No es ninguna locura afirmar que después de lo logrado en 1980, los legendarios Saxon podían haberse dedicado a vivir de las rentas y los royalties. Y es que cuando en un mismo año eres capaz de lanzar dos obras de culto como “Wheels Of Steel” y “Strong Arm Of The Law”, no es raro que caigas en el conformismo y vivas de girar por el mundo tocando las mismas canciones hasta la saciedad. Sin embargo, en aquellos tiempos la trayectoria de nuestros queridos Saxon no había hecho nada más que comenzar.
Ahora que se habían
convertido en 365 días en una de las bandas abanderadas de la New Wave Of
British Metal, ese histórico movimiento que convirtió al Heavy en un género de
masas, el quinteto tenía claro que era el momento de mantener tan alto honor
como solamente ellos sabían hacer: seguir componiendo canciones que dejaran
boquiabierta a su enorme fanaticada.
“Denim And Leather”,
cuarta obra del conjunto, nace en a lo largo de un momento realmente dulce: la
banda se encuentra celebrando por todo lo alto su consagración definitiva con
una larga gira que les permite tocar fuera de las fronteras de su Inglaterra
natal, llevando el mensaje de la NWOBHM por toda la geografía planetaria. Eran
tiempos alegres para todo metalero y, por ese mismo motivo, Saxon no podían
sino seguir pariendo música que mantuviera todo lo posible este periodo
irrepetible.
Cabe señalar que esta
obra supone la última de la formación clásica ya que, como muchos sabrán,
durante su posterior gira promocional, el batería Pete Gill se vio forzado a
abandonar el grupo debido a una lesión de mano que lo mantuvo durante una buena
temporada de baja, convirtiéndose el incombustible Nigel Glocker en su reemplazo
definitivo. Un par de años más tarde, Gill se uniría a Motörhead temporalmente,
grabando el sobresaliente “Orgasmatron”.
¿Es “Princess Of The
Night” la major canción que ha parido Saxon? Si no es así, desde luego que es
una de ellas, así como una inmejorable apertura para el LP. Desde ese primer
riff firmado por Paul Quinn, el quinteto nos introduce de lleno en un Metal
atemporal, pero con la esencia implícita de la NWOBHM. No es de extrañar que
sea empleada mayormente como última canción en los repertorios en directo del
grupo. Sobre la letra, parece esta alude a una locomotora llamada la “princesa
de la noche” que conectaba Glasgow con Londres y que fascinó al grupo hasta tal
punto que decidieron dedicarle una canción.
Lejos de dejarnos
descansar tras semejante apertura, “Never Surrender” apuesta nuevamente por el
Heavy Metal más puro a través de una estructura más o menos sencilla que
presenta su punto más álgido en un estribillo con grandes coros. El trabajo que
aquí ejecutan ambas guitarras me parece espectacular, logrando consolidar una
base rítmica tremendamente sólida.
Sin haber nunca alcanzado
la consideración de clásicos, pese a encontrarse en una obra de culto, “Out Of
Control” y “Rough And Ready” son dos canciones que cualquier banda querría
tener en su catálogo. Ambas apuestan por un ritmo medio donde identificamos los
elementos más distintivos del grupo (una voz eléctrica, buen despliegue de
ambas guitarras, una base de bajo y batería omnipresente y un estribillo de los
que no se olvidan). Sería un pecado escuchar el LP y no prestarle la suficiente
atención a estos dos numerazos.
La escucha prosigue con
una secundaria de lujo como “Play It Loud”, un número facilón hecho para
sembrar el caos en los directos que se cimenta en un sólido riff de guitarra en
el que es posible encontrar ciertas referencias al Rock Sureño de los ZZ Top,
pero con un plus de distorsión. Palabras mayores para ese memorable
estribillo que tantas veces se ha cantado en directo y que invita a las hordas
metaleras a “poner la música a todo volumen en tu comunidad de vecinos”.
Con unas guitarras
melódicas y, al mismo tiempo, hirientes que parecen sacadas de los mejores Thin
Lizzy, el grupo nos firma otro clásico de su discografía como “And The Bands
Played On”, un corte cargado de épica tanto por su sólida base rítmica, como por
esa imperdible letra en la que se nos relata cómo fue su experiencia al
presentarse por primera vez en el Monsters Of Rock, su primer gran festival de
Heavy Metal. La actuación vocal de Byford es imponente, alargando las notas en
el estribillo con muchísimo estilo.
“Midnight Rider” siempre
ha sido una de mis canciones predilectas de este disco. Inspirada en sus
vivencias en la carretera durante la gira americana que realizaron en 1980, la
banda nos presenta una canción más cercana al Hard-Rock que se edifica sobre una
densa línea de bajo y una sección rítmica por parte de ambas guitarras muy sobria.
Con su habitual chulería, el bueno de Biff se mueve “como pez en el agua”
durante los versos para, pocos segundos después, entregarnos un estribillo más
melódico y de fácil memorización. Palabras mayores para su elegante solo de
guitarra, que emerge sobre una no menos interesante base rica en arpegios y
melodías.
La amistad e influencia
que Motörhead fue para Saxon creo que se puede apreciar muchísimo en “Fire In
The Sky”, una canción que hubiera encajado a la perfección en “Ace Of Spades”,
“Overkill” o “Bomber”, pero que cuenta con un elemento único y distintivo de
los Saxon: el vozarrón punzante y cristalino del amigo Byford, quien firma aquí
una interpretación de muchos quilates sobre una pista instrumental de Speed
Metal incendiario. Paul Quinn y Graham Oliver se miden aquí en un pequeño duelo
de solos que no sé cómo no ha trascendido más en el tiempo.
Como número final, la
banda se saca de la chistera otro tema inmortal. La homónima “Denim And
Leather” se ha convertido con el paso de las décadas en uno de los mayores
himnos del Heavy Metal clásico. Mucha culpa de ello tendrá esa maravillosa
letra en la que se describe con tanta exactitud la estética y el momento tan
importante que el género estaba experimentando en aquellos tiempos. Su ritmo
medio, con una contundente base rítmica (la nota aguda que escupen ambas
guitarras al final del repetitivo riff principal se va grabando a fuego en tu
mente), hace muy sencilla su memorización, especialmente de ese coral
estribillo que jamás pasará de moda.
CONCLUSIÓN
Aunque la historia ha
querido ubicarlo un peldaño por debajo de “Wheels Of Steel” y “Strong Arm Of
The Law”, para mí “Denim And Leather” es una obra a la que debemos tratar de
“usted”. A lo largo de sus nueve canciones,
la banda documenta con una precisión digna del mejor cirujano el momento tan
dulce que vivía el Heavy Metal en aquellos tiempos.
Honor a Biff Byford,
Graham Oliver, Paul Quinn, Steve Dawson y Pete Gill por haber facturado una
obra absolutamente esencial para entender el Metal y sus años dorados. Un disco
que se ganó la eternidad.
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