A estas alturas de la película nadie puede negar la importancia e
influencia que Pink Floyd ha tenido en la historia de la música. Obras como
"The Dark Side of the Moon", "Wish You Were Here" o
"The Wall" parece que serán recordados por siempre, manteniendo el
espíritu de estas leyendas vivo. Sin embargo, hay un disco que, seguramente, no
sea tan recordado, y no tiene ABSOLUTAMENTE NADA que envidiar a los álbumes
anteriormente mencionados.
"Animals" pertenece a la época de esplendor de Pink
Floyd, donde lo que tocaban se convertía en oro. Todos los trabajos que
editaron a partir de 1973 hasta 1979 son indiscutibles obras maestras Me
hubiera gustado contar el "Obscured By Clouds" (1972) en esta lista
porque es un disco infravaloradísimo, pero el mundo recuerda con más cariño el
"Dark Side Of The Moon" (1973), el "Wish You Were Here"
(1975) y el "The Wall" (1979). El disco que ocupa esta entrada fue
lanzado entre los dos últimos, en 1977. Seguramente haya quedado en un segundo
plano por dos razones:
1- Por el mero hecho de ser publicado entre dos clásicos.
2- Por contener solamente 5 temas. 2 de ellos son breves piezas
instrumentales y los otros 3 son de larga duración (entre 10 y 16 minutos).
La primera vez que lo escuché no me gustó tanto como ahora. Es uno de
esos álbumes que necesitan un par de escuchas para darte cuenta de la joyita
ante la que te encuentras. Ahora mismo lo considero uno de mis trabajos
preferidos de estos británicos.
Como contaba un par de párrafos más arriba, en esta década Pink Floyd
se convirtió en una de las bandas de más nombre en la escena internacional. Sus
giras eran cada vez más amplias y demandadas y cada álbum que lanzaban era
sinónimo de grandes ventas y críticas. Pese a ello, Roger Waters,
David Gilmour, Richard Wright y Nick Manson no eran felices. Los diferentes temperamentos y visiones a la hora de
componer habían comenzado a generar tensiones entre Roger y el resto de
miembros de la banda, iniciando así el principio del fin de la formación más
grande, que terminaría de caer un par de años después, durante la grabación de
"The Wall".
No hay más que ver los
créditos de cada tema para imaginarse que algo raro ocurría en aquellas
sesiones de grabación. Roger a figura en todas las composiciones como único
compositor, salvo en "Dogs" donde figura también Gilmour. Según las
malas lenguas existieron diversas disputas entre ambos músicos provocadas por
el debate sobre la aparición del guitarrista en los créditos. Años después
Gilmour declaró: “La manía de Roger es dominar, pero estoy feliz de
mantenerme en pie por mí mismo y defenderé mis méritos en diferentes
composiciones, que es lo que hice en Animals. No me sentí ni remotamente fuera
de ese álbum. El noventa por cierto de ‘Dogs’ es mío, y esa canción ocupa una
cara completa, lo que es la mitad de Animals.”
Además de las tensiones
que hubo hay que mencionar que durante esa época Gilmour tuvo su primer hijo,
lo que le alejó un poco de la banda, y Richard pasó por graves problemas
matrimoniales, lo que tuvo consecuencias semejantes.
La grabación se
desarrolló en unos estudios improvisados que la banda creó en unos salones
parroquiales situados en el barrio de Islington, Londres. Durante los meses de
abril y diciembre de 1976 quedó todo el material preparado, siendo lanzado al
mercado en enero de 1977. Toda esta parafernalia fue debida a la finalización
del contrato que la banda tenía con EMI al lanzar "Wish You Were
Here".
En la época en la que
"Animals" fue concebido, el Reino Unido vivía una época de altas
tasas de desempleo que se tradujeron en consecuentes huelgas, manifestaciones y
mayor tensión social. A este problema hay que sumarle numerosos altercados de
violencia racial. Todo esto influyó en Waters, quien creó cada tema y letra
basándose en esa triste realidad, así como en la genial novela de George Orwell
"Rebelión en la Granja". Como el inolvidable escritor plasmó en su
obra, Pink Floyd hace una crítica a los regímenes autoritarios, al capitalismo
y a los problemas del sistema. Es el álbum en el que la banda muestra su lado
más comprometido con la sociedad.
El disco es realmente
extraño. El sonido oscuro (o incluso deprimente en algunos momentos) y las
letras cargadas de pesimismo y rabia se enfrentan a los breves instrumentales
que abren y cierran el disco, que tiene un sonido más optimista, lo que termina
dejándonos con un sabor de boca amargo, pero muy satisfactorio en cuanto a
calidad musical.
