En septiembre de 2021, la comunidad del Heavy Metal celebró el regreso triunfal de uno de sus legendarios guitarristas. Kenneth Keith Downing, conocido entre los mortales como K.K. Downing, tomó la decisión de alejarse de la esfera pública ese mismo año, dejando atrás las críticas hacia sus ex compañeros de Judas Priest. En lugar de ello, fundó un nuevo proyecto llamado KK' Priest, en colaboración con algunos de sus amigos cercanos, incluyendo a dos antiguos miembros de Judas Priest, Les Binks y el renombrado Tim "Ripper" Owens.
Su primera obra, titulada
"Sermons Of The Sinner" vio la luz y de inmediato conquistó los
corazones de la mayoría de sus seguidores desde la primera escucha. Canciones
como "Raise Your Fists," "Hellfire Thunderbolt," y
"Return Of The Sentinel" nos permitieron saborear una vez más ese
estilo tan distintivo de Ken al componer y tocar la guitarra. La respuesta
positiva de los fans propició que el grupo regresara al estudio para crear su
más reciente álbum, "The Sinner Rides Again" que acaba de ser
lanzado y que vamos a reseñar de inmediato.
Después de una breve introducción lenta marcada por la belleza de ambas guitarras, "Sons Of The Sentinel" nos sumerge en un auténtico infierno con una canción poderosa en la que Tim Owens asume el desafío de cantar en todo el tema con sus registros más agudos, ofreciendo una interpretación verdaderamente exigente que me ha dejado asombrado. A nivel instrumental, esta pista es compacta y ejecutada de manera magistral, destacando un despliegue inicial de solos altamente convincentes (con un momento en el que ambos guitarristas tocan un punteo en conjunto que simplemente no se puede olvidar).
"Strike Of The
Viper" sigue la misma línea sonora del primer álbum, optando por una
intensidad ardiente (donde el doble pedal de la batería desempeña un papel
crucial) y sin dar tregua. A pesar de que el estribillo se repite con
frecuencia, su simplicidad épica lo hace memorable, lo que es una habilidad que
esta banda posee en abundancia.
Unas guitarras veloces al
estilo de "Freewheel Burnin'" nos introducen directamente en
"Reap The Whirlwind," una canción demoledora que personalmente
considero una de las mejores del álbum. Admiro la forma en que ambas guitarras
abordan la pista, así como el toque distintivo que Tim Owens aporta con su
imponente voz, la cual en su momento lo convirtió en el reemplazo perfecto de
Rob Halford en Judas Priest.
"One More Shot At
Glory" fue el primer adelanto del álbum, como era de esperar. Su ritmo
constante es poderoso, con un sólido trabajo rítmico a cargo del bajo y la
batería, sobre el cual las guitarras combinan secciones rítmicas con otras más
melódicas, y Tim exhibe su registro más amenazante. Es una canción desafiante
en este LP debido a sus constantes cambios rítmicos y su demanda de lo mejor de
cada músico. Además, es importante destacar que el título hace referencia
directa a un clásico de Judas Priest incluido en su exitoso álbum
"Painkiller."
"Bajo una atmósfera eclesiástica, "Hymn 66" comienza y pronto se llena de notas diabólicas de guitarra y un ritmo más denso de lo habitual, lo cual rompe con la tendencia sonora predominante. Aunque se necesita de varias escuchas para apreciarla completamente, esta pista carece de elementos verdaderamente memorables.
Afortunadamente, el
tema-título, "The Sinner Rides Again," recupera las buenas
sensaciones que parecían estar en peligro. Es una canción densa pero
contundente que nos regala una interpretación más que notable de "The
Ripper," quien va desde voces limpias a agudos despiadados en cuestión de
segundos.
Con casi seis minutos de
duración, "Keeper Of The Graves" se destaca como una de las canciones
más disfrutables del álbum. La transición desde un comienzo más melódico y
solemne hacia una segunda parte intensa es excepcional, con un estribillo
encantador. Sin embargo, lo que más destaco de esta canción es el trabajo de K.K.
y A.J. en sus respectivas guitarras, generando una gran cantidad de riffs frescos
y un emocionante duelo de solos.
Las escuchas adicionales
revelarán que "Pledge Your Soul" es una joya. KK Downing y su banda
han creado una canción con poderosas guitarras (el riff que Ken introduce a los
43 segundos es impresionante), donde ambas hachas siguen sorprendiéndonos con
cambios de ritmo y una sección de solos que considero la mejor de todo el
álbum.
Finalmente, "Wash
Away Your Sins" cierra el álbum con una epopeya de seis minutos y 28
segundos, invitándonos a liberarnos de nuestros pecados a través de una canción
ambiciosa. Aquí, no puedo dejar de destacar la interpretación apasionada de Tim
Owens, especialmente en los dos primeros minutos más melódicos, demostrando una
variedad de registros que se mantiene impresionante a lo largo del tiempo. Es
un final de alta calidad para un gran álbum.
CONCLUSIÓN
No me atreveré a afirmar si "The Sinner Rides Again" es superior o inferior a "Sermons Of The Sinner" pero es evidente que ambas obras confirman el excelente estado de forma de Ken Downing y su fuente inagotable de creatividad. Cuando se suma a esto una banda de gran calidad y a Tim Owens como cantante, el resultado solo puede complacernos. No es una obra perfecta, pero nos hace pasar un rato bastante grato.
A pesar de las circunstancias de su salida de Judas Priest, parece que K.K. Downing todavía tiene muchas ideas para seguir brindándonos el primitivo Heavy Metal que tanto amamos.
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