Si bien no soy
precisamente un tipo que reniegue cualquier propuesta rockera actual (todo lo
contrario), siento especial amor por los músicos de toda la vida y que tanto
nos han acompañado durante la vida. Uno de ellos es mi apreciado Loquillo, una
leyenda que no necesita presentación alguna y que ha vuelto al ruedo con un
nuevo trabajo titulado “El Último Clásico” en el cual el cantante nos deja bien
claro que son pocos los artistas de su época que se mantienen en pie elevando
la bandera de nuestro querido género a una altura considerable. Nuestro querido
“loco” vuelve a reivindicar su trascendencia en la cultura musical española con
un álbum impresionante en todos sus planos que recomiendo a todo oyente.
El maestro abre el disco
con Rock de toda la vida, permitiéndose sonar cercano al oyente mientras hace
un gran homenaje a numerosas referencias musicales que le han acompañado a lo
largo de su extensa carrera. “Los Buscadores” es un inicio elegante como la
portada del plástico y nos da buena muestra del buen estado vocal que mantiene
nuestro Loco.
La calidad literaria no
deja de subir de la mano de “Somos Lo Que Defendemos”, un tema menos directo
pero sincero y muy bien construido en todas sus facetas (honor a la sección de
viento). Temazo que sirve para preparar
el cuerpo para una declaración de principios con firma del loco como “El Último
Clásico”, en la cual el Loco se erige como el frontman superviviente al paso
del tiempo que sigue avanzando sin fatiga mientras despliega su calidad
artística y esa chulería que tanto le ha caracterizado (y que tan bien le
queda).
“Lo Importante es Amar”
es un tema fiel a lo que yo creo que es el Rock Español. Loquillo suena
emotivo, llegando a grandes notas (como siempre) mientras la banda le acompaña
de una manera soberbia (cabe destacar la incorporación del clavecín en algunos
instantes). Temazo muy grande al igual que la ya conocida “Gafas de Sol”, que
también se mueve por los ya conocidos horizontes musicales que este cantante
nos ha descubierto en casi medio siglo de carrera. No dudo de la gran acogida
que tendrá esta canción en directo.
La segunda mitad del
disco abre con “Los Sonidos Son Ideas”, un tema con encanto poético que habla
sobre la eternidad y la importancia de llevar una vida plena. El canto de un
guerrero curtido en mil batallas que sabe del negocio como pocos en este país.
Fruto de esa experiencia nace también “Como Un Nada”, que se antoja como un
toque de atención a los nuevos músicos ya que estos pueden salvar las almas de
muchos miles de personas.
No hacía falta que lo
dijera, pero está claro que Loquillo tiene mucha fe en sí mismo. Por si quedaba
duda de ello, tenemos una bella pieza llamada “Creo en mí” que me recuerda
muchísimo a “La Mala Reputación” y a la versión de “Man In Black” de Johnny
Cash (en español “El Hombre de Negro”) que este grabo hace ya un par de
décadas. Imposible no rendirse ante los encantos del Folk que este cantante
todavía es capaz de crear.
La recta final de este
trabajo es encabezada por “La Vampiresa del Raval”, cañonazo ácido y
semipunkarra de la vieja escuela en
todos sus aspectos (de mis favoritas de todo el plástico), y “El Resucitado”,
que me hace recordar mucho a la Electric Light Orchestra por esos arreglos de
violín y que tiene un regusto a Rock setentero que me encanta.
No me queda duda alguna
de que Loquillo es uno de los últimos grandes ejemplares de nuestro Rock que
siguen en activo. En definitiva, “El Último Clásico” es una gozada de principio
a fin que todo defensor del Rock patrio debería escuchar. Impresionante, Loco.
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