Sería imperdonable no
detenerse un poco en la portada. Personalmente es mi preferida de toda la
discografía de la banda. El pesimismo que expresa esa vieja fábrica, ahora
convertida en estación de tren (Battersea Power Station), es un fiel reflejo de
lo que podremos escuchar cuando pinchemos el disco/vinilo. Ese edificio es una
curiosa e ingeniosa contradicción con la granja de Orwell. La foto fue tomada por el propio Waters el 2
de diciembre. El globo del cerdo que sobrevuela la fábrica, otro símbolo
reconocido de la banda, fue diseñado por la compañía alemana Ballon Fabrik.
Algie fue el nombre con el que la banda bautizó al animal.
Un francotirador vigilando al bueno de "Algie" |
El disco abre con la
primera parte de "Pigs On The Wind".
Un breve pasaje que dura algo más de un minuto que poco tiene que ver con el
resto del disco. Su optimismo y buen feeling poco tendrá que ver con el
contenido crítico y pesimista que tienen los tres siguientes trallazos. Según
Waters la letra alude a los desencuentros entre los seres humanos, lo que
genera un sentimiento de inseguridad y depresión.
No te engañes...este es el verdadero cantante de Pink Floyd |
Para mí la gran obra de
este disco se llama "Pigs (Three
Different Ones)". Un tema que tiene de todo. La aportación
instrumental que hace cada miembro de la banda demuestra por qué estos señores
son considerados individual y grupalmente auténticos genios. Los atmosféricos y
tétricos teclados de Wright, el envidiable pulso de Mason (lo que hace con el
cencerro no tiene nombre), la magia con la guitarra de Gilmour y el efectivo, y
sangrante, bajo de Waters. hay que mencionar, además, el uso de Talk Box en la
parte intermedia del tema imitando los gruñidos de un cerdo. La letra alude a toda la clase dominante,
falsa y exagerada que trata de crear una imagen social personal positiva y
superficial por simple necesidad de obtener prestigio. La falsedad mencionada
la nombran a cada rato con esa risa irónica y la palabra "charade",
que quiere decir falsa. No puedo resistirme a cantar cada verso,
son realmente adictivos. Uno de los mejores temas que firmaron estas 4 mentes
libres. 11 minutos de magia.
El último gran tema es "Sheep". Sus 10 minutos ponen fin a la crítica social de
Waters. Una curiosa atmósfera de jazz donde los teclados, apoyado por un
divertido coro de ovejas balando un
progresivo ascenso del bajo tocado por Gilmour (SÍ, SÍ...LO QUE OYES!), deriva
en un tema cañero y rápido que provocará emociones fuertes a todo mortal. El
jugueteo funky que hace la guitarra de Waters (SÍ, SÍ...LO QUE OYES POR SEGUNDA
VEZ!) en algunos momentos son una de las causas por las que adoro a este
polivalente músico capaz de tocar cualquier instrumento (es muy complicado
superar su técnica). Como podéis observar, Gilmour y Waters se cambiaron las
roles para este tema. Las ovejas representarían a la gente común que está
sometida al poder de los mandamases y de los ricachones (los cerdos y los
lobos). En el punto intermedio la banda, a modo de broma, hace una parodia del
Salmo 23 con la voz distorsionada y el coro de ovejas entonándolo. Al final del
tema Waters dice algo así como "¿Escuchaste las noticias? ¡Los Perros
están muertos! haciendo referencia a que la gente común se ha sublevado frente
a los poderosos y los han aniquilado. Otro tema perfecto, sin ninguna pega,
como el resto del álbum.
Para terminar tenemos la segunda parte de "Pigs On The Wing", donde la
banda vuelve a cambiar su mente. La letra, en esta ocasión tendría un mensaje
más feliz aludiendo a lo importante que es vivir en armonía con el resto.
Podría hacer alusión, tanto la primera parte (desencuentros) y la segunda parte
(unión), a las relaciones que se establecen entre las diferentes clases o
"animales" que componen la sociedad. Preciosa guitarra acústica de
Gilmour para acompañar al gran Waters en esta breve, pero preciosa, despedida a
una obra maestra.
En aquellos tiempos, Pink Floyd no tenía que
demostrar absolutamente nada más de su talento tras lanzar el "Dark
Side" y el "Wish You Were Here", pero no se quedaron de brazos
cruzados y lanzaron este maravilloso disco comprometido socialmente que he
querido rescatar y reivindicar en esta humilde reseña. Es una de mis bandas
preferidas, no lo oculto.
Que nunca perezca el legado de Pink Floyd. Gracias Waters, Gilmour, Wright (RIP) y Mason.
Es cierto: Waters y Gilmour intercambiaron instrumentos en ese álbum...bah, en realidad la mayoría de las partes de bajo que se grabaron durante esa época correspondían a David.
ResponderEliminarGracias por la reseña. Me suscribo.