeron en dicho LP y que aparecerá justo
después, son “Be All, End All” y “Now It’s Dark”, otros dos aciertos de llenos
que han sido recuperados en las últimas giras del grupo y que creo que no han
decepcionado a nadie. A nivel personal me quedo con “Be All” por la variedad de
ritmos y estructuras, así como la puesta en escena excelente que hace el grupo
en este show.
En la historia de Anthrax las versiones de canciones de otras bandas han estado a la orden del día y, junto a la ya mencionada “Got The Time”, es “Antisocial”, pieza original de los franceses Trust la que más éxito tuvo y que han llevado por todo el mundo en cada gira siendo, de hecho, la canción elegida para cerrar muchos de sus shows. Joey canta a la misma velocidad de antaño, al mismo tiempo que la instrumentación nos destroza hasta llegar a ese inmortal “You’re Anti! You’re Antisocial!!!!” que corona el estribillo. ¡Qué bien lo estamos pasando!
“In
The End” introduce un poco de pausa en un set, hasta el momento, desenfrenado y
absolutamente impresionante. Como en su versión original, esta canción
concebida como un homenaje a los rockeros y metaleros caídos, pero con especial
cercanía hacia tres amigos del grupo como Ronnie James Dio, Dimebag Darrell y
Vinnie Paul (se me erizan los pelos cada vez que aparecen sus retratos al
inicio de la canción), suena contundente. Aquí destaco el poder de una
producción en la que los sonidos más graves y bajos están cuidados permitiendo
que con cada muteado nuestro equipo de música tiemble.
Turno
de la siempre impactante “Medusa”, otra referencia discográfica al “Spreading
The Disease” en el que no faltan los míticos coros de acompañamiento en uno de
mis estribillos favoritos. Justamente después vendrá “Evil Twin”, del más
reciente “For All Kings” y, ahora sí, uno de los momentos que más esperaba de
la noche: “INDIANS”. Benante explota tras su kit de batería con los
inconfundibles redobles que anuncian la llegada de este himno nacido de la
crítica al yanqui opresor que ha encerrado a los nativos americanos en reservas
para venderlos como una atracción turística. Belladona, cuya madre es de origen
indio, nunca defrauda en una canción exigente como esta, marcada por uno de los
estribillos más grandes del Metal (“CRY FOR THE INDIAAAAANS! DIE FOR THE
INDIAAANS!!!!”) y, por supuestísimo, el mítico “War Dance” que Scott Ian grita
a los cuatro vientos en vivo para que se forme un infernal moshpit y los
estadounidenses terminen de sembrar el caos.
Pero
la tormenta no hace por amainar. “A Skeleton in the Closet” mantiene las
hostilidades vivas, así como el protagonismo del “Among The Living”, entre
muteados, cambios de estructuras ejecutados tan bien como siempre y, a fin de
cuentas, cumpliendo con la condición de “clásico” del grupo que este es.
Seguimos con una inclusión algo más sorprendente e inesperada en el set como es
“Aftershock” del “Spreading”, que no sonaba en vivo desde 2017.
Una
nueva referencia a “For All Kings” se viene a continuación. Para mí “Blood
Eagle Wings” es uno de los cortes más brillantes de su último esfuerzo
discográfico (para mí en general de un buen nivel, aunque sé que la mayoría no
opina lo mismo) por las melodías oscuras de guitarra o el poderoso bajo de
Frank que se desarrollan en este extenso corte. En otras palabra. He disfrutado
mucho escuchándola en vivo (ya lo había experimentado con el directo “Kings
Among Scotland” donde, también, acertaron al incluirla. Honor nuevamente a
Charlie Benante, alma y líder del grupo, que sigue erigiéndose como uno de los
mejores baterías que ha dado el Metal.
Chuck
D de Public Enemy sale a escena para interpretar con el grupo el cover de “Bring
the Noise” que juntos grabaron para el EP “Attack Of The Killers” y, aunque
está siempre curioso ver esta fusión (que para eso yo hubiera tocado “I’m The
Man” que es más vacilona y tiene también esa mezcla de Rap-Metal) no se puede
comparar con el final de fiesta que se va a producir a continuación.
“A.I.R.”, personalmente una de mis más amadas canciones del quinteto, irrumpe con su salvajismo habitual de Old School Thrash Metal y pone a prueba a un excelente Joey Belladona que sigue emocionándome cada vez que nos dice eso de “WELCOME TO YOUR NIGHTMARE!!!!!!”. Otro “highlight” de la noche.
El show en la versión original cierra con “Among The Living”, el tema que daría nombre a una de sus dos obras más queridas por la crítica. Ya a estas alturas del show el infierno de Anthrax se ha abalanzado sobre nosotros y solo podemos dejarnos morder por un grupo que se ha desgastado durante más dos horas de espectáculo. La canción, como siempre, suena impecable, dura y épica. Un final de show a la altura de lo que es, ha sido y será uno de los grupos más trascendentales de la historia.
Dentro
del “Behind The Scenes “ del espectáculo se incluyen tres versiones en vivo
adicionales para los temas “Breathing Lightning”, “Protest and Survive”
(versión de Discharge) y “Efilnikufesin (N.F.L.)”, siendo esta última la más
salvaje y convincente. No obstante, cabe señalar que la segunda, incluida en el
“Persistence” no era interpretada desde 1997.
En
definitiva. Adaptándose a las limitaciones que nos ha impuesto la pandemia,
Anthrax ha celebrado a lo grande sus 40 años al servicio de un género musical
que tanto les debe. El set, tanto en elección de canciones como en el plano de
producción audiovisual es una pasada que, si me permiten afirmarlo, está a la
altura de cualquier lanzamiento en vivo previo de estos muchachos. Sobre el
estado de forma del grupo…¿qué más se puede decir? Tras ver semejante
despliegue de clase cualquiera se cree que lleven 40 años como banda (¡ojalá
otras cuatro décadas así de bien!).
Me
gustaría cerrar la reseña felicitando personalmente al grupo y adaptando un
poco aquella primera frase de “I’m The Man”: THEY ARE ANTHRAX AND THEY TAKE NO
SHIT!!!
Comentarios
Publicar un comentario