Probablemente una de las bandas más representativas del subgénero Post-Grunge sea Seether, quienes llevan décadas lanzando discos cargados de canciones que les han permitido trascender las fronteras de su Sudáfrica natal y consolidar una considerable legión de seguidores a nivel mundial. "The Surface Seems So Far", su noveno álbum de estudio, ha visto la luz recientemente y, como era de esperar, no podíamos dejarlo pasar en el Blog.
Una vez más, Shaun
Morgan, líder y vocalista, se encarga de la producción del álbum (una decisión
que, como verás más adelante, no termina de convencerme), con el apoyo
ocasional del veterano Matt Hyde. El disco, que presenta una portada imponente
y fiel al tono amargo característico de su discografía, está compuesto por 11
canciones que, en mayor o menor medida, buscan mantener viva la identidad de
una banda que rara vez se aleja de su zona de confort.
"Judas Mind",
el tema encargado de abrir el álbum y que fue lanzado en julio como primer
adelanto, tiene pocas pegas. Con guitarras pesadas al estilo de Deftones
(destacan las líneas del puente-estribillo), nos transporta a los primeros
álbumes de Seether, con una esencia sonora fiel al Post-Grunge. Sin embargo, la
producción, como en el resto del álbum, se siente amateur, con un sonido
artificial que no está a la altura de la banda. Aun así, es un primer tema muy
convincente.
"Illusion"
también brilla, llevando el sonido Grunge al extremo con una distorsión que
crea una atmósfera opresiva e hipnótica, perfectamente complementada por los
registros perturbadores de Shaun Morgan. Aquí, la banda vuelve a tocar su
pasado más glorioso, consolidándose como uno de los mejores cortes del álbum.
En "Beneath The
Veil", las melodías toman protagonismo en una pista de tintes radiofónicos
que, al menos para mí, resulta decepcionante. Después de las dos potentes
canciones anteriores, este tema se siente más artificial y con unos arreglos
vocales poco inspirados. A pesar de que Shaun sigue teniendo una voz poderosa,
no necesitaba distorsionar tanto sus registros.
"Semblance Of
Me" se mueve en un terreno más alternativo, pero, lamentablemente, no me
convenció. Seether lleva tiempo apostando por sonidos más contemporáneos, lo
cual es legítimo, pero los versos de esta canción carecen de identidad, tanto
que por momentos me cuestioné si estaba escuchando a Seether o a una banda que
busca crear canciones radiofónicas. Afortunadamente, el estribillo y el
interludio con gritos nos devuelven al Seether que conocemos. Un tema
irregular.
"Walls Come
Down" y "Try To Heal", los siguientes temas, aunque no tienen la
distorsión que algunos podrían esperar, sí mantienen la oscuridad y la lírica
melancólica que caracteriza al grupo. De la primera, destacaría la opresión que
emanan las guitarras y el bajo, mientras que de la segunda resalto su riff
principal y el estribillo denso y contundente.
"Paint The
World" se revela como un gran tema desde el primer riff, con Seether
desplegando su faceta más cruda para disipar cualquier duda que los cortes
previos pudieran haber generado. Es uno de esos temas que sabe captar la
esencia de la banda desde el primer momento.
"Same Mistakes"
y "Lost All Control" son dos canciones impregnadas del alma del
Post-Grunge, un subgénero que Seether ha representado desde hace décadas. Si
bien su tono lento y melancólico no aporta nada realmente nuevo ni se aleja de
lo que han hecho en el pasado, ambas piezas terminan por convencer tras varias
escuchas.
En una línea similar a
"Judas Mind", "Dead On The Vine" se mueve con riffs de
inspiración Nu Metal y nos regala uno de los estribillos más pegadizos y
acertados del álbum.** Un tema sólido que resalta en el conjunto del disco.
El álbum cierra de manera
efectiva con la única balada del conjunto, un terreno en el que Seether siempre
se ha movido con maestría. Sin distorsión en las guitarras, este tema permite
disfrutar de los registros más dramáticos de Morgan, quien fluye de manera
natural de principio a fin.
CONCLUSIÓN
"The Surface Seems
So Far", como era de esperar, sigue el viaje sonoro que Seether lleva
explorando desde hace casi una década, combinando la distorsión y la lírica de
su pasado con elementos más alternativos, algo que no todos sus seguidores aceptarán
fácilmente. Aunque hay algunos temas que parecen de relleno, en general, el
álbum ofrece lo que uno espera al sumergirse en el catálogo de la banda
sudafricana. Dicho esto, la producción sigue siendo un punto débil; de hecho,
considero que este álbum evidencia aún más ese problema, con un sonido más
propio de una banda underground sin recursos, que de una agrupación con la
trayectoria de Seether.
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